Jeon Jungkook

Estúpido día.

El director nos había mandado a llamar a mí y MinJoon porque se enteró de la pelea que tuvimos en el gimnasio, él solo se puede ganar un buen sermón y una suspención quizás, pero yo, a mí me van a enterrar vivo porque tengo exámenes que sacar y que digamos mí conducta no es muy buena.

En resumen: estoy muerto.

—No creo que haga falta que les diga porque están aquí— dice el director mientras tiene apoyado ambos codos sobre los brazos de su silla —Antes de que comiencen a decir que la culpa fue del otro, déjenme decirles que lo de hoy es algo intolerable. ¿Cómo se les ocurre pelearse de esa forma?, somos humanos, no animales salvajes.

—Señor director...

—No, MinJoon, hablarán cuando yo terminé— mí contrincante baja la cabeza como un cachorro asustado, mientras que yo me mantengo firme apesar de saber que lo peor me tocará a mí —En está institución tan prestigiosa no vamos a permitir este tipo de conductas. Tú MinJoon no jugaras los próximos partidos del equipo, estarás en la banca— MinJoon quiso protestar pero optó por quedarse callado, sabía que si hablaba solo empeoraría las cosas. El director acaricia su barba y me observa ahora mí.

Aquí vamos...

—De ti Jungkook no me sorprende nada, desde los cinco años que estás aquí lo único que has sabido hacer es meterte en problemas y al parecer no te explicaron que no puedes tener mala conducta si estás con exámenes recuperatorios.

—En mí defensa, él fue quien empezó todo. Comenzó a decirme que me sacaría la capitanía del equipo y luego empezó a insultarme a mí y mis amigos, yo solo me defendí— argumente.

—¿Y crees que esa era la forma correcta para actuar?— arquea una ceja. Cierra los ojos y suspira —Ya no se que hacer contigo, Jungkook. Te lo dije la última vez que estuviste sentado en esa silla donde estás ahora, una más Jungkook y te saco del equipo de fútbol para siempre.

—No, señor director eso es injusto— protesto golpeando su escritorio —Debe haber otra salida.

Él suspira y piensa en otra posibilidad, solo espero que no sea algo imposible de hacer y que no me hunda más.

—¿Ya conseguiste un tutor?— asiento —¿Quien es?.

—Lena Park.

Sonríe de una forma que me da miedo, levanta su teléfono y le pide a alguien que traiga a Lena a su oficina. ¿Ahora que idea loca se le ha ocurrido?, si la ratita viene nada bueno va salir de esto.

Los minutos pasan y el silencio reina dentro de la oficina, MinJoon me mira mal de vez en cuando y el director le dice que si lo hace de nuevo su castigo será peor. La puerta se abre, los tres hombres miramos hacia ella, la ratita entra como siempre, con sus ganas de sentirse superior.

—¿Para que me necesita señor director?.

—Jungkook me dijo que tú eras su tutora. ¿Es cierto eso?— ella asiente. La mirada del director baja a su mano vendada y junta el entrecejo —¿Que te paso en la mano?.

—Me caí y termine doblandome la muñeca, nada importante— responde con total naturalidad como si fuese cierto esa historia.

¿Por qué no dijo la verdad? Si la hubiera dicho ahora MinJoon estaría recibiendo un peor castigo, pero no, a la ratita le encanta hacerme la vida imposible.

—Pero aún así señor director, no entiendo que hago yo aquí.

—Bueno, como ya te habrás enterado estos dos tuvieron una pelea. A MinJoon ya le di su castigo y a Jungkook le dije que está fuera del equipo de fútbol, pero ahora que me he enterado de que tú eres su tutora se me ha ocurrido otra idea

—¿Y que tengo que ver yo en esa nueva idea?— pregunta confusa.

—Todos sabemos que eres la mejor alumna de toda la institución, jamás te has metido en problemas y sobre todo tienes un carácter fuerte— ni Lena, ni yo entendíamos el punto de todo esto —Jungkook de ahora en adelante dependerá de ti, tú te tendrás que encargar de que su conducta mejoré y solo volverá al equipo de fútbol cuando haya pasado todos sus exámenes recuperatorios.

—Señor director, lo que me pide es como si me dijera que le enseñara a hablar a un chimpancé, este chico apenas y sabe deletrear su nombre— MinJoon aprieta sus labios para no reír y el director hace lo mismo.

Ahora resulta que todos coinciden con la rata.

—Yo por lo menos tengo amigos y una vida, no como otras que solo viven con las narices metidas dentro de un libro— me cruzo de brazos mirando hacia el frente.

—Claro, le llamas vida a correr detrás de una pelotita, ir cada fin de semana a fiestas, follarte a todo lo que se mueve o respira y estar rodeado de personas que tú crees son tus amigos, pero en realidad solo están contigo porque tu apellido es importante y supuestamente eres "popular"— hace comillas.

Me doy la vuelta para verla;—¿Tanto te duele eso?— sonrió y ella aprieta su mano sana volviéndola un puño.

—Bueno ya, basta de peleas, de ahora en adelante tendrán que llevarse bien— dice el director —Lena, si lo que pasó hoy se vuelve a repetir, tú también lo pagarás, cada error que Jungkook cometa también te va a perjudicar a ti. Ahora váyanse.

Lena es la primera en salir, parecía sacar humo por las orejas. Yo caminaba detrás de ella, preparándome para cuando se diera la vuelta y me atacará como siempre. Gruñe tomándome por sorpresa y como un animal embravecido se da la vuelta para mirarme, aquí vienen todos los insultos.

—Si antes te odiaba, ahora te detesto mucho más— suelta furiosa —Ahora resulta que tengo que ser como una niñera y cuidar de que no hagas otra estupidez como la de hoy, además de eso, tengo que prepararte para los recuperatorios. ¿Acaso eres como una maldición o que?.

—Yo ni siquiera quiero estar cerca de ti, pero es lo que nos tocó y nos tenemos que aguantar— me encojo de hombros —Yo solo quiero volver a jugar fútbol.

—Claro, porque es lo único que te importa. ¿Acaso no oíste lo que dijo el director? Si cometes un solo error yo también lo voy a pagar, ahora resulta que voy a mancharme por las estupideces de un tarado como tú— ríe con amargura.

—Cálmate que te va a dar un infarto por tanto coraje.

—¡No me quiero calmar!— estalló. Caminaba de un lado al otro inhalando y exhalando —Hay que hacer que esto funcione, pero para eso debemos poner de los dos. Tú quieres volver a la cancha y yo no quiero perder mí prestigio por tu culpa.

—Estoy de acuerdo y por eso te propongo que hagamos una tregua, por lo menos hasta que todo esto acabé. ¿Que dices? ¿Tregua?— le extiendo mí mano, ella duda pero termina por tomarla.

—Tregua— suspira y me suelta —Ahora vamos a clases y por favor, Jungkook, comportarte, trata de no perder la cordura.

—Te doy mí palabra de que no haré nada que pueda perjudicarnos a ambos— levanto una mano —Esta tarde tienes que ir de nuevo a mí casa, mañana tengo que dar los dos primeros recuperatorios.

—Está bien.

Seguimos con nuestro camino. Yo y la ratita tregua, sin peleas, ni insultos, o eso espero porque con la ratita nunca se sabe. Solo espero que todo esto valga la pena y que más pronto de lo que me imagino ya esté de nuevo en la cancha.

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—Ilyxjk
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