Y después de un día entero de pura alegría volví a casa. Hoshi había quedado tan feliz porque estuvimos todo el día con él, aunque se enojo cuando recapacitó que yo y Irene no fuimos a la secundaria.

A veces está bien hacer excepciones por personas que si valen la pena.

Entro a casa sobando mi estómago por lo llena que estaba, mamá sale de la cocina limpiando sus manos, el olor a comida me daba náuseas, demasiadas malas combinaciones de cosas para un solo día.

—¿Cómo estuvo el cumpleaños de Hoshi?— pregunta con alegría.

—Como todos los años, genial— sonrió arreglando mis lentes.

—Me alegra tanto y me encanta ver cómo su amistad sigue a pesar de los años.

—Y seguirá, eso tenlo por seguro.

—Ah, casi se me olvida, tienes visita, está en el jardín con Jimin— frunzo el entrecejo. ¿Yo visitas? eso jamás ha pasado.

Dejo a mi mamá para ir al jardín, cuando llego me encuentro con mi hermano hablando muy agusto con el orangután. ¿Qué carajos quiere ese idiota aquí?. Solo falta que haya venido para restregarme que anoche fue y se acostó con media secundaria.

Ambos dejan de reír y notan mi presencia. No puedo creer lo hipócrita que es para tener los huevos de venir a mi casa después de todo lo que ayer me dijo, ¿pero que me puedo esperar de alguien como él? ser un sinvergüenza es parte de su naturaleza.

—¿Te vas a quedar ahí o saludaras a tu visita?— inquirió mi hermano. Camino hasta ellos y me cruzo de brazos mirando a Jungkook.

—Hola...Jungkook— finjo una sonrisa porque no tengo ganas de darle explicaciones a mi hermano —¿Qué te trae por aquí?.

—Vine para hablar contigo, hay algo que tengo que decirte— traga duro cuando ve mi cara de querer asesinarlo.

—Vamos a mi habitación.

Me doy media vuelta y entro a la casa, subo las escaleras mientras oigo como me sigue. Todavía tengo muchas cosas atascadas en la garganta que deseo con todas mis fuerzas escupirlas en su cara.

—¿Qué demonios haces aquí?— cuestiono enojada cuando entramos a mi cuarto. Me cruzo de brazos esperando su estúpida respuesta.

—Lo que pasó anoche...

—Lo que pasó anoche es mejor que lo olvides, así como también olvida que yo existo.

—Lena, lo que dije anoche fue un error, me deje llevar por mis impulsos.

—Si claro— sonrio con ironía —Ya estamos grandes para estar inventando excusas tontas Jungkook, ten los pantalones de anoche para mirarme a los ojos y decirme las cosas como son.

—Te las estoy diciendo— alza un poco el tono de voz —Estoy arrepentido, en serio quería celebrar contigo el hecho de que aprobé todos los exámenes. Quería que esa noche fuera especial y para mí lo fue hasta el momento en que comenzamos a cantar y bailar.

—Una mentira tras otra, eso es lo único que oigo salir de tus labios.

Suspira y pasa una mano por su cabello desordenandolo un poco, lo estaba frustrando pero se controlaba;—Lena, por una vez en tu vida cree en mi.

—¿Cómo lo hago? Te conozco Jungkook, se cada uno de tus trucos para convencer a todos. Pero la diferencia con los demás es que yo se muy bien en quien confiar y de quién mantenerme alejada.

—¿Entonces por qué no te alejaste de mi antes de que esto comenzará?— lo miro sin entender —Esto Lena, esto que nos pasa cada vez que nos vemos, que estamos cerca, lo que nos pasaba anoche. ¿Quieres que te recuerde quien comenzó con este juego de provocación? Tuviste muchas oportunidades de alejarme, pero nunca lo hiciste. ¿Por qué?.

Mojo mis labios, sentía mi garganta resecarse. No tenía respuesta para eso, por primera vez en mi vida no sabía cómo responder a una pregunta y no puedo creer que sea una de este tonto. A paso lento comienza a acercarse, un paso suyo hacia adelante, eran dos míos hacia atrás. Mi cuerpo choca contra un mueble y me maldigo mentalmente por lo tonta que soy, ahora le he dejado el camino libre para acorralarme.

Siento su perfume entrando en mis fosas nasales, era delicioso. Su cuerpo estaba pegado al mío y nuestros labios a centímetros de tocarse.

Mierda, mierda, mierda.

—Te he dado bastante tiempo para que respondas— toma mi cara con sus manos y me obliga a mirarlo.

Vamos Lena, no dejes que te doblegue.

—No tengo porque responderte— refuté con seguridad.

—Tienes, si— hace un intento para besarme pero corro a tiempo mi rostro —Quiero besarte.

—Ya no puedes ni jamás podrás.

—Dame una oportunidad, solo una— meneo la cabeza —Ratita, solo una.

—Yo no le doy segundas oportunidades a orangutanes.

—¿Y cuántos tienes?— ríe —Que yo sepa soy al único al que llamas así.

—Tú que sabes, no me conoces— tomo fuerzas para darle la cara —Puedo tener una manada de orangutanes.

—No me provoques, ratita— moja sus labios y fija sus ojos en los míos —Perdóname por la estupidez que hice anoche, arruine algo que pudo ser inolvidable.

—Ya te dije que...— mis palabras se quedan en el aire cuando sus labios callan los míos. ¿Por qué soy débil?. Con mis manos en su pecho logro alejarlo —No te atrevas a hacer eso de nuevo.

—No me puedo contener— articula agitado —Solo una oportunidad, eso es lo único que pido.

Pienso muy bien en lo que voy a responder. Mi mente y mi corazón ahora mismo están en un debate que siento va durar toda la vida. ¿Mi corazón? ¿Qué mierda hace ese metiéndose en esto?, no, no, no, no puedo dejar que el corazón interfiera en esto, si le doy paso voy a convertirme en eso que detesto, no quiero sentir, no quiero ser como esas chicas que luego de una decepción amorosa se vuelven lloronas, que le pierden el sentido a la vida, que piensan que su vida depende esa persona.

Pero por otra parte mi mente siempre gana y tiene una idea con la cual mi corazón está de acuerdo. Puto, eres solo un órgano, no deberías meterte en algo que no te incumbe. No me gusta la idea de experimentar con animales, pero creo que con este orangután se puede hacer una excepción, quiero ver hasta donde es capaz de llegar Jungkook por mi.

—¿Qué estás dispuesto a hacer para conseguir mi perdón?— arqueo una ceja. Podía notar la desesperación en su rostro.

—Lo que sea.

Eso era lo que quería oír.

—Tú dijiste que teníamos algo, no tiene título pero algo hay. Entonces quiero ver si por primera vez en tu vida le puedes ser fiel a alguien— se queda en silencio captando mis palabras —Si me quieres a mi, entonces solo tengo que ser yo, nadie más.

—No entiendo— rasca su nuca.

—¿Estás dispuesto a dejar de acostarte con otras solo por mi perdón?.

Me rezo a mi misma, dios, soy genial.

Sigue en silencio, debía saber bien como responder, un solo paso en falso y se debía despedir de mi.

—Estoy dispuesto— asiente con seguridad y trato de esconder mi gran sonrisa de satisfacción.

Ay Lena, eres impresionante.

Gracias, gracias, muchas gracias.

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Nuevamente punto para Lena jsjsjs

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Eternitely