El menor en el hogar observó la hora en su teléfono y dejó a un lado sus cuadernos.

— Yeon, ya son las 9, ¿Puedo jugar? — Dijo y el pelirosa asintió con una sonrisa consintiendo a su hermanito con caricias en la cabeza.

Kai era muy pequeño cuando ocurrió el accidente de sus padres, por eso Yeonjun trata de darle todo el cariño que merece.

Luego borró su sonrisa y su mirada fue a los dos adultos en el sillón.

— Es el turno de Kai de jugar, denle un control. — Ordenó cruzado de brazos.

— Se dice Joystick. — Dijo Jungkook sin voltear a ver al mayor.

— Jungkook cállate y dale a Kai para que juegue. — Ordenó con un temperamento más serio  y el pelinegro asintió entregando el mando.

— Sí, sí, lo que ordenes lindo.

Yeonjun hizo una mueca y giró los ojos.

— No entiendo qué están esperando acá.

— A Taehyun, no tenemos otra razón para estar acá. — Dijo Taehyung obvio, enfocado en la pantalla que ahora compartía con Kai.

— Yo sí tengo otras razones. — Comentó Jungkook con una sonrisa y luego se borró al ver la expresión de Soobin — Comer, es mi razón, en mi casa no como. — Soltó asintiendo y Yeonjun rió. 

Pronto se oyó la puerta siendo abierta y supieron de inmediato que era Taehyun dado que era el único que tenía otra llave.

El rubio alzó las cejas con confusión al ver a todos en la sala y cocina que estaban conectadas.

— ¿Hay junta familiar o qué? — Preguntó quitándose la chaqueta.

— No, tus amigos te estaban esperando. — Ahora dijo Yeonjun — Voy a acostarme, estoy agotado. — Soltó el pelirosa acariciando el hombro de su novio y este tomó su mano.

— ¿Quieres que te acompañe? — Preguntó el peliazul y Yeonjun alzó los hombros.

— Como quieras. — Dijo alejándose lentamente.

— En un segundo voy.

Soobin se bajó de la mesada para acercarse a Taehyun y a la vez todos menos Kai se acercaron.

— ¿Qué pasó?

— ¿Lo hicieron?

Taehyun frunció el ceño ante la pregunta de sus amigos.

— Cállense, está Soobin entre nosotros. — Dijo el rubio.

— ¿Y? — Los otros jóvenes solo lo observaron —  ¿Ustedes creen que le cuento todo a Yeonjun?

Y los tres asintieron.

— Pues no.

— Que mal novio. — Dijo Jungkook.

— ¡Cállense! quiero saber qué pasó. — Dijo Taehyung  harto

— Lo hicimos y ya. ¿Por qué tanto revuelo?

— ¿Y después?

— Me echó a patadas.

— Lo normal. — Dijo Jungkook alzando los hombros.

— Normal será contigo y Yeonjun — Comentó Taehyung.

— No me importaría un patada después de...nada.

— Sí, mejor cállate. — Soltó el peliazul.

— ¿Y qué hiciste? — Preguntó ahora Taehyung.

El rubio bufó empujando a cada uno sin mucha fuerza para caminar hasta el sillón y tirarse en él, completamente agotados.

Los otros tres se miraron entre ellos sin decir nada.

— Me fui de ahí. ¿Qué más haría? — Dijo el rubio sin ver a sus amigos o Soobin — Solo estaba ahí para...eso. — Evitó más contexto al notar a Kai tan cerca de él.

— Jiji, eres un prostituto. — Soltó el pelinegro menor y fue callado de inmediato por Soobin y Taehyung quienes le dieron un manotazo — Hey, esta vez se pasaron. — Soltó sobando su cabeza.

— Yo fui gentil, Soobin lo tenía guardado hace tiempo. — Dijo Taehyung.

Los chicos se acercaron al rubio lentamente.

— Oigan, si ya tuvo sexo ¿por qué está desanimado? — Preguntó el peliazul.

— Quizás aún está lujurioso. Taehyung  presta el culo, eres el más pasivo de los tres. — El pelinegro empujó a su amigo y este se volteó para golpear su cabeza nuevamente.

— No se preocupen, estoy bien. — Soltó el rubio — Solo fue muy repentino, me hubiera gustado pasar más tiempo ahí. — Confesó mientras se estiraba en el sillón.

— Fuiste solo a coger. — Soltó Jungkook y el rubio lo amenazó con la mirada — Tengo razón. — Dijo y se sentó junto a su amigo y empujó a su hermanito para sentarse, Kai siguió jugando pensando que luego se la cobraría — Con tus demás amantes fue "ponerla y abandonar, ponerla y abandonar" Pero con Beomgyu no fue así.

— Porque es más intimo, supongo. — Soltó el rubio.

— Par de tarados. — Ahora dijo Taehyung — Es obvio que Beomgyu es especial para él y su...cosita. 

— ¿Por qué no solo dices pene? — Dijo ahora Jungkook confuso.

— Lo que quiero decir-

— Pene. — Interrumpió el pelinegro y el rizado lo observó serio.

— Lo que quiero decir. — Dijo ahora más alto — Es que Beomgyu tiene un papel más importante.

— Si Beomgyu fuera tan importante no le hubiera metido el cuerno. — Dijo Soobin obvio, sentándose también junto al rubio, siendo el rizado el único de pie.

— ¡Es que no recuerdo haberlo hecho! — Soltó el rubio con rabia. — Él no me creyó porque claro, él me vio pero juro que no recuerdo absolutamente nada de esa noche.

— Ya nos contaste eso mil veces. — Dijo el rizado, indiferente.

— Y aún no te creemos. — Ahora dijo el pelinegro.

El rubio bufó molesto.

• bd •

Beomgyu se quedó en la cama los últimos cinco minutos, observando un punto fijo que se distorsionaba con los segundos. Su diestra inconscientemente fue hacia su boca y tocó ligeramente sus labios, que aún ardían y sentía un leve hormigueo. Muy probablemente tenga marcas por el cuerpo, su cabello desordenado y sus labios hinchados. 

Finalmente parpadeó hasta que el punto fijo se haga claro y se levantó, fue al baño, lavo y secó su rostro para luego volver a sentarse en su silla a esperar a su última paciente que había quedado con problemas de autoestima y amor propio luego de trabajar en un burdel.

El castaño se sintió tan culpable al leer esa descripción. 

Su esposo era dueño de un bar erótico, que él también tenía a su nombre. Era un negocio que odiaba y rogaba porque Han deje, pero el hombre no podía, no siendo un negocio que fue heredado y no tenía problemas con eso.

Cuando el psicólogo dió el permiso y la muchacha entró, se le hizo tan conocida que frunció el ceño por un momento que automáticamente borró con una amigable suave sonrisa, no quería transmitir desconfianza.

La chica le contó su historia, de cómo todas las cosas que tuvo que enfrentar le hizo sentir asco y odio hacia sí misma. Ella comenzó a llorar, y Beomgyu trató de hacerla sentir que estaba en un espacio donde nadie la regañaría  por demostrar lo que sentía.

— ¿Qué fue lo que te hizo dejarlo?

La chica secó sus lagrimas y relató.

— Hace dos años, gané una buena cantidad por drogar a alguien y acostarme con él. — Dijo y sintió un nudo en su garganta — Aún cuando me han hecho lo mismo, me atreví a hacerlo y cada vez que lo recuerdo me siento tan repugnante como el hombre que me lo hizo. Porque el joven no quería, me dijo que estaba con alguien y que no haga perder su tiempo pero el hombre que me pagó me amenazó.

— Vamos a trabajar en eso, es un gran paso que hayas liberado tus emociones ocultas y comprender el por qué de tu falta de confianza. — Dijo suavemente y la chica asintió.

— Gracias. — Dijo la joven sin ver al psicólogo — Aunque, nunca pude completar el trabajo.

— ¿De qué trabajo hablas? 

— No pude acostarme con el joven, porque nos interrumpieron y me sentí culpable. — Confesó — El hombre me golpeó, pero me dejó conservar el dinero.

Media hora quedaba para terminar la sesión, la joven se descargó todo lo que no pudo.

Ella estaba sola, y aún así tuvo la idea de pagar por un psicólogo.

Beomgyu le ofreció anotarse en una de las organizaciones de apoyo para esas situaciones así podría tener sus consultas gratis, la chica aceptó.

— Muchas gracias señor Choi. — Dijo la joven con una sonrisa sin mostrar los dientes.

— A ti, más tarde te envío el link de lo que hablamos, terminó mi hora.

Beomgyu hoyó la bocina del auto de su prometido y miró de reojo por la ventana.

La joven bajó hasta la planta más baja y salió con un poco más de ánimo que al llegar.

De pronto su corazón se sintió como si hubiera sido estrujado y detuvo sus pasos cubriendo su pecho como si estuviera tratando de salvarlo de algo. Su garganta se secó, su piel se erizó y sus ojos se dilataron. Él estaba ahí, metido en otro asunto y por suerte sin notarla.

Su mente trataba de pedir a gritos que reaccione y huya de ahí pero su cuerpo no parecía querer obedecer.

Finalmente la voz del psicólogo la asustó e hizo que responda. Se colocó la capucha del saco  y se alejó.

Luego jadeó de sorpresa cuando ese hombre se acercó a abrazar a su psicólogo. El hombre que había derramado el vaso con una gota tenía una relación con el hombre que la había hecho sentir segura después de años.

. . .

No encuentro el separador :c

Casi casi termina esto. Aunque si los caps van a durar así de poco seguro faltan como 20 caps pero fue, si falta poco.

Avisen errores eu q soy un topo y una boluda

Cap concluido el jueves 28 de Julio del 2022 a las 00:21 escuchando Younger de Ruel pq extraño a Ruel pq no saca álbum y si no saca el mes que viene dejo de actualizar pq me mato bviy a lkorar