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14

El rubio frunció ofendido hacia su docente.

— ¿Disculpe? Siquiera pude decirle algo.

Cuando el docente quiso hablar otro alumno Interrumpió.

— Es verdad, Kang no la estaba molestando.

Era el presidente del centro estudiantil, que a pesar de tenerle poco afecto a Kang, decidió defenderlo porque era verdad.

El docente no dijo nada más y finalmente se retiró a buscar a la joven.

Taehyun solo bufó inconforme y volteó hacia sus amigos.

— ¿De verdad no le dijiste nada? — Preguntó el pelinegro mientras su amigo rubio se acercaba.

— Si el presidente del centro estudiantil dice algo del lado de Taehyun es porque es verdad. — Dijo el rizado y Jungkook asintió coincidiendo.

— ¿La conocías? — Indagó nuevamente el pelinegro.

— Por supuesto que no. — Negó el rubio mientras se sentaba en su lugar. 

— ¿Seguro? Quizás te acostaste con ella o algo alguna vez. — Comentó el pelinegro y su amigo rubio negó nuevamente.

— No creo que alguien reaccione así por un acostón.

— Un ex de Taehyung lo hace, por la vez que le vomitó mientras tuvieron sexo ebrios. — Jungkook soltó entre risas cada vez más escandalosas que cesaron a causa de que el rizado le haya dando un fuerte golpe en la cabeza con su diccionario de 1.500 páginas.

— ¡Ni siquiera era mi novio! — Retó el rizado y Jungkook sacudió un poco la cabeza mientras acariciaba con una expresión de dolor su cuello.

— Obvio que no pudieron llegar a serlo.

— Bueno, ya, par de tarados. — Soltó el rubio un poco nervioso y pensando en la joven.

Juró un segundo haber visto su rostro en recuerdos borrosos y consideró la posibilidad que comentó Jungkook. ¿Le habrá hecho algo muy malo?

Mientras los otros dos peleaban, Taehyun siquiera sintió que alguien más estaba hablándole.

— Taehyunnie. — Escuchó como un eco en su cabeza y pestañeó hasta entrar en razón.

— Oh, Nayeon. — Saludó viéndola.

La chica sonrió alegremente e hizo unos gestos nerviosos.

— ¿Harás algo esta noche? — Ella se atrevió a preguntar.

— Sí, quizás hable con Jung para hacer el trabajo en mi casa.

— No parece que quiera hacer el trabajo contigo, ¿no quieres que hablemos con el profesor?

— Lo conoces, dudo que lo permita. 

Ella asintió con un poco de tristeza, notando el cordial rechazo del rubio.

Cuando ella se fue, los amigos del rubio voltearon hacia él.

— ¿Entonces sí harás algo esta noche? — La curiosidad de Jungkook siempre antes de la del rizado.

— Sí, estudiaré con ella.

— Pero...hoy Beomgyu va al bar ese. — Ahora dijo el rizado y el rubio alzó los hombros con indiferencia.

— ¿Y qué? — Finalmente soltó ante la expresión de sus mejores amigos.

— ¿Ya no piensas buscarlo? — Preguntó el rizado nuevamente y el rubio negó.

— ¿Entonces ya estás bien? — Ahora preguntó el pelinegro alzando levemente las cejas y Taehyun frunció el ceño ante la pregunta.

— Yo siempre estuve bien.

— Sabes a lo que Jungkook se refiere. — Dijo el rizado — ¿O prefieres que te lo pregunte a su manera? Muy extraño que no lo haya hecho, por cierto.

— No es eso, se me fue la lujuria o lo que sea pero ahora solo lo extraño, pero él no y me lo dejó clarito. No voy a buscarlo más.

— Pero-

— Me parece bien. — Interrumpió el rizado — Nunca debiste hacerlo.

El rubio bufó apoyando la espalda en la silla.

— Sé que odias que lo diga pero tengo razón.

— Lo sé, mierda, ya sé. Justamente porque lo sé no pienso buscarlo, no cuando fue mi culpa.

— Eso no es lo que Taehyun haría. — Comentó el pelinegro — Estás medio rarito.

— ¿Él está rarito? — Ahora soltó el rizado — ¿Qué hay de tú y tu obsesión con Yeonjun rompiéndose de un día al otro?

Jungkook simplemente sonrió con su perfecta dentadura y labios decorados con un bonito piercing.

— Le tengo miedo a veces. — Dijo el rubio.

La chica finalmente regresó y absolutamente todas las miradas del salón cayeron en ella, pero ella no estaba consciente dé ya que solo miraba el piso. 

El profesor habló alto robando la atención de los alumnos y siguió la clase hasta el último minuto. Y cuando esta finalizó, Taehyun se levantó de su asiento para acercarse a la joven.

— Hola, soy Kang, tu compañero. — Dijo amablemente y la chica no dijo nada, cosa que lo incomodó — Necesito que nos reunamos para el trabajo hoy, se entrega el miércoles y sin tu parte yo también puedo salir afectado, créeme porque conozco a este profesor. Toma la dirección y mi número, si a las siete te parece bien. — Dijo lo último seguido ya que la joven no parecía tener la intención de hablar y le entregó un papel con su dirección y número de teléfono.

Se acercó a sus amigos nuevamente dejando ir un suspiro de frustración.

— ¿Quieres que te acompañemos a casa? — Preguntó su amigo rizado y el rubio negó. — ¿Ni Jungkook? Él siempre te acompaña.

— Sí, para quedarse hasta las once de la noche en mi casa.

— Exacto, y lo pienso hacer hoy también. — Dijo el pelinegro apoyando todo su brazo en los hombros del rubio — Mis padres no están en casa y tengo hambre.

— Vamos los tres en mi casa y pedimos una pizza, ¿va?

— Va. — Dijeron sus dos amigos al unísono 

Los tres amigos dejaron el instituto y tomaron el transporte público para llegar a la casa del rubio, como muchas otras veces.

Taehyun abrió la puerta de la casa con sus llaves e inmediatamente el ambiente cálido lo invadió a él y a sus amigos.

Soobin cocinaba algo y Yeonjun ayudaba a Kai con su tarea.

A veces Taehyun pensaba que sin él se verían como una familia perfecta. Pero jamás lo admitiría, muy probablemente Yeonjun lo regañe dos horas seguidas.

— Tae, al fin llegaste. — Soltó el pelirrosa y se acercó a su hermano — Hola chicos, ¿van a quedarse a comer? — Saludó a los amigos del rubio mientras cerraba la puerta con los tres jóvenes ya dentro del hogar.

— Íbamos a pedir pizza. — Dijo el rizado mientras tomaba asiento en el sillón junto al resto.

— Soobin está cocinando canelones de pollo. — Dijo el pelirrosa mientras volvía a sentarse junto a su hermanito.

— Estamos bien con la pi-

— Yo quiero canelones. — Interrumpió el pelinegro al rizado, con una sonrisa y emoción en su tono de voz. — No sé ni qué son, pero quiero.

— ¿Cómo que no sabes qué son? — Preguntaron casi a la vez todos menos el peliazul que estaba concentrado cocinando.

— Ay perdón por no tener un padre con una cafetería o un cuñado y novio que sabe cocinar. — Dijo el pelinegro, casi ofendido.

— Y bendito sea el día en el que Soobin comenzó a vivir y cocinar en la casa. — Agradeció el rubio juntando sus manos y mirando el techo

— ¿De qué hablas? Yo cocino rico. — Se defendió Yeonjun.

— Yeonjun, las verduras no deberían crujir así en una sopa, ¿sabes? ¿y cómo haces para que el tomate lo haga?

— Jungkook, pégale por mi, por favor. — Ordenó el pelirrosa.

El pelinegro con los brazos apoyados en la cabecera del largo sillón volteó hacia Yeonjun y luego hacia su amigo.

— Pero tiene razón.

Yeonjun abrió los labios y levantó las cejas con sorpresa y el resto solo hicieron muecas confusas con gracia.

— ¿Ahora nadie está de mi lado o qué? — Bufó el pelirrosa y en ese momento Soobin pasó tras de él para sostener su cintura y dejarle un beso en la mejilla.

— Yo siempre estoy de tu lado, amor. No los escuches, solo quieren molestarte.

Todos hicieron una mueca sellando sus labios para no reír, incluso Kai y Soobin estiró sus labios y puso su índice entre ellos, diciéndole con el gesto que se callen.

— Tienes razón. ¿Te ayudo con algo en la cocina? — Preguntó inocentemente mientras volteaba el rostro hacia su novio.

— No, no, gracias. Tú ayuda a Kai. — Dijo algo alto y rápido, con prisa volvió a la cocina.

El pelirosa asintió y volvió a sentarse con su hermano.

— No te preocupes más por mi, yo puedo solo, Yeonjun. — Dijo el menor con una sonrisa.

— ¿Pero es que nadie me necesita en esta casa o qué?

Yeonjun volvió a levantarse y caminó hacia un sillón cerca de Taehyun y sus amigos, quienes solo rieron.

La comida finalmente estuvo lista y todos comieron en la mesa mientras hablaban de cosas absurdas. Taehyun a veces olvidaba lo mucho que ama su familia y amaba a su familia antes de todo pero ahora era esta y estaba muy conforme con ellos.

— Bien, ahora juntemos todo y a lavar. — Dijo Yeonjun y los demás asintieron recogiendo sus platos — Tú no, amor, tu cocinaste, no te preocupes por la limpieza.

Taehyun sonrió, su madre hacia lo mismo cuando su padre cocinaba.

De pronto todos quedaron en silencio cuando el timbre sonó.

— ¿Quién puede ser a estas horas? — Preguntó Yeonjun y se limpió los labios con una servilleta mientras intentaba levantarse pero Taehyun lo detuvo.

— Yo voy, creo que ya sé quién es.

El rubio se acercó y abrió la puerta, viendo a la joven parada frente a él. Ella husmeó un poco el interior, disimuladamente

— No sé si sea buen momen-

— Lo es. Puedes pasar.

Taehyun dejó entrar a la joven, y ella parecía hacerse más pequeña y débil en cuanto más segundos pasaba entre esas personas desconocidas.

— Es mi compañera en un proyecto.

Yeonjun asintió y saludó a la joven amablemente, ella también lo hizo.

— Eh, sí. Taehyung y yo también tenemos que hacerlo así que, los vemos mañana a todos. — Dijo el pelinegro y arrastró al rizado hacia la puerta — ¡Adiós! Muy rico lo que sea que había comido que ya olvidé el nombre.

Yeonjun rió levemente mientras el pelinegro cerraba la puerta.

Taehyun subió a su habitación, prendió las luces y su computador.

— Siéntate donde quieras. — Le dijo sin verla y ella se sentó suavemente en la cama.

La chica no hablaba mucho, solo cuando era necesario opinión y participación en el trabajo, casi nula debido a que estaba de acuerdo con casi todo lo que el rubio proponía para el proyecto.

Taehyun estaba odiando la tensión, la chica parecía cómoda y a veces parecía tenerle miedo, quería preguntarle si ya se habían conocido alguna vez pero entrar en confianza era imposible.

— ¿No te atreverías a exponer conmigo en la clase verdad? — Ella negó — Bien, quizás el profesor te lo deje pasar o te ponga una mala nota, por eso es importante que de todos modos sepas lo que vas a decir por tu lado.

Se pusieron de acuerdo en cada cosa que uno diría hasta que finalmente la joven tenía impreso lo suyo y Taehyun también.

— Espera, no te vayas. — Taehyun dijo y tuvo la reacción de poner su mano en su hombro.

Ella reaccionó impulsivamente y se corrió de su lado.

— Tranquila, solo quiero preguntarte algo.

Observó los ojos brillosos de la joven y como tragó duro antes de asentir.

— Te me haces muy familiar, ¿Me conoces? — Ella asintió nuevamente.

Estaba fastidiando eso a Taehyun prefirió callar.

— ¿Dónde me viste?

•bd•

El hogar tranquilo de Beomgyu comenzó a transformarse en todo lo contrario desde que habían prometido arreglar las cosas con su esposo.

— ¡Yo puedo tomar mis propias decisiones y si no quiero ir no voy!

— ¡No te estoy preguntando si vas o no, Beomgyu! Eres mi esposo y tienes que estar conmigo ahí.

— Si piensas que voy a soportar estar en ese lugar de alcohólicos fuera de lugar y gente teniendo sexo por todas partes estás equivocado. No soporto tu club.

— ¿No soportas mi club? Adivina, Gyu, gracias a ese club tienes tu título de psicólogo y la casa de tus sueños. — El pelirrojo casi lo estaba acorralando contra la mesada de la cocina.

— Me importa poco, no pienso ir.

— Irás, no lo voy a discutir más.

— No me necesitas ahí. Soporto muchas cosas y un club de ese tipo no es-

— ¿No es qué, Gyu? — Preguntó, con burla en su voz y acercándose más a su esposo — ¿No es a lo que estás acostumbrado? Porque hasta donde recuerdo, tener sexo frente a otras personas no era algo que te importe. — Beomgyu se puso tenso, pero su expresión de enojo seguía en su rostro — ¿O necesitas a Taehyun para atreverte a este tipo de cosas?

— ¿Qué tan poco autoestima tienes para meterlo en todas nuestras discusiones, Chan?

Era completamente innecesario meter su pasado, pero sabía que era una debilidad suya.

— El mismo que tú para no defenderte cuando te ofendo pero sí para defenderlo a él.

— No lo estoy defendiendo. Me parece estúpido que tengas que meterlo aquí.

— Sabes que tengo razón de todos modos.

— Chan, suficiente. No iré, se acabó.

El pelirrojo tomó a su esposo de sus brazos y lo acercó a él.

— Lo harás, porque me lo debes.

— No es-

— Vendrás porque lo prometiste, porque no te quiero lejos de mi y porque toda mi vida tuve que seguirte a ti.

El castaño se soltó de golpe y se alejó del pelirrojo, sin decirle nada. Este tampoco habló porque sabía que lo había convencido.

Beomgyu se encerró en su habitación y se desnudó rápidamente. Cuando se encontró desnudo frente al espejo tomó aire y lo dejó ir, tratando de calmarse. Acarició sus hombros mientras se dirigía al baño de la habitación.

— Un baño va a calmarte, todo está bien. — Se dijo a sí mismo mientras cargaba la tina con agua tibia, más caliente que tibia.

Escuchó la puerta principal cerrarse con fuerza, Chan al parecer se había ido.

Beomgyu bufó y comenzó a tallar su piel suavemente, haciendo espuma en la bañera. Había comprado un aroma que casi había olvidado, hace mucho tiempo no lo usaba. Durazno.

Sonrió inconscientemente por un recuerdo bobo. 19 años recién cumplidos, y la primera vez que entró en la casa de Taehyun.

— ¿Qué haces aquí? — Preguntó Beomgyu entre risas.

— ¿No puedo entrar a mi baño ahora?

— No, estoy yo ahora y voy a bañarme, si me lo permites.

Taehyun había sonreído y cuando Beomgyu se volteó para probar la temperatura del agua, el menor se quitó su camisa, arrojándola por algún lugar del baño.

— Está perfec-...¿Qué haces con tu ropa?

— Me dieron ganas de una ducha rápida.

— No, no, largo. ¡Tae! — Beomgyu fue alzado y echado en la bañera, no tan bruscamente para derramar todo el agua pero si mojar todo el piso. — Todavía tienes tus pantalones puestos.

— ¿Quieres que me los quite?

— ¡No, no! Estamos en la casa de tu hermano, ni de broma.

— Es mía también, bonito. — Dijo el menor mientras se retiraba los pantalones mojados, juntos con la ropa interior.

Beomgyu había sido arrojado con todo y toalla, por lo que Taehyun aún no tenía la dicha de ver a su novio desnudo.

El rubio se recostó sobre el mayor, recostando su cabeza en su pecho y dejando que Beomgyu acaricie su cuero cabelludo.

— Solo quiero pasar un momento relajante contigo, no te preocupes. Si terminas excitado por unas caricias me encargaré de todos modos.— Dijo besando el pecho de su novio y llevando sus manos a su espalda bajo el agua.

Beomgyu comenzó a acariciar su pecho, sus piernas y su cuello, sucumbido en un recuerdo pasional. Sus manos bajaron a su pelvis hasta que dió con su pene ahora erecto, abrió los ojos de golpe notando que traía una erección por un recuerdo de Taehyun.

El agua se movió bruscamente por los movimientos de Beomgyu, igualmente alterados.

"Entra en razón" — Pensaba mientras trataba de hacer como si nada hubiera pasado.

Terminó su baño casi al instante, controlar su mente para evitar ciertos pensamientos hicieron que su momento de ducha pase volando.

Cuando salió del baño con una bata rodeando su cuerpo notó una prenda extendida en la cama y se acercó.

Era un traje, se veía caro y elegante.

Arqueó levemente una ceja y acercó curioso mientras  tomaba entre sus dedos la pequeña carta.

"Te quiero ver con esto puesto, es para esta noche"

Arrugó el papel con rabia y observó la prenda.

Se vistió casual, dispuesto a escapar y cuando se acercó a la puerta y estiró del picaporte esta no se abrió. Bufó harto y comenzó buscar su llave por todo el departamento pero nada.

— Ugh, ¡es un idiota! — Gritó casi desesperado y trató nuevamente de abrir la puerta como si sirviera de algo.

•bd•

— ¡¿Qué cosa se qué?!

— Shhhh. — Taehyun calló a sus amigos, quienes estaban sentados en su cama esperando explicaciones.

— ¡Pero explícate!

— ¿Por dónde debería empezar?

— Pues por el principio. — Soltó el pelinegro y Taehyun bufó.

— No sé, solo la chica se puso incomoda y yo le pregunté qué le sucedía, no me hizo caso y cuando terminamos su parte del trabajo y le pregunté si me conocía, después me di cuenta que estaba llorando. — Explicó con tranquilidad mientras se sentaba en frente a sus amigos con la silla de escritorio — Me dijo que ya nos conocíamos, casi no lo entendí porque lloraba y me pedía perdón.

— ¡Pero explícate carajo! — Ahora dijo el rizado.

— Ella me drogó y quiso abusar de mi. — Confesó y ambos amigos alzaron las cejas con sorpresa — Pero dijo que no pudo porque le hicieron lo mismo.

— ¿Y eso cuándo fue?

— El día que Beomgyu me terminó.

— ¡¿Era ella?! — Jungkook dijo abriendo los ojos como si su cabeza estuviera por explotar.

— ¡Con razón se me hacia familiar! — Dijo el rizado.

— Y eso no fue todo, me dijo que alguien la obligó a hacerlo, a cambio de dinero.

— ¿Cómo?

— ¿Qué?

— Cállense y déjenme hablar. — Los otros dos asintieron — Me dijo que lo sentía mucho pero que necesitaba el dinero y que el hombre la había lastimado mucho. No hizo lo que debía pero aún así le pagaron por alguna razón.

— Supongo que la meta no era tener sexo contigo.

— Pero si para eso le pagaron.

— ¿Ustedes son idiotas? — Preguntó el rizado. — El objetivo no era que tengas sexo, el objetivo era que Beomgyu te vea con una mujer.

— ¿Qué tiene que ver Beomgyu? — Preguntó el pelinegro.

— Dios. Escuché a mi papá decir que Chan le dijo que te habías emborrachado con vodka y tú mi amigo no tomas eso. Después de la ruptura Chan no demoró en ir tras Beomgyu.

— Es verdad. — Dijo ahora Jungkook mirando a Taehyun.

Taehyun frunció el ceño con rabia, había visto a Beomgyu llorar, quien fue abandonado y golpeado por su padre al enterarse que estaba con él. Lo había visto llorar por un error falso, uno que se culpó los últimos años. Aún estaba herido por las cosas que le había reprochado el castaño, las cosas que Beomgyu dejó por él. Pasó la noche más confusa y horrible de su vida, ambos lo hicieron.

— ¡Entonces nada fue mi puta culpa! — Taehyung y Jungkook abrieron los ojos con sorpresa, su amigo se veía enojado en serio. — ¿Saben lo que fueron estos tres años que pasé lejos de Beomgyu? Si no fuera por ese idiota ya me hubiera casado con él. Juro que iré a matarlo.

— ¡No, no! ¿Estás loco? Sabes que Beomgyu no tolera las peleas, le dan pánico y Beomgyu aún no sabe nada de esto, si te ve pelear siquiera va a escucharte. Lo que debes hacer es buscarlo a él, aunque hayas dicho que no lo harías.

— Que asco decirlo pero Taehyung tiene razón.

El rubio suspiró y se arrastró con ambas manos los mechones de cabello que caían por su frente hacia atrás.

— Sé que estás enojado porque te hicieron sentir culpable todo este tiempo, pero aún puedes arreglar las cosas.

— Iré a buscarlo a su departamento ahora.

— Dudo que esté ahí. — Interrumpió el pelinegro — Hoy es el aniversario del club de su esposo.

— ¿Creen que esté ahí? — Indagó el rubio y ambos alzaron los hombros.

— Taehyung dijo que sí.

— Vi que comentaban que sí. — Respondió el rizado.

El rubio se paró del asiento y abrió la puerta de su habitación lentamente.

— Hay que ir.

— ¿Los tres?

— Claro, ¿recuerdan que ya lo habíamos planeado?

Los tres asintieron y a pasos lentos bajaron hasta la sala para encontrarse con una sorpresita.

— ¿Qué hacen aquí? — Preguntó Taehyun y su hermano volteó hacia él.

— Quedamos con Soobin de ver unas películas hasta la madrugada, aquí en la sala. ¿Por qué?

— Por nada...— Soltó el rubio entre dientes y mirando fijamente a Soobin, tratando de hablar con sus ojos.

Soobin hizo una mueca sin entender absolutamente nada.

— Amor, quiero comer frutas.— Le dijo el pelirrosa a su novio y este sonrió levemente.

— Quédate aquí, ya te traigo.

Soobin fue a la cocina, siendo seguido por Taehyun y sus amigos.

— ¿Qué se traen ahora? — Susurró el peliazul.

—  Es complicado pero necesitamos llevar a Taehyun a un club donde se encuentra Beomgyu, hubo un error tremendo. — Explicó el rizado.

— ¿Y por qué no esperan a otro día?

— Porque ya no soporto estar aquí sabiendo todo y Beomgyu no. — Dijo el rubio harto.

— Sabes que Yeonjun no te dejará salir.

— Por eso te necesitamos. — Casi rogó el rubio — Kai se quedó en la casa de sus amigos, pueden hacer lo que quieran, solo llévatelo al cuarto.

— ¿Eres imbécil? Él va a pensar que ustedes están arriba, no va a querer.

— Vamos, Soobin. Usa tus encantos, sabemos que Yeonjun no se resiste.

— Voy a intentarlo, si la cagan ya no me haré responsable.

— Sí, sí, gracias.

/contenido Soojun/

Soobin volvió a su lugar en el sillón junto a su novio, mientras los demás se iban por el sótano, que era la única forma.

— Aquí tengo tu fruta.

— Gracias Soobinnie.

El peliazul sonrió y abrazó a su novio mientras este miraba la película. Hubo unos segundos de silencio hasta que se escuchó un fuerte golpe en el sótano.

— ¿Qué fue eso? — Preguntó el pelirrosa sentándose sobre sus rodillas en el sillón y volteando el rostro hacia atrás.

Soobin subió el volumen de la televisión y tomó a su novio de sus caderas, haciéndolo sentar lentamente.

— No fue nada, seguro la película, amor. No te preocupes.

Ambos siguieron concentrados en la película.

De pronto Soobin volteó y vió a Taehyung y Jungkook buscando cosas desesperadamente. El peliazul ya no encontraba señas para decirles que no hagan ruido.

Yeonjun quiso voltear el rostro nuevamente pero antes Soobin tomó su rostro entre sus manos y dejó un beso largo, tomando al pelirrosa desprevenido.

— Soob-...bin. — Trataba de hablar el mayor pero Soobin no pretendía soltarlo y no lo hizo.

Hasta que Yeonjun sintió caricias en su cuerpo y ya no protestó.

Taehyung estiró la oreja de Jungkook llevándolo hacia el sótano.

Mientras tanto Yeonjun fue alzado de los muslos por su novio.

— No, no. Bin, están los chicos en casa.

— ¿Y qué?

— Bin...

— Mi amor, solo serán unas caricias y seremos silenciosos, vamos. — Rogaba el peliazul mientras besaba y mordisqueaba el cuello ajeno. — Juro que no llegaré tan lejos si no quieres.

— Llévame ya, por favor.

El peliazul sonrió mientras alzaba más a su novio y buscaba la habitación entre besos. 

Al menos Yeonjun ahora no escucharía nada del sótano.

— Soobin está ayudando en esto y nos estamos comportando como inútiles. — Dijo Taehyung apagando el fuego.

— Uy sí, pobre Soobin. — Dijo Jungkook sarcásticamente.

— Cállate que tú iniciaste el fuego.

— Yo que sabía que había una puta vela aquí abajo.

— Mejor ayuden a buscar la llave, los golpes hacen mucho ruido.

— ¿No está en la habitación de Yeonjun? — Preguntó el rizado y Taehyun bufó.

— Mierda, creo que sí.

— Yo iré si quieren.

Ambos miraron a Jungkook con duda.

— No haré nada malo, lo prometo.

— Ve, para esconderte eres bueno.

Jungkook asintió y salió del sótano y caminó hacia la habitación de Yeonjun y Soobin, comenzando a buscar las llaves hasta que las encontró en el buró y las tomó rápidamente.

Volteó dispuesto a huir pero se encontró con un Yeonjun de espaldas liado al cuerpo de su novio y entró en pánico.

Soobin igualmente entró en pánico y estrelló a Yeonjun contra la pared del cuarto de Kai, sin lastimarlo.

— ¿Qué? ¿Qué haces?

— Ehh...

Jungkook no podía salir sin ser visto por Yeonjun ahora.

— Yo...tengo una fantasía con hacerlo contra la pared — Dijo el peliazul y Yeonjun rió.

— No vamos a-...

— Mínimo déjame acariciarte aquí.

Yeonjun no pudo protestar, rápidamente tenía a Soobin devorando su cuello y haciéndole mirar el techo.

Cuando el pelinegro escuchó y vió a Soobin dando tres golpes al marco de la puerta se acercó y escapó lo más rápido que pudo entre la oscuridad de los pasillos y el sótano mientras Soobin llevaba a Yeonjun a la habitación.

— ¿Las tienes? — Preguntó el rizado y el pelinegro asintió entregándoselas.

— No vuelvo a hacer esto en la vida.

Taehyun finalmente abrió la puerta del sótano que se encontraba en el piso del patio, ahora solo tenían que subir.

— ¿Y a dónde lleva la puerta esta del techo?

— Ni idea, este sótano me da terror, nunca entré o salí. — Confesó el rubio.

— Eres un cagón.

Jungkook rió mientras se atrevía a ser el primero en salir. Sacó la cabeza lentamente y abrió de golpe sus ojos al ver que la puerta daba a la ventana de la habitación de Yeonjun y Soobin. Jungkook bajó la mirada viendo a sus amigos.

— Da al cuarto de Yeonjun y no sé si les moleste salir por donde están teniendo sexo. — Les dijo.

— Que asco. — Soltó el rubio — No podemos salir por la puerta principal por el ruido de mierda.

— Ay, solo ignoren y ya. Vamos, mierdas, que será rápido. — Dijo el rizado y Jungkook asintió saliendo poco a poco.

Los ojos de Jungkook fueron hacia la ventana y pudo notar al pelirrosa llevando la cabeza hacia atrás aún con las cortinas casi transparentes.

Yeonjun solo tenía que abrir los ojos en medio de la excitación para poder notarlo por lo que Jungkook se apresuró. Tras él Taehyung y por último Taehyun.

El rizado prestó el auto de su papá para la ocasión, con un límite de hora que era hasta las 11 de la noche, eran las 10:15 PM, por lo que Taehyun no tenía tanto tiempo.

— Ver a mi hermano así fue lo más traumático que presencié en la vida. — Comentó el rubio a mitad del camino.

— Y es por eso que Yeonjun solo "cena" fuera de la casa. — Comentó el rizado entre risas. 

— Ojalá me haga la cena un día. — Comentó el pelinegro.

— ¡Al fin! Dio santo, que terror.

— Pensé que ya lo habíamos perdido. — Soltó el rubio riendo.

— Aunque las verduras le salgan crudas.

Este cap tiene 4444 palabras, tremendo.

Perdón si es una verga el cap pero ya se me fueron las ganas de escribir adicto, por suerte ya casi termina, seguro el siguiente es el final.

Avisen errores, según yo corregí pero soy una ciega.

Cap concluido el jueves 19 de enero del 2023, watafa 2023 q raro juju

Adiósss


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