(Las edades de Taehyun, Kai y Beomgyu son las actuales, las de Soobin y Yeonjun unos años más. Soobin 25 años y Yeonjun 26)

Omnisciente

El martes por la mañana Taehyun se había levantado más temprano de lo usual para ir a la universidad.

No es como si tuviera ganas, mas bien, estaba de mal humor, solo es que cuando Yeonjun estaba enojado era mejor hacer las cosas bien.

"Solo espero que Soobin le haya dado un buen calmante de la suyas anoche" —  Pensó mientras bajaba las escaleras hasta el comedor.

Al bajar pudo notar a su hermano menor desayunando mientras leía un libro de la universidad y resolvía unos cálculos junto al novio de Yeonjun, al parecer Soobin ayudaba a Kai y junto a ellos su hermano con un ¿bebé?

— ¿Y ese bebé?, ¿cuando lo hicieron? —  Soltó de golpe el rubio y su hermano mayor lo miró con mala cara.

— Buenos días, Taehyun —  Dijo con algo de burla mientras alimentaba al bebé con lo que parecía ser puré de manzana.

— Buenos días, ¿y ese bebé?

— Es el sobrino de Soobin — Respondió el pelirosa.

— Oh, ¿y cómo se llama?

— Jungwon — Esta vez respondió el peliazul.

— ¿No es lindo? — Indagó Kai con una sonrisa.

— Si, muy lindo. Ya me voy —  El pelirubio tomó lo necesario y se dirigió hacia la puerta.

— Falta casi una hora para que empiece, vas a desayunar. — Escuchó la voz de su hermano mayor tras él.

Giró sobre sus tobillos observando el ceño fruncido del mayor

— No quiero. —  Afirmó y alzó los hombros.

— No fue pregunta, Taehyun.

— Traigo dinero, puedo comprarme algo en el café de Taehyung.

— Está bien, haz lo que quieras.

Taehyun notó eso como un tono molesto pero no le importó y salió de la casa. Cuya casa sus padres le había dejado de herencia antes de fallecer, a su hijo mayor.

Sus padres ya eran bastante mayores cuando decidieron traer a Yeonjun al mundo, luego Taehyun, y sus padres afirmaban que Hueningkai vino al mundo de suerte, su madre estaba muy enferma.

Yeonjun traía un trabajo estable y la casa era suya, por lo tanto dejar que sus hermanos vivan ahí no fue un problema, después de todo estuvo ahí con ellos gran parte de su vida.

Taehyun se colocó sus audífonos y caminó hacia la casa de Jungkook mientras reproducía su playlist de día a día.

Cantaba mentalmente mientras veía su camino y pensaba en los sucesos de ayer.

"Maldita sea Kai, pudiste haberme dicho la mentira que habías planeado"

"¿Un psicólogo?, es estúpido, no es como si...esté loco"

"Yo sé lo que necesito, sin embargo es imposible, él no va a querer volver conmigo"

Su mirada se levantó automáticamente al notar la presencia de su querido amigo.

— Taehyunnie~ — Se acercó el pelinegro, casi cantando su nombre con una risa de burla.

Los brazos pesados cayeron sobre los hombros del más bajo y este bufó.

— No me digas así —  Dijo quitando a Jungkook de encima.

— Ay lo siento, olvidé que la única persona que puede decirte asi es Nayeon — Exclamó con una enorme pizca de burla.

— Cierra la boca — Dijo el rubio y empujó a su amigo.

Nayeon, ese el nombre de unas de las chicas que siempre ha estado tras el rubio, sin embargo a él nunca le llamó la atención...independientemente de su adicción.

Ella se acercaba sonriente llamándolo con dicho apodo.

— Muero de hambre, vayamos al café de Taehyung —  Habló el pelinegro y el rubio asintió — Pagas tú.

— ¿Qué?, no-

Y el pelinegro ya había desaparecido de su vista.

— ¡El que llega último paga! — Gritó su amigo.

E inmediatamente el rubio corrió tras él.

— ¡Vas a tener que pagar!

Y Taehyun claro que estaba dispuesto a pagar, pero al ser una persona competitiva...había corrido como nunca.

Mientras Taehyung se acercaba a la mesa donde sus amigos se encontraban, estos estaban conversando.

— ¿De qué hablan, maricones? — Dijo riendo y se sentó junto al pelinegro que le dió un golpe en la nuca.

— Maricón tu padre — Le dijo el rubio mientras bebía su malteada de fresas.

— Estábamos hablando de que Taehyun no sabe dejar su pito en otro lugar que no sea un agujero apretado —  Soltó el pelinegro como si nada.

— ¡Shh!, cállate. — Le regañó el rubio.

Y el castaño junto a ellos frunció los labios, con sorpresa.

— Ten cuidado, Taehyun, podrías terminar con el pene en una licuadora — Le dijo y el pelinegro casi escupe su batido de banana.

— ¡Tarado!, acabo de hacerme una imagen mental que sin duda no necesitaba — Se quejó Jungkook.

— ¡No voy a terminar con el pito en una licuadora!—  Exclamó el rubio.

Jungkook y Taehyung voltearon alrededor.

Taehyun por instinto volteó también y se encogió cuando notó que las personas del café lo detuvieron a ver por la oración anterior.

Nuevamente volteó hacia sus amigos que reían con burla.

— Voy a escupir en tu batido — Le amenazó el rubio al pelinegro.

— Igual me lo pagaste tú — Se burló haciendo una mueca.

— Eres odioso.

— ¿Y qué harán con tu supuesta adicción? — Preguntó el castaño mientras bebía la malteada de Jungkook, este lo miró mal — Yo te la hice — Le respondió ante su mala cara.

— ¿Acaso es tu local o el de tu padre?— El azabache le arrebató la malteada.

— Tú le dices "el café de Taehyung" no le dices "El café del padre de Taehyung" — Le respondió.

— Cállate Taehyung, estamos hablando de nuestro pobre amigo que necesita ayuda y sales con eso, no todo se trata de ti ¿sabes? — Dijo Jungkook arqueando una ceja y ésta vez Taehyung lo miró mal.

— Bien...Yeonjun dice que debo ir al psicólogo.

— Totalmente de acuerdo — Exclamó Taehyung.

— Que estupidez — Había dicho el azabache a la misma vez que el castaño.

El rubio observó a ambos sin saber qué decir.

— Taehyun, tú sabes más que nadie las ganas que le tengo a Yeonjun — Siguió el pelinegro y Taehyun volteó los ojos — Pero es tonto.

— Yo no le tengo ganas a Yeonjun pero estoy de acuerdo — Habló el castaño.

— Bien..primero, Jungkook...Yeonjun nunca te hará caso — Dijo el rubio y el pelinegro bufó — Y segundo...yo también supongo que es algo estúpido pero ¿qué más me ayudaría a detener ésto?

Y Taehyung y Jungkook volvieron a hablar a la vez.

— Yo si creo que debas ir.

— Algún día tu hermano me hará caso.

Kang y Kim voltearon a ver al pelinegro con una expresión confusa.

— ¡Ah si!, yo creo que no deberías ir.

Taehyung bufó.

— No interesa lo que diga Jungkook, tu solo ve.

— ¿Acaso mi opinión no cuenta? — Se quejó el nombrado.

— ¿Tienes una mejor idea que un psicólogo?

— Los tres aquí sabemos cuándo y porqué empezó ésto. — Dijo el pelinegro dando un sorbo a su malteada.

— Dios, cállate — Susurró el rubio.

— ¿Qué? — El castaño se encontraba confuso.

— Taehyung, que imbécil eres. Nuestro querido amigo no pudo sentirse satisfecho desde que metió la pata...más bien el pene en otro lado y mandó todo directo a la mierda.

Taehyung abrió la boca con sorpresa al recordarlo.

— ¿Qué quieres que haga?, no puedo ir y decirle como si nada "Hey, desde que me separé de ti no puedo coger con nadie más, volvamos a coger". Siquiera sé si sigue con vida u donde vive.

— Yo si. — Habló el castaño — Hace un tiempo mi primo fue a verlo.

— ¿Si? — Taehyun estaba ansioso.

— Trabaja por aquí cerca.

— ¿En que? — Ésta vez habló el pelinegro.

— A unas cuadras.

El rubio sonrió inconscientemente.

— "Psicólogo Choi Beomgyu" ¿No les suena?

— ¡¿Trabajó en psicología?! — Él grito del rubio hizo que todos vuelvan a voltearlo a ver nuevamente pero ya no le importó.

Jungkook sonrió viendo a su amigo.

— ¿Piensas lo mismo que yo? — Se dirigió el rubio al pelinegro con una sonrisa.

— ¿Estás pensando que es hora de ir al psicólogo? — Indagó Jungkook con la misma sonrisa.

Taehyung bufó al ver que sus amigos chocaron los puños.

— El psicólogo es para ayudarte no para ir a coger.

— Bueno, Beomgyu va ayudarlo.

Taehyun asintió ante la respuesta de su amigo.

Iba a volver a verlo después de tanto tiempo.