
18
L E N A
⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
¿Por qué a la gente le cuesta tanto superar y soltar algo?.
Todos siguen hablando sobre lo que ocurrió en el programa de Bella y no solo en las redes sociales o la televisión, también en la escuela debo soportar a los idiotas que vienen a mí con sus preguntas.
Suerte que hoy ya era viernes y no tendré que soportar a nadie más, el fin de semana será mi descanso, claro, de las malas lenguas, porque lo más seguro es que Jungkook no arrastrará a alguna fiesta con él.
Llegué a la puerta del director y toqué varias veces hasta que lo oí permitirme entrar. Me había mandado a llamar porque necesitaba pedirme algo o eso fue lo que el chico que envió me dijo.
Al entrar, me encuentro con el director sentado como siempre en su lugar y un chico sentado frente a él, solo puedo verlo de espaldas, que por cierto, por lo ajustada que le queda la camiseta deduzco que hace mucho ejercicio. Me paro junto a este, levanta la mirada clavando sus orbes verdes sobre mí.
Es guapo.
Hay que admitirlo.
Tenía el cabello rubio, estaba todo despeinado pero aún así se veía bien, algunos mechones caían a los costados de su rostro, el cual era algo delgado, me regaló una sonrisa muy deslumbrante y yo también le sonreí para no quedar como una odiosa.
—Lena— habló el director y le presté atención —Él es mi hijo Owen.
Miré al chico nuevamente, este se encontraba rayando una hoja, estaba haciendo unos garabatos raros. Ya decía yo que se me hacía algo conocido, el director hace mucho tenía un marco con una foto de él, y se me hacía raro no verlo ahora en su oficina.
—Owen estaba estudiando en Alemania, pero por cuestiones con su actitud tuve que traerlo aquí— me explica, con algo de pesar y cansancio en su voz.
Cuestiones con su actitud.
Con eso ya me estaba diciendo que el chico era un problemático, apuesto que lo expulsaron y que no es la primera vez, por eso lo ha traído aquí donde puede mantenerlo vigilado.
—¿Y para qué me ha llamado?.
No creo que sea para solo presentarme a su primogénito problemático, que ahora estaba dibujando marihuana por toda la hoja que le había robado a su padre, a él parecía no importarle mucho lo que su papá me estaba contando, hasta ahora no ha emitido ni un solo sonido.
—Lo que damos aquí es muy diferente a lo que él ha estudiado en Alemania u otros países, necesito que tú lo guíes.
—En pocas palabras, que sea su tutora— el director asiente.
—En pocas palabras, una niñera— dice Owen. Deja de hacer sus cosas raras y me mira, me da una sonrisa burlona —Él solo quiere a alguien que me vigilé y cuide de que yo no haga alguna tontería, en pocas palabras, te quiere cargar el paquete a ti.
—¡Owen!— lo reprende el director. El chico ríe sin importarle lo enojado que se ve su padre y sigue con sus dibujos —No le hagas caso, Lena.
—No se preocupe.
—Entonces, ¿podrás ser su tutora?— pregunta esperanzado.
—Por mí no hay problema, no sé qué opina Owen— ambos miramos al chico.
—A mí me da igual— contestó tajante, sin siquiera tomarse la molestia de vernos.
—Gracias Lena.
—No hay de que, señor.
—Owen, vete con Lena y pónganse de acuerdo sobre cuándo pueden comenzar con las clases— le ordena.
Qué hizo este chico para que su padre tenga una actitud tan seria y demandante con él, porque no creo que solo haya tenido un pleito en su antigua escuela, aquí hay algo mucho más personal, o sino por qué su padre sacaría la foto que tenía de él.
Owen se levanta, le tira a su padre el bolígrafo que estaba ocupando para dibujar y se queda solo con el papel que estaba utilizando, él sale primero y yo me quedo con el director. Ese chico tiene un aire de superioridad, terquedad y soberbia, también me da como a chico malo, pero no me intimida, ni siquiera que sea mucho más alto que yo.
—Lena, Owen es especial, tiene serios problemas para prestar atención, es rebelde y muy flojo para aprender— me informa su padre.
—No es nada que no se pueda arreglar— me encogí de hombros.
Si pude con el orangután, que ya de por sí era un tema bastante difícil, Owen será pan comido.
—De nuevo gracias— le sonrío amable y salgo de su oficina.
Owen tenía los brazos cruzados sobre el barandal del pasillo, era un chico bastante misterioso, yo siempre he visto a todos como un libro y veo que tanto me costará terminar de leerlo y siento que a Owen ni siquiera voy a poder abrirlo, se ve muy reservado.
—Owen— lo llamé, volteó su rostro por un milisegundo y luego volvió a mirar hacia la nada misma —Debemos hablar.
Lo oí balbucear algo, pero no entendí que dijo ya que lo había hecho en otro idioma y yo a penas sé dominar el inglés. Se dió la vuelta completamente, quedando frente a mí, nuestras miradas se conectaron por un momento, la de él era muy fuerte, penetrante, eran de esas miradas que harían a cualquiera huir o temer, pero que a mí no me movía ni un pelo y eso él lo notó, pues sonrió al darse cuenta que yo no corría mi mirada.
—Eres una chica ruda— menciona, paseando su mirada por todo mi ser.
—No sé si ruda, pero si con carácter.
—Me gusta— musitó —Las chicas de otros países salían corriendo cuando me veían, oí que me llamaban el demonio u esas estupideces, les daba miedo a todos.
—Pues estás frente a la primera mujer que no saldrá corriendo de ti— él sonrió de lado.
Sus dientes eran perfectamente blancos, y de su piel ni hablar, me daba escalofríos su porte imponente, pero no era un motivo para tenerle miedo.
—¿Por qué estás aquí?— me atrevo a preguntar.
—Problemas— acorta.
—¿Me harás adivinar?— arqueo una ceja.
—Quiero ver qué sale de esa mente— se cruza de brazos.
—Tú ex novia no te dejaba en paz— suelto la primera idea que cruza por mi mente. Él levanta ambas cejas mostrando sorpresa.
—¿Cómo lo supiste?.
—Pues...eres atractivo, entiendo que ninguna quiera soltarte así de fácil.
—¿Atractivo?— sonrió coqueto.
—Si lo dije, y no te vayas a creer el último libro de este planeta— volteo los ojos.
Oí risas que provenían de uno de los pasillos, el equipo completo de porristas pasaba por el corredor sin notar mi presencia o la de Owen, su capitana, osea Tiffany, iba hablando tan fuerte que de seguro ya la oyeron hasta el otro lado del mundo.
—En mis antiguas escuelas no habían porristas— dijo Owen.
—Te daré un consejo, mantente alejado de ellas si es que no quieres más chicas tóxicas detrás de ti.
—De igual forma, no me van las porristas— ambos reímos.
Bueno, después de que pasas cierto tiempo con él te das cuenta de que no es tan malo como aparenta.
—Debo volver a clases— le comunico —¿Te parece que esta tarde empecemos con las clases en mi casa?.
—No sé dónde queda tu casa.
—Tu padre tiene la dirección, pídeselo a él— asiente —Bien, nos vemos luego.
Antes de dar el primer paso, Owen habló.
—Oye— me di la vuelta —Choca los cinco antes de irte— levanta una de sus manos y me acerco para chocar los cinco —Listo, ya te puedes ir.
—Eres raro— le digo riendo.
—Y eso que todavía te falta mucho por conocer de mí.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
Nota del autora:
¿Qué opinan de Owen hasta ahora?
¿Creen qué sea un chico malo?
¿Traerá problemas?
¿Cómo va a reaccionar el orangután?
Espero sus respuestas 👀...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro