En esta escena habrán cambios de los libros originales, ya que quería que los protagonistas estuvieran en el mismo equipo, igualmente, espero que les guste :)

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Todos estaban entrenando para el captura a la bandera, yo estaba ayudando a los de mi cabaña a  practicar para ello, estirándose y manejando la espada como maestros.

Había logrado convencer a Annabeth de dejarnos unirnos a su equipo, tuvimos suerte de que dijo que si.

Estaríamos con la cabaña de Atenea y con la cabaña de Hermes. No me agradaba mucho la idea de estar en el equipo con el chico nuevo, pero si me agradaba estar con Luke.

Ellos estaban pasando cuando estábamos practicando, vi como Percy estaba viéndome y quise mostrarle el dedo medio hasta que noté que Luke también me estaba viendo y enrojecí, los de mi cabaña no pudieron evitar molestarme, levanté mi mano e hice que todos terminar colgando de cabeza, con sus pies atados a unas lianas que salían del árbol sobre nosotros. Los demás campistas nos miraron, algunos con sorpresa, otros se burlaban de mis compañeros, el nuevo me miraba evitando reírse de la situación.

Luke le dio un pequeño empujón a Percy y empezaron a practicar con la espada, el nuevo no era tan malo.

Decidí que era hora de bajar a mis compañeros de cabaña cuando empezaron a quejarse, me acerqué y usé la espada para cortar las plantas, ellos cayeron al suelo adoloridos.

—No debiste haber hecho eso Katniss, sabes lo peligroso que pudo haber sido con eso de que aún no controlas del todo tus poderes.–Me regañó Katie. A pesar de ser amable la mayor parte del tiempo, como el estereotipo de los hijos de Demeter, podía ser muy estricta.

—Lo siento...–Murmuré.

—Puedes admitir que te gusta Luke, eso es normal... o al menos no colgarnos cuando te decimos algo.

—No me gusta, y aunque así fuera, nunca podría pasar nada entre nosotros, él es muy grande para mí.

—Pero pregúntale sobre el nuevo...–Se acercó Ophelia y noté como Katie enrojeció un poco, era normal sentirse atraído por los hijos e hijas de Afrodita, todos aquí habíamos tenido al menos un crush en uno de ellos.

—¿Te gusta Percy?

—No, nunca, él no me agrada y yo no le agrado a él.

—¿Entonces por qué te ve tanto?–Preguntó Ophelia.

—Eso no...–Voltee a su dirección y si, efectivamente me estaba viendo.–Eso no importa, siempre nos estamos viendo el uno al otro, pero no porque nos gustemos o algo. ¿Saben qué? Olvídenlo, tengo que practicar... no sé, pero de seguro tengo algo que hacer–Casi corrí para alejarme y tomé una espada.

—Lo ama...–Murmuraron ambas.

—¡Las escuché!

[...]

—No puedes estar en nuestro equipo Oph, literalmente Afrodita y Ares siempre hacen equipo.

—¡Y Demeter está siempre con nosotros!–Se quejó. Hace poco le había dado la sorpresa de que no estaríamos juntas en el captura la bandera y no se lo había tomado de lo mejor.

—Lo siento, pero lo decidimos entre todos, queremos ganar esta vez, y conociendo cómo es Annabeth, es probable que ella gane.

Se escuchó la caracola a la distancia, esto estaba a punto de iniciar.

—Héroes ya es hora–Llegó Quirón y todos dejamos lo que hacíamos para verlo.–El juego comienza.

[...]

El juego comenzaba, como siempre, en el rio, ambos equipos estábamos a cada lado, nosotros éramos muchos, a pesar de que el equipo rojo tenía casi todas las cabañas de su lado.

—El equipo que tome la bandera del contrario y regrese con ella al río será el vencedor–Explicó el maestro–como siempre no se permite mutilar, ni matar, pero este año... podrán usar habilidades especiales y/o regalos de sus padres–Volteo a verme y guiño un ojo, sonreí–Confío en que las reglas serán respetadas. Todo campista que resulte herido tiene que participar, los prisioneros pueden ser desarmados, pero no pueden ser heridos ni mutilados. ¡Que comiencen los juegos!–Una chica se encargó de hacer sonar la caracola, los del equipo rojo gritaron con fuerza apenas eso pasó, mientras que nosotros golpeamos la lanza contra nuestro escudo y uno de los hermanos de Annabeth tocaba el tambor.

—Katniss aquí, tu eres necesaria en mi plan. También tú Luke y Percy. Muy bien, en veinte minutos sonará la caracola y empezamos, ¿sabes que hacer?–Le preguntó a Luke.

—Si señora.–Empezó a caminar, pero lo detuve tomando su brazo, cuando se detuvo me vio y sentí que casi me desmayaba.

—Buena suerte–Él sonrió.

—Igualmente Katniss–Se fue al frente de los demás cuando deje ir su brazo.–¡Compañía, avancen!–Demandó y lo siguieron. Percy intentó irse.

—Oh, tu no solecito, síganme.–Annabeth nos empezó a guiar.

Me quite el estúpido casco en el camino y noté como Percy batallaba con su traje.

Se cayó detrás nuestro, Annabeth y yo paramos para verlo.

—Estoy bien, gracias por preguntar chicas–Dijo sarcástico mientras estaba aún en el suelo.–Pero aprecio que ustedes dos estén ahí paradas en silencio.

—De nada–Hable sarcástica y Annabeth y yo seguimos caminando.

Percy corrió para alcanzarnos.

—Oigan, yo entiendo, ambas son mejores en esto que yo, pero necesito que esto salga bien hoy, no puedo dar detalles pero, necesito que mi padre vea que sale bien, y si Annabeth espera que sepa hacer algo que no sé cómo hacer y termino con la frente en el piso, no puedo permitir que suceda.

—Estarás bien Percy.–Ella se adelantó y yo me quedé con Percy, arreglé un cierre de su pechera.

—Percy, Annabeth es la mejor estratega del campamento, incluso podría decir que es la mejor estratega que pudo haber existido, confía en ella, cualquier cosa que pase, ella sabe cómo solucionarla.

—Gracias...

—Además, está en las reglas que no podemos matar, así que no creo que te hagan nada tan malo.–Le di unas palmadas en el hombro, y él rodó sus ojos.

Se escuchó la caracola; era hora de iniciar.

Annabeth se puso su gorra y desapareció.

—¿Espera qué?–Preguntó Percy confundido.

Reí.

Annabeth se quitó la gorra de los Yankees.

—Regalo de mamá, Katniss también tiene uno.

Saque el pequeño frasco de debajo de mi camisa y se lo mostré, él nos miró extrañado.

—Tranquilo, lo harás bien–Le aseguró Annabeth.

—¿Qué? ¿hacer que bien?–Se volvió a poner la gorra y nos dejó solos, se notaban sus pasos en la tierra mientras caminábamos.

—¿Segura que me tengo que quedar aquí con este idiota? ¿No hay más opción?–Pregunté.

—Muy segura–Se escuchó la voz burlona de Annabeth.

Quería pelear, había entrenado para ello, quería enfrentarme a alguien y ahora estaba aquí atorada con ricitos de oro.

Nos miramos mal el uno al otro.

—No creo que esto sea necesario, primer año que me permiten usar mis poderes y tengo que quedarme contigo a no hacer nada, es estúpido.

—¡No creas que la idea de quedarme contigo a mi me agrada mucho, Maybank!

—¿Cómo sabes mi apellido?

—¿Cómo sabes el mío?

—Touché. Me hablaron de ti antes de que llegáramos, Quirón estaba preocupado por tu llegada.

—Grover y Luke me hablaron sobre ti–La idea de pensar en que le había dicho Luke sobre mi casi me hizo tropezar, incluso si no estaba siquiera caminando.

—¿Y... qué te dijo exactamente de mí?

—¿Él te gusta, no es así?

—Si, ahora dime que te dijo–Pedí casi desesperada, me sentía humillada, pero eso no importaba ahora.

—Dijo que eras poderosa, la hija favorita de Demeter y que parece que tú eres la encargada de tu cabaña más que Katie–Dijo seriamente.

—¿Nada más?–Pregunté esperanzada.

—Nada más.–Cortó cualquier esperanza que me quedaba de que Luke alguna vez me mirara con otros ojos, suspiré, sabia que era poco probable que él me encontrara linda, pero aún quería creer que él lo hacía, qué tal vez me quería. Era muy pequeña para él.

—¿Qué es lo del regalo de tu madre?–Indagó curioso.

—Un frasco que tiene una semilla que hace crecer una planta que cumple algunos deseos, es única en su especie.

—Es un lindo regalo.

—Lo es...

—¿Mi padre me regalará algo cuando me reclame?

—No lo sé, los dioses no suelen ser muy afectivos con sus hijos, así que baja tus expectativas.

Empecé a caminar un poco para al menos sentir que hacía algo, él empezó a caminar detrás de mi.

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