iv. 𝗧𝗵𝗲 𝗕𝗹𝘂𝗲 𝗦𝗼𝗻 𝗼𝗳 𝗣𝗼𝘀𝗲𝗶𝗱𝗼𝗻
Capítulo con algunos cambios de los libros
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Estaba segura de que todos estaban haciendo algo divertido, ayudando al equipo azul a ganar, y yo estaba aquí con ricitos de oro.
Después de un rato se canso de seguirme y pude explorar un poco el bosque, quería encontrar la bandera, tal vez lograría que Annabeth confiara más en mi la próxima vez y me encargara un trabajo más complicado, al menos un trabajo donde en realidad podría pelear.
Con cada paso que daba dejaba un pequeño rastro de plantas, eso me pasaba cuando estaba muy nerviosa, no era tan común en mi, pero no me disgustaba del todo, se veía algo lindo, en otra situación me quedaría a ver las plantas, pero no era el momento, quería usar mis poderes, quería pelear contra alguien hasta que se rindieran y lograr demostrar que soy más que solo una chica del campamento, quería demostrar que podría ser más.
Escuché las hojas crujir detrás mío, algo o alguien se acercaba a paso lento, como si quisieran pasar desapercibidos, cosa que no habían logrado al hacer tanto ruido con sus pisadas.
Me puse más atenta, logre hacer unas lianas con mis manos que atraparían a cualquiera que intentara acercarse más de lo que deberían.
Pero no pensé en una cosa.
Tal vez no venían por los lados.
Caí al suelo cuando un chico se abalanzó sobre mi, estaba en la rama del árbol sobre mi, sentí como, probablemente mañana tendría moretones por el cuerpo por culpa del chico.
Me taparon la boca con una cinta y ataron mis manos, después una figura con casco rojo se acercó a mi.
Era Clarisse.
Ella acercó la punta de su lanza mágica a mi garganta, tratando de amenazarme.
—¿Dónde está Jackson?
La mire mal y después mire a la cinta en mis labios, haciendo obvia referencia a que no podía decirlo con la cinta puesta. Ella rodó los ojos y me arrancó la cinta.
—¡Au!–Me quejé.
—¿Nos llevarás con Jackson o no, niña?
—Nunca.
—Para alguien que no te agrada lo proteges mucho.
—Podrá no agradarme, pero no quiero que tú ganes.
—No creo que él esté donde está la bandera, solo quiero que el admita la verdad.
—¿De qué verdad hablas?–Pregunte confundida, además estaba algo harta de toda esta situación.
—¡Lo del minotauro! Quiero que admita que él lo inventó–Ella me habló molesta.
—Tu si que estás loca, ¿a ti que te importa si mintió o no?
—¡Me importa por que todos esos idiotas le creen! Por los dioses... solo quiero que sepan la verdad, que él es un patético niño de mami.
No supe que decirle. Ella comprendió que no contestaría a sus palabras y que mucho menos le daría la razón, por lo que le hizo una seña a uno de los chicos que venía con ella y me volvieron a poner la cinta en la boca.
—Lo encontraré yo misma, no necesito de nadie–Afirmó Clarisse y empezó a caminar, me dio miedo al reconocer el camino, si iba a llegar a Percy eventualmente, trate de que no notara mis sentimientos.
Percy estaba acostado contra un tronco, empezaron a rodearlo entre los cuatro hijos de Ares, apenas Percy nos notó, me tiraron frente a él y caí arrodillada, Percy se levantó confundido por verlos.
—La bandera está allá, no aquí–Fue lo primero que dijo.
—Ya se–Afirmó Clarisse–La gloria es buena, la venganza es más divertida–Golpeó su lanza contra el suelo. Percy asustado trato de tomar su espada y su escudo para pelear. Clarisse desató mis manos y me quitó la cinta de la boca antes de empujarme.–Esto será más divertido si lastimamos a dos egocéntricos de una pedrada.
Me levanté y me puse junto a Ricitos de Oro, él no siquiera sabía usar la espada, estaba segura.
—Sin mutilar es la única regla–Les recordó Percy.
—Si, creo que no me tocará postre por un tiempo, viviere.
Ella golpeó a Percy con su lanza, ambos nos hicimos para atrás, una de las otras hijas de Ares me atacó y caí de espaldas, logré tomar mi espada. Atacarla antes de que ella me lastimara.
Me levanté rápidamente, pero Clarisse logró tirarnos tanto a mi como al rubio.
—La verdad no me interesa mutilarte ni asesinarte, aunque no lo creas. Solo quiero que admitas que eres un fraude, me haría sentir mejor. ¿Ya vas a confesarlo?
Mire al rubio, asentí y ambos salimos corriendo.
En cierto momento ambos fuimos golpeados por otro del equipo rojo y caímos por un acantilado, había caído de pecho.
Algo se había roto debajo de mi camisa, sentía los vidrios del frasco de mi mamá encajándose en mi pecho, la semilla cayendo en quien sabe dónde, sentí rabia.
No me levante de inmediato, pero Percy si, empezó a huir de los demás.
Yo solo sentí como mis venas ardían, en cierto punto noté como un color verde resaltaba en ellas.
Me levanté cuando se acercaron a Percy y con dos lianas logré despojar a los acompañantes de Clarisse de sus armas, incluso rompiéndolas, Percy se encargó de Clarisse, se escuchó un crujido.
Ella gritó con furia y tomó a Percy de su chaleco. Él estaba listo para una golpiza cuando se escuchó la caracola, había ganado el equipo azul, Luke llevaba cargando la bandera color rojo, la insertó en el suelo y empezaron todos a celebrar, Clarisse igualmente estaba por golpear a Percy, por lo que me puse en el medio.
—El juego ya terminó–Le dije sin miedo. Estaba tan enojada que cualquier sensación de temor había escapado de mi cuerpo.
—No para mí, apártate Maybank.
—Intenta apartarme–Ella me miró con suficiencia, ambas sabíamos que con su fuerza podía moverme, pero con mis plantas podría lograr lastimarla si yo quisiera. Ella soltó al rubio y se fue con su equipo, todos ellos igual de molestos.
—Nada mal héroes–Annabeth dijo y después se quitó su gorra, la mire molesta.
—¿Estuviste aquí todo el tiempo?–Pregunte.
—Si–Respondió como si nada.
—¿Estuviste ahí todo el tiempo y no nos ayudaste?–Cuestiono el rubio.
—Si.
—¿Por qué?–Me levante del suelo, otro sentimiento que podría hacer que mis plantas se descontrolaran; el ira.
No estaba enojada con Annabeth, estaba enojada con los malditos chicos de la cabaña de Ares, quería lastimarlos, habían roto lo único que tenía de mi madre, una hiedra salió del piso, pero en lugar de atacar a alguno de los de la cabaña cinco, o tal vez a Annabeth, tomó a Percy por los pies y lo arrastró al agua, trate de detenerlo, pero ya era tarde.
—¡¿Qué te pasa?!–Me gritó molesto, todos voltearon a vernos, me sentí avergonzada, ahora todos habían visto lo mal que estaba mi situación, todos sabían que no podría controlarme en una misión, todos sabrían que no estaba hecha para esto.
—Lo lamento, no era mi intención, yo...–Cuando iba a tenderle una mano a Percy, Annabeth puso su brazo frente mío para que no fuera, me señaló con la mirada el signo sobre la cabeza de Percy, sus heridas empezaron a sanar en el agua.
—No entiendo nada–Admitió el rubio.
Un enorme tridente yacía sobre su cabeza, había sido reclamado.
—La señal de tu padre–Murmuré impresionada.
Todos miraban con curiosidad, Percy era un niño prohibido, todos aquí lo sabíamos, no debía de existir, pero aquí estaba.
—Fuiste reclamado por Poseidon, sacudidor de tierras, portador de tormentas, Percy Jackson, hijo del dios del mar.
Todos nos arrodillamos ante él, incluso los de la cabaña cinco, incluso Clarisse. Teníamos que hacerlo, era hijo de uno de los tres grandes.
Esto no terminaría nada bien.
✶⊶⊷⊶⊷❍⊶⊷⊶⊷✶
Holis, bueno, este último mensaje es para avisar que a partir de ahora (con esta y otras historias) habrá una meta para "desbloquear" el próximo capítulo (si llega a la meta y yo me tardo una semana en actualizar les traeré doble actualización, esto de las metas va para ambos lados jajaja)
𝑴𝑬𝑻𝑨
+35 𝒗𝒐𝒕𝒐𝒔 𝒚 +10 𝒄𝒐𝒎𝒆𝒏𝒕𝒂𝒓𝒊𝒐𝒔
(Los comentarios pidiendo que actualice no cuentan)
Gracias por leer <3
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