
27
L E N A
El doctor llevaba media hora dentro de la habitación revisando al orangután, desde que entró no ha salido para decirnos en que estado se encuentra y eso solo hace que me ponga más nerviosa.
Me encontraba esperando en la sala con una Sunye muy preocupada y con la sorpresiva aparición de Alex, quien en vez de preocuparse por Jungkook comenzó a llamar a todos los medios de comunicación solo para avisarles del estado del orangután, aún sabiendo que él está de vacaciones y lo que menos necesita ahora es tener a esas personas con cámaras y micrófonos en la puerta de su casa.
Hace mucho que me di cuenta de que a Alex no le importa Jungkook, pero si le importa mantenerlo en buen estado porque sin él no puede tener ni un solo centavo.
—Señoritas— el doctor nos llama a mí y a Sunye, ambas nos paramos rápido pero Alex fue mucho más ágil que nosotras para entrar primero en la habitación.
El doctor se encontraba en la punta de la cama guardando todas sus cosas en el pequeño maletín que trajo, mientras que Jungkook seguía igual de pálido en la cama con su espalda recostada contra el respaldo ¿El doctor no hizo nada? El orangután se veía igual o peor que cuando él llegó.
—¿Qué tiene?— averiguó Alex. Estaba tan ansioso que en unos segundos comenzará a comerse las uñas.
El doctor suspira y se arregla los anteojos.
—Jungkook está comenzando con los síntomas comunes de gripe, además de que la debilidad que posee su cuerpo hace que sus anticuerpos no funcionen bien— explicó —Ahora lo que no entiendo es porqué Jungkook está tan mal alimentado.
Mi mirada y la de Sunye se desviaron hacia Alex pues él es quien se encarga de que Jungkook lleve una buena alimentación para que tenga más energías para jugar.
—Él se alimenta bien —refutó algo nervioso. De aquí hasta el otro lado del mundo eso olía a mentira.
Sunye y yo no éramos las únicas a las que las palabras del manager de Jungkook nos olían a farsa, el doctor también lo miraba con desconfianza, por lo tanto optó por preguntarle a Jungkook.
—Necesito que me digas si llevas algún tipo de dieta.
El orangután estaba sudando por la fiebre que tenía, pero eso no le impidió responder débilmente.
—Si, Alex me la preparó.
—¿Y acaso el señor Alex es nutricionista?— se cruzó de brazos, muy disgustado.
Alexander se puso más nervioso de lo normal, sabía que estaba acorralado. No puedo creer como puede ser tan caradura de mostrar preocupación por la salud de Jungkook cuando es por culpa suya que está ahora en cama, con fiebre y con un pie en el más allá.
—No es mi culpa, todos los deportistas que represento llevan la misma dieta que Jungkook— se excusó.
—¿Jamás te pusiste a pensar qué esa dieta les podría hacer mal?— cuestionó Sunye.
—Se supone que tú trabajo es ver por su seguridad, no matarlo— ataqué.
—¿En qué consistía esa dieta?— le preguntó el doctor a Jungkook.
—Solo debía comer frutas y licuados.
—¿Entonces no ingerías carne, verduras, proteínas?— el doctor estaba más que disgustado.
—Alex dijo que eso era malo para mi organismo.
—¡Por dios!— exclamé rabiosa —¿Te das cuenta de que casi lo matas? ¿Cómo se te ocurre prohibirle comer carne y demás cosas? ¡Jamás te ha importado la salud de Jungkook y sospecho que de ninguna otra persona!.
La ira corría por mis venas haciendo hervir toda mi sangre, tenía ganas de lanzarme encima de Alex y llenarlo de golpes, pero trataba de comportarme porque en estos momentos importa la salud de Jungkook. Ya habrá otro momento para patearle los huevos a ese mánager de porquería.
—No puedes seguir así— sentenció el doctor. Abrió nuevamente su maletín y de este sacó un bolígrafo y una libreta —Te daré una nueva dieta, una que si te hará bien.
Cuando el doctor terminó de escribir y rompió el papel Alex quiso tomarlo pero yo fui más rápida al quitárselo de las manos. No pienso dejar que la alimentación y la salud del orangután sigan peligrando solo porque el idiota este se cree un profesional de la salud.
—A partir de ahora yo me haré cargo de la alimentación de Jungkook— declaré.
—Yo soy su mánager, yo soy quien debe hacerse cargo— debatió Alex.
—Claro, después de que casi lo matas dejare que tú sigas decidiendo por él— ironicé.
—Mira mocosa...
—¡Alex!— Jungkook lo interrumpió —Sé que eres mi mánager, pero no te permito que le hables así a Lena.
—¿Acaso no ves qué esta chica arruinara tu carrera y tu vida entera?.
¿Es en serio lo que está diciendo? Este tipo tiene serios problemas mentales.
—Alex vete— le pidió.
—Ten cuidado Jungkook, recuerda quien te convirtió en lo que hoy eres.
Y luego de esa advertencia tan patética, tanto él como Sunye y el doctor me dejaron a solas con el orangután. Tenía demasiadas ganas de burlarme en la cara de Alex, el pobre cree que gracias a él Jungkook se convirtió en una figura famosa cuando en realidad es gracias al orangután que la gente sabe que él es un mánager, gracias al orangután hoy sus bolsillos están llenos de billetes, sin Jungkook, Alex no es nada.
—No entiendo porque lo elegiste como tu mánager— suspiré y me senté a su lado.
—Sé que Alex es complicado, pero es bueno.
—Si, un bueno para nada que vive a costa tuya, porque no olvides que si hoy ese tipo es famoso es porque tú lo llevaste a la cima— aclaré.
—Me encanta que hagas de mi abogada— sonrió.
—Solo quiero lo mejor para ti— toqué su frente para ver si la temperatura había bajado, pero no, todo seguía igual —Aún tienes fiebre.
—Pronto bajará, no te asustes— su voz sonaba débil.
—Mejor iré a la farmacia para comprar medicina y de paso voy al supermercado para comprar cosas y así hacerte la nueva dieta que te recetó el doctor.
—¿Serás mi enfermera?— levantó una ceja y aunque estaba débil lo coqueto se le notaba —Eso es sexy.
—Ni siquiera pienses que tendremos relaciones contigo en ese estado.
—¿¡Por qué!?— se quejó como un niño pequeño.
—Porque no y punto.
Lo dejé solo y salí a hacer las compras. Fuera del edificio había una cantidad inmensa de paparazzis que se lanzaron como leones hambrientos sobre mí, los ignoré, pero de igual forma me siguieron unas cuadras hasta que se dieron por vencidos y volvieron a donde estaban. Esas personas no pueden ni siquiera respetar a Jungkook cuando está enfermo, ¿cómo él soporta todo esto?.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro