Jeon Jungkook

Para muchos es fácil decir que los sueños se pueden hacer realidad, pero hay algunos que son difíciles y otros imposibles.

En mi caso, es imposible.

Hoy comenzaban las pruebas para el equipo de fútbol más importarte de Los Ángeles, California, estaban probando a los adolescentes para que tengan su lugar asegurado en el equipo y algún día cuando se gradúen de la secundaria puedan ingresar sin problema alguno.

Quiero ir, lo deseo con todo el alma, pero se que mis padres se pondrían furiosos, ellos quieren que mi futuro sea otro, como medico, abogado, contador, administrador de empresas, cualquier cosa menos lo que yo quiero.

Son eso que me impide avanzar.

—¿Orangután?— levanto la vista de mi teléfono y me emocionó al verla ahí parada enfrente mío.

—¿Qué haces aquí ratita?— guardo mi teléfono.

—Eso es lo que yo te pregunto a ti. ¿Qué haces aquí solo?.

Se porque lo dice, me encontraba muy lejos de los demás, no estaba con mi grupo de siempre, mucho menos entrenando como siempre aunque no haya un entrenamiento fijo. Solo estaba aislado.

—¿Qué hay de malo en querer estar solo? A veces es bueno— elevo los hombros quitándole importancia

—Es lógico, los machos orangutanes son muy solitarios— toma asiento a lado mío en la banca que había en el patio trasero —Ahora dime la verdad. ¿Por qué estás aquí solo y no con tus amigos simios?.

—Tienes apodos para todos— meneo la cabeza y ella sonríe.

—En algo debo ocupar mi tiempo— se encogió de hombros —Ahora deja de desviar el tema y dime la verdad.

—Estaba viendo que ya comenzaron las pruebas para el equipo en el que yo quiero estar.

—¿Y irás a las pruebas?.

Sonrió amargado y meneo la cabeza;—Mi sueño es imposible, Lena, lo mejor es que comience a ver las otras opciones que tengo. Pero me tengo que olvidar de ser un jugador de fútbol.

—¿Rendirte?— protesta incrédula —¿Vas a rendirte en serio? Acabas de besarme enfrente de todos, arruinaste tu imagen de chico popular solo por decir que eres mi novio, te importó muy poco decir eso sabiendo que es mentira, si tuviste los pantalones para todo eso, también los tienes para lograr tus sueños.

—Lena...— me interrumpió.

—No, Lena nada. Deseas ser un futbolista importante y no debes abandonar esa idea solo porque tus padres no lo acepten.

Cada palabra que ella me decía era como un impulso, nadie se había preocupado tanto por lo que yo quiero, nadie me ha gritado en la cara que no me rinda. Lena me da fuerzas, algo que muchos a mi alrededor nunca han hecho.

Ella seguía ahí expectante para ver cómo respondía. Me acerque a ella y pase mi manos por debajo de sus rodillas e hice pasar sus piernas por encima de las mías, tenerla cerca me hacía bien, ella me sonríe con ternura y se acurruca en mi pecho. Mi mente no procesaba lo que estaba pasando, son muy escasos los momentos que la ratita se comporta cariñosa o no se pone a la defensiva.

—No hay que renunciar a nuestros sueños, solo hay que quitar esos obstáculos que nos impiden cumplirlos— pronuncia con un tono de voz sereno. Yo la miro sin entender —Eso me decía siempre mi abuelo.

—Que sabio, ahora entiendo porque hablas con tanta sabiduría— la oigo soltar una risita.

—Debes luchar por lo que quieres, Jungkook— quita su cabeza de mi pecho y se reincorpora para verme a los ojos. Una de sus manos se posa en mi mejilla y cierro mis ojos para sentir lo suave de su tacto contra mi piel —Algún día cuando seas anciano o estés apunto de morir, vas a arrepentirte por no haber vivido como querías, por no haber cumplido ese sueño que tanto te emocionaba, que tanto te apasionaba. Quieres decir, lo logré, viví como quise, cumplí mis sueños, o quieres decir que arruinaste toda su tu vida haciendo algo que no te gustaba.

Ella siempre logra hacerme pensar con sus palabras. ¿Por qué tiene que tener la puta boca llena de razón?. Obvio que quiero hacer lo que me gusta, lo que deseo desde que soy pequeño, pero mis padres, ellos son el problema, se enojaran y estoy seguro de que mi padre va a utilizar todo el poder que tiene en los medios para que yo no logré lo que quiero.

Suena inhumano, lo sé.

¿Pero eso que importa? Si no me pienso dar por vencido con Lena, tampoco lo haré con mis sueños, lo lograre y cuando lo haga voy a poner toda mi energía en llegar alto y demostrarles a mis padres que nada fue en vano.

Y aunque no lo logré en estas pruebas, habrán otras más. Prefiero ser pobre haciendo lo que me gusta, que ser rico haciendo algo que jamás me apasionó.

—Si te pido que me acompañes a las pruebas, ¿vendrías?— se mantenía seria y me asustaba un poco, hasta que sonrió ampliamente.

—Yo voy a dónde tú vayas, además, si te rechazan podré burlarme de tu desgracia.

Ella y sus chistes malos.

Tomo su rostro y la lleno de besos mientras ella ríe como una loca, aunque ya está loca.

Lena Park te quiero hacer un altar.

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Eternitely