Narrador omnisciente

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—Yo asesino ancianos, Bella, no adolescentes— aclaró el hombre.

—¿Es que acaso no oyes lo que esa mocosa me hizo?— cuestiona furiosa —La maldita grabó cuando confesaba que asesiné a todos los viejos con los que he estado y tuvo las agallas de ir a mi departamento para mostrarme el vídeo en mi maldita cara.

Bella escupía fuego por la boca, sabía que estaba en las manos de Lena, ya se había dado cuenta de que no iba ser tan fácil pelear con ella, pero sostenía que no sería imposible.

—Tuvimos que asesinar a Wilson solo para que las personas olvidarán la noticia falsa que salió sobre ella y ese chico desconocido— suspiró —Gracias a eso no se armó un escándalo.

—Bella, mejor deja de hacer coraje por esa niñita y concéntrate en hacer un buen papel de viuda dolida— aconseja su cómplice —Después de todo, fue tu culpa que esa chica tuviera ese vídeo en su poder. ¿Quién te manda a abrir la boca?.

Hace solo minutos el mundo se había enterado del fallecimiento de otro de los tantos esposo de Bella, Arnold Wilson, un empresario Alemán con problemas cardíacos. Ella había cumplido con quitar la noticia falsa acerca de Lena y Owen, las personas obviamente no se quedaron calladas y empezaron a indagar porque habían inventado tal mentira.

La revista que lanzó aquella primicia no sabía que hacer con tantos ataques que le llegaban por parte de los fans de Lena y Jungkook, le exigieron a Bella que hiciera algo para parar todo el desastre que ella misma causó, así que no le quedó de otra que asesinar a Arnold, en segundos la noticia hizo olvidar a todos la mentira acerca del supuesto romance entre Owen y Lena.

Ahora Bella debía no solo fingir dolor por la muerte del viejo, también debía buscar su nueva presa, otro anciano a quien poder engañar para exprimirle hasta el último centavo y buscar una forma de hacerle ver a Lena que nadie se metía con ella sin pagar las consecuencias.

—Puedes tener a los hombres que quieras, ¿por qué te sigues desgastando con el jugador ese?.

Aquel cuestionamiento logró sacarle una sonrisa a Bella, la respuesta estaba más que clara, durante años ella ha tenido que gastar su tiempo con ancianos apunto de morir, pues los hombres más jóvenes no se dejaban corromper tan fácil, ella necesitaba alguien vital, alguien joven que la hiciera sentir plena y que le diera el placer que no puede conseguir con los ancianos.

Por eso Jungkook era perfecto para ella, tenía todo lo que buscaba y más, era joven, fuerte, tenía un cuerpo con el cual cualquier mujer se volvería loca, tenía unos ojos hipnotizantes en los cuales se podía notar toda la lujuria y pasión que llevaba por dentro, Jungkook era fuego puro y ella quería quemarse en sus llamas, pero sobre todo, poseía lo que ella más amaba, fama y dinero, solo que para llegar a él debía quitar un estorbo que era Lena, ese era su único impedimento para llegar hasta él.

—Jungkook tiene todo lo que necesito y más— respondió simple y cruzo los brazos sobre sus senos —Por eso necesito quitar a esa estúpida del camino, así yo puedo tener todo de él.

—Por lo que me has contado, ese chico no va a caer tan fácil, está demasiado enamorado de su novia— ríe —Deja de pensar en él, no conseguirás nada.

Aquel hombre conocía bien a Bella pues era su cómplice, él la había sacado de la miseria en la cual vivía y la convirtió en la mujer que es hoy, de él fue la idea de hacer que Bella con su belleza enamorara a todos los ancianos multimillonarios, sabía que su hermosura era letal para cualquiera que la viera, sabía que ningún hombre sería capaz de no caer ante sus encantos.

Cuando ella conseguía casarse con los viejos, él le daba las drogas que debía suministrarle para asesinarlos, drogas que no dejaban rastros y por lo cual ella hacía parecer como si hubieran muerto de algo natural.

—¿Harás lo que te pido o no?— averigua seria.

—Ya te dije que yo no asesino a niños— repite el rubio, con cierto cansancio en su voz.

—¡Esa estúpida no puede seguir con vida!— grita, golpeando con sus manos el escritorio.

—¿Qué tan difícil es callar a una mocosa por ti sola?— se burla el rubio.

—Esa cuatro ojos es más lista de lo que te imaginas, no es como los demás idiotas a los que hemos callado.

—No te creo— ríe —Es increíble que a la gran Bella Foster le dé miedo una chica de dieciocho años.

—No le tengo miedo.

—¿Entonces por qué has venido a pedirme que le dé un susto?— levantó una ceja.

Su negación solo enfurecía a Bella.

—Deja de hacer preguntas estúpidas— gruñó ella —¿Harás algo o no harás nada? Porque si tú no lo haces, lo haré yo, pero a mi modo— lo amenazó.

El rubio sabía que no podía dejarla hacer nada por su cuenta, si ella hacía algo contra Lena posiblemente acabaría no solo con su propia carrera, sino que también lo perjudicaría a él y a toda su organización.

—¡Jack!— grita y le lanza una mirada furiosa a Bella, quien está más que feliz.

—¿Me llamó señor?— pregunta Jack, quien llegó corriendo en cuanto oyó el llamado de su jefe.

—Si, quiero que investigues a Lena Park, necesito que consigas todo sobre ella, su cumpleaños, que come, su círculo social de amigos, dónde pasa la mayor parte del día, cosas sobre su familia, inclusive su historial médico— ordena y Jack asiente.

—También pon a unos hombres fuera de su casa, que la mantengan vigilada todo el tiempo— le ordena Bella.

Jack mira a su jefe pues solo de él es quien recibe órdenes.

—Haz eso también— al rubio no le quedaba de otra que acceder a todos los caprichos de la mujer —Ya te puedes ir Jack, quiero la información a más tardar para mañana.

Jack asiente a las órdenes de su jefe y se retira, volviendo a dejar al rubio con la pelinegra que estaba más que emocionada.

—Espero que tus caprichos no nos cuesten todo lo que hemos obtenido durante tantos años— dice el rubio —Si por tu culpa algo sale mal, créeme Bella que no me voy a tocar el corazón para matarte, mujeres como tú puedo encontrar en cualquier lugar.

—Sabes que no es cierto.

Bella cogió su bolso y salió del despacho dejando al rubio pensando en lo que había dicho, él sabía de sobra que podía encontrar a otra mujer, pero que debía enseñarle todo lo que Bella ya sabía, eso tomaría tiempo y paciencia, lo cual él no tenía y eso la pelinegra lo sabía a la perfección.

Así que no le quedaba de otra que cumplir todas sus locuras.

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Nota de la autora:

¡Chan chan chan!

¿Pero qué ha pasado aquí?

¿Quién será este rubio misterioso?

¿Qué le harán a Lena?

Les doy otro capítulo por andar tan desaparecida <3