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ℂ𝔸ℙ 𝟙𝟟 > 𝕳𝖆𝖒𝖒𝖊𝖗


Os dejo esta canción de Morad y el Beny Jr. lo siento, es que estoy obsesionada con ellos dos. Me encantan😭❤️😻😋

                  UNOS GRITOS MASCULINOS me despertaron del sueño que estaba teniendo. Esta vez, conocía muy bien de quién eran.

—¡Contesta gilipollas!— escuché gritar a mi pelinegro. Rápidamente llegué a la conclusión de que se encontraban en el salón.

Lo llamé, cuando sentí un dolor punzante en la cabeza. —¡¿Ashtray?!

Noté como todo se silenció, ya no había gritos ni movimientos bruscos. ¿Había hecho mal?

Pasaron dos minutos aproximadamente cuando la puerta del cuarto de Ash, donde estaba yo, se abrió lentamente después de haber sido tocada.

—Soy yo. Te traigo una pastilla para el dolor de cabeza y agua.— dijo entrando con ambas cosas en la mano. —Supuse que ibas a tener resaca después de lo de ayer.

Mierda, era cierto. Ayer la lié bastante en aquel club.

—¿Fue muy malo?— pregunté mientras agarraba el vaso y la pastilla.

—¿No te acuerdas?— se confundió.

¿No se acordaba del beso de ayer? -pensaba mientras el joven.

Sí, sí. Solo recuerdo como me caía agua fría encima, y lo de después. Ya sabes... el beso.— contaba sonrojada, cuando noté que al pelinegro le ocurría lo mismo al asentir. —Pero lo que pasó antes de eso no.

El joven asintió entendiéndolo. —Te emborrachaste y convertiste el club en tu propio karaoke.— contaba desviando su mirada hacia el suelo mientras trataba de no reírse.

—¿Cómo? Yo recuerdo que canté, pero en tu casa, no allí.— respondí mientras me tapaba la boca con mi mano en señal de vergüenza.

—Mh, si supieras la que liaste...— dijo soltando una carcajada. —Y encima seguiste cantando en casa, me deberían pagar por aguantarte borracha.

Reí algo avergonzada, pero no pude evitar pensar en lo que había dicho por último, en casa... no había dicho en MI casa. Dio a entender que esta también era mi casa, como si fuese de ambos, y aquello hizo que me sintiera tan feliz...

—Dios mío.— reí animadamente, cuando de repente, un ruido proveniente del salón se escuchó de fondo.

—Joder.— se quejó el pelinegro dirigiéndose a la puerta de su cuarto para salir. —Quédate aquí y no salgas, no quiero que veas esto.

—¿Qué pasa?— pregunté levantándome de la cama y siguiéndolo asustada, hasta que se volvió hacia mí.

—Millie, quédate aquí, es algo peligroso. No va a pasar nada, pero necesito que te quedes aquí. Con suerte se irá pronto, pero quédate aquí, ¿sí?— me dijo mientras apoyaba sus manos suavemente a ambos lados de mi cuello, para luego apartar un mechón que estaba cerca de mi frente.

—Está bien.— le contesté tranquila para que luego él sonriera levemente y me plantase un suave beso.

Al separarnos, volvió a dirigirse hacia la puerta. Que alguien me agarre, que me da un parraque,

—Ashtray.— lo llamé haciendo que se girase.— Quiero que sepas que pasa lo que pase, o hagáis lo que hagáis, siempre os apoyaré. ¿Sí?

Él pareció sorprenderse ante lo que dije, pero finalmente asintió y salió de la habitación.

Me cambié el pijama que tenía en casa de Ashtray y Fez y me puse unos pantalones cortos y un top que también tenía.

Incontables minutos pasaron desde que Ash fue hacia el salón. No sabía nada, no sabía si había pasado algo, si no... me estaba estresando. Pegué mi oreja en la puerta tratando de poder oír algo.

—Tío... te hemos dicho que no queremos vender eso.— escuché decir a Fez algo cansado.

—¡Me da igual! La vais a vender queráis o no,— mierda, era Mouse.— ¿no queréis que llame a la policía diciéndole que vendéis droga, verdad?

Escuché bajamente la risa de Fez. —¿Tú la vas a llamar? ¿Tú?

—No, yo no. Utilizaré a alguien conocido, y llamará para decirle a la policía que habéis tratado de venderle droga en vuestra tienda... y listo, uno para un centro de menores o de acogida, y el otro a la cárcel.— explicaba Mouse riendo, cuando de repente escuché una segunda risa, pero no supe de quién era.

Una impotencia surgió dentro de mí que hizo que abriera la puerta y me dirigiese hasta el salón. Quería estar allí con ellos, para así al menos poder mostrarles mi apoyo. Nosotros estamos siempre en las buenas y en las malas, eso es lo que hace una familia.

En el momento que entré en el salón divisé a la grande figura de Mouse, justo en medio del salón; luego Fez, que se encontraba a unos metros de él sentado en el sofá, lucia tranquilo con una botella de cerveza en la mano; luego, un hombre de unos 30 años que no conocía, el cual estaba pegado a la pared; y por último Ash, Ash.... él estaba sentado en un sillón, con los brazos en los apoyabrazos, lucía serio y tranquilo.

Todas las miradas cayeron sobre mí, esperaba que Ashtray me indicase con su cabeza que volviese a su habitación; sin embargo, fue lo contrario, me indicó con su cabeza que me sentase en su apoyabrazos izquierdo.

—¡Hombre! Mira a quién tenemos aquí, es mi amiga la norteamericana.— anunció mientras me sentaba junto a Ashtray. Este deslizó su brazo alrededor de mi cintura, apoyando su mano en mi muslo izquierdo. Hubiera sido la hostia si no estuviésemos en esa situación y si Mouse no hubiese abierto la maldita boca. —¿Qué eres la putita de Ashtray o qué?

Coraje sentí en aquellos momentos, no me iba a quedar callada. —No soy la puta de nadie, puto calvo. Solo tengo 16 años.

Los ojos de los 4 sujetos se abrieron a la par que yo mencioné aquellas palabras.

—¿Cómo me has llamado?— preguntó ofendido.

—Calvo, no tienes pelo. No querrás que te llame Rapunzel... ¿o sí?— contesté yo divertida. Joder, no era momento para bromear.

Noté como Ashtray me apretó el agarre en el muslo indicándome advertencia. Decidí que no iba a hablar más. Cuando Mouse se disponía a contestarme, Fezco se adelantó.

—Oye, amigo, ¿por qué no os marcháis ya? Os hemos dicho que no aceptamos.— habló el pelirrojo cansado.

—¿Ya? Nos lo estamos pasando muy bien. ¿Verdad?— respondió Mouse hacia aquel hombre que lo acompañaba, quien solo asintió divertido.

Fezco solo suspiró derrotado. Me acerqué a Ashtray para poder hablarle al oído. Este al ver lo que pretendía, se acercó a mí y con su brazo derecho rodeó mi cintura por delante, encontrándose sus dos manos. Fezco nos mirado confundido, es verdad, él no lo sabía.

—¿Qué vas a hacer? Te veo la cara.— le pregunté sabiendo que estaba planeando algo.

—No quieres saberlo.— me respondió, haciendo que un escalofrío me recorriese la columna vertebral.

—¿Qué vas a...— decía cuando me interrumpió.

—Como no se vaya en menos de cinco minutos, lo mataré.— contestó tranquilo, a pesar de que lucia una mirada triste, pues odiaba lo que posiblemente iba a hacer.

En aquellos momentos no sabía qué decirle. Muy bien, Ashtray, me parece muy bien. O tal vez No Ashtray, seguro hay más opciones que tener que matarlo. ¿Pensaría que no lo apoyaba?

Al final, decidí asistir para luego escuchar la voz de Mouse de nuevo.

—Oh, qué monada de pareja.— comentó divertido.

Ashtray se levantó furioso en dirección a la cocina. Mouse rió a carcajadas mientras sacaba una navaja y la llenaba de algo blanco, droga.

—Mira, guapa. Prueba esto, seguro que te gustará. Le iba a ofrecer también a tu novio Ashtray, pero se fue cabreado cuando mencioné sobre vosotros. No te pongas triste, ¿sí?— dijo acercándose a mí con aquella droga para que yo la esnifara. Fezco negaba por detrás de él, lucía bastante preocupado. Si supieras para qué ha ido a la cocina...

Cuando estuvo lo suficientemente cerca mía, me acerqué a la navaja, fingiendo que me preparaba para esnifar aquello. Una sonrisa nació en el rostro del calvo, pensando que yo lo iba a hacer.

—Die, yo' bitch.— dije sonriendo perversamente antes de soplar fuertemente en dirección a él, haciendo que todo aquel polvo cayera sobre sus ojos y le escociese.

Se quejó fuerte y nerviosamente. —¡Hija de la gran puta! ¡Te mataré!— gritó enfadadísimo acercándose a mí de nuevo.

De pronto, vi una figura saltar desde el sofá donde estaba Fez a la espalda de Mouse, y dándole un martillazo en la parte de atrás de la cabeza. El cuerpo de este cayó en seco, haciendo que un nudo se formase en mi estómago por aquella situación. Ashtray se dirigió hacia el joven compañero de Mouse.

—¡No, no, no! Por favor.— suplicó nerviosamente. Sin embargo, a Ashtray pareció no importarle, ya que le proporcionó un golpe seco con el martillo arriba de la ceja, haciendo que únicamente le sangrase.

—¡Ah!— se quejó fuertemente aquel.

—Bro...— dijo Fezco.

—¡Fuera de aquí, cabrón! ¡Ya! Joder...— se quejó mientras aquel tío salía corriendo.

El salón se quedó en completo silencio, mientras en medio de nosotros tres estaba el cadáver de Mouse. Fezco miraba a aquel sujeto con los ojos abiertos, parecía que se le iban a salir. Solo se escuchaba la respiración agitada de Ash, quien de repente lanzó el martillo fuertemente hacia el suelo, haciendo que una losa se partiese en varios trozos. Se giró molesto y se marchó a su habitación dando un fuerte portazo.

—Voy a limpiar esto...— dijo Fezco suspirando. Lo notaba raro....

Me paré delante de la puerta de la habitación del pelinegro, algo dudosa llamé. —¿Ashtray?

Él estaba sentando en el filo de su cama dándome la espalda.

—Ashtray...— dije sentándome lentamente a su lado, no quería que se sintiese presionado o algo así por el estilo.

—No deberías de siquiera mírame a la cara. Acabo de matar a un tío delante tuya.— me contestó levantándose y apoyándose en la pared. Se sentía tan culpable.

-No, el tío había venido a vuestra casa,— dije recalcando la palabra vuestra.— a molestaros, vosotros solo os defendisteis, Ash. Esos tíos iban armados, seguramente os iban a atacar, era cuestión de tiempo. Hiciste lo correcto, Ashtray. No te tortures más. Jamás me iré, espero que sepas que siempre te apoyaré en todo. En las buenas y en las malas.— dije con una sonrisa suave en mi rostro mientras me levantaba para quedar delante de él.

Situé mi mano en su mejilla, mientras él se mojó los labios rápidamente. Me acerqué a él y lo besé suavemente, mientras movía mi pulgar en su mejilla acariciandola. Pude sentir como el pelinegro se relajaba y me seguía el beso al mismo ritmo con el cual yo empecé. Era de los peores momentos, pero pude demostrarle todo lo que le amaba y apoyaba, a pesar de todo.

Ninguno de los dos nos dimos cuenta, pero una cabeza de barba pelirroja se ocultaba detrás de la puerta observándonos confundido, ay Fez...

—Tengo una idea.— dije sonriendo, haciendo que Ash hiciese lo mismo. Ole yo.

Cuenta.— me dijo mientras me ordenaba de nuevo un mechón rubio y me lo apartaba de la cara.

—Vayamos a recoger a Michael, seguro le hace muchísima ilusión.— sugerí emocionada.

—¿A él le hace ilusión? ¿O a ti?— preguntó divertido, haciendo que yo me sonrojase. —Está bien, vayamos, rubia.

Me produjo alivio que me llamase de nuevo por mi apodo. Sabía que le iba a costar olvidar aquello que había ocurrido, pero íbamos a tratar de superarlo, juntos.

Así fue como ambos salimos de la casa agarrados de la mano mientras nos dirigíamos a la guardería donde estaba Michael...

Holissss, son casi la 1 de la mañana aquí en España😭

¿Les gustó el cap? Siendo sincera, me costó demasiado escribirlo y no me convence mucho...🥲

‼️ >Ya tengo planeado el epílogo de este libro, y les va a encantar, es precioso😭. Me van a amar más que a cualquier cosa JAJAJAJA. Solo les diré, ¿quién será Mara?😏❤️< ‼️

No se olviden de VOTAR y COMENTAR.

Mi ig es @paulamarin_07 sigo devuelta a tod@s ;)

~Pauu❤️‍🩹🇪🇸

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