Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

.。.:*✧42✧*:.。.

Detestaba el poder que el orangután tenía sobre mi, ahora es él quien tiene el control de mi cuerpo, ahora con solo un toque, con un maldito beso hace que cada miserable molécula de mi ser se encienda como una jodida antorcha, si no es que peor.

Luego de que me cerró la boca con aquel beso, no se detuvo y yo tampoco le puse un alto, ¿por qué?, es simple, mi cuerpo ya no responde a mis ordenes, solo hace lo que desea o lo que Jungkook quiere que haga.

Habíamos llegado hasta el punto de estar los dos completamente desnudos dentro de la ducha de los vestidores, comiéndonos la boca sin importarnos que alguien pudiera entrar y encontrarnos así. ¿Desde cuándo me he convertido en una desvergonzada?.

—Joder, como me gusta esa boca que lo único que sabe hacer es atacarme— dice con la respiración agitada. Sus labios estaban hinchados y rojos, supongo que los míos igual o peor.

—Te odio— confieso viendolo directo a los ojos, aunque él era más alto y tenía que levantar mucho la cabeza.

—Lo se, yo también.

Vuelve a besarme con la misma o incluso más intensidad que antes, ya habíamos perdido una clase y a mi en lo más mínimo no me interesa, tengo buenas calificaciones lo cual me hace despreocupar por todo, pero él no podía relajarse tanto, no después de que a duras penas saco cinco exámenes.

Sus labios bajaron a mi cuello maltratando la piel como si fuera un jodido caníbal, era suficiente para darme cuenta de que las clases era en lo último en lo que su mente pensaba.

—Jungkook— jadeé mordiendo la piel de su hombro. Si él me muerde a mi, pues yo también puedo hacerlo.

El agua caía y a pesar de que estaba fría, no apagaba la calentura de nuestros cuerpos, parecía que a cada minuto el calor se volvía peor. Sus manos venosas bajan a mis glúteos y los aprietan con fuerza provocando que otro jadeo saliera de mis labios.

Yo no me quería quedar atrás así que no pude evitar detener a mis manos inquietas, toqué su pecho y desde ahí fui bajando tocando todos sus abdominales hasta bajar a su erecto pene. Baje suavemente una mano por toda su extensión y eso lo hizo gruñir.

—Ratita, solo haces que duela más— avisa con la voz gruesa que hace mi piel erizarsé.

Ignoro sus palabras y subo mi mano, otro gruñido escapa de su boca. Quería que él sintiera el mismo dolor, la misma desesperación que yo estoy sintiendo, porque en serio lo necesito dentro mío.

Aumento la velocidad de mi mano y lo masturbo hasta hacerlo perder la razón, su cabeza cae hacia atrás, las venas en sus brazos se marcaban como si fueran a salirse, su boca abierta, sus ojos cerrados y sus gemidos fusionados con el agua cayendo eran cosas que hacían palpitar a mi intimidad.

Él toma mi rostro con sus manos y estampa sus labios de forma hambrienta con los míos, disfrutaba de su lengua jugando con la mía, al mismo tiempo que gozaba de sentir su miembro caliente en mi mano. Solo unos segundos bastaron para que el líquido blanco saliera de su pene manchando toda mi mano, cosa que de inmediato el agua de la ducha limpió.

—Mierda, ¿cómo es que sabes masturbar tan bien?— inquirió muy agitado. Sonreí y mordí su labio inferior.

—Yo te dije que tuvieras cuidado con esta rata come libros porque podía sorprenderte— le recordé mientras besaba su pecho.

—Pues ahora voy a partirte en dos— agarra mi trasero y me eleva del suelo para hacerme enredar las piernas a su cintura —La primera vez fui gentil, pero ahora, voy a demostrarte al verdadero Jeon Jungkook.

No esperó más y acabó con la ansiedad de ambos, se clavo dentro mío tan fuerte que choque mi espalda contra la pared de la ducha. Comenzó con las estocadas fuertes y violentas, no mentía cuando dijo que me partiría.

Ahora entiendo porque aquellas chicas gritaban tan fuerte, este chico es una bestia.

Escondí mi rostro en su cuello para evitar gritar como una loca y llamar la atención de alguien que pudiera estar cerca, a esta hora el conserje o los profesores de educación física andan deambulando por ahí, escogen estos lugares para poder fumar tranquilos sin que nadie los vea.

—Vamos ratita, quiero oírte— baja la velocidad pero aún así choca fuerte contra mi cuerpo, llevando a su miembro a lo más profundo de mi.

—Alguien podría oír— apreté mis labios cuando una de sus manos le dió una nalgada a mi trasero —Joder Jungkook.

—Más te vale comenzar a gemir o haré que por las malas lo hagas— me advierte succionando mi clavícula.

—¡Me dejaras marcas idiota¡— protesté bajando el tono de mis voz pero demostrando mi molestia.

—Yo quiero dejar mi marca en ti.

Atrapa mis labios nuevamente y joder, me sentía en el mismísimo cielo. Este chico me hacía experimentar cosas que antes veía con asco, quien diría que yo, Lena Park, la chica que se quejaba de los alumnos que tenían sexo dentro del establecimiento terminaría en los vestidores de la secundaria follando con un popular.

Karma te odio.

—¡Jungkook!— no lo pude soportar más y gemi fuerte, sintiendo todo el placer que me generaban sus movimientos.

—Eso es ratita, grita el nombre de tu dueño.

Quisiera cuestionar eso, ¿pero para que?, me cuesta aceptarlo, pero es verdad, este chico se convirtió en el dueño de todos los sentidos de mi cuerpo.

Pego mi frente con la suya cuando siento que estoy a punto de llegar. No sabía cómo lo hacíamos, pero ambos nos mirábamos fijo a los ojos sin nada de vergüenza, mucho menos timidez. Suelto un último gemido cuando siento el orgasmo liberandome. Jo-der, jamás pensé que algo así sería tan genial.

Él sale de mi y me baja con cuidado, mis piernas se sentían débiles, aquella liberación me dejó bastante mal, ni hablar de cada embestida suya. Me sostengo por la pared para no caer, mientras él comienza a masturbar su pene para liberar su orgasmo.

Una vez que llega al éxtasis se queda recostado también por la pared, mirándome divertido por la forma en la que habíamos quedado los dos. Acabo de hacer más ejercicio aquí, que en todo el año en las clases de educación física.

Cuando recuperamos un poco el aliento, salimos de la ducha para secarnos y vestirnos. Ninguno decía nada, pero creo que tampoco hacía falta, ¿para que las palabras si nuestros cuerpos ya se habían dicho todo?.

—Me encantas— me abraza por detrás y besa mi cuello —¿Qué me has hecho maldita rata?.

—Te seduje, algo que tú creías imposible— respondí con una sonrisa victoriosa —¿Qué era eso que siempre decías?— me hago la pensativa y me doy la vuelta para encararlo —Ah si, repetias una y otra vez que nunca te enamorarías de una rata come libros como yo.

Sonríe de lado y remueve un mechón de mi cabello;—Okey, tu ganaste ratita, me hiciste perder la cabeza como jamás nadie pudo. Pero...— deja las palabras en el aire y se acerca a mi oído para susurrar —yo también te cerré esa boquita tan habladora.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀

Buenas noches pecadoras <3
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
Eternitely

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro