Las clases ya habían terminado, había sido un día como todos, en mi vida jamás ha pasado nada interesante, siempre es la misma rutina y la verdad no me molesta, ya me he acostumbrado a vivir así.

—¿Irás a la fiesta de Jungwoo está noche?— pregunta Irene, mientras caminábamos a la salida de la secundaria.

—¿Fiesta de que?.

—¿En qué mundo vives, Lena?— cuestiona con burla —El fin de semana pasado el equipo de fútbol jugó un campeonato importante, el cual ganaron y quieren celebrarlo hoy.

—Y es por eso que yo no sabía nada, tú sabes que a mí me da exactamente igual lo que pase con el equipo de fútbol.

—Bueno, no importa eso. Quiero saber si vendrás conmigo.

—¿Tú irás?— pregunto, llena de sorpresa. Irene y yo no somos de ir a fiestas, menos si son de los populares.

—¿Que hay de malo?.

—Que tú y yo jamás fuimos a ninguna—respondo con obviedad.

Ella se encoge de hombros y se para enfrente mío deteniendo mis pasos;—Siempre hay una primera vez para todo.

—Me asusta que utilices ese término.

—Por dios, Lena, no podemos seguir siendo las tontas aburridas de la secundaria.

—¿Desde cuándo te importa tanto eso? Que yo recuerde a ti jamás te han gustado esas fiestas, de hecho siempre estás de acuerdo cuando digo que lo único divertido que hay en ellas es ver a un montón de simios bebiendo como si no hubiera un mañana.

—Eso era antes— argumenta —Ahora quiero un cambio, a ti también te vendría bien uno.

—Dime la verdad, ¿esto es por Min?— me cruzo de brazos esperando su respuesta. Yo sé que es por él, pero quiero ver qué inventa.

—¿Y si es por él cuál sería el problema? No está mal querer gustarle a alguien.

—Claro que no está mal, pero no hay necesidad de cambiar toda tu apariencia para eso.

—Tú no lo entiendes, a ti no te gusta nadie, pero cuando encuentres a alguien, veraz a lo que me refiero.

—Pues ojalá nunca me pase, y si me llegase a gustar alguien, no cambiaría mi escencia para que se fije en mi.

—Lo repito de nuevo, tú no lo entiendes.

Me miró con decepción, se dió la vuelta y comenzó a alejarse de mi, quise detenerla, pedirle perdón, aunque no le dije nada malo, pero ya era demasiado tarde, su madre había llegado por ella.

No me gusta pelear con mi mejor amiga y menos por un chico, ella y yo jamás habíamos pasado por esto, pero creo que el repentino enamoramiento por Min Yoongi le está afectando las neuronas. Solo espero que no deje de ser inteligente solo por él, porque ahí si soy capaz de lanzarle un ladrillo por la cabeza para que recapacite.

Comencé a caminar hacia mi casa, no me gustaba irme sola sin Irene, desde pequeñas nos hemos ido juntas a casa y siempre se quedaba a comer en la mía, luego papá la llevaba a la suya. Papá, me había olvidado decirle a ella que hoy llegaría él de su viaje, Irene es como de mi familia y mis padres la han adoptado como su hija.

Puto amor.

¿Por qué lo tienes que destruir todo?.

Al llegar a casa sentí el delicioso aroma del estofado que a mi madre le sale delicioso, no hay nadie mejor que ella para cocinar. Deje mi mochila sobre el sofá del living y fui a la cocina en donde ella estaba con su delantal favorito que fue un regalo de mi hermano mayor para su cumpleaños.

—Hola mami— me acerque a ella y le di un beso en la mejilla —Huele delicioso.

—Pues tendrás que esperar hasta que tú hermano traiga a tu padre— forme un puchero, tenía mucha hambre —¿Dónde está Irene? ¿No le dijiste que tu padre llegaría hoy?.

Baje la mirada algo desanimada. Cosa que mi madre noto;—¿Ocurre algo?.

—Irene y yo discutimos, bueno, no fue una discusión como tal, pero a ella no le gusto algo que dije.

—Bueno, está es la primera vez que discuten, esas cosas son normales tanto en las relaciones amorosas, como en las de amistad.

—Lo se, pero es que Irene está muy rara, mamá.

—¿Rara como?— frunce el entrecejo y se sienta a mi lado.

—Es que está enamorada de un chico que es parte del equipo de fútbol, ya sabes, el típico niñito popular insoportable.

—¿Y que hay de malo en eso?.

—Que ella está cambiando toda su apariencia por él, y en el cambio también quiere hacerme cambiar a mi. Con decirte que me invitó para ir a una fiesta está noche.

Mamá comienza a reír y yo la miro confundida;—¿Por qué te ríes? No es nada gracioso lo que te estoy contando.

—Mi amor, no me rio de tu pelea con Irene, me rio porque no le veo nada de malo a salir y divertirse un poco.

—Pero es fiesta de los populares, mi mundo y el de ellos no encajan muy bien— respondí con desagrado.

—Bien, no digo nada entonces. Pero— acaricia mi cabello —entiende que Irene se enamoró por primera vez. El primer amor siempre lo revoluciona todo, solo tienes que tenerle paciencia.

—Y se la tengo, pero es que tengo miedo de que cambié tanto que se terminé olvidando de mi— cruce mis brazos encima de la mesa. No me gusta estar deprimida.

—Nena, Irene y tú son amigas desde hace años, su amistad no se va a acabar por un chico.

Ella se levanta y sigue cocinando, mientras yo me quedo pensando en cómo arreglaré las cosas con Irene, todo sería más fácil si se hubiera enamorado de alguien no tan complicado. Tiene a tantos chicos detrás suyo que justo se tuvo que ir a fijar en el más imposible de todos.

Un popular.

¿Cómo se le ocurre? Esos chicos jamás voltearian a vernos, son tan tontos que nuestra inteligencia los ahuyenta muy fácil. A ellos les gustan las chicas con más tetas que cerebro y neuronas, nosotras solo somos insectos a los cuales pisan sin darse cuenta, ¿por qué?, porque en su mundo patético somos irrelevantes.

Dios de los inteligentes, si me escuchas, dale una buena descarga eléctrica a mi mejor amiga para que se le activé de nuevo la actividad mental o tan siquiera reiniciale el Windows.

Ahí te lo encargo.

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—Ilyxjk
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