➤ 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐈𝐈𝐈
No había pasado mucho tiempo cuando Gaster nos hizo mención del poder de su "alma". Pero ahora gracias a ello, estábamos aprendiendo de nosotros mismos. Por ejemplo en este día: Nos estaba enseñando ver nuestra alma y el de otra persona.
Chara y Frisk eran los más determinados en hacer eso, mientras que yo solo podía hacer la fuerza de seguir su paso, lo cual no era del todo fácil. Pero para el peli-blanco era el que más le costaba, evitando de hablar o desconcentrase para salir de una buena vez de esta situación con Gaster.
⸻Gaster. ¿Estás seguro que tenemos almas? ⸻Cuestionó frustrado Chara, casi al borde de gritar del desespero. ⸻¡No logramos hacer nada de lo que nos enseñaste!
El esqueleto se mantenía con el semblante serio, controlando cada movimiento que hacíamos, ya sea bueno o malo, se mantenía al margen. No nos ayudaba, simplemente se mantiene ahí de pie.
El castaño era el que más se mantenía a mi lado, intentado no dejarme atrás, aunque también se dividía con Chara, mirándolo con una sonrisa agotado.
⸻No puede ser tan difícil. Solo hay que mantener la determinación.
Frisk lo alentó, intentado ayudarlo con una técnica que nos mostro Gaster. Pero Chara ya se había frustrado y ahora se mantenía en un pequeño descanso luego de varios intentos fallidos. Pero lo retomo cuando Frisk le tendió la mano de ayuda. Yo también miraba lo que hacían ellos, no queriendo alejarme de sus lados para conseguir fuerzas de sus tan determinado ser. Pero poco a poco sentía debilidad con las fuerzas que hacía, era como si algo bloqueaba todo intento que quería hacer.
⸻¿No puedes sacar tú, nuestras almas? ⸻Pregunté a Gaster, mirándolo cansada.
Él solo fijo sus orbes en mi presencia, poniéndome tensa, sintiendo como me criticaba. Incluso puedo jurar que sé lo que esta diciendo de mi solo con ver sus ojos vislumbrados de seriedad y enfado por mi pregunta.
⸻No puedo sacar un alma si el portador nunca ha visto su propia alma.
Aquella respuesta me dejó con dudas, pero de alguna manera tenia sentido. Ya que Frisk y yo llevamos buen tiempo intentado sacar nuestras almas, intentando que el método sea más rápido.
Pronto un jadeo de impresión me obligo a voltear, llevándome la sorpresa que mis hermanos habían logrado sacar sus almas. Ambos corazones rojos, sostenidos por sus dos manos mirando con sus propios ojos aquel brillo voraz que soltaba los corazones. Ambos tienen el mismo intenso color rojo, incluso la calidez le daba un brillo único de cada uno. Por un momento creí que yo era la distracción, de no ser porque Chara tenia a Frisk por su pañuelo en su puño.
⸻Muy bien niños. Ya pueden ir a jugar. ⸻Mencionó con orgullo Gaster, sonriendo contento por el avance de mis hermanos.
Frisk y Chara se veían agotados, por lo que con rapidez guardaron sus almas y se acostaron en el césped intentando recuperar el aliento.
⸻Es más difícil de lo que creí. ⸻Soltó un comentario Chara con dificultad por la respiración entrecortada del cansancio.
⸻Yo digo que mejor deberíamos dormir un rato.
⸻Concuerdo contigo.
Yo solo miraba un poco a penada a mis hermanos, descansando tomando sus manos para hacer un último esfuerzo para calmarse; sintiéndome sola ahora que solo estaba yo haciendo ese ejercicio. ¿Lo mejor? No logré ver como diantres lograron eso. Los nervios florecieron cuando Gaster se mantuvo firme cuando lo miré de regreso, temiendo que me de su charla larga y cansina.
⸻¿Quieres ver de nuevo como se saca tu alma? ⸻Cuestinó Gaster sin la necesidad de mirarme.
Miré mis manos, imaginando mi corazón entre estás, con el mismo color y la intensidad de luz que podría desprender al de mis hermanos. Pero las cerré, confiada que lo lograría y que podría sola.
Siempre podía. ¿Por qué ahora seria la excepción? La fuerza la tengo, y sé que lo lograré.
⸻No, seguro que puedo sola.
⸻De nuevo. ⸻Exclamó Gaster con tono enfadado.
Volví a concentrar mi fuerza, visualizando mi alma en mis manos, intentando abrir mis fuerzas en solo eso. Pero la calidez que se supone que debería sentir en mi pecho y mis manos nunca la sentí. Abriendo un solo ojo intentado ver si solo era yo la que fallaba con aquel sentimiento y presentimiento.
Pero no había nada.
Ya comenzaba a molestarme conmigo misma. Y la paciencia de Gaster comenzaba agotarse poco a poco. Llegó un punto que el enfado fue demasiado que termine derramando "lágrimas".
Por parte de Gaster no hubo reacción ni comentario, pero si que considero mi falta de información dándome a explicar que de lo que salía de mis ojos era lágrimas. Mencionó que por lo general suelen salir cuando hay mucho dolor físico. Lo cual le sorprendió mucho a él, ya que en una ocasión me partí el brazo y aunque haya dolor horrible, nunca solté dichas lágrimas.
Pero el punto aquí era que no sabía como sacar mi alma. Mi fuerza me abandonaba; terminé de enterrar mis dedos en la tierra y apretar ahí, soltando un grito de impotencia. Sacando todo lo malo que tenía, ya no importaba si me miraban mis hermanos, ni siquiera la vergüenza me detuvo cuando Chara y Frisk me miraron llorar por primera vez.
Llevaba ya mucho, mucho tiempo haciendo lo mismo. Ya a mis hermanos ni si quiera les costaba mostrar su alma, y yo seguía sin sacar la mía. Incluso ya estaban en su propia lección de como sacar la de una persona.
Dejé de gritar cuando el aire me hizo falta. Sintiéndome un poco mejor, pero las ganas de dejar esto fueron enormes, mirando con tristeza pura a mis hermanos, quienes con miedo dejaron de hacer lo que hacían para darme fuerzas con la mirada.
⸻No irás a jugar si no me dejas ver tú alma.
⸻¡Es que no puedo! ⸻Grité desesperada, girándome a verlo a los ojos con enfado. ⸻¡No puedo sacarla! ¿¡Por qué no puedo!?
Ya Gaster comenzaba a pensar que no quiero dejarle ver mi alma, pero simplemente no puedo. ¡No puedo! No podía, no sabía como hacerlo y la presión que sentía tampoco ayudaba mucho que digamos. Gaster me repetía la misma cosa cuando descansaba un poco.
«No debes parar hasta que sientas la calidez de tu pecho»
Decirlo era incluso mucho más fácil que hacerlo. Más fácil todavía hacer la corona de flores.
Me dejé guiar por mis emociones, dejando que las lágrimas hicieran lodo ahí donde estaban mis manos. Era tanta la ansiedad de no poder que jugué ahí en el lodo, sin importarme mucho la mirada afilada de Gaster en mi persona, sintiéndome diferente a otras veces. La debilidad del momento me molestaba, así que deje el lodo, notando como todo regresaba a la normalidad en un parpadeo, sabiendo que había sido Gaster quien limpio mi desastre.
Me sentía inútil, me sentía rara, me sentía extraña.
Gaster dejó que hiciera mi rabieta arrancando pedacitos de pasto para solo ver como se regeneraba; el mayor observando todo con atención.
Frisk y Chara jugaban con la nueva creación de Gaster, llamándolo así: pelota.
Quería ir a jugar, quería ir ayudar a Frisk a que Chara dejara de alejar la pelota de él. Pero me encontraba sentada en la sombra de un árbol, mientras que mis rodillas la abrazaba con fuerza hacía mi pecho. Sintiéndome cansada, triste, débil.
Gaster se había alejado un poco intentado pensar que más hacer para nosotros. Pero me tenía a mi castigada por no dejarle ver mi alma.
Lo intenté, mis hermanos lo intentaron. ¿Por qué no podía?; miré una de mis manos abierta, volviendo a hacer el mismo esfuerzo para hacer aparecer mi alma, pero de nuevo nada.
¿Siquiera tengo alma?
Oculté mis rostro en mis rodillas para evitar que mis hermanos o Gaster me vieran llorar de nuevo. Esto ya no era por Gaster, ni por la injusta reta que me ha dejado. Esto ya se hizo personal, enojándome ahora solo conmigo.
No puede ser tan difícil sacar un alma. No podía dejarme derrotar por mi misma de esta manera tan vergonzosa, así que decidida, me estiré. Me levanté de mi lugar y me pare de puntitas estirando a más no poder mi cuerpo, escuchando unos leves crujidos de mi cuerpo, sintiendo liberación en el momento.
⸻Puedo hacerlo.
Ya había intentado varías veces, incluso llevo sin dormir algunos días intentando lo mismo una y otra vez, sin detenerme, sintiendo presión en mi y sintiendo como Gaster más me exigía cada momento que él me obligaba a quedarme enfrenté de él para ver mi progreso; ahora era la primera vez que me dejaba mi espació, ya que según él, ya no había necesidad de que estuviera todo el rato mirando mis fracasos.
Había momentos del día que simplemente dejaba de hacerlo y tomaba también mi tiempo para pensar como realmente se hace, lo que desesperaba hasta cierto punto a Gaster. Pero no me dejaba influenciar por las palabras de enfado de él y solo cerraba los ojos, regresando hacer el mismo proceso, pero con más calma. Lo que me ayudaba a mi misma a dejar de sentir presión.
Una vez estirada, me senté en el suelo, estirando mis piernas y tocando las puntas de mis zapatos con mis manos.
Se sentía muy bien olvidarse por unos momentos lo que más me atormentaba.
⸻Si tengo alma, debo tener un alma. ⸻Antes de ponerme recta, mi vista se fijó en mis hermanos, quienes juegan cerca en donde yo estaba, esperándome. ⸻ Ellos te ayudan, Cris. Debes hacerlo por ellos, se fuerte por ellos.
Sonreí al recordar como antes de irnos a dormir, ellos me ayudaban también.
Regrese a ponerme bien, recostando mi espalda en el tronco del árbol y mirando el cielo. Este ahora ya no era tan solo y tampoco era solo luz. Ahora tenía nubes y un sol enorme con la luz cálida.
Junte mis manos a mi pecho, cerrando mis ojos y concentrándome por completo en lo que debo.
Por un momento deje de escuchar las carcajadas de Chara, los quejidos de Frisk y las hojas de los arboles moverse con la suave brisa.
Y entonces en la oscuridad de mis ojos, noté un brillo y un muy lejano sentimiento de calidez en mis manos. Abrí mis ojos lentamente, temiendo que era una ilusión que yo misma creé por la desesperación, pero los abrí por completo cuando vi mi alma.
No sabia que pasaba conmigo, ni tampoco la razón del color tan raro de mi alma. Era gris, un gris muy opaco y no brillaba como los de mis hermanos o el alma de Gaster.
Un presión en mi cabeza me hizo soltar un grito, desconcentrándome por completo, dejando ir mi alma de nuevo.
⸻Descansa.
Miré a Gaster sin saber a que se refería, pero poco a poco dejó mi cabeza, incorporándose como suele hacer y regalarme una diminuta sonrisa.
⸻¿Vio eso Gaster? ⸻Me levanté de inmediato, emocionada de que finalmente haya logrado sacar mi alma, sabiendo que finalmente podré ir a jugar con mis hermanos.⸻¿Puedo ir a jugar con ellos?
Gaster al verme tomar sus ropas se mantuvo firme, mirándome con un extraño brillo en sus ojos, uno que jamás vi, y ni siquiera conocía bien a Gaster para decir que era algo nuevo en él.
Me solté de él, juntando mis manos y suplicando con la mirada, haciendo un puchero por si nada de lo que haría funcionaria; mis ganas de jugar aumentaron cuando Gaster estaba mirando a mis hermanos discutiendo por la pelota que se había atorado en la copa de un árbol cerca de nosotros. Y llevaba muchas horas, aunque Gaster me explico que tenía realmente «dos semanas» de estar en las mismas.
La desesperación lo llevo contar cada día, minuto, y microsegundo para saber cuanto tiempo me tardaría en enseñar mi alma a él. Lo cual se siento que fueron horas realmente. No creo que me haya tardado semejante cantidad.
⸻Bien. Ya es momento de que vayas con tus hermanos, ⸻Me observó de regreso, regalándole una sonrisa agradecida por el permiso par ir con ellos, pero regreso con su mirada de nuevo a ellos serio. ⸻Durante tu tiempo en sacar tu alma, me han estado reclamando que te deje jugar.
Me reí al imaginar la escena de Chara suplicar de rodillas, tomando sus ropas y rogándole, y a Frisk abrir sus ojos solo para hacer lo mismo que yo.
Las cosas que hice son las cosas que ellos me enseñaron.
Los quería mucho, los amaba y ellos se les notaba que también me aman. ¿Cómo no desesperarme de estar con ellos, si ellos son los que me cuidan de los regaños del mayor? Pueda que bromeemos que yo deba dar la cara por los tres, pero ninguno de los dos se a atrevido a dejarme sola o completamente sola con el esqueleto. Cada uno tenia sus razones, pero con el mismo objetivo que yo también tengo con ellos al verlos aquí donde estaba.
Esperarlos para animar.
⸻Entonces, ¿Puedo ir a jugar?
Gaster regreso sus orbes a mi, elevado su inexistente ceja y hablar con tono dudoso y preocupado.
⸻Si crees tener la fuerza para jugar, puedes ir. Pero te recomiendo que descanses. ⸻Sonreí por las palabras de él.
⸻Tengo la fuerza suficiente para estar con ellos.
Entonces me giré y fui corriendo hasta ellos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro