Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

13

J U N G K O O K

⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
Me sentía el hombre más idiota de este universo, me puse como un loco cuando vi a Lena llegar acompañada por ese chico y resultó ser el novio de Jimin, me comporté como un chiquillo al no saludarlo de la forma correcta y armar mala cara.

Pero es que en mi defensa, no confío en ningún hombre que esté cerca de mi ratita. Desde que comencé a viajar, en mí se han instalado muchas inseguridades que antes no existían, como por ejemplo, pensar que alguien podría llegar y quitarme el amor de Lena.

Sé que en este mundo hay muchos hombres mejores que yo, hombres que podrán darle aquello que yo no y me siento tan estúpido por pensar así, en vez de ver que no importa quien se ponga frente a ella, la ratita me seguirá escogiendo a mí, a pesar de saber que soy un desastre viviente.

Se siente horrible tener inseguridades, yo jamás lo había sentido antes, pero convivir con eso en tu cabeza, es la cosa más jodida que pudiera existir.

Luego de que Lena me explicó las cosas como eran, me sacó de su habitación obligado, para que me disculpara con Taehyung, y si, sé que debía hacerlo, pero es que se me caía la cara de vergüenza.

—Orangután, vamos— insistió Lena, tirando de mi brazo para llevarme con Tae.

—¿No puede ser otro día?.

—No.

En la sala se encontraban los padres de Lena en compañía de Taehyung y Jimin, solo bastaba ver la cara de mi cuñado para saber que rogaba porque la tierra se abra y lo tragara, cada minuto se ponía más pálido, no dejaba de sonreír nervioso, de tartamudear y ver hacia todos lados.

—Tae— Lena llamó su atención —Jungkook quiere hablar contigo en privado.

—Claro— accedió de inmediato.

Se levantó de su asiento y caminó hacia mí, el alma de Jimin por fin tenía algo de paz. Taehyung y yo decidimos salir al jardín para charlar mejor, sin que nadie nos interrumpiera, yo ni siquiera sabía que debía decirle aparte de "lo siento", obviamente.

—Bien, te escucho— pronunció, cuando ya estuvimos afuera.

—Siento mucho haberte tratado mal hace unos minutos— me disculpé, siendo lo más sincero posible.

—Te entiendo— admitió —Yo también me pondría celoso si veo a otro chico llegar con Jimin— suspiró —Los celos son normales en una relación, aunque también hay que tener cuidado con ellos, tienen demasiado poder como para destruir la relación más sólida.

—Lo se— exhalé —Yo no sé como controlar los míos y temo arruinar mi relación con Lena.

—Miedo y celos no son la mejor combinación— manifestó, metiendo las manos dentro de los bolsillos de sus jeans —Lo único que puedo decirte, es que confíes en Lena lo más que puedas, no dejes que unas estúpidas dudas acaben con esa bonita relación que tienen y más, cuando te costó tanto entrar en su corazón.

—¿Cómo sabes que me costó?— inquirí, dudoso y él sonrió.

—Jimin me contó todo lo que pasó entre ustedes— explicó y asentí.

—¡Vengan a comer!— nos gritó la señora Park desde la puerta que daba al jardín y desapareció al mismo tiempo.

—Espero que podamos llevarnos bien— volví a hablarle a Tae.

—Yo también lo espero y déjame darte un consejo— lo oí en silencio —No dejes que los celos, el miedo, las inseguridades o lo que sea, te hagan dudar de lo que Lena siente por ti. Solo basta con ver la forma en que sus ojos brillan, para saber que esa chica te ama de la forma más sincera y pura que pudiera existir.

—Gracias— le regalé una media sonrisa.

Volvimos adentro donde ya toda la familia Park nos esperaba para cenar, Lena no se aguantó las ganas de hacerme un interrogatorio sobre lo que hablé con Tae, solo le conté que me disculpé y omití decirle el resto, obviamente se molestó un poco, pero al final entendió que no quisiera decirle.

La comida fue tranquila, conocimos más a Taehyung, incluso se animó a admitir su gusto por los hombres, aquello había sido como un balde lleno de hielo cayendo sobre el pobre de Jimin, quien no tardó en ponerse pálido y casi morirse. Los señores Park no dijeron nada malo, al contrario, felicitaron a Tae por no tener miedo a mostrarse tal cual es y le aconsejaron que nunca bajara la cabeza, mucho menos que hiciera caso a los comentarios de las personas con la mente cerrada.

Al terminar de cenar, Jimin se llevó a Taehyung con la excusa de que tenían que ir a la casa de otro compañero para terminar un proyecto de la universidad, pero Lena y yo sabíamos que era porque se estaba comenzando a sentir incómodo y quizá sentía algo de miedo, ya que si Tae fue capaz de soltar que es homosexual, también podría decir que ellos eran pareja, eso si hubiera acabado con mi pobre cuñado.

Ya era bastante tarde, Lena estaba en la cocina junto a su madre lavando los platos, mientras que yo hablaba de cosas variadas con el señor Park, él no pudo evitar preguntar por mi padre; fui franco al decir que no sabía nada de él, ni de mi madre, desde el día que yo volví a Seúl con Lena, ellos nos dieron la espalda a mí y a mi hermana, nos dolía a ambos que nuestros propios padres fueran así, pero sabíamos que no íbamos a poder cambiar su forma de pensar, y por lo visto siguen siendo los mismos, ya que nunca nos buscaron.

—¿De qué tanto hablan?— preguntó curiosa, la señora Park, apareciendo en la sala junto a mi ratita.

—Solo cosas sin sentido— le respondió, su esposo con una sonrisa de labios cerrados.

—Pensé que responderían "cosas de hombres"— supuso Lena, haciendo comillas y con algo de fastidió en su tono. Su mirada recayó en mí y le sonreí —Tú ya te tienes que ir.

¿Me está echando?.

—Ya es muy tarde, hija— intervino, su madre —Jungkook puede quedarse.

—Pero no en tu cuarto— agregó con severidad, el señor Park.

—Entonces que duerma en el patio— bromeó Lena, ganándose una mala mirada por parte de su padre —Papá, no somos niños, no haremos otra cosa que dormir.

Si claro.

El señor Park iba a decir otra cosa, supongo que se opondría a que yo durmiera en la misma cama que Lena, pero su esposa se le adelantó, robándole las palabras y dejándolo un tanto disgustado.

—Puedes quedarte en la habitación de Lena, Jungkook, no hay problema— sonrió amable.

—Bien— dijo Lena —Orangután, levanta el culo y sígueme.

Ella subió primero y yo detrás suyo, solo había que verle la cara al señor Park para saber que no le gustaba nada el hecho de que yo estuviera en la habitación de su hija, llevaba un año con Lena y aún así, su padre seguía siendo el mismo celoso de siempre.

De aquella vez que Sunye y yo nos quedamos a vivir con Lena y su familia, yo dejé algo de ropa, siempre que volvía de mis viajes me quedaba a dormir con ella, aunque el señor Park se oponía y luego mi suegra lo contradecía.

—Solo vamos a dormir— comunicó Lena.

—Pero— quise protestar, pero no me dejó.

—Solo vamos a dormir— repitió, tirándome mi pijama —Y si no quieres que mi papá te haga dormir en el jardín, me harás caso.

Ella se metió al baño para cambiarse, a los minutos salió con solo una de mis camisetas. ¿Cómo me pedía que no hiciera nada?, ella no coopera y solo altera mis pobres hormonas.

Se acostó en la cama dándome la espalda, yo hice lo mismo, tapé nuestros cuerpos y me abracé a ella, quedando ambos en la famosa posición de "cucharita". No podía no hacer nada, teniendo su culo pegado a mi entrepierna; ella se quitó los lentes, los puso en la mesita de luz y por último apagó la lámpara.

Tenía ganas de hacer muchas cosas, pero era cierto que el señor Park estaría muy atento por si oía ruidos y no me apetecía mucho dormir en el jardín.

Pero mis manos inquietas no sabían obedecer, una de ellas se escurrió por debajo de su camiseta, llegando hasta sus senos descubiertos, se sentían calentitos, a diferencia de mis manos frías. Ella se removió algo inquieta, logrando que su trasero se restregara contra mi miembro que despertaba lentamente.

—Ratita, quédate quieta o no podré controlarme— advertí, susurrando en su oído.

—Entonces quita tu mano— protestó.

—No, sabes bien que no puedo estar sin tocarte— le recordé y la oí gruñir.

—Orangután pervertido.

—Ratita provocadora.

—¡Yo no te estoy provocando!— chillo, en voz baja. Apreté mis labios para no reírme a carcajadas.

—Eres tan linda cuando te enojas.

Quiso insultarme, pero apreté uno de sus senos y en vez de hablar, gimió despacito.

—Me estás calentando, Lena Park.

—Pues ve al baño y mojate con agua fría.

—Prefiero mojarme con tu excitación— besé su mejilla —Que por cierto, estás mojadita mi amor— mencioné, tocando la humedad que emanaba por la tela de sus bragas.

—¿En qué puto momento bajaste las manos ahí?— cuestionó molesta.

—Soy muy habilidoso— reí.

—Quita la mano de ahí o te la extirpo, junto con tus pelotas.

—Agresiva, así solo me pones más duro— mordí el lóbulo de su oreja.

—¡Ya!— exclamó.

Tomó mi mano y la quitó de su intimidad, para ponerla en sus senos donde anteriormente estaban.

—¿No querías qué dejara de tocarte?— inquirí, con cierta burla en mi tono.

—Ya duérmete— contestó tajante.

—Buenas noches, ratita enojona.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro