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Batalla 2/2


Su padrino había muerto, su papá Garrett había muerto, no querían seguir peleando pero no les quedaba de otra, deberían seguir porque ya no quedaba vuelta atrás. Amadeo trataba de proteger a Kate que estaba de rodillas sin querer mover un músculo, en su mente sólo estaba la imagen de ese vampiro con la cabeza de Garrett.

- Mamá Kate, te necesito - Pidió el híbrido tomando sus mejillas - No puedo entender tú dolor pero te necesito - Sollozo

La mujer rubia lo vió con dolor antes de asentir y volver a pelear, tal vez no con las mismas fuerzas o ganas, pero Garrett murió por cuidar de sus cachorros y ella haría que ganen esa batalla, debían hacerlo por él. Tomó la mano de Amadeo besar su frente e ir con a ayudar a Tanya mientras él iba a ayudar a un vampiro Vulturi.

Joham estaba siendo cubierto por dos vampiros mientras veía como la única hija que había quedado con vida, Jennifer estaba peleando espalda contra espalda con un Vulturi, se había cambiado de bando mientras ayudaba a un grandote que reconocía como Félix, sus otras dos hijas estaban muertas y sólo quedaba ella con Nahuel, el mismo que se colocó frente a él con Huilen, ambos empezaron a pelear con esos vampiros en un intento de alcanzar a Joham.

Los reyes veían el cuerpo inerte del tercer rey, acaban de perderlo por salvar la vida de uno de los híbridos y eso los dejó algo idos, Aro sentía la culpa crecer en su pecho. Porque Marco estaba depresivo por la muerte de Didyme, esposa de él pero también era hermana del pelinegro, y aún así fue Marco quien se atrevió a salvar a Amadeo mientras él se quedó quieto cuando él se quedó quieto, estaba a punto de perder un hijo al igual que cuando perdió a su hermana. Y fue él quien la mató.

Miró el campo de batalla, viendo como Demetri saltó para estar de su lado y ayudar a Alec que usó su neblina en dos vampiros, observó como los Denali a pesar de sentir la pérdida de Garrett seguían luchando, y observó a Jane... Esta última estaba quieta cual estatua viendo un punto fijo, siguió su mirada viendo a Amadeo que estaba luchando.

- ¿Jane? - Preguntó Félix sin dejar de pelear por ver tan extrañada a su compañera. Pero la rubia estaba engatusada por la vampiro que controlaba mentes del otro bando, la adolecente giró su mirada a Alessia que estaba aplastando las costillas de un metamorfo

- Dolor

Alessia empezó dejar de respirar mientras sentía el dolor correr por todo su cuerpo, retrocedió a duras penas sintiendo como empezaba a intentar toser su propia sangre con la que se ahogaba, cayó de rodillas sin poder sentir nada más que dolor.

Aro sintió terror de ver a su hija en ese estado, Amadeo estaba bajó las garras del último metamorfo vivo, buscó a alguien más pero todos estaban luchando por lo que dejó su puesto de rey para correr a derribar a Jane y liberar a su hija, Alessia se apoyó sobre sus rodillas en el suelo mientras tosia sangre, sus pulmones empezaban a recibir oxígeno pero su cuerpo pedía un descanso, levantó la mirada para ver a Jane que estaba peleando contra Aro. Buscó con la mirada a esa vampiro que controlaba mentes para verla en una esquina con una sonrisa de autosuficiencia.

- Con mi cuñada no - Susurró con odio empezando a usar su don en la vampiro

La mujer dejó de usar su don en Jane para empezar a gritar de dolor con grietas formándose con gran velocidad hasta que su cuerpo se separó en grandes partes. Pero ya era tarde. Miró a la rubia que volvió a tener conciencia, pero esta misma giró lentamente la mirada a sus manos viendo que tenía la cabeza del rey Aro con el cuerpo a su lado.

- ¡Papá! - Gritó la híbrida llamando la atención de todos

Inconcientemente usó su don en los cuatro vampiros que la rodeaban, uno de su clan y tres del contrario pero no le importó ya que en menos de dos segundos habían muerto. Jane soltó la cabeza de Aro espantada, miró a la híbrida asustada por haber matado a su maestro, amo, rey principal, y sobretodo el padre de Alessia y Amadeo.

Joham sonrió en grande por eso, sólo quedaba un rey e iba a ir por él cuando Huilen lo tomó de una pierna empujandolo a un lado de el enorme y largo hueco, rodó hasta quedar al borde donde casi caía si no fuese porque Nahuel tomó su mano. El híbrido miró debajo, afirmando que había lava en lo más profundo y que nadie sobrevivirá al caer, miró a su padre pensando en Jennifer, la cual lo amaba a pesar de lo erróneo que estaba.

- No creas que cambiaré de opinión - Avisó el vampiro para sonreír cínico - Primero muerto... Y te llevaré conmigo

Joham se impulsó para caer a las profundidades pero llevando a Nahuel con él. No soltó la mano de su único hijo, cayendo ambos a la lava ardiente que les provocaría una muerte verdaderamente dolorosa. Jennifer e Huilen vieron eso por lo que la híbrida empezó a llorar mientras la vampiro quedaba quieta cual estatua viendo a su sobrino caer. Huilen había perdido la única familia y lo único que quedaba de su hermana, no le quedaba nada. Jennifer perdió a todos sus hermanos y padre, siendo protegida por los brazos de su compañero que se lamentaba por la pérdida de su amada.

Por otro lado, por los altos bosques corrían tres entidades, la híbrida iba a un lado de su padre mientras corrían sintiendo los pasos de Isabella detrás de ellos, Nessie sentía su cabello moverse al compás del viento mientras temblaba levemente al pensar en lo que estaban por hacer o en lo que podrían estar pasando sus hermanos. Edward solamente rogaba porque sus dos hijos y Sulpicia se encuentren bien, tan sólo quería que ellos estén a salvo y por eso mismo odiaba ese plan, porque su hija menor estaba a su lado corriendo con un demonio en vida detrás de ellos.

Sus pasos se aceleraron más hasta llegar a un lugar más alejados pero no lo suficiente, los dos frenaron dándose una mirada significativa para luego voltearse viendo como Isabella llegaba con rostro inexpresivo detrás de ellos, ambos se tomaron de las manos pero mantenían la distancia a la chica Swan.

- Mamá - Murmuró Nessie suapirando para dejar unos segundos de pausa intentando darse valor - Tenías razón... - Susurró con la voz rota

- ¿Razón en qué? - Preguntó sin cambiar su fachada

- Tú sólo intentaste protegerme, papá y yo nos dimos cuenta por como me cuidate cuando Charlotte y Mattheo nacieron - Murmuró empezando a cristalizar sus ojos por lagrimas

- Fui duro - Siguió Edward - Simplemente pensé que ellos eran buenos, que no importaba si eran parte de los Vulturi, me dejé llevar por la culpa y lo lamento - Abrazó a su hija por los hombros

- Tendrías que haberlos visto - La voz de Nessie se quebró y sonaba asustada - Mataban a niños para alimentarse ¡Bebieron sangre de niños! Tenías razón y nos dimos cuenta tarde, pero teníamos miedo, sus dones son... Escalofriantes

- Tal vez no nos perdones - Edward se acercó unos pasos lentamente - Pero no quiero olvidar todo lo que pasamos por ellos, eres mi compañera y lo supe en cuanto ese estúpido ventilador delató tú olor en biología - Bromeó riendo un poco, Isabella tuvo que esconder una sonrisa ante eso

- Y cuando me contaron sobre que te cortaste para salvar a papá de Victoria, eso era amor de verdad y no supe darme cuenta - Nessie se acercó hasta estar a su lado

Isabella quería mantener su fachada, odiaba a Charlotte y Amadeo pero no podía odiar a Edward, Nessie bueno era su hija y la llegó a querer, pero Edward siempre estuvo para ella, le dió la oportunidad de ser joven y la eligió a ella a pesar de que era débil. Miró al cobrizo bajando un poco sus barreras la recordar las veces que fueron a ese prado lleno de flores, recordando cuando se escapaban de Charlie o iba a verla a su habitación.

Y esos recuerdos llegaban a Edward. El cobrizo podía leer su mente por sus barreras bajas, así que se dió cuenta de que su escudo fallaba.

- ¿Recuerdas que hermosa te veías caminando al altar con ese vestido blanco? - Susurró acercándose más hasta estar frente a ella

Nos casamos así podrías hacerme joven, hermosa y fuerte. Recordó, el cobrizo indicó más en su mente viendo como ella en esos momentos sólo pensaba en eso, en ser una vampiro, por eso se había casado con él. Le dolía de cierta manera haber sido un peón para la chica que él amaba, pero al menos ahora ya no estaba embobado con ella.

- Huyamos mamá - Susurró Nessie sonriendo - Huyamos lejos donde nadie pueda encontrarnos, lejos de Charlotte y Mattheo, lejos del cuarteto y Atlas y Venus, vayamonos a donde ni Demetri con su estúpido don pueda encontrarnos - Tomó su mano sonriendo

Si tan sólo supieran que Atlas y Venus nunca podrán hacerlo. Edward se aterró por ese pensamiento de la vampiro, indagó en su mente hasta lo más profundo encontrando con la escena más espantosa que pudiese imaginarse de Bella.

Joham, sus hijas e Isabella estaban frente a dos vampiros que estaban vestidos con capuchas.

- ¿Ellos en que pueden ayudar? - Preguntó fastidiada la vampiro

- Su don son las ilusiones - Dijo con obviedad el patriarca de las híbridas

Los dos muchachos se transformaron en los metamorfos que alguna vez conocieron Alessia y Amadeo, se movieron mostrando que los verdaderos estaban detrás de ellos manchados en sangre, sin brazos y con cara de susto incluso muertos.

Edward se alejó asustado, esos dos vampiros los habían engañado en sus narices y habían sido a los que Alessia había entregado a Atlas y Venus. Habían sido tan ingenuos.

- ¿Qué hicieron con Atlas y Venus? - Preguntó el vampiro dejando su fachada para mostrar su cara de miedo, tenía pánico a que algo le suceda a sus nietos

- ¿Qué? - Preguntó Nessie preocupándose

Isabella volvió a subir sus barreras viendo confundida a las dos personas frente a ella, había sido tan idiota de confiar en ellos para creer que volverían con ella. Iba a girarse para volver pero Edward la detuvo colocándose delante de ella, era más veloz.

- ¿Isabella? - Preguntó poniendo un tono oscuro al pensar en que algo les haya sucedido

- Pudrete - escupió viéndolo con asco, se sintió traicionada pero se lo veía venir de cierta manera, aún así le dolió saber que Edward los eligiria sobre ella una y mil veces

- Pudrete tú, zorra - Murmuró Nessie en su oído, antes de tomar sus hombros con fuerza y patear la parte trasera de sus piernas y hacerla caer de rodillas

- No tenía que terminar así - Dijo el lector se mentes colocándose delante de ella - Dinos donde están Atlas y Venus

- En donde deberían estar Charlotte y Amadeo - Susurró bajando sus barreras para que el vampiro pudiese leer su mente

Muertos.

Por la mirada de su padre, se dió cuenta que no era nada lindo, sin esperar que dijese algo arrancó la cabeza de su madre biológica. Las palabras de su hermano sobre la palabra "odio" resonaban en su mente, en como él había descrito que no odiaban a nadie porque era un sentimiento fuerte, pero ella si odiaba a alguien, odiaba a Isabella Swan, detestaba que su madre fuese tan maldita como para lastimar dos simples niños, para lastimar a sus propios hijos, a sus propios nietos. Una pequeña lágrima traicionera se le escapó, fue tan diminuta que ni se molestó en limpiarla.

- Hay que ir con Alessia, ahora - Susurró el vampiro

La híbrida asintió dándole una última mirada a su fallecida madre para empezar una carrera con su padre intentando ir donde su hermana, sólo esperaban poder llegar a tiempo.


Ambos líderes estaban muertos, dos de los reyes Vulturi y todos los integrantes del grupo de Joham, los restantes fueron asesinados rápidamente por la guardia de la ley vampirica o al menos los que quedaron, habían perdido a un poco menos de la mitad de los que eran, pero para ellos era un gran número.

Carmen había caído al enorme hueco que estaba en medio del prado por un vampiro, su tía Cissy era un alma gentil que tampoco había podido sobrevivir, dejando a Eleazar que también era un alma alegre en un estado horrible, dos Denali habían fallecido en esa pelea y otros dos habían quedado sin lo que les daba sentido a su vida, habían perdido a sus compañeros de vida. Kate y Eleazar estaban sentados en la nieve con la mirada perdida, ambos bajo la atenta y triste mirada de Tanya.

Los híbridos caminaron lentamente hasta los gemelos Hale que los recibieron con unos abrazos reconfortantes, escuchando los sollozos de Alessia y Amadeo que habían perdido a dos figuras paternas y a su amada tía fan de hacerles tarta de chocolate.

El cuarteto había salido a salvo a duras penas, Demetri debía haber muerto pero en su lugar fue Garrett, el vampiro se sacrificó por la felicidad de Alessia como buen padre que era, y eso el rastreador lo admiraba, sin dudas se había ganado respeto y lealtad aún si se encontraba en el infierno donde los vampiros pertenecían. Jane estaba espantada por lo que había hecho, torturar a su cuñada y matar al supremo rey Vulturi, su mirada estaba perdida y asustada, mientras su hermano la veía con preocupación. Félix caminaba de la mano con Jennifer que seguía perdida en sus lamentos.

Huilen tomó asiento a un lado de los dos Denali, los tres estaban como almas perdidas al ya no tener ese pilar importante en sus vidas, los tres parecían almas en agonía de las que abogaban gritos y llantos, de los que se lamentaban en silencio sobre sus horribles y trágicas vidas.

Pero el que seguía enfurecido era Caius.

El tercer rey miraba a los dos híbridos en brazo de los gemelos Hale con odio, les mandaba dagas a través de su mirar, deseaba tirarlos por ese barranco en medio del prado, deseaba sacarles la cabeza con ansias. Había pedido a sus dos compañeros, había muerto casi la mitad de su clan, ¿Todo por esos estúpidos híbridos que lo único que hicieron siempre fue avergonzarlo? Que patético.

- ¿Están felices? - Preguntó el rey llamando la atención de los presentes - Por su culpa sucedió esto

- Caius - Regañó Athenodora que se había mantenido con Sulpicia y los dos guardaespaldas

- Cállate mujer, por su culpa estamos aquí, por culpa de esos dos niños insolentes y asquerosos perdimos todo, por culpa de ellos dos estamos en esta situación ¡Faltan dos reyes Vulturi! - Gritó acercándose - Son una desgracia, son una decepción, nunca debimos recogerlos de ese lugar, deberíamos haber dejado que mueran o que maten a esos ancianos ¡No se merecen ser Vulturi's!

Alessia suspiró tratando de calmarse pero no podía creer que cargue todo el peso de la situación sobre sus hombros... No aguantaba, deseaba arrancarle la cabeza a Caius tanto como él deseaba arrancar la suya, había perdido a personas importantes, a Nahuel que los había ayudado, y todavía no sabía nada de Nessie. Se giró al rubio separándose de Jasper

- Cierra la jodida boca, ya no te soporto - Escupió acercándose de igual manera - tú nunca fuiste una figura de autoridad para mi, así que no puedes gritarme ¡Soy la puta futura reina de los Vulturi y si tengo que quitarte de mi camino para tomar el mando lo haré! Padre ya no está y soy quien toma su puesto, ni en la tumba dejaré que sigas hablandome de esa manera, antes muerta que seguir escuchando una sola palabra con esa voz de mujercita que tienes

Estaba cara a cara con el rey más sádico de los tres grandes, tal vez no estaba pensando con claridad pero estaba con los humos hasta arriba por esa situación.

- Eres una basura Caius, y no te mereces el puesto que tienes - Se acercó aún más hasta estar estar casi invadiendo su espacio personal - Y me hartaste todos estos años, si que estoy feliz de poder descargar mi enojo contigo

Tomó el cabello del rubio para tironear de el, usando su don a su vez, escuchando los gritos del tercer rey en eco por el lugar, las grietas se formaban con rudeza pero ella sólo pensaba en aquella vez que Aro les dijo " Me enorgullecen", pensaba en cuando despertaban a la mañana y escuchaban un claro "Prepare tarta de chocolate" de su tía Cissy, podía oir la voz de su padrino diciendo "Nos encantaría tenerlos de nuevo en el castillo". Sus ojos estaban aguados ignorando los gritos de su hermano porque pare, ignorando a Alec que le ordenaba que se detenga. Ella sólo podía escuchar la risa de Garrett o cuando pedía disculpas, cuando fingida que no lloraba y le echaba la culpa a Pancho.

Todos se quedaron impresionados al ver a Alessia con la cabeza de Caius en sus manos, no sabían que hacer o decir.

- Alex

La híbrida levantó lentamente la mirada para ver a Nessie que la miraba confundida pero con preocupación, giró su mirada a Edward que leyó su mente y sonrió comprensivo, después de todo no tenía aprecio por el rey pero su rostro se pintó en pánico.

- Ellos tienen a Venus y Atlas

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