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Omnisciente

El hombre había notado a su esposo bastante extraño en todo el camino, no se había quejado del tráfico, de su café demasiado caliente, tan solo había clavado la mirada al frente y tocaba suavemente su labio inferior con las yemas de sus dedos. 

— Gyu, cielo, ¿estás bien?

El castaño salió de su trance y asintió rápidamente.

— Sí, solo... no dormí bien ayer.

El hombre asintió volviendo la mirada al frente.

— Hoy sales temprano del trabajo así que vas a poder dormir y mañana es el evento ¿recuerdas?

— Lo sé cielo, no han dejado de llegar al correo las boletas de todo lo que compraste para mañana. 

— ¿Necesitas que venga a buscarte más tarde? — El hombre veía de reojo a su esposo por cada pregunta.

— No, no...llamé al mecánico y me dijo que hoy mismo puedo retirarlo, no queda lejos de mi oficina así que puedo ir. No te preocupes por mi.

— Bien. — El hombre estacionó frente al edificio donde Beomgyu trabajaba — Avísame cuando retires tu auto y estés por venir.

— Lo sé. — Dijo Beomgyu saliendo del auto y cerrando la puerta del copiloto.

Aún dentro del edificio su esposo no arrancaba el auto, suspiró pesadamente y subió al piso donde trabaja, observó por la ventana y negó con la cabeza al ver a su esposo aún afuera.

El hombre sonrió desde el auto al verlo y finalmente arrancó.

— A veces eres muy insoportable. — Murmuró el castaño.

El castaño se alejó lentamente de la ventana para ir a su escritorio y empezar su trabajo.

Hace mucho tiempo ciertos actos de celos lo hacían sentir el hombre más irresistible del mundo, si su pareja no lo celaba en lo más mínimo se sentía como cualquier chico que podía ser remplazado fácilmente. Descartó esa idea el día en el que Taehyun lo traicionó.

Cuando el hombre lo celaba y de una manera insana, como si fuera el único hombre sobre la tierra, aún así lo traicionó.

"— No quiero que me engañes como los engañabas a todos esos imbéciles conmigo" — Le decía Taehyun.

Lo hizo sentir como el chico más lindo del mundo, eso sentía cuando lo celaba pero lo había engañado aún así y todas esas ideas se desplomaron.

Taehyun había sido su amante en tres relaciones distintas. El rubio quería algo real pero Beomgyu se negaba y solo terminaban teniendo sexo, mas tarde cundo Beomgyu se negó a ello también y el hombre simplemente lo seducía para finalmente lograr lo que quería. Era y es un hombre egocéntrico, lujurioso, sinvergüenza, soberbio y posesivo. Un hombre que lo había vuelto loco a su versión que Beomgyu mismo llama "fácil". No fácil del término en el que acabe en la cama de cualquiera (aunque tampoco niega ello) sino fácil por la forma en la que lo manipulaban como quisieran, tan solo unas palabritas dulces y terminaba cayendo.

Beomgyu cumplió 21, estudiaba psicología desde los 16 años en una facultad en las noches y de tarde asistía a las clases regulares de la secundaria. Todo lazo amoroso había terminado, a excepción de Taehyun, con quien tenía cuatro años de relación.

"— Me gustaría casarme contigo" — Le había admitido el rubio un día de paseo en un parque de su ciudad.

Beomgyu había reído tomando aquello como una broma.

"— ¿De verdad?" — Preguntó alzando las cejas con mucha sorpresa.

El rubio había asentido.

A la otra semana el rubio le había regalado un anillo a su pareja, quien creyó por un momento que era lo que le había dicho anteriormente. 

"— No te preocupes, no te lo pediré aún, es solo una forma de decir que será pronto"

El castaño acarició su dedo con el anillo puesto y luego sonrió abrazando a su novio para luego depositar un corto beso en los labios.

"— Bésame bien o no lo hagas" — Le había dicho el rubio antes de besar a su novio fugazmente.

No se realizó ninguna boda, al menos no entre ellos.

Ambos fueron invitados a la boda de un amigo, más tarde se hizo una pequeña fiesta.

"—Ven, creo que tengo un cargador en mi habitación" — Beomgyu había preguntado por un cargador a uno de sus amigos y la hermana de Nayeon, que era la novia, le había ofrecido el suyo.

Subieron y cuando la puerta fue abierta el castaño no esperó ver a su novio echado en la cama, con una chica sobre él y besando su cuello. Su garganta se secó repentinamente por el jadeo y se marchó de ahí.

Cuando quiso aclarar las cosas el chico le decía que nada de eso había pasado y Beomgyu tomó todo como excusa.

Finalmente se separaron.

• bd •

Taehyun bajó las escaleras de su habitación encontrándose con sus amigos y familia en la sala. Soobin cocinando, Yeonjun sobre la mesada hablando con él y Taehyung, Kai y Jungkook jugando videojuegos.

Yeonjun pegó un pequeño salto para bajarse de la mesada,  acercarse a su hermano cruzado de brazos y cambiando su rostro a uno de hermano mayor mandón.

— ¿A dónde vas? — Preguntó y Soobin mordió sus labios para no reír.

Los tres que jugaban en el sillón voltearon hacia Taehyun.

— Al psicólogo. — Dijo y luego se regañó mentalmente por lo raro que había sonado.

— Hoy no es miércoles. — Dijo Yeonjun.

— Sí pero el señor Choi me dijo que vaya a su oficina hoy.

Yeonjun entrecerró los ojos con duda.

— Es verdad, yo lo oí después de que cayeran por estarse besuqueando en la puerta. — Soltó Jungkook.

— ¡Jungkook, puto idiota! — Gritó Taehyun.

— ¡¿Qué?! — Ahora preguntó Yeonjun saliendo de su posición intimidante de hermano mayor.

— No creas en lo que dice este tarado. — Ahora se metió Taehyung, saltando sobre el sillón para acercarse. — Jungkook es un exagerado, no estaban besándose.

— Bien, les creo porque sé lo intenso que es este...

— ¿Chico sexy? — Propuso Jungkook moviendo las cejas.

Yeonjun hizo un gesto de disgusto y se acercó a su novio.

— Aún usas pañales. — Dijo el pelirosa.

— ¿Quieres ver que no?

— Báñate bien al menos — Soltó Soobin hacia Jungkook y este frunció el ceño.

— No puedo bañarme solo, aún uso pañales ¿Me ayudas Yeonjun? — Ahora dijo Jungkook con burla y Kai, Taehyung y Taehyun se miraron entre ellos al ver el rostro enojado del peliazul.

Soobin puso las palmas en la mesa observando al pelinegro y Taehyun se acercó tomando a Jungkook del cuello de la camisa.

— Me lo llevo, a ambos, ya nos vamos. — Dijo este y Soobin asintió.

— Si, llévalo antes de que le rompa la cara. — Murmuró el peliazul y Jungkook rió.

— Adiós chicos. — Dijo el rubio.

Finalmente cuando estuvieron afuera el rubio empujó a Jungkook haciendo que casi caiga al suelo.

— ¿Qué mierda te pasa? — Preguntó el pelinegro.

— Deja de ser tan idiota, no puedes decirle a Yeonjun que me besé con el que se supone que tiene que me está curando o lo que sea. 

— ¡Si! — Ahora dijo Taehyung — ¡Y deja de provocar a Soobin! Un día de estos te va a romper la cara aunque lo digas de broma y ya supera a Yeonjun por amor a lo que sea.

— Bien, bien, lo siento. — Se disculpó el pelinegro arreglando su camisa.

— Ahora, iré a ver a Choi, los dejo. — Dijo ahora el rubio.

Ambos chicos asintieron y el rubio los dejó para dirigirse hacia su cita de hoy.

Tomó el transporte público hasta la dirección del edificio y con una sonrisa de oreja a oreja entró.

Ya sabían que era el paciente de Choi así que no tuvo inconvenientes para entrar a la oficina.

Con la ansiedad comiéndolo, abrió la puerta y sus ojos se conectaron con los de Choi de manera inmediata.

— Entra y siéntate. — Dijo el psicólogo.

Taehyun hizo caso, cerró la puerta tras él, se acercó y se sentó moviendo la pierna aún con ansiedad.

— Quiero aprovechar el que estés aquí para aclarar varias cosas. — Soltó Beomgyu ahora sin verlo a los ojos, fijando su mirada en su anillo de compromiso — Aclarar cosas que por la situación de ese entonces no pudimos hacerlo.

El rubio asintió lentamente.

— El niño de 17 años que conocías ya no existe, no está entre nosotros así que espero que sepas que lo que pase entre nosotros ahora no va avanzar jamás, por más que lo intentes. No tendrás nada más de mi porque ya habrás obtenido lo que querías.

— Lo entiendo.

— Bien, no voy a interrogarte sobre lo que pasó en la boda.

— Eso fue una equivocación. — Interrumpió el rubio.

— Cállate. — Soltó el psicólogo ahora interrumpiéndolo — No necesito que me expliques nada porque nada cambiaría.

— Está bien, entiendo.

Con las manos sobre sus rodillas y los nervios aumentando, Taehyun se fijó en Beomgyu quien se estaba levantando de su asiento y acercándose lentamente hacia él.

— ¿Vamos a...?— Probablemente era más que obvio pero después de tantos "sí" para luego un "no" 

— Sí. — Interrumpió el castaño y el rubio abrió los labios para decir algo pero fue interrumpido nuevamente — Pero espera.

El rubio entrelazó sus dedos, ansioso.

Beomgyu caminó hacia la puerta y la abrió, miró a los lados y la volvió a cerrar ahora llaveándola.

— Sígueme. — Ordenó y el rubio lo siguió ansioso.

Entraron a una pequeña habitación.

Taehyun siquiera pudo visualizar bien el sofá en el lugar, solo fue arrojado y sin libertad de hablar, Beomgyu, sobre él, había comenzado un beso con ímpetu y sin dudar.

— ¿Estabas ansioso? — Se burló el rubio cuando sus labios se separaron un poco, su respiración agitada.

— Cierra la boca si no quieres que cambie de opi-... — Beomgyu no pudo terminar la frase, el rubio había tomado su nuca y lo atrajo colisionando sus labios nuevamente, comenzando un beso más fugaz, los chasquidos, los jadeos y todo esos sonidos claros y obscenos llenaban la pequeña habitación creando un ambiente cálido.

El rubio sintió esa ansiedad irse y toda tranquilidad llenando su pecho, todos sus suspiros de calma perecieron en la boca del contrario. Comenzó a acariciar el cuerpo sobre él con nostalgia y pasión, una que a Beomgyu lo hizo jadear.

Tan solo eran toques sutiles pero había sido lo más erótico que habían hecho últimamente.

Beomgyu nunca se tomó el tiempo de prestar atención en cómo tocaban su cuerpo en el acto y Taehyun nunca se tomó el tiempo de acariciar la piel de alguien tan detenidamente.

El castaño sintió las manos del rubio en su cintura levantar su camisa y tocar la piel desnuda, Beomgyu tembló por el toque.

La luz estaba apagada pero entraba una bella luz natural color naranja por el atardecer.

El rubio suspiró al ver el rostro del castaño, sus ojos cafés tomaban un bello color con la dirección de la luz en su rostro, hacía que su corazón se vuelva loco.

Beomgyu relamió sus labios y desabrochó cada botón de su camisa.

El estar nuevamente sobre Taehyun le provocó una sensación extraña, como si no hubiera pasado dos años, como si estuviera deseándolo desde que el chico pisó su oficina.

Finalmente retiró su camisa y la arrojó, el rubio lo acarició embobado.

— Extrañé tanto tu cuerpo. — Admitió dejando besos húmedos en su pecho.

Beomgyu gimió suavemente hundiendo sus dedos en el cabello del contrario.

— ¿Lo extrañaste?

— Como no tienes idea.

El castaño acarició la mandíbula del rubio y lo acercó a su rostro, este cerró los ojos lentamente sintiendo los dulces labios de Beomgyu besar los suyos lentamente, abrió un poco más su boca sin ser brusco.

Simplemente sexo e irse pero se estaba convirtiendo en escenas de besos.

— T-tenemos que apurarnos, no queda mucho para que termine mi horario de trabajo.

— Está bien.

Taehyun logró bajarse un poco más sus pantalones, su miembro ya estaba erecto, probablemente desde que Beomgyu lo besó.

El castaño comenzó a acariciar la erección sobre la tela haciendo jadear al rubio.

— Quítate el pantalón si no quieres que lo destroce. — Murmuró el rubio y Beomgyu rió ligeramente retirándose la prenda junto a su ropa interior sin mucho esfuerzo.

Se subió nuevamente sobre el rubio y liberó su erección, comenzó a hacer un vaivén de arriba hacia abajo con su mano, haciendo gemir al rubio.

— ¿No quieres preparación? — Preguntó Taehyun cuando el castaño cubrió su erección con un condón y se subió sobre él queriendo alinearla en su entrada.

— Yo...lo hice antes de que llegaras.

Taehyun sonrió y dejó que el castaño se deje caer lentamente, tomó su cintura fuertemente sintiendo aquel calor asfixiante que tanto buscaba. Beomgyu se sostuvo de sus hombros y mordió su labio inferior tratando de no emitir sonido.

Cuando el castaño se sentó por completo gimió.

El rubio esperó a que el otro se acostumbre un poco más, a los minutos este estaba pegando pequeños saltos y jadeando cansadamente.

— ¡T-tae! — Gimió cuando el rubio embistió de repente.

— Lo siento. — Murmuró con la respiración agitada.

— Hazlo de nuevo. — Ordenó y el rubio asintió repitiendo la acción, ahora sin detenerse.

Ambos gemian tratando de no hacer ningún escándalo que las personas afuera puedan notar.

Beomgyu comenzó a empujar hacia abajo ayudando en las embestidas, haciéndolas más profundas, ambos gimieron por ello y comenzaron a aumentar la velocidad, la habitación ahora se había inundado del choque de pieles.

El rubio hundió sus dedos en los blanquecinos muslos de Beomgyu y observó su rostro, su boca abierta liberando gemidos y su cabello algo húmedo por el sudor.

Beomgyu también bajó la mirada observando al rubio, observando cómo lo veía y sintiendo un tipo de nostalgia y de matar el deseo de besarlo dulcemente como nunca pero el tiempo ni circunstancias no lo dejaban.

Taehyun era consciente de que esto sería lo último que tendría de él, que luego de esto tendría que olvidarlo y quería aprovechar, quería memorizar cada gesto, quería memorizar el caliente tacto de sus manos, de sus muslos rodeando su cintura. Quería tener a Beomgyu impregnado en su mente.

Sintió un familiar calor en su parte baja y supuso que Beomgyu igual ya que comenzó a saltar con más fuerza.

Taehyun gruñó y tomó entre sus dedos el necesitado miembro del otro, comenzando a masturbarlo.

— ¡A-ah! ¡Dios!

Aquello fue suficiente para que Beomgyu se venga en la mano del otro. Taehyun siguió embistiendo en busca de su liberación, haciendo que Beomgyu libere gemidos por la hipersensibilidad.

No pasó mucho hasta que Taehyun se vino en el condón.

Ambos con la respiración acelerada se vieron a los ojos y no dijeron nada, Beomgyu se recostó en el pecho del otro y cerró los ojos.

Taehyun acarició la espalda del otro haciendo trazos invisibles.

— Tenía razón. — Dijo el rubio

— Cállate. — Soltó el castaño entre risas.

— Extrañé el olor de tu cabello luego de hacerlo.

— ¿Por qué luego de hacerlo?

— Siento que huele más dulce.

Nuevamente el castaño rió.

— Mm...pero que risueño eres ahora, solo te faltaba eso. — Beomgyu negó con una sonrisa — Al menos nos beneficia a ambos.

Luego el castaño se fijó en el reloj de la pared y se levantó de un salto a vestirse.

— ¿Y ahora? — Preguntó parándose.

— Tienes 7 minutos para irte así que mejor vete.

— ¿Qué?

— Nada de "¿Qué?" ya vete, no tienes nada más que hacer aquí, nuestras sesiones terminaron — Se terminó de vestir y segundos después Taehyun también terminó.

El rubio fue casi arrastrado hacia la puerta.

— Ya obtuviste lo que querías ahora por favor no vuelvas aquí.

Taehyun frunció el ceño y antes de que pueda hablar ya estaba afuera de la oficina.

Finalmente salió del edificio porque era cierto, ya no tenía nada para querer de Beomgyu.

avisen errores porfis

cap concluido: domingo 22 de mayo a las 2: 53 am del 2022 uwu



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