Capítulo 11.
Jungkook se quedó callado un par de segundos con los orbes fijos a la expresión ajena, una que denotaba aparente seriedad antes de que aquella sonrisa cómplice se apoderara de sus belfos ganándose un pequeño golpecito en el hombro por parte del menor, con este rodando los ojos al empujarlo finalmente haciéndose a un lado pretendiendo adentrarse de nueva cuenta al hogar que compartían ambos.
—Por poco te creo, cabrón, luego recordé que siendo hermanos no sería legal y se me pasó el encantamiento.— Murmuró a regañadientes oyendo al pelirrojo reírse divertido detrás suyo, un comportamiento infantil que acompañó el rodear de su cintura en brazos de Kim dejando este, un sonoro ósculo en la zona de su cuello.—Eres un imbécil ¿te lo he dicho?
—Muchas veces de hecho, perrito.—Admitió aún sin dejar su burla, suspirando cuándo Jungkook le miró de reojo alzando una de sus cejas a modo de protesta mientras trataba de librarse de aquel abrazo caminando con dificultad.— ¿Yo te he dicho que eres incluso más testarudo que antes?
—No,—Respondió tajante, un comportamiento inusual en el Jeon de antes, más algo cotidiano en la persona que es ahora, una cuyas emociones se reprimen extrañamente volviéndose tosco, imperturbable e insensible, un monstruo que en ocasiones surge dominante acallando los lamentos agónicos del niño que solía ser.—pero lo testarudo me vuelve mucho más sexy, admítelo.
—Touché.—Una sonrisa ladina se expandió en los cerezos del mayor dándole la razón, contemplándolo atentamente a modo que el contrario encogiéndose de hombros, se abría paso al interior de la casona observando de azulada mirada oscura, al frente dónde sus hombres avanzaban nerviosos.
—Señor,—Bien, eso no se lo esperaba y es que Vante imaginó que aquel llamado honorífico sería designado a él, un hecho que años atrás siempre ocurría siendo ahora a Jungkook al que se referían mirándolo con preocupación. Líder, no había duda alguna que en aquel tiempo lejos de Corea, Jeon se convirtió en uno muy temerario e inclusive más peligroso que el mismo V.— su padre los está rastreando, al parecer supuso por el desastre en el apartamento de Hong Kong, que esto tuvo que ver con el jefe Vante y anunciaron venir por usted a esta casa.
—¿En cuánto tiempo?—Indagó el menor frunciendo su ceño, una expresión de aparente preocupación leve que duró únicamente unos instantes.
—Un día y medio, quizá dos si logramos retener su avión privado en la terminal.—Jeon asintió callado contemplando de reojo el semblante de Taehyung, quién a diferencia de él, lucía casi inmutable, tranquilo, extrañamente sereno y eso no era bueno, joder, claro que no, la tranquilidad de Vante significaba caos para el mundo.
—Lee, prepara las maletas de Jungkook y las mías con lo necesario para una semana o dos, dile a Clarisse que te ayude con ello,—La voz de Kim denotó ordenanza mediante se abría paso entre sus hombres avanzando a la sala principal seguido del menor y los restantes, con este grupo mirándolo silenciosos contemplando la forma en qué el adverso encendía un cigarrillo dándole una calada profunda manteniéndose estoico.— ve también y busca uno de los coches que estén a nombre de alguna identidad fantasma, el caso es que no puedan rastrearlo.
—O bien podrían llevarse el que acabo de comprar y no notifiqué.—Aquella voz casi detuvo de un tropezón a Jungkook quedándose inmóvil, contemplando detrás de Kim la forma en que este esbozaba una sonrisa burlona y ladina, la misma que fue acompañada segundos después por su típica risa divertida confundiéndolo aún más, observando atónito la manera en que Taehyung avanzaba estrechando la mano del recientemente llegado abrazándolo a la par de aquel gesto.—Hijo de puta, la próxima vez que vayas a huir con mi hermanito, avísame para venir con ustedes, no sabes lo jodido que fue sacarme al viejo de encima y poder escaparme.
—Hoseok,—Jungkook casi balbuceó el nombre del contrario manteniéndose perplejo, un breve shock que acabó con el sonreír aniñado, típico gesto inocente del menor, quién corrió sin pensarlo mucho a brazos del mayor con este cargándolo a como pudo.—¿qué mierda estás haciendo aquí? creí que...
—¿Que iba a estar de lado del viejo ignorando que este gilipollas fue mi hermano todos estos años?—Le interrumpió el pelinegro manteniendo su sonrisa, alzando la diestra para así, poder despeinar los cabellos platinados del más pequeño negando rápidamente.— que sea nuestro padre no le da derecho a jugar a ser Dios y juzgarnos, no estuvo para ti cuando realmente debía, no te protegió en aquel burdel, fue Taehyung quién lo hizo y se lo debo, tómalo como el saldar de una deuda, porqué aún cuándo no estoy a favor de sus estupideces, él sabe que si se trata de ti, voy a ayudarlos a los dos.
—No está rastreando, los hombres de V acaban de informarlo.—Explicó el menor ganando un asentimiento por parte de su hermano quien se apartó cruzándose de brazos.—¿Qué sabes tú?
—No voy a mentirte, Kookie, está cabreado, tomó esto como una traición de tu parte y estuvo dando órdenes de que te regresen vivo o muerto a Hong Kong.—De acuerdo eso no se lo esperaban, se notó por la expresión confusa de Vante quién, frunciendo su ceño, contempló al recientemente llegado con sorpresa e incluso algo de molestia.—No me veas así, debiste suponerlo cuándo literalmente, lo secuestraste, crecimos dentro de un clan, entre mafias, Tae, sabes que los capos no perdonan siquiera a sus hijos y que Jungkook se haya escapado contigo para él significa que está de tu lado y no del suyo.
—Jungkook jamás estuvo de su lado ni del de nadie, siquiera del mío, él nunca quiso involucrarse en mierdas como estas y yo me encargué de mantenerlo lo más aislado que pude, de haber sabido que ese hijo de puta iba a convertirlo a él en algo que debías ser tú, ni de coña lo habría abandonado como lo hice.— Las palabras de Kim sonaron bastante severas, oraciones cargadas de aparente culpa, enojo e inminente desacuerdo ante lo ocurrido en los años que el menor fue llevado a vivir con su padre o al menos eso parecía.—Debiste hacerte cargo de esas mierdas y alejar a Kook, ponerlo a estudiar, —Murmuró pensativo.—que mierda sé yo, arte o música, en lugar de estarlo haciendo asesinar gente y cuidar putas en clubes.
—Perdóname, señor “que estudie música“—Le interrumpió el mayor mirándolo con sarcasmo en sus facciones.—, pero el viejo es insoportable y si mi hermano se negaba a toda esa mierda, lo más probable es que hubiese acabado con una bala en la cabeza ¿tú querías eso?
—¿Y tú no podías hacer lo que te dije que hicieras?— Contraatacó el pelirrojo.—¿no podías?
—¡¿Y ustedes no pueden cerrar la puta boca?!—Casi gritó el menor captando la mirada de ambos mayores sobre él, observándolo de orbes muy abiertos al igual que sus bocas formando O perfectas, luciendo como un par de idiotas ante la vista de Jeon.—joder, parecen un par de locas peleándose por el novio, siempre discutiendo ¿cuándo será el día que dejen de hacerlo?
—Cuándo tu novio se comporte cómo una persona normal.— Se quejó cuál niño regañado Hoseok ganándose un empujón de hombros por parte de Kim.—¡Oye!
—Pues yo seré normal el día que dejes de ser un animal imbécil.
—Mira quién habla, el príncipe de Disney escapado de la sirenita.—Se mofó Jhope, contemplando la forma en que Jungkook suspiraba masajeándose la cabeza en gesto de frustración.—Él empezó.
—No, yo no fui, tú fuiste.
—¡Suficiente los dos!—Gritó entonces obteniendo silencio, uno acompañado de miradas cómplices que parecían matarse mutuamente sintiéndose los dos mayores cuál pequeños regañados.— mejor pensemos que haremos, necesitamos una solución.
—Ya la tenía de todos modos,—Espetó Vante esta vez, ocasionando que los dos hermanos le mirasen con Hoseok alzando una ceja burlón.—¿tú qué me ves así?
—Es que resulta fascinante el simple hecho de que hayas pensado una solución tan rápidamente,—Explicó el mayor de los tres econgiéndose de hombros.— claro, considerando lo bruto que eres.
—Síguela, mamón, síguela.—Bufó hartado Taehyung al rodar los orbes, un gesto que causó por primera vez una risa en voz de Jeon quién negó rápidamente musitando un “continúa“ casi a susurro.—Cómo decía, planeo llevar a Jungkook a la casa del lago, nadie conoce su ubicación a excepción mía, era mi escape de papá durante los primeros años, supongo que aún nadie conoce de su existencia.
—No es mala idea, por otro lado deberíamos evacuar la casa de todo aquel personal que posea familia, no es nada grato ver parientes, hijos, madres o esposas, llorar por muertes sin justificación y estoy dando por seguro que cuando el comando de mi padre pise Seúl, esta mansión se volverá una zona de guerra.—Taehyung asintió, no porqué le importara que sus hombres vivieran o murieran, simplemente deseaba evitarse el dolor de cabeza de estar dando condolencias innecesarias.—Antes de que preguntes, Kookie, Bam está en casa de Clarisse, la empleada de Tae, lo traje conmigo, ella tiene dos hijas adolescentes y las chicas están cuidando bien de él, no te preocupes por eso.
De acuerdo, no iba a mentir, el saber que su amado perro se encontraba bien le tranquilizaba bastante.
—¿Entonces nos ocultaremos en esa casa que mencionaste?—Indagó el menor contemplando a Vante quién asintió.—¿qué pasará luego?
—Vamos un paso a la vez, primeramente hay que ocultarse y pensar muy bien que golpe daremos.—Explicó Kim encendiendo un nuevo cigarrillo.—Necesito de tu ayuda Jungkook y que estés dispuesto a hacer lo que sea si es que realmente quieres estar conmigo.
—No tienes que siquiera preguntarlo o pensarlo, sabes que haría lo que fuera por ti.—No lo diría en voz alta, jamás lo admitiría, pero coño, escuchar a Jeon decir aquello le resultaba fascinante, lo obsesionaba, lo jodía aún más por aquel pequeño de ojos azules.—Solo dime qué tienes en mente.
—Reuniré a toda la gente que esté dispuesta a negociar conmigo y no se lleve bien con tu padre ni con sus aliados, pienso armar un buen ejército que logre derrocar al líder Jeon, pero para que esto se logre, cuándo yo te lo diga, volverás a su lado fingiendo ser el hijo arrepentido dispuesto a entregarme.—Explicó dando una calada al cigarrillo con tranquilidad.—Al llegar ese momento, tú y yo, perrito, vamos a matar a ese hijo de puta ¿estás dispuesto a matar a tu papá por mí, Kookie?
—Yo mataría a quién fuese por ti, Vante.—Jodido mocoso del demonio, pensó V, sin emociones, obsesionado, tan jodido como él.—¿Qué pasará luego de matarlo?
—Alguien debe tomar el mando, esos serán Hoseok y tú, de esa forma crearemos una alianza, unificaremos los clanes, nos desharemos de cualquiera que se ponga en nuestro camino y la guerra la habremos ganado.—Terminó de informar Taehyung ganando un asentimiento por parte de ambos jóvenes.—¿Qué piensan?
—Suena bien, llevará algo de tiempo, pero nada es imposible si hablamos de ti.—Respondió Jhope esbozando una sonrisa.
—Cuándo todo esto acabe, quiero que cada jodido burdel ya sea de los Kim o Jeon, sea destruído y las personas ahí explotadas sean liberadas, no me importa si hay que darles dinero, no me importa si tenemos que asesinar a más de uno que intente jodernos, quiero cada maldito club cerrado ¿estamos?—Exigió Jeon ganando las miradas confusas de ambos mayores en él.—No quiero recordar más, Taetae.
Bien, eso lo había ganado y como buen jodido dominado que en ocasiones era Kim, asintió idiotizado ante la súplica del menor.
—Si así lo quieres, así será.
—No si, el manipulador resultó manipulado, —Se burló Hoseok.— aunque admito que la cara de mamón enamorado que haces viendo a mi hermanito es digna de fotografía.
—Serás cabrón, hijo de-
—Amor, basta.—Nuevamente Jungkook dominándolo.
—Entonces andando, ustedes dos a la casona del lago y yo, a buscar alianzas, —Volvió al tema Jhope mostrándose centrado en ello nuevamente. —cualquier cosa se las comunicaré ¿de acuerdo?
—De acuerdo.—Fue la última respuesta de V.
Kim Taehyung era muchas cosas menos idiota, él sabía perfectamente que el progenitor de Jungkook no lo quería realmente, solo necesitaba un heredero, quizá si, sentía algo de empatía por sus dos hijos, pero los hombres como él o cualquiera de aquel mundo, eran incapaces de amar por conveniencia propia, V había enviado a su mocoso con él durante un tiempo, no porqué quisiera que el chico tuviese amor familiar pues sabía que no sería así, su objetivo era otro, ese dónde mantendría a Jeon seguro de sus propios enemigos, de la guerra del clan Kim, esa idea dónde tenía certeza de que el niño sería entrenado, preparado para volverse un monstruo como es él mismo y cuando eso pasara, lo arrastraría a sus brazos nuevamente para ser imparables juntos, para poder ganar aquella guerra de años consiguiendo así, poseerlo hasta el día de sus muertes en manos del mismísimo Vante.
Segunda regla de Kim Taehyung, él nunca se equivoca, él jamás deja pasar ningún detalle, todo lo que ocurre es porqué Vante lo quiso así.
Mis amores, lamento bastante mi ausencia, actualmente al día de hoy estoy enfermo y apenas puedo tomar el teléfono, no se preocupen, no es nada grave solo malestares, sin embargo cómo prometí estoy aquí actualizando para ustedes, tengo cuatro capitulos más que corregir y publicar, lo haré en cuanto me sienta un poco mejor, lo aseguro.
Descuiden será entre mañana y pasado, no más que eso, prometo no perderme tanto.
Espero estén bien, sepan que los adoro muchísimo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro