Final
Taehyun entró sin esfuerzo al lugar, el ambiente oscuro con solo luces de colores iluminando de vez en cuando ciertos lugares, la música retumbando en cada esquina y el familiar aroma de sudor, perfume, cigarros vagando en un lugar cerrado. En un punto de su vida eso dejó de parecerle molesto.
Por otro lado Beomgyu lo odiaba, odiaba la oscuridad, odiaba el aroma, odiaba la música, odiaba las personas, odiaba todo lo de ese lugar con toda su alma. Hizo un gesto de dolor cuando el hombre tras él presionó fuerte su cintura.
— ¿Qué mierda te pasa? — le susurró.
— Es una noche especial en el club, ya deja tu inmadurez y tu expresión irrespetuosa.
— Odio este asqueroso lugar. — escupió las palabras.
— Incluso creí que lo extrañarías. — comentó el pelirrojo, casi burlón mientras no lo veía, solo sonreía a la gente.
Beomgyu se soltó de su agarre de golpe, el comentario lo hizo enfurecer.
— ¿Qué haces?
— Iré por una bebida, ¿Quieres una? — preguntó el castaño, tratando de ocultar su enojo.
— Sí, no tan fuerte, cielo.
Beomgyu asintió alejándose a pasos rápidos, ocultando su rostro de las personas que podrían reconocerlo, no quería tener ni un contacto con nadie. Llegó a la barra y suspiró pesadamente.
— ¿Va a querer alg-...? Oh, señor-...
— Choi. — interrumpió Beomgyu — Solo diga Choi.
— Choi. — corrigió el chico — ¿Va a querer alguna bebida?
— No, estoy...mejor así. — se arrepintió — Dame cualquier vodka que tengas.
— Está mañana llegaron nuevas botellas del vodka de los Kim, ¿le parece?
El castaño asintió.
— Deme un trago...por ahora.
Y un trago se transformó en dos, luego tres, cinco y luego de ese perdió la cuenta. A lo lejos vio a su esposo y la expresión de su rostro , Beomgyu recordó que le pidió una bebida así que se acercó, tambaleándose un poco hasta llegar hacia él.
— No me digas que estás borracho. — soltó el hombre entre dientes y enojado.
— No te lo digo entonces. — dijo burlesco y sin una pisca de arrepentimiento.
El hombre sostuvo su brazo fuertemente con antes lo había hecho cuando estaba enojado.
— Si llegas a ridiculizarme hoy-...
— ¿Qué? ¿Qué harás? — Beomgyu con una parte de su cerebro en otro asunto comenzó a bailar lentamente, acercándose al pelirrojo como si no estuvieran discutiendo. — Incluso creí que lo extrañarías. — se burló nuevamente pero ahora sonriente mientras colocaba sus brazos en los hombros de su esposo. — Este lugar y yo fuera de mis sentidos para que hagas lo que se te de la gana, ¿no te hace familiar? — ya no se oía como burla, en su tono había furia y le parecía estar reclamando algo a su esposo.
El pelirrojo tragó duro, como si los recuerdos incómodos se quedasen en su garganta.
— Ahora regreso. — dijo y se alejó lentamente.
Beomgyu en cualquier otra circunstancia se hubiera largado, pero no era la ocasión. Tenía una cierta tolerancia al alcohol, realmente no estaba borracho, simplemente el alcohol estaba desenterrando a una de sus versiones más profundas.
Dió movimientos lentos y pequeños al compás de la canción, cuando llegó al coro dejaron de ser bailes pequeños.
Pronto sintió la presencia del hombre y estaba seguro que al verlo bailar lo sacaría a toda costa de la pista de baile, sin embargo y para sorpresa de Beomgyu, el hombre comenzó a bailar con él. Moviendo su cuerpo caliente junto al suyo, completamente pegado a él.
Le pareció extraño, pero no le importó los siguientes minutos. La canción era buena, la sensación me gustaba y bailar le encantaba, al menos en ese momento.
"Es algo obvio que eres mi adicción. Cúrame, cúrame"
Beomgyu no hubiera notado que la canción decía aquello si no fuera porque al hombre se le ocurrió cantarla muy bajo y justo en su oído.
Las manos del hombre fueron directamente a sus caderas, que nunca dejaron de moverse.
— Tú no eres mi esposo. — susurró el psicólogo, una risa surgió del contrario.
— No por el momento.
El castaño se dió la vuelta, ansioso por los efectos del alcohol y a la vez asustado por su lado cuerdo y consciente, casi nulo de todos modos.
— Taehyun...— casi susurró, ahora sorprendido.
El rubio le sonrió ligeramente, el castaño quiso alejarse pero el rubio se acercaba más.
— ¿Qué haces aquí? — preguntó hacia el menor.
A Taehyun siquiera le importó responder a pregunta, observó al mayor de abajo hacia arriba y Beomgyu siguió su mirada hasta terminar viéndose a los ojos. En ese momento pareció que las personas comenzaron a dispersarse, a desaparecer en la oscuridad y que la única luz provenía de un reflector de luces coloridas que solo los apuntaba a ellos, todo se volvió lento. Beomgyu no sabía cuánto tiempo se quedaron así, no sabía siquiera si seguía bailando o respirando, si no fuera por la sonrisa del menor hubiera seguido en ese estado.
El rubio curvó sus labios ligeramente, mostrando su perfecta dentadura que a Beomgyu volvía loco. El menor sí seguía moviéndose y hacia el castaño, lo tomó de la cintura para pegarlo a su pecho y obligarlo a moverse.
Beomgyu lo siguió y siquiera estaba sorprendido de ello, quería hacerlo. El lugar era asqueroso en cualquier sentido, lo recordaba tal cual y lo seguiría haciendo los próximos años. Pero con Taehyun ahí con él se sentía tan diferente. La música era lenta, aunque la letra era sexual ambos estaban bailando como si fuera la canción más romántica del mundo, a Taehyun le causó gracia y Beomgyu sintió su risa en su pecho, no se había dado cuenta que apoyó su cara en el pecho del menor.
— ¿Por qué siempre hueles tan bien? — indagó el castaño y alzó la mirada hacia el rubio.
— No voy a venir a verte oliendo mal, ¿o sí? — Beomgyu sonrió ligeramente, algo avergonzado.
Ambos guardaron silencio y continuaron bailando, pegados y sintiendo sus respiraciones.
De repente Beomgyu soltó un jadeo y se alejó.
— No podemos ser vistos así aquí.
— Entonces vayamos a otro lugar. — susurró el rubio en el oído del mayor.
— Sé dónde.
En cuestión de segundos ambos se encontraban fuera del centro.
•bd•
Yeonjun se sentó en la cama de golpe, un agudo dolor en la parte trasera de su cabeza le hizo cerrar sus ojos con fuerza, por inercia llevó su palma tras su cabeza sobándose.
A su lado Soobin dormía tranquilamente, el pelirrosa sonrió y luego se paró de la cama mientras se colocaba una bata para bajar a la sala.
Bajó, tomó agua, una pastilla y fue al baño. En ese transcurso pasó unas tres veces por la habitación de Taehyun. Se detuvo con el vaso de agua justo frente a la habitación y frunció el ceño, volteó la parte superior de su cuerpo para ver la hora en el reloj de la pared y le hizo más confuso la situación. Era muy temprano para que Taehyun y sus amigos ya estén dormidos.
— ¿Taehyun? — dió dos golpes a la puerta con los nudillos. Sin respuesta — Tae...— suspiró y tomó la perilla de la puerta. — ¿Jungkook? — sin respuesta nuevamente — Voy a entrar.
Cuarto vacío.
— ¿Eh? ¿En qué moment-...? ¡Soobin!
El mayor subió nuevamente hacia su habitación y despertó a su novio.
— ¿Eh? ¿Qué sucede, amor?
— ¿Dónde carajos están los chicos? — preguntó más calmado de lo que Soobin creería.
— Ah, eso. — soltó sin saber y arrepentido cubrió su rostro con las mantas.
— ¿Cómo que "eso"? — Yeonjun trató de arrebatarle la manta — ¿Ya sabías de esto?
Soobin aún casi en sus sueños pensó en una excusa pero al tener la mente tan en blanco simplemente suspiró rendido, dispuesto a decir la verdad.
Yeonjun sabía que estaba a nada de mentirle, por lo que se puso impaciente.
— ¿Y bien?
— Taehyun se fue al blue flame. — admitió finalmente.
— ¿Qué demonios hace ahí? — dijo entre dientes.
— Tranquilo, fue a buscar a Beomgyu.
— ¡Eso no me tranquiliza en lo absoluto!
Soobin se levantó e la cama para tomar los hombros de su novio sin mucha presión.
— Hey, es un adulto, ya déjalo.
Yeonjun negó lentamente.
— Lo sé, pero no puedo. Llévame allí.
— Yeonjun...
— Iré de todos modos, lo sabes. — Soobin rió casi sin gracia y abrazó a su novio.
— Bueno, tal vez tenga ganas de ir a curiosear. — Yeonjun sonrió.
— Vamos, vamos.
No les tomó mucho llegar, a Soobin le sorprendió el hecho de que Yeonjun conociera a la perfección el camino y los atajos.
Cuando bajaron del auto se atrevió a preguntárselo.
— ¿Cómo sabes tan bien el camino? — preguntó mientras Yeonjun parecía acelerar más sus pasos.
— Cuando era más joven Beomgyu trabajaba aquí y cuando tenía un problema yo tenía que llegar a salvarlo. — admitió y Soobin alzó las cejas con sorpresa mientras detenía sus pasos. — Ven.
— ¿Qué clases de problemas? — curioseó y Yeonjun bufó.
Yeonjun sintió casi la misma horrible nostalgia de Beomgyu, y arrugó la nariz con desagrado.
— Problemas como... con su jefe o los clientes, cosas así.
— ¿El jefe es...su esposo? — siguió con sus preguntas.
— En ese momento era el padre de su esposo, su esposo lo sacó de ese lugar.
Soobin asintió, cada vez más sorprendido.
Había oído curiosas historias acerca de Beomgyu y su pasado, pero nunca preguntó.
— Buscaré a Tae, por favor quédate aquí. — Le suplicó Soobin y el pelirrosa asintió, sabiendo que quizás más tarde iría por su cuenta de todas formas.
En tan solo unos minutos Yeonjun comenzó a sentirse incómodo en ese lugar, rodeado de gente y a la vez tan solo.
— ¿Cómo te llamas? — escuchó en su oído y se volteó rápidamente, asustado y sorprendido.
— Ehh-...
— No te incumbe, fuera.
Todo fue tan rápido para Yeonjun que solo permaneció quieto.
— ¿No sabes reaccionar o qué?
Parpadeó hasta que vuelva su concentración. Ese hombre extraño ya no estaba, solo Jungkook frente a él.
— ¿Eh? — fue lo único que dijo.
— ¿Qué haces aquí? — preguntó el menor.
— Vine a buscar a Taehyun. — Yeonjun volvió a su posición de hermano mayor, con extrema seriedad en su rostro.
Jungkook frunció el ceño y ladeó un poco la cabeza fingiendo confusión.
— ¿Taehyun? Él no está aquí.
— Ya sé todo, Jungkook, ni te molestes en mentirme.
El pelinegro bufó y se alzó de hombros.
— ¿Sabes todo?
— Supongo... ¿qué más debería saber?
— Ven...
Y Yeonjun por alguna razón siguió al menor. No fueron a un lugar privado, Jungkook simplemente lo alejó un poco de la gente.
— Taehyun vino para quedarse con Beomgyu.
— Eso va a ser imposible, Beomgyu jamás lo va a perdonar.
— Lo hará, Taehyun en realidad no es culpable.
Yeonjun hizo silencio, esperando la explicación que no tardó en llegar y sorprenderlo, conocía al pelirrojo pero no pudo creer que fue capaz de hacer tal cosa.
— Mierda, ¿dónde está Tae?
— No lo sé, no lo he visto en un buen rato.
El pelirrosa suspiró viendo hacia varios lados hasta que su mirada se clavó en la pista de baile y frunció el ceño antes de volver su atención a Jungkook.
— ¿Quieres bailar conmigo? — preguntó el pelirrosa de repente.
— ¿Cómo?
— Que bailes conmigo. — dijo, ahora más bajo y apenas esperando una burla de parte del menor.
— No, estoy bien aquí-...
— Dije que bailes conmigo, Kook.
Jungkook fue arrastrado a la pista de baile, Yeonjun colocó sus manos en los hombros del menor y luego hizo que Jungkook sostenga su cintura. El menor no comprendía, Yeonjun siquiera lo estaba viendo.
— ¿Qué haces?
— Ugh, no te hagas el difícil ahora, morirías por bailar conmigo.
"Ese ego" — pensó Jungkook.
— Antes...— aclaró el menor y ahora Yeonjun si volteó el rostro para verlo.
— ¿Ya no? — Indagó, solo por curiosidad.
— No.
Y le dolió.
Jungkook no le gustaba, bajo ninguna condición. Si Jungkook fuera el último hombre en el mundo sin contarlo a él probablemente se mataría para no estar con él. Simplemente le gustaba que alguien esté tan obsesionado por él, aunque era raro le parecía cómico.
— Bien, mejor. — soltó — Solo cállate y baila.
Finalmente el pelinegro volteó hacia donde Yeonjun lo hacía y notó que ambos estaban muy cerca del dueño del lugar.
Yeonjun se escondió un poco para oír la conversación.
— Me alegro mucho de que hayas decidido que esta celebración se lleve a cabo.
— Tenía qué.
— ¿Y...tu esposo?
— Él no decide por mi.
— No, hablo de dónde está.
— Creo que fue al baño.
— ¿Eso o intentas ocultarlo?
— ¿Yo? Para nada, de otra forma no lo traería.
— Sí pero...amigo, sabes que aquí tiene su pequeña fama, podría meterte en problemas.
Yeonjun abrió los ojos en demasía cuando notó que el hombre se tensó y se acercó peligrosamente al otro.
— Me importa un bledo, sacrifiqué todo por tener a Beomgyu lejos de ese bueno para nada y si llegas a abrir la boca va a ser lo último que hagas. No quiero problemas, he escuchado que no estás comportándote como se debe y si no me deshago de ti es porque no tengo pruebas suficientes.
El hombre amenazado no dijo nada, aunque parecía que sí quería hacerlo solo asintió tragando sus palabras. El otro hombre cambió su expresión amenazante y se alejó lentamente del otro, volteando hacia su derecha donde se encontraba Yeonjun, quien volteó rápidamente.
No sabía si el hombre lo reconoció a él o a Jungkook pero cuando regresó la vista a donde el hombre estaba notó que ya se había ido.
Yeonjun volteó hacia otros lados pero tampoco logró verlo, ni a Taehyun.
Jungkook no dijo ni una sola palabra, solo abrazó al mayor al sentirlo tan tenso y preocupado. Yeonjun aceptó el abrazo.
•bd•
El rubio siguió al mayor al dicho lugar privado, dispuesto a hablar con él sobre todo pero Beomgyu no parecía tener la misma idea.
Tan solo al entrar Beomgyu estrelló al rubio contra la puerta haciendo un fuerte escándalo, por un momento Taehyun pensó que lo iba a matar hasta que el mayor lo sostuvo de la nuca y lo acercó robándole todo el aliento en un solo beso. Taehyun cerró sus ojos y bajó sus manos a las caderas del mayor por hábito.
La casi oscura habitación que Taehyun no había tenido tiempo de observar se sumió en jadeos de ambos y besos húmedos con rapidez. Ninguno tenía la intención de alejarse del otro.
Beomgyu gimió aún con el rubio devorándolo, anhelando más contacto. Taehyun sintió una vibración en todo su cuerpo, específicamente en su parte baja al escuchar el sonido casi inaudible por el desesperado beso y acercó al mayor de golpe, quien por inercia alzó un poco su pierna quedando en una posición donde ambos sintieran la excitación del otro. Beomgyu con sus manos en la misma zona de antes comenzó a jalar a Taehyun hacia él, indicándole que ya no querían estar pegados a la puerta. Taehyun entendió de inmediato y sin dejar de besarlo alzó a Beomgyu colocando sus piernas alrededor de su cintura mientras se acercaba a la cama.
Finalmente el beso se cortó cuando el mayor fue casi arrojado a la cama, con las piernas ligeramente abiertas y sus pulmones buscando desesperadamente oxígeno y sus labios rojos húmedos e hinchados rogando de los labios del menor nuevamente.
Varios recuerdos sobre Beomgyu le llegaron a la cabeza a Taehyun pero decidió que se preocuparía por ello después, no podría pensar con claridad en ese estado. No mientras se quitaba la camisa y observaba al mayor hecho un desastre bajo suyo por unos besos nada más.
Cuando Beomgyu desabrochó sus pantalones para retirarlos levantó por un momento la mirada y sintió su cuerpo estremecerse por la vista. Taehyun, sobre él, con una gota de sudor corriendo por su cien, su boca entreabierta dejando a la vista su perfecta dentadura, sus cabellos rubios algo húmedos y sus ojos cargados de deseo. Beomgyu iba a volverse loco, ese hombre era perfecto donde sea que lo mires, desde cualquier ángulo y él estaba tan agradecido de estar desde esa perspectiva.
— ¿Quieres ayuda? — preguntó el rubio, junto con una risa pequeña que sonó más a jadeo por la falta de aire.
Beomgyu asintió frenéticamente y Taehyun no tardó en ayudarlo con sus pantalones. Taehyun no perdió tiempo y al instante de retirar los pantalones comenzó a acariciar los blanquecinos muslos del mayor, estrujándolos y abriendo más sus piernas para acomodarse.
— Te quiero desnudo. — pidió el mayor viendo al menor aún con la parte inferior puesta.
— Paciencia. — ahora pidió el rubio, casi riendo por la desesperación del mayor pero no podría hacer tal cosa estando igual de ansioso o peor.
— No tengo, desnúdate.
Taehyun sonrió travieso, haciendo caso omiso. Pero Beomgyu no pudo reprenderlo, no cuando el rubio volvió a besarlo con desesperación, sin dejar de acariciar sus piernas. Un sonido húmedo y ruidoso se creó entre ambos cuando Taehyun se separó de golpe para besar el cuello del mayor ahora, con la misma intensidad. Beomgyu gimió con los labios abiertos y levantó la mirada hacia el techo para darle más espacio al menor, quien descendía cada vez más sus besos, también mordiendo algunas zonas.
Mientras los labios del rubio se encargaban de besar sus clavículas, sus manos se encargaban de bajar la ropa interior del mayor hasta retirarla por completo. La ropa superior de Beomgyu interrumpió el camino de besos repentinamente, Taehyun con la misma desesperación de la que se hubiera burlado desprendió cada botón de la camisa de Beomgyu de solo un tirón.
— ¡Ah! D-Dios — Beomgyu gimió repentinamente cuando uno de sus pezones fríos fue cubierto por los calientes y suaves labios de Taehyun.
El rubio sonrió ante la reacción, pero no se detuvo, incluso acarició con las yemas de sus dedos al otro pezón.
Beomgyu no soportó ser torturado por más tiempo, así que empujó ligeramente al menor y desabrochó sus pantalones ansioso, Taehyun no tardó en ayudarlo.
En cuanto sus pantalones estuvieron en el suelo, el mayor ya se encontraba acariciándolo sobre la tela de su ropa interior, Taehyun siseó y relamió sus labios, Beomgyu se acercó teniendo que sentarse en la cama para volver a besarlo como tanto le gustaba, mordió esos labios con anhelo. Gimió repentinamente cuando el menor hizo lo mismo, mordió fuertemente su labio inferior cuando Beomgyu dejó libre su erección.
Taehyun lo soltó pero Beomgyu no tenia intenciones de hacerlo, siguió besándolo mientras lo acercaba hacia él para terminar ambos acostados en la cama.
— Te necesito tanto. — susurró contra los labios del rubio.
— Entonces ya no voy a hacerte esperar.
El rubio abrió el cajón de la mesita de luz, sacando el condón y el lubricante.
— ¿Cómo sabías que estaban ahí? — preguntó con burla el mayor.
— Quizás porque no cualquier bar tiene estos tipos de cuartos. — respondió el rubio con una sonrisa mientras derramaba lubricante en sus dedos — Y porque recuerdo que entramos sin pagar por la ventana para tener sexo aquí, escapabas de tu padre.
Beomgyu sonrió ligeramente ante el recuerdo, pero no pudo pensar demasiado, al menos no en otra cosa que no sea los dedos fríos del menor acariciando su entrada.
— A-ah...— jadeó cuando ingresó el primer dedo.
Con los segundos fueron dos dedos en su interior, estirándolo hasta que necesitase algo más.
— Suficiente, acércate.
— Pero no he-...
— No me importa. — Interrumpió — El dolor no es un problema para mí, solo ven.
Y Taehyun ya no pensó oponerse, se acercó a él rápidamente y tomó sus muslos para posicionarlo mejor. Beomgyu movió sus caderas levemente, desesperado. Taehyun sonrió indicándole que primero se pondría el condón, por primera vez Taehyun lo hacía sin que Beomgyu se lo recordase y por primera vez Beomgyu odió al condón por interrumpir.
Cuando Taehyun comenzó a hundirse en el mayor se sostuvo de la cabecera de la cama fuertemente para no caer sobre Beomgyu, cada vez parecía sentirse mejor. Beomgyu clavó sus uñas en la espalda del menor, dejando ir un gemido de total satisfacción. Ambos estaban acostumbrándose, Beomgyu al dolor y Taehyun al enorme placer que sentía hasta que estuvo completamente dentro. Comenzó a moverse, retirándose hasta la mitad para volver a entrar con lentitud, pensando que estaba lastimando al mayor y lo estaba haciendo pero Beomgyu lo estaba amando.
Con sus piernas encerró al menor y lo atrajo hacia él repentinamente haciendo que sea embestido con fuerza, un fuerte gemido escapó de sus labios.
— Cariño, no seas bruto, no quiero-...
— Sabes que así me gusta. — interrumpió el mayor antes de volver a unir sus labios con el rubio mientras lo incitaba a seguir con el mismo ritmo.
Y era verdad, después de tanta espera Beomgyu se volvía algo bruto en el sexo.
Taehyun sonrió entre el beso y comenzó con los movimientos bruscos y rápidos, forzando a Beomgyu a separarse de sus labios por la necesidad de soltar gemidos y jadeos.
Ahora no solo la habitación se sumía en sus jadeos, ellos también, inundados en el ambiente caluroso, húmedo y ruidoso.
El mayor gemía sin vergüenza, subiendo las caderas por los movimientos, alejándose en la zona inferior mientras se aferraba más al menor, juntando sus pechos y hundiendo sus dedos en la rubia cabellera. Taehyun hundió sus dedos en los muslos del mayor para acercarlo más, probablemente dejando futuras marcas.
Ahora con una mejor posición para ambos, Taehyun siguió con los movimientos, más profundos y rápidos. Fue inevitable no ver los labios de Beomgyu, tan húmedos y explícitos, necesitaba devorarlos.
El mayor captó esa mirada deseosa sobre sus labios y no tardó en juntarlos con el menor.
De pronto los movimientos bajaron el ritmo, justo en el mejor momento para el mayor quien casi estaba por correrse. Separó sus labios del menor de inmediato.
— ¿Qué sucede? — preguntó molesto.
— Nada, ¿tienes prisa?
— Claro que no.
"Claro que sí"
— Bien.
Beomgyu gimió cerrando los ojos al sentir de nuevo la intromisión, lenta y torturosa. Taehyun solo estaba jugando con él, acariciando su entrada lentamente y entrando poco.
— T-tae...
— ¿Desesperado? — alzó la mirada hacia el mayor.
— ¿Yo? No.
— Mhm, no parece. — el menor dió una dura estocada, solo una, para seguir con los lentos movimientos.
— Ahh. — jadeó — ¿Ahora el desesperado soy yo?
— Estoy seguro de que siempre fuiste tú.
— Y yo estoy seguro de que el que estuvo rogando en mi oficina para tener sexo eras tú. Incluso antes de eso, siempre me rogaste. — se burló el mayor.
— Es tu turno ahora.
— No lo haré.
— Ruégame. — ordenó, aumentando los movimientos unos segundos para luego descender.
— N-no lo haré.
— ¿Entonces no lo quieres? — se detuvo de golpe.
Beomgyu lo observó a los ojos, frunciendo el ceño, negándose. Taehyun solo sonreía con una mirada traviesa.
Al notar que Beomgyu no tenia intenciones de decir nada dió una estocada seca, profunda y rápida.
— ¡A-ah! Dios. Lo necesito, ya fóllame o será lo último que vas a-... ¡Mhm! — fue interrumpido por la repentina pero predecible embestida — No cambias nada.
— Y no lo haré. — dijo sin borrar su sonrisa antes de acercarse a devorar sus labios mientras comenzaba nuevamente el ritmo de sus embestidas. El sonido de sus pieles chocando era agudo y hasta hacía un poco de eco en la oscura habitación.
Beomgyu se aferraba al menor con fuerza, sin intenciones de dejarlo ir nunca.
Abrió lentamente sus ojos, la vista seguía siendo grandiosa, pero Beomgyu quería ver a ese rubio desde todos los ángulos.
Lo empujó, sin dejar de besarlo y lo tumbó en la cama, Taehyun siquiera se quejó, menos cuando observó al castaño abrir sus piernas para sentarse sobre él. El castaño sonrió ligeramente, recordó a ese Taehyun que no solía dejarse dominar en ningún momento, o eso lo decía él. Aún así, solía al menos decir algo.
El rubio jadeó ligeramente cuando el mayor comenzó a moverse ligeramente sobre el menor, en círculos, solo rozándose contra él.
— Mal momento para tentaciones. — dijo el rubio y sin darle tiempo al mayor de preguntar, se hundió en él después de sentarse en la cama en un movimiento rápido. Beomgyu gimió echando su cabeza hacia atrás al sentirse lleno nuevamente.
Los siguientes movimientos no fueron salvajes ni apresurados. Taehyun fue lento, profundo, manteniendo su mirada en la mandíbula de Beomgyu mientras dejaba besos húmedos en su pecho. El castaño se aferró a los hombros del menor, arañándolo un poco.
Todos los ruidos ajenos desaparecieron, solo eran ellos, ahora el ambiente era cálido como una cámara de vapor y ambos sudaban como si estuvieran en una. Beomgyu se inclinó hacia adelante, sobre el menor, quien no detuvo sus besos, subiendo por el cuello del mayor.
Ambos estaban disfrutando al máximo su tiempo de cámara lenta, hasta que necesitaron más. El castaño estuvo a punto de rogarlo, pero el rubio se había adelantado con sus rápidos movimientos de caderas. Las palabras perecieron en la boca el mayor y fue intercambiado por un gemido ahogado junto con la reacción de su cuerpo; sus espasmos y la fuerza de su agarre en los hombros del menor, quien en ese momento siquiera sentía el dolor.
El familiar nudo cálido se formó en el abdomen del mayor, así que tampoco se quedó quieto y comenzó a pegar saltos sobre el menor. El sonido bruto de sus pieles chocando rápidamente volvió a llenar la habitación y ninguno se detendría aún.
Segundos después de que el mayor se liberara en el abdomen del menor este lo hizo en el condón. Se detuvieron lentamente, permitiéndose respirar.
Taehyun sintió su pecho arder pero estaba bien, se sentía sereno. No había sido algo rápido, aún después de terminar Beomgyu acarició su rostro, manteniendo el contacto visual. La piel del menor se erizó.
— ¿Cómo puedes verte tan hermoso después de hacer el amor? — indagó el rubio y el castaño soltó una risa.
— Mm... ¿hacer el amor? — Taehyun asintió — Nunca me habías hecho el amor antes.
El mayor sintió su corazón derretirse de lo agitado que estaba cuando observó la expresión de Taehyun, quien simplemente se relamió los labios, observó los suyos y luego volvió al contacto visual.
— Beomgyu, yo te he hecho el amor toda mi vida.
De pronto el rubio se dió cuenta que no le ha dado ninguna explicación al castaño, cosa que había ido a hacer.
— Antes de que me digas algo, yo vine aquí porque necesitaba explicarte algo. — el castaño rió ligeramente.
Todas las palabras posibles desaparecieron de su cabeza. No había pensado cómo le explicaría tal cosa.
— Beomgyu, no hubo un día en el que no he pensado en ti. Y sé que no me crees, no solo por lo que crees de mi sino porque toda nuestra relación ha sido riesgosa, hemos tenido errores e intentamos arreglar todo acostándonos. Es lo que estuve haciendo, yo sabía que al volver a estar contigo no me curaría, sabía que sería peor para mi pero te extrañaba tanto que tuve que buscar la forma. Beomgyu yo no extrañaba el sexo contigo, te extrañaba a ti, todo de ti. Cuando antes hacer el amor veíamos una película, nos duchabamos juntos y después de hacerlo ya no queríamos ducharnos por el cansancio pero nos quedábamos hablando unos minutos, abrazados y besándonos. Eso era lo que extrañaba y me era imposible hacerlo con otras personas, por eso el día que me echaste después de hacerlo me sentí peor.
— Yo también te extraño... — admitió el mayor, no estaba seguro si sentía confort o dolor en su pecho. — Pero no es lo mismo, ahora es más complicado. Se acabó, Taehyun.
— ¿Y si se acabó por qué estamos aquí?
Beomgyu se alejó lentamente, bajándose de las piernas del menor, se colocó su camisa y ropa interior, Taehyun hizo lo mismo.
— Porque no nos guió solo la lujuria, Taehyun. Yo en serio te necesitaba. — dijo viéndolo.
— Aún no es tarde, por favor. No podemos terminar así.
— Sabes que no fue mi culpa.
— Tampoco la mía. — finalmente dijo.
— ¿Ahora no te harás responsable?
— Digo la verdad. El joven del que habla la chica a quien le has estado dando sesiones soy yo. Yo soy a quien quiso abusar.
El castaño no dijo una palabra, todo pareció conectarse, sintió ganas de llorar y se sintió estúpido por no haberse dado cuenta antes. La chica no había regresado porque su esposo insistía en quedarse allí.
Y huyó de la habitación.
— ¡Gyu! — llamó el rubio y comenzó a perseguir al mayor.
Aún entre toda la gente, el rubio pudo localizar al mayor. Beomgyu iba sin prisa y Taehyun desesperado entre la gente que lo empujaba.
— ¡Vuelve!
Cuando llegó a un extremo sin personas perdió de vista al castaño.
— Mierda. — dijo entre dientes.
Beomgyu tampoco sabía a dónde iba o dónde terminó pero también había perdido de vista al menor. Dió un suspiro de alivio.
Necesitaba tiempo a solas para procesar todo, se sentía culpable y estaba furioso, quería salir de allí.
— ¿Dónde carajos estabas? — no tuvo que voltearse para saber de quién se trataba.
— Me largo. — dijo dando media vuelta para verlo a los ojos.
— No, tú no Irás a ningún lado. — el pelirrojo rodeó el brazo izquierdo del castaño con su diestra, en la otra tenía una bebida.
Y Beomgyu lo golpeó con su mano derecha. Lo suficientemente fuerte e inesperado para que el hombre deje caer su bebida y no responda inmediatamente. Los hombres tras él lo sostuvieron para que no caiga. Cuando el pelirrojo notó lo que su esposo había hecho se tocó la punta de la nariz, estaba sangrando.
— No vuelvas a tocarme, me voy y es todo.
La gente al rededor soltó sonidos de sorpresa, murmuran y juzgan al dueño del lugar con la mirada, eso lo enfureció.
— ¿Te atreves a tratarme así después de todo lo que hice por ti? Sin mi serías una puta más de este lugar y tu familia no hubiera vuelto a hablarte jamás.
— Me importa un carajo, te metiste con algo que era mío. Nos separaste forzadamente.
El pelirrojo sintió pánico, pero de alguna manera también le agradaba que el castaño sepa la verdad. Le agradaba que sepa todo lo que había hecho para que estén juntos, le agradaba que Beomgyu sepa que había conseguido lo que quería.
— Oh, eso. Solo salvé tu culo de estar con un bueno para nada como él.— el hombre medio rió y se acercó al otro — ¿Te lo dijo ella?
Beomgyu pudo percibir cierto ego en su voz y en su mirada, y lo odiaba
— No, fue Taehyun.
— Y tú por supuesto crees siempre lo que ese fracasado diga.
— Que lástima que temas tanto de un tal fracasado. ¿No es a ese fracasado que tanto amenazabas para alejarse de mi? — el castaño también se acercó — Ese fracasado me volvió a hacer el amor esta noche como todas en las que nos encontramos, todas esas noches que me buscabas y no encontrabas... yo estaba en su cama gimiendo como nunca. — casi susurró con la intención se apagar su llama de ego.
Sabía lo violento que el pelirrojo podría llegar a ser cuando se enfurecía, pero nada le dió tanto placer que decirle aquello.
En cuestión de segundos Beomgyu se encontró sentado en el suelo y con su labio inferior roto.
— ¡¿Qué mierda te ocurre?!
Beomgyu no pudo reconocer del todo esa tercera voz, pero si pudo reconocer a Yeonjun quien lo estaba alzando.
— Estás loco, Gyu. — dijo el pelirrosa.
— Algo. — admitió casi riendo — ¿Qué está pasando?
— Chan y Taehyun se están peleando de nuevo, pero Soobin y Taehyung ya se están encargando.
— ¿En serio vas a dejar que Soobin se meta?
Yeonjun sentó a Beomgyu en el asiento copiloto del auto.
— Él se metió solo. Además llegan a rasguñarle su bonita cara y ninguno de ese puto club lo cuenta.
Beomgyu soltó una risa mientras Yeonjun lo curaba.
— ¿Qué carajos pasó allí?
— La mejor noche de mi vida...
5MIL PALABRAS QUEEEEE
Weno, después de esto sigue el epílogo uwu. Es el primer fic q terminó acá ayuda.
Avisen errores no pienso leer todo eso 🤨
Cap concluido el lunes 17 de abril a las 23:28 mientras escucho i love christmas de austin y ally pq es la mejor serie del mundo y la amo y la terminé en una semana y ya no sé q hacer con mi vida.
t amo ross lynch cásate conmigo
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