Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 6.





















—We weren't perfect, but we came close. Until I put all of our pain under the microscope —Su voz resonó en el silencio de aquella sala, un tono angelical que únicamente era capaz de poseer alguien cómo él, cantando aquella canción que había compuesto años atrás pensando en el único amor que conocía.—and I still can't face it
I'm still in love, for what it's worth.—¿Y cómo podría superarlo? Jungkook está casi seguro de que resultaría imposible.—Maybe hatin' you's the only way it doesn't hurt.—Su vista nublada se fija en las cuerdas de la gitarra qué sigue los acordes compuestos por su memoria incapaz de dejar el pasado atrás. —So I'm gonna hate you, i'm gonna hate you,
paint you like the villain that you never were.—Si pudiera devolver el tiempo, si tan sólo las cosas hubiesen sido distintas, quizás ahora no estaría como está.—I'm gonna blame you for things that you don't do, hating you's the only way it doesn't hurt...—Se detiene, un suspiro emerge traicionero delatando el cansancio de su alma e inmediatamente repite para sí mismo.—No éramos perfectos, Tae, pero estuvimos tan cerca de serlo, todavía sigo enamorado si sirve de algo. Así que tal vez odiándote sea la única forma de evitar el dolor.

Poniéndose de pie dejó la guitarra de lado con una expresión triste, su vista se fija al espejo de cuerpo entero aún roto mirándose con atención ¿por qué diablos cambiamos tanto sin poder impedirlo? ¿por qué tenemos que crecer? ¿por qué carajos la vida es tan perra? quiere mentirse así mismo diciendo que todo estará bien e inevitablemente no puede hacerlo, sabe que no es así, el destino aún tiene jugadas pendientes y por más que trate de contener todo el caos tarde o temprano caerá encima, es inevitable, lo sabe, pero quiere creer que valdrá la pena si de Taehyung se trata, después de todo, lo ha amado durante toda su jodida existencia resultando imposible conocer algo más allá que ese hombre.

Emitiendo un suspiro breve con la vista baja, negó para sí mismo antes de girarse sobre sus talones, dispuesto a irse a dormir de una jodida vez no queriendo pensar más allá de lo debido, terminando por casi tropezar hacia adelante cuándo se encontró con aquella anatomía interponiéndose ante su presencia.

—¿Qué haces aquí?—La pregunta emergió recelosa de sus belfos resecos teniendo que humedecer los mismos a través de la sinhueso, frunciendo su ceño tras no oír respuesta alguna fijando sus zafiros a la expresión de Taehyung con este luciendo en una especie de trance inmutable.—se supone que deberías haber dormido más horas con el calmante que te suministré ¿qué estás..?

—Asesinaste a tres hombres hoy tú mismo ¿qué se siente Jungkook, mh?—La pregunta lo aturdió un poco dejándolo extrañado, frunciendo el entrecejo cuándo la zurda del mayor se fijó en su mentón sosteniéndole para acariciar con el pulgar sus belfos, con Kim concentrado en observar su propia acción evitando responderle lo anteriormente preguntado.—arrebatar vidas cómo si te pertenecieran o cómo si buscaras con ello quitar la sensación de que tu propia vida no te pertenece ¿qué se siente?

Jungkook no respondió, no porqué no supiera qué decir sino que más bien se trataba del shock causado a consecuencia de aquel comportamiento para nada normal en Taehyung. Normalmente y cómo cualquier persona aparentemente buena sumado a qué Kim parecía serlo puesto que no recordaba nada de su pasado, debería de ser diferente.

El menor imaginaba que Taehyung al despertar gritaría, lloraría, incluso se negaría siquiera a que el pelinegro le viera, una persona que realmente se queda traumada después de haber visto tanta masacre así se comportaría, no obstante y aún cuando parecía insólito, resultaba todo lo contrario.

—Tienes que volver a dormir, estás preguntando incoherencias.—Sus palabras escaparon débiles de su boca, quitando el agarre impuesto por el mayor pretendiendo hacerse a un lado, pasó de largo rehuyendo la vista cuándo en un jadeo sonoro se tensó al ser tomado del brazo.—¿A ti qué coño te pasa por la cabeza? ¿quién te crees para tratarme así?

—Yo te hice una pregunta primero ¿por qué debería responder las tuyas cuándo tú nunca respondes las mías?—Jeon repasó su mejilla interna con la lengua antes de chasquearla, mirando de reojo al castaño con cierto enojo y quedándose estático en su sitio al soltarse del agarre para encararlo.—  tengo razón, no tienes remordimiento al arrebatar vidas porqué de ese modo sientes que liberas la tuya de las cadenas que el amor te puso en tu pasado ¿no es así?—Su preguntar fue acompañado de una sonrisa ladina y sumamente burlona ante la expresión abrumada del molesto ojiazul.—¿me equivoco acaso, jef-?

La pregunta no pudo ser terminada, no cuándo la zurda del menor resonó impactando en su mejilla con rudeza. Jungkook lo había abofeteado fuertemente de modo tal que su rostro se volteó por la fuerza aplicada en el golpe, llevando su mano a sostenerse la quijada antes de fijar sus grises orbes en los desorbitados del menor quién le miraba pasmado.

—¡¿QUÉ ESTÁS HACIENDO?!—En un grito y con la sorpresa plasmada en su expresión, no pudo reaccionar cuándo todo ocurrió demasiado rápido, un acontecimiento dónde lo único que pudo hacer por sí mismo fue removerse en el agarre impartido a su brazo tras ser arrastrado por aquel pasillo a tropezones sintiéndose jodidamente idiota.— suéltame, —No hubo respuesta, el adverso lucía lo suficientemente enojado como para escucharle.— ¡te he dicho que me sueltes! déjame ir aho-

Un quejido emergió de sus belfos cuándo irrumpiendo en la habitación que ambos compartían mediante un empujón a la puerta, su cuerpo fue lanzado sin cuidado alguno a la cama rebotando casi por impulso, abriendo desmesuradamente sus orbes aún atónito con las manos apretando las sábanas bajo su anatomía al retroceder. Mas aún fue su sorpresa tras lo que siguió a continuación, pues fue la forma en la que aquel cuerpo foráneo se acomodó sobre sí separándole sus piernas para situarse entre estas, lo que le hizo temblar en su sitio sin poder siquiera moverse.

—Ahora si, háblame como lo estabas haciendo hace un momento,—Exigió con su tono sonando más bajo y ronco de lo común, su diestra tomó la mandíbula ajena con rudeza e inmediatamente sonrió ladino analizándole con detenimiento.— vamos, Jungkook, quiero que vuelvas a hablarme cómo lo hiciste hace unos minutos o mejor aún, pégame otra vez.—El ojiazul le sostuvo la mirada durante el contacto visual que impuso el mayor e incluso cuando el agarre de su mentón fue reemplazado por otro a su cabello bruscamente acercándole al rostro adverso.—No sé qué mierda está pasando conmigo, pero sé que es por tu culpa,—Comenzó explicando sin quitarle los ojos de encima a esa aniñada expresión ajena.—mi cabeza duele cada que estoy contigo, me sangra la puta nariz si me fuerzo a mantener los flashes que invaden mi memoria, todo es borroso y doloroso, pero eso parece divertirte ¿no es así?

—Suéltame, cabrón hijo de puta, —Exigió el pelinegro queriendo removerse, negándose a seguir escuchándolo pues en el fondo su armadura se estaba agrietando y la debilidad no podía ser vista.— te dije que me sueltes ¡SUELTAM-!

El silencio reinó después de lo acontecido, un estruendoso impactar de la zurda del mayor en su mejilla devolviéndole la bofetada que el mismo Jungkook le había dado minutos antes, Taehyung se la estaba regresando. El menor no hizo más que volcar el rostro en dirección a dónde el golpe lo guió con su labio inferior estando roto y sangrante, abriendo bastante sus ojos cuándo nuevamente fue tomado del cabello obligando así a qué mirase aquellas cuencas que por momentos se debatían entre el Vante del pasado y el Tae del ahora.

—¿Crees que estás en posición de exigirme algo? ¿después de la mierda que me haz hecho ver? asesinaste a gente delante mío de una forma asquerosa, te mofaste de ello y de como lloraba no queriendo verte así, no de esa manera tan monstruosa porqué en el fondo creía que serías diferente a las escorias que pisan ese repugnante club que manejas como todos los demás a tu nombre, —Soltó con furia calándose en cada palabra, quedándose de rodillas entre las piernas del menor reteniéndole de sus muñecas.—pero me equivoqué, Jungkookie, porqué te convertiste en aquello que querías destruir.

Cómo un balde de agua fría aquellas palabras hicieron un caos en Jeon, el mismo que se vió de orbes acuosos negando desenfrenado queriendo escapar de aquel brusco agarre impuesto por el mayor sin mucho éxito, pues aún cuándo el parecía más fuerte físicamente que Kim, este también poseía su fuerza e inevitablemente el menor se hallaba demasiado intimidado e ido en su tortuoso pensar como para forcejear con verdadera rudeza.

Queriendo escapar sin entender qué coño estaba pasando, cayó tarde en cuenta de lo acontecido, jadeando cuándo de un jalón su camisa fue entreabierta lo suficiente como para exponer su pecho, sonrojándose notoriamente al contemplar la forma en que Taehyung se inclinaba a la altura de sus pezones tomando uno de ellos succionándolo con rudeza, causando que el menor se removiera inquieto queriendo impedir aquello sin mucho éxito.

—¿Q-qué mierda estás haciendo, Kim?—No entendía, realmente le resultaba ilógico lo que hacía el mayor, pues aún cuando sus palabras denotaban enojo e ira, su accionar demostraba lo contrario.—Taehyung qué...mierda.

Su cabeza se dejó caer hacia atrás cuándo sus manos fueron llevadas a la cabecera de la cama, removiéndose notoriamente tras presenciar la forma en qué el mayor jalaba de su propio cinturón quitándoselo al más pequeño para así amarrarle las muñecas con firmeza. No podía escapar, ahora menos que nunca, se encontraba en una posición donde no tenía el dominio resultando estúpido cómo lo perdió en un segundo.

Un gemido agudo fue soltado por sus cerezos de un momento a otro, fijando sus celestiales orbes a la forma en qué el mayor nuevamente se centraba en sus pezones, dándole atención a uno de ellos mediante su boca mientras el otro era jalado entre sus dígitos, aquellos grisáceos orbes se entornaron mirándolo casi viéndose indescifrables e imposibles de entender, no quería hacerse ilusiones, sabía perfectamente que resultaba casi ilógico que el mayor recordara algo del pasado, sin embargo existían momentos extraños de aquella escena dónde el contrario le miraba de una forma tan oscura que lograba helarle la sangre.

Las manos del castaño se posaron sin vergüenza alguna en los bordes del pantalón adverso al finalmente hallarse de rodillas nuevamente, jalando la tela sin cuidado para deshacerse de esta y rió breve al encontrarse con el cuerpo foráneo respondiendo a sus acciones, fijando sus gélidos orbes casi luciendo como témpanos de hielo a los zafiros del menor sonrojado bajo él.

—¿Para qué estoy aquí si no es para esto, Jungkookie?—Preguntó burlón, un dejo de sarcasmo escondió lo herido de su tono cómo si de algún modo estuviese desquitándose con el menor de aquella forma, tomándolo a cambio de lo grotesco que debió presenciar horas atrás.— permíteme mostrarte lo que está en mi cabeza justamente ahora.

No respondió, un bloqueo mental se había apoderado de sus sentidos en aquel preciso instante, más aún cuando el mayor se centró en descender nuevamente luego de haberlo despojado de sus prendas inferiores dejándolo desnudo de la cintura hacia abajo, impartiendo repetidos ósculos en su vientre formando un sendero que frenó cercano a la entrepierna del pelinegro mirándolo de orbes entornados desde aquel sitio tras esbozar una breve sonrisa ladina.

Jungkook por su parte sintió las mejillas arder viéndose expuesto y analizado, mordiendo fuertemente su belfo inferior cuándo la sinhueso ajena barrió en la extensión de su hombría que a estas alturas se encontraba respondiendo de forma notoria al estímulo recibido. No sabía si realmente quería negarse a ser tocado y salir huyendo de aquella habitación o simplemente ceder dejándose hacer por el adverso, pero lo cierto es que a pesar de que mentalmente se hallaba debatiendo en qué coño hacer, su cuerpo le traicionaba visiblemente erizándose ante el mínimo toque.

Entrecerrando los orbes presionándolos fuertemente, sus piernas se abrieron por inercia cuándo el contrario descendió mediante leves mordidas y ósculos en la zona de sus muslos internos, encogiéndose en su sitio ante la risa divertida del castaño quién amasó con rudeza la carne desnuda de los mismos apretándoles bruscamente.

—Sabes, cuándo te vi por primera vez en el club y me dijeron que serías nuestro jefe suplantando a tu padre, —Habló el mayor mientras se acomodaba arrodillado y le flexionaba las extremidades, causando que las piernas del pelinegro quedaran ancladas alrededor de su cadera con el trasero despegado del colchón levantándoselo un poco.— pensé que eras el típico macho que le fascina meter su polla dónde sea, tú me entiendes, de esos cabroncitos que se follan hombres y mujeres por igual hasta romperlos.— Sus palabras eran soltadas con burla, acompañadas de aquella sonrisa divertida mientras la palma zurda envolvía el falo ajeno apretándolo lo suficiente a modo que dos dígitos de la diestra eran bañados en su propia saliva al chuparlos vulgarmente sin apartar la mirada del menor quién gimió bajito.—Pero ahora viéndote me doy cuenta, que eres la clase de crío que le gusta recibir y no dar ¿no es así? o tal vez podrías ser de ambos aunque claramente más de estar recibiendo.

Jungkook no respondió más que con un gemido agudo y audible cuando uno de los dígitos adversos se abrió paso en su interior embistiéndole con rudeza, hacía demasiado tiempo que no tenía intimidad con nadie, su cuerpo prácticamente se había olvidado de cómo se sentía aquello e inevitablemente el dolor fue lo primero a presenciar de forma incómoda en un corto lapso de segundos dónde recibía estocadas de aquel dedo que pronto fue ocupado por el segundo siendo ahora dos abriéndose en tijeras.

—Así que, pequeño, jugaremos a algo divertido esta vez, —Propuso Taehyung al inclinarse de forma tal, que sus dedos se enterraron en el interior del menor haciéndolo arquearse de espalda, gimoteando cuándo su boca fue usurpada por la adversa en un beso demandante que apenas duró un par de segundos.— tú me obligaste a ver cómo cometías esas mierdas, yo te obligaré a darme tu jodido cuerpo y recibir el mío, veremos quién soporta más de los dos ¿estamos claros, precioso? —Explicó mofándose del pánico ajeno.— vas a abrirme tus bonitas piernas hasta que ese jodido agujero sangre de tantas veces que te meteré mi polla y termines llorando para que me detenga, —Su cabeza dolía, era un dolor tan sofocante que una carcajada siniestra resonó en su memoria.— y cuando eso pase, voy a tomar tu bonito pene profanándolo cómo seguramente nunca nadie ha hecho, hasta que tu linda esencia de bebé se quede dentro mío, vas a aprender a ser un hombrecito de verdad Kookie, porqué voy a putamente follarte hasta que me aburra de tu cuerpo por esta noche y llores, llores a tal punto que quizá así logre perdonarte.


















Sin nada que decir solo, Vante cabroncito te amo, en fin, prepárense para lo que se viene.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro