Sentimientos por parte de los híbridos

El tercer día en el que tres aquelarres enemigos convivían en armonía a causa de tres híbridos, esperando al regreso del último integrante del cuarteto para los avisos de los reyes de Volterra. Todos estaban distanciados de misma manera en la que estuvieron todas esas horas.

Nessie estaba pintando las uñas de Amadeo, quien se había negado pero por insistencia de su hermanita menor tuvo que aceptar, se le hacía muy tierna verla haciendo ojos de cachorrito. Alessia estaba a su lado soplando sus uñas, ya que antes fue su turno de ser maniquí de su hermana.

- Tío Eli - El recién nombrado se giró a la híbrida con una sonrisa - ¿Hay helado?

- ¿Otra vez? - Preguntó entre confuso y divertido - Te comiste cuatro kilos de helado, Alex

- Tengo hambre - Se encogió de hombros

- ¿No es Amadeo el que debería comer más? - Bromeó haciendo que el recién nombrado bufe - Se supone que tú eres la bella durmiente, no la bella tragona

- ¡Oye! - Se defendió riendo

El hombre se encogió de hombros yendo a la heladera en busca del pedido de su sobrina justo cuando Demetri entraba en la habitación para ver a su pareja. El rastreador no se separaba por mucho tiempo de su novia, no quería que el rubio Cullen se le acerque.

Levanto a Alessia de la silla para sentarse el con ella sobre su regazo mientras le daba un pequeño beso en su cuello a modo de saludo.

- ¿Cuanto llevan juntos? - Preguntó su hermana con una sonrisa

Ambos tragaron en seco.

Alessia frunció el ceño tratando de recordar la fecha en la que empezaron a salir, no recordaba que haya fecha exacta, simplemente empezaron a llamarse pareja. Demetri pareció sorprendido de si mismo ante su falta de memoria, no recordaba día o hora en la que empezarán a salir.

- Excelente pregunta - Sonrió traviesa - Demetri ¿Cuándo es nuestro aniversario?

El rastreador se giró a su novia con rostro pintado en pánico.

- Alguien está en problemas - Murmuró Garrett divertido

- Alerta, hombre en problemas, alerta, soldado caído - Siguió Eleazar llegando el helado

El Vulturi les envió una mala mirada haciendo que deban reír por lo bajo para no hundir al castaño en problemas. Alessia quería reír pero disfrazó su sonrisa por un rostro de falso enojo, viendo de mala manera a su pareja quien parecía querer que la tierra lo trague.

- ¿No sabes cuando es nuestro aniversario? - Fingió indignación

Las mujeres Denali negaron en su dirección con decepción, no había nada peor que cuando sus parejas olvidaban su aniversario. Los hombres se burlaban en silencio.

- ¿Tú si? - Se defendió. Los presentes ahogaron una exclamación de sorpresa

- Golpe bajo - Murmuró Amadeo viendo sus uñas

- Golpe bajo - Repitió Nessie arrugando la nariz viendo en dirección al rastreador

- Golpe bajo - Murmuraron todos al unísono

La híbrida le dió una mala mirada levantándose de su regazo para tomar el helado e ir a su habitación cerrando la puerta de un portazo. Quería reír a carcajadas pero se estaba aguantando. Eran pésima pareja, pero al menos ella sabía fingir.

- Alex - Gruñó el rastreador empezando a ir tras ella

- No - Negaron las mujeres haciendo que el vampiro frene su camino - Si no quieres que te arroje ese helado te recomiendo no ir - Avisó Kate

- Imagínate cuando se casen - Compadeció Eleazar

- No tenemos planeado casarnos - Murmuró saliendo de la casa

Tanya estaba tentada a decir algo, pero prefirió guardarse ese comentario para cuando el resto se de cuenta.

Esme se encargó de comprar dos kilos de helado de chocolate para Alessia. No sabía que le gustaba o que aborrecía, que amaba u odiaba, lo único que sabía era que esa joven tenía un gran favoritismo por el postre que estuvo comiendo sin parar el día anterior gracias a los potes vacíos que quedaron a un lado de la basura.

Caminó hasta su habitación en el segundo piso del hogar Denali, donde tocó algunas veces la puerta hasta que le dió permiso de pasar, dónde al entrar la vió leyendo un libro sobre la cama con rostro neutro. Tenía un parecido a Edward que le sacaba una sonrisa sin poder evitarlo, y a pesar de que no le guste, también era parecida a Bella.

- ¿Necesita algo? - Preguntó educadamente pero borde, seguía pendiente su charla con la matriarca

- Te traje helado - Mostró las bolsas viendo como los ojos de la chica se iluminaba levemente, dió un paso dentro de la habitación - Tal vez no sirva de mucho peor espero me perdones

Dejó los dos botes de helado sobre el pie de la cama, como una ofrenda de paz, hasta dónde la híbrida caminó para tomarlo con un poco más de confianza que los días anteriores. Podía estar demasiado enojada, pero el helado no se rechazaba.

- No, no sirve de mucho, pero gracias - Se sentó empezando a abrir el postre

Esme veía cada movimiento de la chica, también la observó el día anterior, sabía lo que le estaba sucediendo a pesar de habérselo guardado. También sabía que Tanya Denali sabía lo mismo que ella.

- Me recuerdas a mi vida humana - Soltó viendo a la híbrida comer - Estaba embarazada cuando tenía antojos de tarta de manzana todo el tiempo, eran horas de comer sin cansarme

Alessia clavó la cuchara en el helado con fuerza al escucharla terminar la frase. Tragó en seco empezando a respirar agitadamente al entender a donde iba esa charla.

Embarazada.

Embarazada.

Embarazada.

Sólo esa palabra resonaba en su mente logrando aturdirla. Nahuel le dijo que no era posible hasta donde sabían que una híbrida está con un embarazo, pero tampoco habían experimentado tal cosa. Una híbrida embarazada de un vampiro.

- ¿Estas bien cariño? - Preguntó preocupada al verla doblar la cuchara

Miro a la señora para luego ver el helado, intentó responder pero no salían palabras así que sólo asintió lentamente perdiendo el apetito de un sólo golpe.

- Si, lo siento - Cerró el helado - ¿Algo más? - no se atrevió a levantar la mirada de la tapa del pote

- No, nada, cariño - Salió de la habitación dejando a la híbrida en un mar de tormentos y preocupaciones

No podía estar embarazada. A su mente sólo s venían escenas de bromas sobre el embarazo que hacían con Amadeo, se burlaban de los nombres ridículos que ponían las madres. Pero ella nunca se imagino ser madre. Menos si el padre era... Demetri

¿Podría....?

Amadeo estaba caminando, sumido en sus pensamientos. Estaba pensando en todo lo sucedido. En como se tormarían las cosas en Volterra.

Sabía que Sulpicia amaría a su hermana, de eso estaba seguro, la mujer que lo crió era todo un amor, siempre amable, con un gran corazón, aveces pensaba que fue ella quien le enseñó a poner sus sentimientos delante del resto. Inclusive diría que tenía un leve parecido a Nessie.

Athenodora tendría más motivos para leer libros de recetas de cocina, para cocinar más comida de la que hace para ellos. Amaría poder peinar o estudiar sobre medicina con Nessie, tendrían una linda relación de sobrina y tía.

Pero con el cuarteto es otra cosa.

Sobre todo con Alec.

Su cuñado era aún más reservado que Jane, aún así sabía que cuando amaba, lo hacía con todo el corazón, de sólo recordar en como cuida de Alex y Jane se siente tranquilo de tenerlo como amigo, pero de imaginarlo en pareja con su pequeña hermana... De eso no estaba tan seguro.

- ¿Amadeo? - Se giró para ver a la rubia sádica que lo traía loco - ¿Todo bien?

- Si, sólo pensaba - Sonrió acercándose de manera coqueta - ¿Tú?

- Te estaba buscando - Sonrió un poco

- Pues ya me tienes - Le robó un beso haciendo que ella ruede los ojos

Su relación con la vampiro iba de bien en mejor, estuvo años tratando de conquistarla, terminó logrando su propósito. Consiguió robar el corazón de Jane Vulturi. Lo que lo hacía orgulloso.

Sabía que estaba siendo el primero de todo en su vida. Su primer beso, su primera pareja y esperaba poder ser su primera vez. Pero era complicado.

Jane era de una época muy antigua, ni siquiera es capaz de verlo sin camiseta ya que en sus años eso era una total falta de respeto e intolerante, la única manera de poder estar con ella era casándose.

Aún que esa manera no le sonaba tan mal.

- ¿Qué opinas de casarnos? - Cuestionó tomando sus manos

- ¿Qué? - Murmuró incrédula casi atontada por la pregunta

- Si, casarnos - Entrelazó sus dedos - Tú con un vestido rojo entrando al altar, yo con un traje negro esperandote, mi padrino oficiando la boda; Alessia, Nessie de madrinas, Alec, Félix y Demetri de padrinos

Podía ver la sonrisa que se formaba en el rostro del híbrido al hablar de los planes a futuro, ese brillo travieso de felicidad. No sonaba tan mal la idea de una boda.

- ¿Qué opinas? - La abrazó por la cintura

- ¿Deseas casarte conmigo? - Seguía atónita ante la idea de que alguien desee conllevar matrimonio con ella

- Deseo pasar el resto de mi eternidad contigo - Respondió seguro de cada palabra

- ¿En serio? - Sus ojos carmesí miraban fijamente los ojos chocolates de su compañero

- Si - Se alejó un poco con una sonrisa traviesa - Deseo casarme con la sádica rubia posesiva que me enamora cada día - Se arrodilló frente a ella - Deseo casarme con la hermosa vampiro frente a mi. Deseo casarme con Jane Vulturi, ahora la pregunta es si ¿Quieres casarte conmigo?

Recordaba ese día donde le prometió a Alessia que algún día se casaría con Jane, ese día que pidió de regalo de cumpleaños que lo mire tan sólo una vez, recordaba cuando saltó por toda la biblioteca emocionado por descubrir que ella empezaba a sentir lo mismo. Y ahora estaba de rodillas pidiéndole matrimonio.

- Si quiero - Respondió con una sonrisa empezando a formarse en su rostro

El híbrido se levantó para poder besar a la hermosa vampiro que recibió el resto gustosa, sin duda había cometido su propuesta. Ahora sólo faltaba poder llevar a Volterra donde volvería loco a todo vampiro para que preparen la mejor boda.

Amadeo y Jane se iban a casar.

Nessie estaba entrenando con Tanya, siendo derribada por tercera vez por la rubia quien le sonrió divertida además de victoriosa, pero luego suspiró para negarle.

- Necesitas concentrarte - Le tendió la mano para ayudarla

¿Cómo pedía que se concentre cuando su nuevo amor platónico estaba viendo en su dirección? Alec estaba patrullando a los al rededores mientras leían un libro en latín, pero en algún momento quedó viendo el entrenamiento de Nessie.

La recién nombrada se había dado cuenta de eso, logrando que pierda la concentración, su corazón se aceleraba de gran manera al ver esos ojos carmesí excaneandola de arriba a abajo, su respiración se volvía agitada cuando el la miraba fijamente.

- Si dejas de mirarlo podría concentrarte - Se burló sacándola de sus pensamientos

Sin darse cuenta, lo estaba volviendo a ver, pero ese cabello castaño con esa piel de porcelana la volvía loca, su rostro inexpresivo con su ropa negra la estaban haciendo alucinar. Alec Vulturi era su perdición.

- Lo siento - Se disculpó empezando a entrenar nuevamente

Pero podía sentir la mirada curiosa del castaño penetrando su nuca. Por su lado, Alec, sentía una rara conexión con la híbrida, sentía curiosidad, atracción, quería hablar con ella. Pero no era alguien sociable, así que mejor guardaba la distancia.

- Por favor ¿Otro más que cayó ante los encantos de una híbrida?

Se giró para ver a Félix quien volvía con noticias de los Vulturi pero estaba con una sonrisa burlona viendo al vampiro que sólo rodó los ojos volviendo su mirada a su libro.

- Alessia está encerrada en la habitación, Amadeo está por ahí siguiendo a mi hermana - Murmuró empezando a caminar con el en dirección a la casa

- Bien, porque tengo que hablar con los tres clanes completos