El dolor de recordar

Luego de la broma a Félix, alianzas se formaron con existo al igual que nuevas amistades nuevas se formaron. Todos encantados con los híbridos. Alessia se escapó unos minutos con Demetri en medio de la reunión.

Ambos estaban yendo a pasos torpes entre besos a la habitación del vampiro, el rastreador había dicho que le causó gracia la broma pero el ver a los vampiros celosos por ella lo enojó, necesitaba marcar su olor en su amada.

Entraron a la habitación donde Demetri la dejó sobre la cama para empezar a besar desde sus labios hasta su cuello, bajando en dirección a su abdomen. Pero la acción del vampiro y el placer de la híbrida se vió interrumpido por Amadeo que tocaba la puerta de la habitación con mucha insistencia.

- ¡Deja de quitarle inocencia a mi hermana y abre la puerta, vampirucho! - Se escuchó del otro lado

Alessia soltó una carcajada mientras el vampiro gruñia con enojó, molestia, desagrado, por la interrupción de su cuñado, logrando que la risa de su pareja aumente.

- Voy a entrar, así que si están desvestidos, por favor, pónganse la ropa, no quiero traumarme - Pidió

Alessia alejó al vampiro que soltó un sollozo dramático acostandose a un lado de la chica pero ella se levantó para abrirle la puerta a su hermano.

- ¿Si? - Preguntó algo divertida pero le molestó la interrupción

- Es mamá Kate - La tomó del brazo para arrastrarla lejos de la habitación

Llegaron a la habitación que compartían hace tiempo en la torre de Athenodora y Sulpicia, todos los vampiros se encontraban en el jardín por la fiesta que habían echo los híbridos así que tenían espacio libre en el castillo.

- ¿Mamá Kate? - El híbrido tomó el teléfono para ponerlo en alta voz a pesar de que su hermana lo escucharía sin problema

- Cachorros - Saludó con un deje de alivio pero se notaba su preocupación - Debemos decirles algo, es importante

- Mamá Kate, no es por ofender, pero después de más de un año sin vernos, excepto por mandarnos mensajes, lo mínimo que se hace es decir "Oh cachorros, los extrañamos tanto" - Se burló la híbrida

Esperaban que la vampiro del otro lado de la línea se riera o algo parecido, pero lo único que escucharon fue un suspiro a pesar de que no lo necesitase, era una clara señal de que algo andaba mal.

Amadeo miró extrañado a su hermana, con preocupación además de confusión, recibiendo la misma mirada por parte de ella. Le preguntaron a su segunda madre adoptiva que era lo que sucedía con un poco más de seriedad pero ella no les respondió directamente.

- No es algo que se diga por teléfono, cachorros, ¿Podrían venir? Es en serio importante

- Le pediremos permiso a papá, pero ahora estamos en una reunión - Avisó el híbrido - ¿Está todo bien?

- No - Se sinceró logrando asustar a los hermanos - Sólo vengan

- Bien, te llamamos para avisarte

Se saludaron correctamente para colgar la llamada, ambos estaban un poco asustados por la conversación con la vampiro, nunca la habían visto o escuchado tan preocupada. Volvieron a la fiesta algo tensos pero iban a ir directo a hablar con su madre y tía de lo recién ocurrido, le contaron todo con detalle a lo que ellas le respondieron con total sinceridad.

- Sabemos que los Denali estuvieron para ustedes, así que si quieren ir, por nosotras bien, pero esta vez quiero que vayan con el cuarteto - Pidió su madre

- Bien - Asintieron tranquilos

El convencer a los Reyes no fue tan difícil como la última vez, pero su padre quería lo mismo que su madre, que vayan con el cuarteto así que no les quedó de otra que ir con ellos. Caius no había hablado en toda la charla, parecía que cuando estaba cerca de los mellizos se tensaba, su relación estaba en lo peor de lo peor.

Pero por otro lado, Marco, estaba un poco triste, quería que sus ahijados vayan pero tenía un mal presentimiento, claro que no sabía de la llamada de los Denali, los hermanos habían dicho que sólo iban a visitarlos un tiempo. El estaba alegre con todo lo sucedido, los hilos que habían formado sus ahijados en el clan fueron lo mejor que podía haber pasado, demostraban que no estaban allí sólo por obligación, lo estaban por lealtad y cariño, justamente faltaba un poco de eso en el aquelarre.

El hilo de Demetri y Alessia, de Amadeo y Jane era de rojo puro, sin una gota de otro color, era un hilo rojo de amor sincero. Alec y Félix compartían hilos violetas que nunca creyó ver, eran amigos, los mejores. Pero el hilo más fuerte siempre fue el de los mellizos, nunca se rompió, cambió de color o se enredó.

Pero algo le decía que esos hilos podían cambiar.

Los mellizos, por otra parte, ya estaban en plan de ir a Alaska. Alessia estaba entrando al jet con Félix detrás de ella, pero cuando estaban pasando por los asientos, ambos se frenaron algo confundidos, Amadeo estaba con el labio inferior haciendo un adorable puchero y abrazando a Jane quien estaba pidiéndole ayuda a la híbrida con la mirada.

- El piloto del avión le guiño un ojo a Jane - Aclaró Alec que estaba sentado delante de su hermana - Y Amadeo se sintió inseguro, así que se abrazó a ella hasta que admita que el es más sexy que el piloto

Los dos asintieron yéndose más adelante, Félix se sentó a un lado para empezar a leer un libro mientras Demetri sonrió travieso mirando a la híbrida. Ella se iba a sentar a su lado pero el la tomó de las caderas para sentarla sobre su regazo.

- Te queda linda la chaqueta de cuero - Elogió el vampiro

- Todo me queda lindo - Sonrió egocéntrica

El rodó los ojos mientras se recortaba sobre el asiento con ella abrazandolo. Alessia tenía planeado dormir todo el viaje pero no podía hacerlo, desde hace días tenía ese dolor en el pecho que la molestaba.

Pero no sabían que su tercera parte estaba discutiendo con su pareja, Jacob, ella estaba tan enojada con el que le gritaba, aún sabiendo que el dolor que el sentía con su enojo, ella lo iba a sentir el doble por su dolor en el pecho. Hasta que los tres explotaron por ese dolor.

- ¡Jacob, me mentiste! - Le gritó al lobo que la miraba con lagrimas derramando a mares - Yo no voy a seguir contigo

El lobo se quedó en su lugar sin saber que hacer, no podía dejarlo, era su impronta.

- Nessie...

- ¡No me llames así! - Le gritó aún más fuerte - ¡Perdiste ese derecho! ¡Te odio!

El lobo se sintió perdido, se sintió lastimado y lo peor es que sabía que se lo merecía, su lado lobuno se estaba reprimiendo del dolor.

La híbrida con el dolor de el lobo, y el dolor en su pecho no aguantó más, se sentía traicionada, le habían mentido todos, absolutamente todos. El dolor pareció aumentar logrando que sienta un ardor en su pecho, como si la quemaran viva.

Gritó.

Gritó con todas sus fuerzas mientras se retorcía en el suelo del dolor.

El lobo se asustó al verla de tal manera.

- Renéesme...

Pero el grito de ella, su dolor, sus sentimientos, llegaron a sus dos hermanos que sintieron lo misma que ella, ambos empezaron a sentir su pecho quemarlos hasta querer matarlos.

Alessia se cayó del regazo de Demetri, Amadeo se soltó de Jane para caer sobre el suelo. Ambos empezaron a soltar gritos desgarradores tocando su pecho.

Los vampiros se acercaron a ellos con el rostro pintado en preocupación.

- Alessia - El rastreador trataba de que le responda pero ella sólo gritaba

- Amadeo - Alec no sabía que hacer, paseaba su mirada desde el híbrido a su mejor amiga, viendo a ambos de una manera asustada.

Parecía que Jane estuviera usando sus dones en ellos por la manera de su dolor, cualquiera creería eso, pero ella estaba allí, nerviosa por el dolor que sentía su compañero.

En medio de la agonía, el ardor, los nervios, el terror, su mente pareció divagar entre sus recuerdos en busca de una respuesta al fuego interior que los estaba consumiendo, llegando al principio de todo.

- Pero el ama escuchar tú voz, Rose

- Es a Jasper a quien ama escuchar la bebé

- Yo quiero cargar a Mattheo

- Déjame cargar a Charlotte, puedo controlarme

- Jacob, trae a Renéesme, vamos a dormirlos juntos

- ¿Matt, Nessie, y Lotte o Theo, Nessie y Char? El trío Cullen Swan

Renéesme era especial, tenía el don de pasar recuerdos, los primeros días podía pasar los de su nacimiento pero luego empezaba a olvidarlos, pero parecían volver, volver para atormentarla.

Alessia recordaba cada una de sus pesadillas, recordaba al rubio de ojos dorados, lo recordaba cargandola hasta correr en el bosque, recordaba como el la defendía de alguien, pero pensaba que sólo eran malos sueños.

Amadeo volvía a sus sueños, a sus recuerdos pasajeros, al fondo de su mente, podía ver a esa tercera bebé durmiendo a su lado, llorando a la distancia, riendo a un costado. Recordaba a esa rubia de ojos dorados.

- ¡Alessia! - Gritó asustado Félix

- ¡Amadeo! - Gritó asustada Jane

- ¡Renéesme! - Gritó asustado Jacob

Nessie se calmó, lo que logró que se calmara Amadeo, si gracias a eso se relajó Alessia. Los tres respiraban agitados ¿Qué rayos les acababa de suceder?

Jane abrazó a su compañero, se había asustado como nunca, poco a poco empezaba a abrirse con el pero el terror de verlo de esa manera la arrasó, necesitaba saber que estaba bien. Se había enamorado.

Alec se relajó sentándose sobre el suelo, los gritos de sus mejores amigos resonaban en eco por su mente, la primera vez que consideraba a alguien para estar en su vida además de su hermana, y verlos de tal manera lo puso en pánico.

Félix soltó un suspiro pero seguía con el susto en la garganta, sus pequeños hermanos menores parecían ser torturados.

Demetri quería llorar, ver a su compañera de manera tan... No tenía palabras para describir lo que sintió en ese momento, pero estaba seguro que el mundo se le venía abajo.

- ¿Qué les paso? - Preguntó el grandote saliendo del shock después de largos minutos en silencio

- Renéesme - Balbuceo el híbrido

- Nessie - Murmuró la híbrida

- ¿Qué rayos están diciendo? - Preguntó paranoico Alec - ¿Qué mierda les pasó? ¿Por qué gritaban?

- Renéesme - Dijeron al unísono

El resto del viaje nadie dijo nada, no podían, las palabras no salían, los hermanos quedaron con ese nombre retumbando en sus oídos, con la sensación del dolor en su pecho todavía. Bajaron del jet con sus maletas siendo llevadas por los vampiros.

Los hermanos iban con las miradas perdidas, sin mirar un punto en especifico. Jane iba de la mano con su compañero mientras Alessia iba abrazada a Alec. Así hasta llegar al territorio Denali.

Ambos bandos estaban esperando el encuentro.

Renéesme estaba en medio de Kate y Garrett, los tres delante de todos, detrás de ellos estaba el resto del clan Denali. Rose, Emmett, Jasper y Jacob estaban detrás de ellos, el resto aún estaba de cacería.

Sintieron el olor de nuevo a vampiros en el territorio, todos se estaban preparando mentalmente para la llegada de los mellizos. La nieve siento aplastada por las pisadas de seis vampiros los tensó, no venían solos.

De entre los árboles se vieron siluetas caminando como si fueran fantasmas. Cuatro hombres y dos mujeres, grupo que encabezaban los híbridos.

Alessia y Amadeo estaban a punto de sonreír al ver a su segunda familia, pero sus labios tomaron rumbo a hacer una mueca al ver a desconocidos. Frenaron delante de ellos mirando a los presentes, se veían como...

Parecían estar dentro de una pesadilla.

Su mirada se posó en la joven que estaba en medio, la chica del aeropuerto. Ella caminó hasta estar a unos pasos de los hermanos, ellos caminaron hasta estar delante de ella.

El cuarteto frunció el ceño al ver la escena, no lograban entender que estaba sucediendo y porque sus amigos parecían estar en shock.

- ¿Renéesme?