
47
L E N A
Mi estómago rugía, tenía hambre, mis párpados pesaban, tenía sueño a pesar de haber dormido desde que me trajeron a este lugar. Nadie había venido, estaba sola en una habitación de madera, a unos centímetros míos había una cama pequeña y nada más que eso.
Oía ruidos desde afuera, pájaros e insectos, por lo silencioso que era todo suponía que estaba en algún tipo de bosque. Tenía las manos atadas detrás de mi espalda, también me ataron los pies, he dormido en el suelo desde que llegué, me duele toda la espalda, me siento incómoda.
La puerta se abrió de repente, esta era la primera vez que alguien entraba, mis ojos se abrían y cerraban, me sentía débil, pero aún así pude focalizar un cuerpo enorme acercándose hacia mí y luego, agua helada bañándome por completo.
Empecé a tiritar, hacía frío.
Temblaba, pero aún así no pensaba suplicar. El hombre que arrojó el agua se alejó y me dejó ver a las dos personas más repugnantes y frívolas que habitaban la tierra, uno más venenoso que el otro.
—Espero que estés agusto— pronunció la devoradora de ancianos —Porque si algo no te gusta debes decirlo para que así nosotros hagamos más agradable tu estadía aquí.
—Acércate...— formulé temblando —suéltame las manos y déjame romperte todos los huesos. Así me sentiría más agusto.
—Es bueno saber que todavía tienes buen humor— mencionó Alex —No sabes cuanto nos vamos a divertir.
—Disfruten esto mientras dure, en menos de lo que se imaginen lograré salir de aquí— sentencié. Carcajadas burlonas fueron sus respuestas.
—Nunca saldrás de aquí y si lo haces, será con un tiro enmedio de los ojos— amenazó Alex, encendiendo un cigarrillo.
—Este plan fue creado por ustedes dos, unos seres pocos pensantes que apenas pueden idear algo, estoy segura de que lograré salir— sonreí.
Ambos se miraron, pude ver en los ojos de Bella algo de miedo, aunque para ser sincera ni yo misma sé cómo haré para salir de aquí sin recibir un tiro en la cabeza, pero debo mantenerme segura y no mostrar debilidad ante ellos.
Alex expulsó humo por su boca, se acercó hasta donde yo estaba y se inclinó a mi altura, aún le quedaba algo de humo en la boca, el cual expulsó en mi cara. Odiaba el olor a cigarrillo o cualquiera de esas cosas.
—Vamos a divertirnos un poco.
Dicho eso, aplastó el cigarrillo encendido contra mi pierna, la tela de mi pantalón no fue un impedimento para que mi piel sintiera el fuego. Bella sonreía satisfecha y Alex esperaba con una sonrisa hambrienta que yo gritara o suplicara por piedad, pero le sostuve la mirada fijamente. No mostré ni un mínimo sentimiento de dolor, aunque por dentro estaba gritando y sufriendo mucho.
Sus sonrisas fueron desapareciendo poco a poco, Alex tensó todos sus músculos, lanzó el cigarrillo y su próximo movimiento fue dar un puñetazo directo a mi nariz, no tarde mucho en sentir la sangre escurriendo por mi boca.
No supliques, no llores.
Había caído al suelo, del cual me levantó nuevamente jalando mi cabello, lo enredó en su mano y con la otra me apretó fuertemente la garganta.
—Por tu culpa mi carrera se fue a la mierda— hizo más presión —Por tu maldita culpa Jungkook renunció a todo, acabó con todo lo que yo conseguí— enfatizó —Vas a pagar caro el no haberte hecho a un lado.
Me soltó con brusquedad, comencé a toser y a respirar frenéticamente, debía prepararme mentalmente porque esto era poco para todo lo que sus mentes podridas tenían preparado para mí. Saldría muerta o viva, pero saldría de aquí.
—Aunque no creas, Lena— Bella se acercó a mí cuando el otro se alejó —No me gusta verte de esta forma. Eres una chica inteligente, bonita, con mucha seguridad en si misma— tocó mi rostro y yo lo quité rápidamente —Pero tu único defecto es no saber como cerrar esa boca tuya, yo te dije que eso te costaría caro y más aún intentar controlarme con el vídeo— sonrió de lado —No te preocupes, yo cuídare de Jungkook cuando tú ya no estés, voy a hacer que no sufra y que se olvide de que alguna vez te conoció.
¿Por qué no me sorprendía? Era obvio que Bella hacía esto porque quería al orangután solo para ella y todas las humillaciones que le he hecho, más el vídeo, solo quedaban en un segundo plano.
Reí, me burle en su cara logrando abrirle la jaula a la fiera que llevaba dentro, si me iba a morir, me iría feliz de haberle jodido los ovarios a alguien y era una satisfacción saber que sería Bella Foster.
—Es increíble que hayas armado todo este secuestro barato solo para quitarme de tu camino y así no tener ningún obstáculo que te impida llegar a Jungkook— mi sonrisa se agrando aún más al ver como apretaba los puños —Pero aunque me mates, nunca lograrás ser solo cosa de un momento para Jeon, jamás lograrás que te devore con la mirada como lo hace cuando me ve, nunca podrás lograr que te bese como me besa a mí, que observe tu cuerpo pensando en que es la obra de arte más extravagante que sus ojos han visto— me acerqué hasta su rostro —Nunca lograrás ser yo.
Y con aquellas palabras me gané varias bofetadas, sus uñas de gata se clavaron en mi rostro, enterrándose en lo más profundo de mi piel, dejando heridas que pronto comenzaron a sangrar.
—Denme algo para curarla— su deseo de hacerme sufrir se le notaba en la mirada.
Alex le había alcanzado un botiquín, la demente sacó algodón y lo mojó con alcohol para luego acercarlos a mis heridas, mi cuerpo ardió como los mil infiernos, quería gritar, desgarrar mi garganta, pero reprimí las ganas. Ella se sentía extasiada al ver como mis mejillas se volvían rojas, como me aguantaba el dolor.
—Esto es solo el comienzo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro