Ambos cuerpos se dejaron caer resbalando por la puerta al estar cansados de gritar y golpear sobre la misma sin tener respuesta. Yeonjun suspiró cansado, chocando su frente una vez contra la puerta.

—Debí tener más cuidado, lo siento, por mi culpa estamos atrapados aquí. — Beomgyu negó con la cabeza.

—No es tu culpa, los accidentes pasan, además también fue mi culpa no tener mi celular en el bolsillo, lo saqué para que no se me cayera mientras movía esto, no fue mi mejor idea— ambos rieron sin muchas ganas.

—¿Qué vamos a hacer? Yo tampoco tengo mi celular, está en mi bolso sobre la barra de la cocina— otro suspiro escapó de los labios del pelinegro.

—No sé, esperemos que alguien piense en nosotros y vuelva o que por alguna cosa del destino tengan que regresar a la cocina— Yeonjun hizo una mueca. beomgyu repaso el lugar con la vista encontrándose con una tela sobresaliente bajo algunas cajas, se estiró y jaló la tela con fuerza descubriendo que aunque no era muy grande, podía alcanzar a cubrir a los dos.

—Mira... recuerdo que las usamos alguna vez para un evento y las dejamos aquí tiradas—se acerco nuevamente a Yeonjun, pasando las tela por los hombros de ambos—no es exactamente lo más acogedor pero al menos nos hará soportar el frío...¿Te importa si te abrazo? —Yeonjun giró su rostro hacia el menor con pánico en los ojos, no creyó que moriría de frío si Beomgyu seguía calentando las puntas de sus orejas de aquella manera, la voz no le pudo salir por la garganta así que solo negó débilmente, acercando un poco más su cuerpo y conteniendo la respiración cuando el brazo de Beomgyu recorrió sus hombros, bajando la mirada a sus zapatos esperando que su cabello pudiera cubrir sus orejas lo suficiente ahora que lo sentía tan cerca.

Un par de incómodos minutos pasaron mientras ambos miraban hacia lugares diferentes, sin ser capaces de iniciar la conversación al estar en aquella íntima posición, Beomgyu se golpeaba mentalmente al no saber que le llevó a decir aquellas cosas pues él no solía ser tan relajado con las personas que apenas conocía y Yeonjun abrazaba sus rodillas con los brazos mientras trataba de pensar en otra cosa que no fuera lo bien que se sentía el calor de Beomgyu.

— Y... ¿Siempre te gustó cocinar? —salió involuntariamente de los labios del editor. Beomgyu pareció sorprenderse cuando el silencio fue cortado por la casi susurrante voz de Yeonjun.

—Si, desde que era niño prefería pasarme las tardes metido en la cocina con mi madre y mi abuela en lugar de salir a jugar con los demás.— esbozó una sonrisa debido al recuerdo y supuso que Yeonjun rió igualmente al sentir el leve movimiento de sus hombros subir y bajar.

—Me sucedía lo mismo, sólo que yo tenía las narices metidas en los libros, leí cada libro de la estantería de mi sala— Yeonjun miró el rostro de Beomgyu y parecía estar entretenido.

—¿Siempre te gustó leer?—el chef imitó la posición de Yeonjun atrayendo sus rodillas a su pecho, recargando su mejilla sobre una de ellas retirando así el brazo de los hombros del mayor, al editor le pareció adorable que un hombre adulto de más de 1.70 pudiera lucir tan inocente.

—Si, mi abuelo fundó la compañía donde trabajo y después mi padre la heredó y pronto será mi turno.

—Wow, eso es mucha responsabilidad— el pelinegro quedo asombrado de la confianza con la que las palabras salían de la boca de Yeonjun..

—Bueno, lo dice quién es dueño de su propio restaurante— Yeonjun codeó a Beomgyu, compartiendo risas. —¿Cómo lo lograste?, es decir, todo esto—

Beomgyu levantó los hombros.

—Con mucha ayuda, jamás me imaginé siguiendo órdenes de alguien más, aunque trabajé en un restaurante de sushi por un tiempo cuando recién egresé, ahí es dónde conocí a Heeseung, estudió administración pero termino lavando platos en ese lugar —Yeonjun abrió de más los ojos, no se imaginó a Heeseung si quiera tocando un plato sucio—, charlamos sobre esta idea loca de montar un negocio de la nada, logré convencer a Taehyun porque estudiamos juntos y nos volvimos muy cercanos, el resto es historia —paso sus manos por sus largos cabellos negros—, aunque debí buscar una cámara fría que pudiera abrirse desde adentro —ambos rieron.

—Aún así es impresionante, heredar una compañía es algo, pero crear una desde cero es mucho más complicado.—una sensación cálida de orgullo recorrió el pecho de Beomgyu.

—¿Qué es lo que más te gusta de los libros? Yo nunca fui muy afecto a ellos.—

—Los libros hacen que observes con la mente —Yeonjun miró hacia el frente como si recordará las palabras que recitaba— hay un mundo diferente en cada libro, listo para que tú lo interpretes e imagines a tu gusto. Tú imaginación es más poderosa de lo que crees—

—Hm... nunca lo había pensado así— Yeonjun asintió levemente, casi instantáneo —pero, lo entiendo. — y esas eran palabras que él no estaba acostumbrado a escuchar, toda su vida estuvo acostumbrado a que la gente aceptará su manera de ver el mundo, pero nunca nadie le había dicho que entendía su perspectiva.

Ninguno de los dos fue consciente de el tiempo que transcurrió mientras hablaban de cualquier cosa, sus intereses parecían ser bastante similares y los que diferían eran temas interesantes para conversar.

—De acuerdo, pero tienes que aceptar que Reaper* es ligeramente mejor que Genji*— Yeonjun señaló a Beomgyu con su dedo índice, cuando el menor le veía ofendido.

—¿Cómo puedes comparar su corte veloz* y hoja del dragón*?—

—Umh... disculpa pero acaso forma espectral* no te dice algo— ambos debatían con seriedad como si de política se tratase, los videojuegos habían sido otro punto de interés entre ambos y a Beomgyu le sorprendió que un cerebrito como Yeonjun tuviera un conocimiento bastante notorio en Overwatch*.

—¿Moverte por mínimos segundos pero sin poder usar ningún arma? Nah~ —Beomgyu movió su mano rechazando la idea, negó con la cabeza y su mirada viajó a la mano de Yeonjun, notando que sus nudillos se empezaban a enrojecer debido al frío. Pensó por un momento que otra cosa podían hacer para mantener el calor, pues sus músculos de la espalda estaban comenzando a entumecerse. Una sonrisa cruzó su rostro cuando se le ocurrió una idea —Yeonjun, vamos ponte de pie. —Beomgyu se irguió, sacudiendo sus piernas. El mencionado le miró extrañado pero aún así le obedeció, saltando levemente sobre sus talones tratando de sentir la sangre correr por sus extremidades entumecidas.

—¿Por qué el cambio tan repentino?—

—Vamos a bailar—

—¿Qué? —Casi gritó, creyendo que el frío estaba haciendo estragos en el chef.

—Tenemos que quitarnos el frío de alguna manera —pensamientos no tan inocentes cruzaron por la mente de Yeonjun, pero obviamente nunca lo iba a admitir —y dicen que moverse es efectivo en estos casos.

—Pero no tenemos música...

—No la necesitamos, ¿qué canción te sabes?

—¿Quieres que cante? —a pesar de la expresión de miedo en su rostro, Yeonjun tenía que admitir que no era tan mal cantante, siempre recibo un sólido puntaje de 90+ en el karaoke, pero cantar frente a Beomgyu le parecía algo completamente diferente, quizá por que sólo estaban ellos dos, porque no había música ni luces o quizás por el simple hecho de que Yeonjun estaba loco por el chef.

— O podemos cantar los dos si quieres— Beomgyu parecía un cachorrillo emocionado y es que el mero pensamiento de escuchar la grave voz de Yeonjun cantando le llenaba de expectativas.

—...Bueno... uhm... —Yeonjun comenzó a tararear una de las baladas que siempre solía interpretar en el karaoke y el menor le miró con un gesto de reprobación en el rostro.

—No podemos bailar con una canción así, necesitamos algo con más ritmo— pareció meterse en sus pensamientos por un momento antes de subir sus puños a la altura de sus hombros y empezar a moverse de un lado a otro.

—Excuse me baby, excuse me— el editor no pudo evitar reír al ver lo adorable que se veía.

—Vamos~ no quiero hacerlo sólo, es vergonzoso— Yeonjun se recargó sobre la pared sujetando su vientre sin poder evitar reír, Beomgyu hizo un puchero y aunque pudo haberse ofendido sólo se pudo fijar en como la nariz del mayor se arrugaba cuando sonreía ampliamente. —Hyung~~— saltaba haciendo una rabieta y después de tranquilizar su risa Yeonjun únicamente movió sus puños en un apenas intento de copiar lo que Beomgyu había hecho.

—¿Contento?—

—No, eso no vale—

—¿Por qué?—

—Apenas y te moviste— Beomgyu estiró su brazo tomando la muñeca de Yeonjun y atrayéndole hacia él para tratar de separarlo de la pared, aplicó más fuerza de la necesaria y el cuerpo de Yeonjun terminó chocando contra su pecho— ¡Lo siento! ¿Estás bien?— Yeonjun levantó tímidamente la mirada y Beomgyu pudo notar el leve sonrojo en sus mejillas, quiso preguntarle si era debido al frío.

—Yeonjun yo...

—¿Beomgyu? —una pequeña voz se escuchó en el exterior, provocando que se separasen como si de ácido se tratará, Beomgyu caminó a la puerta reconociendo la voz de inmediato, dando un par de golpes —¡Niki!

Mientras tanto Yeonjun trataba de calmar los erráticos latidos de su corazón.

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Las vacaciones casi terminaban y Niki decidió que al fin era momento de hacer esas tareas que había aplazado por todo el verano, no entendía como es que los profesores si quiera se molestaban en dejar deberes si sabían bien que nadie la haría y entregarían cualquier cosa que se les ocurriera hacer el domingo por la noche. Niki no quiso pasar por esa misma situación un año más por lo que decidió comenzar a vaciar su mochilas y ponerse a leer sus libros ahora que aún tenía un par de semanas para descansar, le pareció extraño no ver su grueso libro de física cuando dejó caer el contenido de su mochila sobre su escritorio, busco entre sus estantes y cajones y hasta debajo de la cama, sin ningún éxito.

Rascó su cabeza un par de veces tratando de hacer memoria de la última vez que le había visto. La cocina. Claro, recuerda haberlo llevado para que Felix le explicara un problema que le pareció difícil cuando hojeaba las hojas que tenía que terminar.

Su madre accedió a llevarlo, reprochándole por todo el camino como podía ser tan olvidadizo y que por su bien esperaba que el restaurante estuviera abierto y no le hubiera hecho gastar gasolina por nada.

Soltó un suspiro de alivio cuando vio las luces encendidas, corrió hacia la entrada esperando que Beomgyu no le cerrara la puerta en la cara. Observó el lugar sospechosamente cuando no encontró rastro del mayor, lo cuál era completamente extraño tomando en cuenta que las luces estaban encendidas y la puerta abierta.

—¿Beomgyu? ¿Hyung? —brincó cuando golpes en la puerta de la cámara fría se escucharon, Niki se acerco con cautela y pensó si este sería un buen momento para pedirle ayuda a su mamá, pero se recordó que ya era un niño grande y se podía enfrentar a cualquier cosa.

—¿Niki?— la voz de Beomgyu tranquilizó sus pensamientos, realmente no quería enfrentarse contra un ladrón él solo, algo hizo clic en su mente y recordó que la cámara fría solo podía abrirse por fuera ¿Acaso su hyung fue tan distraído como para encerrarse él sólo ahí?. Abrió la puerta y casi se ahoga en el asfixiante abrazo que Beomgyu y alguien más le estaban dando.

—Hyung no... res..piro...— Beomgyu soltó su frío agarre y apretó las mejillas del pequeño Niki en sus manos

—Eres nuestro salvador Nini, la siguiente semana tendrás dos días libres te lo prometo— Niki estaba a punto de negociar una semana entera cuando su mirada se encontró con Yeonjun.

—¿Los dos estaban encerrados ahí? ¿Juntos?—quiso capturar en fotografía las miradas de pánico de sus mayores quienes de inmediato trataron de crear excusas al mismo tiempo. Niki levanto su mano, deteniéndolos —No me tienen que explicar, yo sé lo que hacen los mayores —asintió con seguridad en su rostro.

—¡Hablando de mayores! —Beomgyu interrumpió el incómodo silencio, pasando su brazo por los hombros de Niki —, el cumpleaños de éste travieso es el fin de semana —revolvió los rubios cabellos del menor con su mano—, vamos a hacerle una pequeña celebración entre nosotros, quizás Chan y tú nos quieran acompañar— Yeonjun pareció encantado, la verdad es que además de estar con Beomgyu otra de las cosas positivas de visitar el restaurante era la buena energía que todos sus trabajadores daban.

—Me parece genial, seguro estaré aquí y Chan también, jamás se perdería una fiesta, ¿cuántos años cumples Niki?

—Dieciseis —infló su pecho —ya soy todo un adulto, hyung— los dos mayores rieron, no importaba su edad siempre lograba verse tierno.

—Será la primera vez que beba alcohol y que mejor que con adultos responsables como nosotros—Beomgyu asintió y Niki le miro un poco incrédulo.

—No se van a emborrachar, ¿verdad?— Beomgyu llevó una mano a su pecho, pareciendo ofendido.

—Por su puesto que no Niki, tenemos que estar pendientes de ti para regresarte a salvo a casa, no nos vamos a salir de control, ¿cierto, Yeonjun?

—Absolutamente— imitó la acción de Beomgyu, pasando su brazo por los brazos del menor —. Adultos responsables—

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► Reaper y Genji: Personajes del videojuego "Overwatch".

► Corte veloz y hoja del dragón: Habilidades especiales de Genji.

► Forma espectral: Habilidad especial de Reaper.

► Overwatch: Es un videojuego de tipo shooter en equipos en primera persona desarrollado por Blizzard Entertainment.

¡Obtavo capitulo! Wiiiiiiiiii
Se que es un poco tarde pero espero que la hayan pasado muy bien en Navidad y año nuevo. Espero que tenga un gran 2022~

¡Nos leemos pronto!

—cyeonjxn; 220104💐