.。.:*✧48✧*:.。.
—¡Hoshi!— exclamé corriendo detrás de él.
Nunca en mi vida le había pedido tanto a mis piernas que fueran más rápido, pero tenía a mi favor que Hoshi tenía casi la misma o quizás peor actividad física que yo, somos nerds, no atletas, solo ejercitamos nuestras mentes.
—Hoshi— solté cansada y logrando tomar su brazo.
Él no quería hacer contacto visual conmigo, lo evitaba a toda costa y eso me dolía. No quería que ahora nuestra amistad se tornará rara, que todo se volviera incómodo o incluso que dejáramos de hablarnos y hacer como si no nos conociéramos. Eso dolería.
Pero justo ahora no tenía nada para decir, por más que forzaba a mi boca, la sentía entumecida, no podía ni pronunciar la palabra A, ni siquiera sentía mi pulso.
—Yo...— pronunció las primeras palabras —solo vine a preguntarte si lo que se dice en la televisión, internet y las revistas era cierto— se acomodó los lentes —Incluso le llamé a la chillona y me dijo que te pregunté a ti, que eso debíamos hablarlo en persona.
Chillona, así le decía a Irene, todo porque siempre lloraba por Min Yoongi o de hecho por cualquier cosa, digamos que mi amiga es muy sensible.
—Ahora veo que todo es cierto— sonríe triste —Felicidades— aquellas palabras las había dicho con un evidente dolor, su voz lo confirmaba y me dolía a mi.
—Hoshi...y-yo— intenté hablar, pero él me interrumpió.
—No, las cosas ya están dichas— quiso pasar por mi lado y huir, pero no lo deje, tome su brazo y lo detuve.
—Mírame— demandé siendo suave —Kim Hoshi, mírame ahora mismo, joder.
Sus ojos de bambi se encendieron llenos de miedo, si, quizás a veces puedo llegar a ser un poquito intimidante.
—Esto, lo que está sucediendo no es algo que haya planeado, solo sucedió— expliqué y tome aire —Las cosas se me salieron de control, no se en que momento Jungkook y yo nos convertimos en lo que ahora somos, pero no quiero que nada interfiera en nuestra amistad.
—Desde que te vi entrar el primer día al jardín infantil, yo...— apretó sus ojos y suspiro —soñé con que serías mi novia y miles de veces planeé la forma en la que te pediría que salieras conmigo cuando ya tuviéramos la edad suficiente, pero creo que eso fue estúpido.
—Es muy tonto si me hago la sorprendida, porque de hecho siempre supe que gustabas de mi, pero...
—Pero nunca te hice sentir nada— completó susurrando.
—¡No!— vociferé —Claro que siento cosas por ti, y se que esto te dolerá, pero eres como mi hermano, parte de mi familia y eres el chico que más felicidad le ha dado a mi vida.
Por una vez en la vida debía dejar de lado esa parte fría, seca y odiosa que tenía, porque ahora mismo estaba por perder a uno de mis seres más queridos. Mis piernas se movieron solas y mis brazos se abrazaron a su cuello con fuerza para no dejarlo ir. Él dudó un poco, pero al final correspondió a mi abrazo.
—No voy a dejarte nunca, promesa del osito chocolate— murmuró, escondiendo su rostro en mi cuello.
—¿Todavía te acuerdas de eso?— pregunté con nostalgia.
—Nunca lo olvide— soltó una risa nasal.
El osito chocolate era él mismo. Luego de que mi abuelo murió, caí en una gran depresión, deje de hablar, me aleje de todos y de todo, Hoshi llegó un día a mi habitación disfrazado de un gran oso blanco, con una bolsa llena de chocolates y me prometió que siempre estaría ahí cuando yo estuviera mal, cuando quisiera llorar, cuando sintiera que no había sentido para vivir. Recuerdo lo que dijo "Yo nunca me iré, jamás vas a estar sola, siempre que tú mundo dulce se vuelva oscuro, yo llegaré y le devolveré la luz, promesa del osito chocolate".
—Te...— apreté mis labios y cerré mis ojos fuerte. Por más que quisiera aquella frase de cariño no podía salir de mi boca, hace años no la decía.
—No te preocupes, yo sé que me quieres— soba mi espalda y luego me suelta —No te pongas mal por mi, estaré bien, siempre lo estoy.
—¿Seguimos siendo amigos?— inquirí algo insegura y él sonríe.
—Promesa de...— no lo deje terminar.
—¡Ya!— exclamé riendo —Deja eso.
—Bien, entendido— levanta sus manos al aire.
Nos damos un último abrazo y él se va, me ponía feliz y de alguna forma me daba calma saber que nuestra amistad seguirá por muchos años más. Aunque se que verme con Jungkook no va a ser fácil, pero se que podremos superarlo.
Vuelvo a casa a paso rápido, me había olvidado que dejé solo al orangután y que salí corriendo sin decirle nada. ¿Estará enojado? En algunas películas los chicos populares se enojan con las chicas si los dejan solos por ir tras otros. ¿Será así el orangután?.
A unas casas cercas de la mía, lo noto recostado por la bicicleta con la vista puesta en su teléfono, no se vía mal desde donde yo estaba mirándolo, se veía relajado.
—Hola— mis manos comenzaron a temblar cuando sus ojos me observaron.
—¿Todo bien con Bambi?— frunzo el ceño y él sonríe —Ese chico es muy...— piensa en las palabras correctas —no se cómo describirlo.
—Hoshi es muy lindo y tierno, también algo sensible— noto como hace chocar su lengua contra su mejilla —¿Celoso orangután?.
—¿Te gusta molestarme, no?— se acerca más hasta mi.
—Todavía no me has dicho porque viniste a mi casa y por cierto ¿qué paso con tu auto?.
—Vine a ver a mi novia, ¿no puedo?— se baja a mi altura y besa mis labios —Además, quería invitarte a andar en bici todo el día y volver en la noche.
—¿Estás loco?— cuestioné incrédula.
—A Lili le gustará salir un poco.
—¿Todavía te acuerdas del nombre de mi bicicleta?.
—No me olvidó de ninguna cosa que me has dicho, todo está bien guardado aquí— señala su mente —¿Qué dices?.
—Espérame aquí, tengo que avisarle a mi hermano y tengo que buscar algunas cosas— me iba a ir, pero tomó mi muñeca y me hizo chocar contra su pecho, solo quería besarme.
—Ahora si te puedes ir— me guiña.
—Tonto— le doy un leve empujón y entro a mi casa riendo.
Este orangután está loco.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
Eternitely
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro