Sentía un olor a perfume de hombre muy fuerte, unos brazos me rodeaban y un cuerpo estaba apretandose contra el mío; abro los ojos lentamente, no estaba en mi habitación. Poco a poco fui recordando que no estaba en mi casa, me había caído rendida en la cama del orangután.

Aún recuerdo cómo acariciaba mi mejilla y me veía dormir.

Descansa ratita.

Sus palabras suenan en mi mente y sonrió por su expresión cuando le respondí, después de todo el orangután puede ser lindo cuando se esfuerza. Trato de dar vuelta mi cuerpo pero algo me lo impedía, Jungkook me tenía rodeada con su brazo, no me soltaba por nada, era como si no quisiera que me fuera.

¿Que pasa orangután? ¿Estás cayendo?.

—Jungkook— moví su brazo, no recibí respuesta —Orangután, me tengo que ir.

—Mhg— gruñe. Rio bajito cuando me aprieta aún más a su cuerpo.

Espero unos minutos para ver si se despertaba, pero tenía el sueño más pesado que yo; comienza a moverse y siento algo duro contra mi trasero, esto era lo único que hacía falta, una erección mañanera.

—Jungkook despierta— elevo más la voz y lo muevo.

—Deja dormir— se queja adormilado.

—Pues tú suéltame— me muevo más y logro que me suelte.

Una vez libre tomo mi teléfono que se encontraba en la mesita de noche a lado mío, todavía era temprano y tenía un mensaje de Jimin, cuando entre en el chat ví que Jungkook le avisó que me quedaría en su casa, mi hermano solo respondió que me cuidara y que ni se le ocurra tocarme un solo pelo.

Ja, mejor evito contarle que me restregó su erección.

Me doy la vuelta para ver si se despertó, tenía los ojos abiertos, pero estaba en un trance de esos que te agarran cuando te despiertas y te replanteas hasta tu existencia.

—¿Qué hora es?— pregunta con la voz un poco gruesa.

—Es temprano.

—Quien diría que dormiste en mi cama— sonríe y ladea su cabeza para mirarme.

—Gracias al de arriba solo dormí y no fui una más de tu lista.

—¿Sabes cuántas chicas morirían por estar en tu lugar?— arquea una ceja.

—Uy si, soy muy afortunada porque dormí con el rey de los folladores profesionales— digo en tono sarcástico.

—Hasta cuando te despiertas eres insoportable— se sienta en la cama desordenando un poco su cabello.

—Me tengo que ir a mi casa— me levanto saliendo de la cama.

—Le avisé a tu hermano que te quedarías aquí.

—Ya lo sé, acabo de ver el mensaje. Por cierto, ¿quien te dió permiso de tocar mi celular?.

—Pues si no lo hacía tu familia se iba a preocupar.

—¿Y te importa?— sonrio y él niega.

—Nunca se puede tener un bonito gesto contigo porque todo lo tomas para mal.

—Gestos que vengan de parte tuya— le corrijo —Jamás me hubiera esperado que a Jeon Jungkook le importará si mis padres se preocupan o no por mi. ¿Estás cayendo orangután?.

—Sueñas— ríe —Mejor vete a bañar y deja de decir tonterías.

—Tú también debes bañarte, no llegaremos a tiempo a la secundaria y tú debes llegar puntual si no quieres un buen sermón del director.

—Pero no me puedo meter contigo.

—¿Por qué no?— me cruzo de brazos y él abre sus ojos con sorpresa —No es como si fuéramos a hacer otra cosa que bañarnos.

—¿Es una broma, verdad?— niego —No me creo que me estás ofreciendo bañarnos juntos, estaremos desnudos y no se si puedas resistirte a mi.

—Ni que tuvieras algo que no haya visto— arquea una ceja —Por dios, Jungkook, te he visto mil veces follando con chicas en los baños, en el cuarto del conserje, en la salones y ya he visto todo de ti, nada me sorprende, tampoco es que seas la gran cosa.

Eso le dolió en lo más profundo, a Jungkook nunca ninguna mujer se le ha resistido, está acostumbrado a matar a todas con una sola mirada y según en la secundaria, si consigues verlo desnudo te debes considerar privilegiada, porque lo que se ve una vez, no lo vuelves a ver dos veces.

Yo lo ví como quinientas veces.

No espero a que se levanté y me meto primera al baño, todo estaba muy bien organizado, lo cual me sorprende porque por lo general los hombres son un asco en el baño. Me quito la ropa y enciendo la ducha, afortunadamente el agua estaba tibia, perfecta.

Oigo la puerta cerrarse y sonrio imaginando el rostro lleno de baba de Jungkook, nunca se imaginaria que debajo de tanta ropa grande hubiera un cuerpo voluminoso, ¿que les puedo decir?, tengo todo muy natural y sin cirugías. Él se debería sentir privilegiado por ser el primero en verme como dios me mandó al mundo.

Ya se habrán dado cuenta que me gusta jugar con fuego, se que voy a lograr que Jungkook caiga a mis pies, le voy a demostrar que una nerd también puede conquistar a quien sea sin la necesidad de verse estéticamente como las demás.

Su cuerpo entra a la ducha pero no me giro a verlo, sigo pasando el jabón por mi cuerpo como si él no existiera, ni yo misma se de donde saco coraje para hacer estas cosas. Estoy loca.

—Lena— murmura y luego aclara su garganta.

—Dime— le respondo con total tranquilidad.

—Esto es jugar sucio.

—Ya deberías entender que la vida no es justa, Jungkook— aprieto mis labios para evitar reírme, no lo veo pero me imagino su rostro.

Siento su mirada caliente recorriendo cada parte de mi cuerpo, y eso que solo lo está viendo por detrás.

—Esto no es una buena idea.

—¿Aterrado Jungkook? Que raro, siempre he oido que Jeon Jungkook no le tiene miedo a las mujeres.

—Deja de tentarme, Lena, esto no va a terminar bien si sigues así.

—¿Temes enamorarte?— todo se queda en silencio y con eso me conformo. Me siento más que satisfecha de ver qué estoy logrando mi propósito —¿No te bañaras? Estás perdiendo tiempo.

—Esta posición no es muy cómoda que digamos— dice nervioso.

Dejo que el agua se lleve todo el jabón y entonces me doy la vuelta, Jungkook se queda con la boca abierta cuando ve mis senos grandes—no son como los de Kim Kardashian, pero tienen lo suyo—algo líquido cae de su boca y no es agua específicamente. Aprovecho que él está con la vista fija en mi cuerpo, para ver su miembro, estaba duro y más erecto que antes.

—¿Ahora sí puedes bañarte?— lame sus labios sin responder. Estaba atontado viéndome.

—Lena, por dios....— susurra y quiero morirme de la risa —Joder, duele— se queja en voz baja queriendo tomar su miembro con sus manos, pero sabe contenerse.

—¿Que pasa orangután? ¿Nunca habías visto a una mujer desnuda?— cuestionó con burla.

—Mierda Lena, ya no aguanto— su voz se vuelve ronca.

—¿Que quieres Jungkook?— me acerco un poco hasta el. Toco su pecho con mis manos y su piel se eriza.

—No es lo que quiero....es lo que deseo y necesito— confiesa excitado.

Levanto la mirada para verlo directo a los ojos, sus pupilas estaban dilatas, tenía la lujuria palpada en sus ojos; no se resiste a tenerme cerca, toma mi cintura con sus manos y me aprieta a su cuerpo para luego estamparme contra la pared y devorar mis labios con toda el hambre del mundo.

Lo conseguí, lo tengo como quería.

Mi mano derecha apretaba su nuca, mientras que mi mano izquierda estaba en su cabeza, mis dedos se escurrían por su sedoso cabello y jalaban de él. Su cuerpo estaba hirviendo, era justo como lo quería; introduce su lengua a mi cavidad bucal, me cuesta seguirle el ritmo porque es rápido, ágil y sobre todo porque es la primera vez que doy un beso de esta manera.

Que irónico, estoy dejando que el primero sea quien más detesto en este universo.

Su miembro roza con mi vientre y el agua moja nuestros cuerpos, pero ni con eso el fuego cesaba, ¿para que negarlo?, deseaba al orangután, pero no quería que mi primera vez fuera con el rey de los estúpidos que se follan a las mujeres una vez y luego hacen como si nunca hubiera pasado nada, no quiero ser una más en la lista de Jeon Jungkook.

Muerdo su labio inferior y nuestras bocas se separan, nuestras respiraciones chocaban, la tensión se sentía en cada rincón del enorme baño, pero yo si poseia autocontrol, yo sabía cuándo era momento de detenerme.

—Ya caiste— él sonríe y niega.

—Tú también.

—Te equivocas orangután, te falta mucho para lograr que yo sienta algo por ti.

—¿Ah sí? ¿Entonces por qué estás provocándome, por qué estás haciendo esto?.

—¿No me puedo divertir?— cuestionó. Él me suelta y se aleja, me miraba ofendido y eso me daba risa —¿Que se siente ser utilizado Jungkook? ¿Que se siente ser tú el que desea a alguien y no puede tener lo que quiere?.

—¿Quien dijo que no te tendré? Si a mí se me da la gana te pongo en cuatro ahora mismo y te hago gritar mi nombre hasta que tú garganta se desgarre— dice con seguridad y me hace reír.

—Sueña orangután, solo en tus sueños podrás cumplir esa fantasía.

Tomo una toalla y la enredó por mi cuerpo, salgo de la ducha dejándolo con la palabra en la boca y miles de insultos.

El estafador resultó estafado.

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—Ilyxjk
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