Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

32

Félix mete la pata

Las escapadas de Amadeo para ir a ver a Jane siguieron, los intentos de Demetri por conquistar a Alessia también. Ambos dejaron de conquistar a cada vampiro que se les cruzaba. Dejaron de querer besar a cada persona que se cruze por su camino, estaban más concentrados en sus compañeros de vida.

El único que sabía todo eso, por parte de ambos bandos, era Félix.

Amadeo le había contado al vampiro que creía su hermano mayor que hago estado con Jane. El había estado manteniendo al tanto al hombre de cada cosa que sucedía hasta que este listo para contárselo a su hermana.

Demetri le había contado a su mejor amigo que había podido besar a Alessia, que estaba empezando a lograr conquistar a aquella híbrida. Al menos se lo contaba hasta que pueda lograr enamorarla al máximo así poder tener una relación con ella.

El vampiro era una persona de confianza pero tambien era alguien a quien le costaba guardar tantos secretos, aún peor cuando los tiene que ocultar entre sus propios amigos. Poniendo asi, peso sobre sus hombros que quería soltarse.

- ¡Félix! - La híbrida lo sacó de sus pensamientos - ¿Qué te ocurre? ¡Te estaba hablando!

- ¿De qué me hablabas? - Frunció el ceño desconcertado

- Nada, olvidado - Bufó molesta, levantándose para irse en busca de su mejor amigo.

Alessia estaba bastante feliz por lo sucedido con Demetri aún qué no lo quisiese demostrar, deseaba decirle a su mejor amigo pero últimamente tenía un humor de perros, así que no le iba a contar de momento.

El rastreador estaba más romántico desde aquel beso, le había regalado alguna que otra rosa blanca, las favoritas de la híbrida, le había estado escuchando en todo lo que dijese con una sonrisa de enamorado en los labios, incluso había tomado su mano sin que nadie lo viese cuando caminaban, de manera sorprendente, la chica lo dejaba hacerlo.

Estaba a punto de contárselo a Félix, pero el que el susodicho no le haya prestado atención logró que se arrepintiera. Cuando estaba caminando por los pasillos en su búsqueda, como aquella noche, un tirón en el brazo la introdujo en la habitación del vampiro.

- ¿Sabes que podrías pedirme que por favor entre a tú habitación sin necesidad de secuestrarme ?

- Lo se - Sonrió con inocencia - ¿Qué hacías? - Se alejó para recostarse en su cama viendo a la híbrida

- Buscaba a Alec - Caminó hasta llegar a el donde se acostó a su lado - ¿Tú?

- Nada, interesante, pero escuche los pasos de una bella dama y quise verla - Se giró a ella con una sonrisa que no dudó en imitar

Se quedaron unos minutos en ese silencio mirándose el uno al otro, esos ojos carmesí que tanto le gustaban la estaban viendo con el amor que nunca creyó recibir. Se acercó a el un poco dudosa, desde aquel beso no habían tenido otro pero ganas no faltaban.

- Ya no aguanto más - Murmuró el vampiro para acercarse a besarla

Esa sensación cálida no tardó en instalarse en su pecho otra vez, ambos estaban esperando aquel beso sin saberlo. Ella los volteó para quedar sobre el, subiendo sus manos a sus hombros para empujarlo suave, así poder sentarse.

Llevó las manos a su nuca mientras el las mantenía en su cintura, ambos disfrutando del sabor del otro, del tacto físico, de los sentimientos. Estaban en esa burbuja tan centrados en ellos, en poder sentirse más cerca a pesar de no poder estarlo más.

El vampiro subió sus manos por debajo de su camisa haciendo que se le erize la piel a la chica sobre su regazo, tenía un suave tacto que la volvía loca, como si tuviera miedo a lastimarla.

La puerta fue abierta bruscamente por Félix logrando que ambos giren a el sin separarse aún. Hizo una mueca de asco, rodó los ojos para después bufar diciendo groserías en voz baja mientras se retiraba.

- ¿De qué te ríes? - Le preguntó al vampiro que se empezó a reír volviendo a acostarse, aún con la chica sobre su regazo

- Tranquila, no va a decir nada - Logró decir entre risas mientras relajaba sus manos en los muslos de la chica

- ¿Le dijiste? - Sonó a un regaño más que pregunta

- Es mi mejor amigo, Alex. Sabe todo - Se intentó excusar - ¿Por qué te molesta?

- ¿Que fue lo que le dijiste exactamente? - Ignoró su pregunta

- Que teníamos algo - Respondió confuso

- No tenías porque decirle, Demetri - Se levantó de encima de el yendo a la puerta. El vampiro se apoyó sobre sus antebrazos sin levantarse del todo para verla bien - Tampoco hay un algo entre nosotros como para que le digas

Salió de la habitación dejándolo un poco dolido por aquella contestación, según el, si había un "nosotros"

Alessia no quería que su hermano se entere de eso, si Félix sabía no tardaría en enterarse, de eso estaba segura. Ella quería decirle a su hermano pero ni siquiera estaba en algo con aquel vampiro, se habían dado dos simples besos ¿Eso era tener algo? Ella sentía algo por Demetri, pero no era la gran cosa, en todo caso de que así fuera ¿Cómo se lo tomaría su padre? Miles de crisis se pasaron por su cabeza en menos de un minuto.

- ¡Alessia!

Un gruñón Alec entró a la biblioteca donde estaba la recién nombrada pintando, ella soltó un suspiro ante escuchar a su mejor amigo para nada amigable.

- ¿Me puedes explicar por qué Jane está de buen humor? O también puedes explicarme ¿Por qué Félix parece en una nube? O no, también explícame ¿Por qué tú hermano parece un gato sonriente? Están dementes, también podrías decirme ¿Por qué Demetri parece un cachorro recién regañado? - Escupió con todo el mal humor que pudo

- Jane está de buen humor porque es primavera, mi hermano está sonriente porque se compró un violín - Trató de cubrir a los enamorados, los cuales aún no sabían que ella sabía su secreto - Lo de Félix no lo sé, también me fije en eso, y a Demetri no lo eh visto

Lo de su amigo era cierto, lo del rastreador no quería saber si era por culpa suya así que prefirió mentir en aquella parte

- Ahora ¿Podrías dejar de tirar malas vibras en mi biblioteca? - Le pidió amable a su mejor amigo quien mantuvo un rostro molesto en todo momento

- ¿Malas vibras? - Preguntó incrédulo

- Si, malas vibras - Afirmó volviendo a su pintura

Estaba realizando una pintura de ella misma con su hermano sobre una montaña llena de nieve, a su lado estaban dos muñecos de nieve. Le recordaba a aquellas tardes con los Denali.

- ¿Podrías dejar de mirarme así? - Le pidió al verlo con el ceño fruncido

- No me gusta como actúan, están raros

- Bien - Resoplo pasándose las manos por el rostro, dejó su pincel a un lado para pararse delante de el - Iremos a ver que le sucede a cada uno, uno por uno - Tomó su mano para ir juntos a donde se encontrasen aquellos.

Caminaron por el castillo, buscando rastro alguno de los integrantes de su grupo para ver que era lo que sucedía con cada uno, a pesar de que tres de los cuatro que buscaban, tenía un leve presentimiento de lo que les sucedía.

Gracias al diablo, estaban los cuatro en el jardín, Amadeo estaba comiendo con Sulpicia y Athenodora hablando delante de el, los vampiros estaban a sus lados cuidandolas.

- ¡Alex! - Gritó su hermano al verla caminar con el vampiro. Félix pareció reaccionar con el grito de su amigo, Demetri se tenso mientras las mujeres sólo se giraron a verla - ¿Dónde estabas? - Indagó curioso

- Estaba con Alec en la biblioteca - Se sentó a su lado, tomando la bebida de su hermano - Mi gruñón, amigo, vampiro - Señaló a Alec quien gruño en respuesta - Comparte una duda conmigo

Los presentes la miraron curiosos además de atentos

- Jane - Llamó a la vampiro que la miro con una ceja enarcada - ¿Por qué estas de buen humor?

Eso logró que tanto la vampiro, como el híbrido se tensen, inclusive casi se ahoga con la comida pero aún así eso no pasó desapercibido por nadie

- ¿Buen humor? - Fingió no entender

- Por favor, Jane - Se quejó su hermano - Estas extraña, todos lo están. - Tú y Amadeo estaban alegres, Demetri parece un niño con ojos de cachorro triste mientras Alessia esta... no se dice cosas raras sobre vibras - Bufó

- No son cosas raras - Se defendió - Dejaste malas vibras en la biblioteca

- Como sea - Entrecerró los ojos en su dirección con fastidio - ¿Se puede saber que les pasa?

Las reinas estaban observando aquella situación un tanto divertidas, podían ver la mirada avergonzada del rastreador, el pánico en la mirada del híbrido, los nervios de la vampiro, la mirada traviesa de la híbrida, y por último la expresión culposa del vampiro grandote

- ¡No lo aguanto más! - Gritó el último después de unos largos minutos - ¡Amadeo está en una relación con Jane mientras Alessia se está viendo a escondidas con Demetri!

Silencio intenso.

Los minutos pasaban en aquella incómoda situación con el viento siendo el único sonido que podía llegar a escucharse. En definitivia, querían estar en el núcleo de la tierra antes que estar ahí.

- Oh... por... Lucifer - Susurró su tía con una sonrisa peligrosa en su rostro.

Miro a sus dos sobrinos quienes se mordian el labio sin mirar a nadie, dos segundos después, chilló con su amiga a su lado, emocionadas por aquellos secretos revelados

- Te mataremos - Dijeron al unísono los hermanos mirando de manera asesina al vampiro quien asintió sin decir nada.

Los hermanos se pararon con total indiferencia de la mesa, se limpiaron con una servilleta la mano bajo la mirada de todos. Caminaron hasta estar frente al vampiro con rostros inexpresivos.

- Corre - Ordenaron para que el vampiro huyera antes de que usen su don en el.

- Bien - Se fue a velocidad vampirica

Para su mala suerte. Aquel grito llegó a más de algún oído vampirico, logrando que los chismes entre el clan eran esparcidos a gran velocidad.

Amadeo no tenía molestia en demostrar que estaba con la vampiro, pero la contraria no quería admitir que tenía una pequeña debilidad en el híbrido.

Alessia no quería ver a Demetri, eso significaría hacerse cargo de sus sentimientos, tener que enfrentar a aquel sexy vampiro. El contrario, sólo quería pensar que a ella le costaba expresarse, que no quería demostrar lo que sentía, no quería pensar en que el no tenía importancia para ella. Pero la duda estaba ahí.

- Me duele que no me lo hayas dicho - Se quejó el vampiro - Pero lo que hiciste no estuvo bien

- Lo sé, Alec - Ella daba vueltas en la biblioteca sin saber que hacer, su amigo estaba con la mirada en el libro sin darle mucha importancia. - ¿Qué debo hacer?

- Habla con el - Respondió simple

- Como si fuera tan fácil - Se tiró sobre el sofá a su lado. Por primera vez levanto la vista del libro para ver a su amiga.

- Ve, Alex - La alentó - Lo quieres, te quiere ¿Por qué te da tanto miedo?

Ella soltó un suspiro sin saber que responderle, sin saber admitir lo que sentía

- Nos abandonaron, Alec - Murmuró en un hilo de voz, el cual le rompió el corazón al vampiro

Alec no era de aceptar el cariño de las personas, la única mujer en su vida había sido su hermana o eso era hasta la llegada de la híbrida, luego de eso, esa bella chica que estaba delante de el, se volvió la segunda mujer de su vida. Su mejor amiga.

- A Amadeo y a mi nos abandonaron, nos dejaron en una cesta en medio del bosque, nos dejaron como si nada, si no fuera por ustedes, vete a saber que nos hubiera sucedido. Caius no nos quiere, tampoco se esfuerza en ocultarlo, papá nos dejó irnos sin importancia. Estoy cansada de que la gente nos deje. ¿Qué me dice que Demetri no me dejará por una vampiro que pudiese ser su compañera de vida? - Se giro a el con lágrimas en los ojos que luchaban por salir.

- Alessia, tú eres su compañera de vida.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro