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Tenía una duda sobre la logística de una de las actividades del campamento, por lo que había ido con el señor D para preguntarle.

Un rubio volteó a verme cuando entré a la oficina, su pelo era rizado y sus ojos azules, sin querer juzgue su atuendo, o tal vez si quería.

Era el chico nuevo, sin duda.

Note como él también me miró de arriba a abajo, juzgándome.

—Oh Katniss, él es Percy, es nuevo–Me explicó Grover.

—Un gusto–Fingí una sonrisa amable.

—No digo lo mismo–Grover le dio un golpe en el hombro para que se callara.

—Déjame adivinar, ¿aún no tiene padre?–Dije aún sonriendo.

—De hecho...–El señor D se acomodó en su asiento–hijo.

—¿Qué?–Preguntó Percy confundido, mire a Grover, yo sabia que intentaba hacer, intentó también engañarme cuando yo llegué, claro antes de saber que yo si tenía padre y lo que me faltaba era mi madre.

—Mi Peter...

—Soy Percy.

—Exacto. Ahora, antes de empezar a conocernos, hay algo muy, muy importante que quiero que hagas por mi, ¿okay?–Percy asintió–En el sótano hay una botella de un 1985 Château Haut-Brion, ¿podrías traérmela?

Solté una risita y Percy volteo a verme, no sabiendo si era una broma del director, después regresó su vista al mayor.

—¿De verdad es lo único que vas a decirme?–Dijo enfadado.

—Señor D, aunque Percy fuera su hijo...–Grover empezó, pero el señor D lo interrumpió.

—Grover, silencio, por favor, es un momento padre e hijo, un momento íntimo, no lo arruines. Entonces el sótano está justo ahí–Le señaló dónde.–Trae la botella y voy a hablarte sobre lo que tú quieras mi niño–Hizo voz de bebé–Te cuento de... de ti, y de mi, de lo que quieras.

Percy estaba por ir por la botella cuando Quirón apareció y entró al lugar.

Percy lo miró confundido.

—Percy...

—¿Señor Bruner?–Grover se acerco a él.

—Bueno Percy, su nombre real es Quirón, él es coordinador de actividades, legendario, entrenador de héroes, él es...

—Grover gracias–Lo cortó.–Katniss, ¿qué haces aquí?

—Tenía unas dudas sobre el captura la bandera de este año.

—¿Captura la bandera?–Preguntó Percy y traté con todas mis fuerzas el no rodar los ojos.

—Si, Jackson–Él me miró confundido por saber su apellido, pero no le tomé importancia.

—¿En que tienes duda?

—¿Este año se dejarán usar las habilidades especiales?

—No puedes ganar usando tus plantas, debes de usar la espada como todos.

—Eso es injusto.–Cruce mis brazos sobre mi pecho.

—Yo digo que si los dejen–Opinó el señor D.

—No, podrías herir a alguien de gravedad, ahora, escuché que Katie te necesita en la cocina para terminar uno de los platillos.

Asentí sin ganas y salí del lugar.

—Que chica tan odiosa–Escuche murmurar a Percy y otro golpe de parte de Grover.

Ese chico iba a ser un problema para todos en este campamento, se notaba.

Fui a la cocinas junto a Katie Gardner, quien estaba dándoles órdenes a los demás de mi cabaña.

—¿Me necesitabas?

—Si, ve junto a Meg y ayúdala por favor.

Asentí y empecé a cocinar.

[...]

Estábamos todos en nuestra mesa común, enseñando a los nuevos de la cabaña como controlar más sus poderes, aunque la que necesitaba aprender más fuera yo.

Note como los de la cabaña de Hermes salían junto a Jackson y le explicaban sobre el campamento, volví mi atención hacia la mesa e hice crecer una planta que logró ser como una clase de catapulta que lanzó una flor carnívora hacia los de la cabaña once, quienes lograron agacharse justo a tiempo.

—¡Perdón!–Grite. La planta carnívora había logrado arrastrarse y escapar de la vista.

—Tranquila, estamos bien–Me sonrió Luke comprensivo y no pude evitar reír nerviosa y alcancé a ver cómo Percy rodaba los ojos, los demás en la mesa se burlaron de mi.

Él era lindo, no había mentira en eso.

Los de la cabaña de Ares se acercaron a Percy, en especial a Percy. Iban a intimidarlo, así eran ellos.

—Fuera de todo lo demás, fue una interesante planta–Me felicitó Katie y todos reímos.

[...]

Estábamos todos comiendo, mi mesa era de las primeras en pasar a la ofrenda para los dioses, entonces pase con un par de frutas para quemar para mi mamá.

Deje caer las fresas y levanté la mirada, encontrándome con la de Percy.

—Parece que el chico nuevo no te deja de ver–Se burló Billie y yo le di un empujón.

—Cállate, no es divertido–Me volví a sentar en nuestra mesa y empezamos a hablar sobre nuestros días.

Vi como el rubio se levantó de su asiento a dejar su ofrenda, pero no dejó nada en especial.

Él me miró y yo aparté la mirada rápidamente para que los demás de la cabaña no me molestaran por estar viendo mucho al chico nuevo.

Cuando termine de comer me acerque a la mesa de la cabaña de Afrodita, no había visto a Ophelia desde que llegué.

—Pensé que ya me habías olvidado–Me regañó cuando llegué junto a ella.

—Eres inolvidable Ophelia.

—Lo sé–Ambas reímos–¿Qué piensas del nuevo?

—Me resulta extraño que a todos les importe tanto...

—No lo sé, siento que él es poderoso de alguna forma, además, derrotó al minotauro sin ayuda y sin haber venido antes al campamento, eso es increíble.

—No es para tanto.

—Supongo que él no te agrada.

—No, no me agrada para nada.

—¿Por?

—No lo sé, pero cada vez que lo veo me dan ganas de ser grosera.

—¿No será que te gusta?

Los demás hijos de Afrodita hicieron un sonido de "uh" para burlarse de mi, lo que llamó la atención de todos los demás. Me sonroje y los mire mal.

—Nunca me podría gustar alguien tan tonto.

—Ya veremos...

[...]

No podía dormir, por lo que salí a dar un paseo.

Me puse una hoodie que había comprado hace poco y salí a caminar.

Era lindo que el campamento tuviera tantas plantas, me sentía de alguna manera a salvo, pase mis dedos sobre unas plantas, las cuales empezaron a crecer tanto que tuve que apartarme rápidamente.

Por los dioses, debía de aprender a controlarme mejor, no podía pelear si no podía controlar lo que me hacía especial.

Suspire y me senté en el suelo debajo de un árbol, mire al cielo.

—Mamá...–Susurré.

Quería pedirle que me ayudara en esto, la necesitaba para saber controlarme.

La necesitaba en general.

No podía mentir, deseaba tener una familia normal, donde pudiera bajar a la cocina sin pelear con nadie, despertar sin plantas a mi alrededor y encontrar en la cocina a dos padres amorosos, no podía quejarme completamente, papá hacía lo que podía siendo papá soltero de dos adolescentes, una chica de dieciséis y otra de doce, no debía ser fácil, ademas con todas nuestras peleas y con mis problemas por ser lo que soy.

Escuche unos gritos provenientes del baño y me levante de inmediato para ver qué pasaba, me encontré con Annabeth Chase en el camino, ella me indicó que me quedara callada.

Unos enormes chorros de agua salieron disparados del retrete, rompiendo parte del baño y golpeado contra los matones de Clarisse y sobre ella, dejándolos contra la pared.

Ambos compañeros de Clarisse salieron corriendo, estaban empapados y avergonzados, tanto que ni siquiera nos notaron ahi. Después salió Clarisse, quien se miraba enojada.

—Clarisse, no te debes bañar con ropa, ¿no lo sabías?–Ella me miró furiosa, e intentó acercarse a mi para golpearme, pero lo pensó mejor y se fue de vuelta a su cabaña.

Ambas, Annabeth y yo nos acercamos a la puerta del baño, ella se recostó contra la puerta.

Percy salió del cubículo un poco aturdido, no pudiendo creer lo que había hecho y nos vio a ambas.

—Puedo explicarlo.

—Claro que no–Negó Annabeth.

—No es necesario–Dije.

—Okay... espera, te conozco–Miró a Annabeth.

—No, no es cierto.

—Si, pero estuviste ahí, esa noche en la enfermería.

—Si, soy Annabeth.

—¿Estás acosándome Annabeth?

—¿Así como tú acosas a Katniss?

—Okay, yo mejor me voy–Dije de inmediato.

—Si eso sería lo mejor–Respondió Percy, tan sonrojado como yo lo había estado en la hora de la comida.

Huí del baño y casi caminé hacia mi cabaña.

Todos estaban dormidos, así que me metí debajo de las sábanas y mire el techo por unos minutos antes de poder dormir.

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