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•Capitulo: 19•

Al despertar TaeHyung esa mañana se encontró de nuevo en la cama de JungKook, era casi una costumbre despertar ahí desde que su departamento era muy pequeño y en su cama sólo cabía TaeHyung. Últimamente casi todas sus cosas estaban en el departamento de su novio, desde ropa hasta libros de la universidad, y así lo sentía como su hogar.

Tomó un baño y se vistió para ir al hospital, entonces se dirigió a la cocina para desayunar y saludar a JungKook, pero curiosamente una estampida de cajas y artículos muy familiares lo recibió al entrar en la sala. Unos simpáticos baúles de tamaño mediano que contenían algunas de sus pertenencias; algunos electrodomésticos y además de sus libros de lectura. JungKook apareció con una tasa de café en la mano y vestido de traje.

—¿Qué es todo esto?

—La mudanza.

Por un segundo TaeHyung creyó haberse vuelto loco al oír semejante declaración, luego pensó que era la única explicación lógica para que todas sus cosas ahí. No obstante, una duda le invadió. Ahí estaban demasiadas cosas como para que pudieran caber en un solo departamento, por muy grande que este sea. Recorriendo la vista también divisó un catálogo sobre una de las cajas, era un catálogo de casas en venta.

—Kookie, ¿qué está pasando?

—Pues si vamos a estar juntos necesitamos un lugar más grande, tus cosas y las mías no caben en mi departamento y ni hablar del tuyo.

—Tal vez sólo necesitamos un departamento más grande.

—No, necesitamos una casa.

JungKook parecía tan convencido de dicha idea que en realidad parecía un hombre tan... diferente de cómo lo conoció, era totalmente nuevo pero le gustaba. Parecía un hombre muy hogareño. TaeHyung se acercó y le dió un beso, luego se dispuso a desayunar en compañía del otro.

—Hoy saldré temprano e iré al burdel.

—No tienes que ir.

—Es mi última noche ahí, quiero tener mi paga completa.

—Sabes que aún así te la voy a dar— le dijo tomándolo de la mano—. ¿A qué hora debo pasar por ti?

—Mi examen final termina a las tres, pasa por mi a esa hora, estaré en el hospital.

—Mi pequeño vampirito se graduará al fin.

TaeHyung se sonrojó y agachó el rostro avergonzado. Era esa la razón por la que dejaría de trabajar en el burdel, finalmente se graduaría y realizaría una especialización en cardiología, un tema que le apasionaba no sólo por el hecho de ser vampiro. Esa noche daría su último show en el burdel de JungKook.

—Cuando pase por ti iremos a ver las casas que te gusten.

El joven asintió para luego robarle un beso al mayor.

Una casa.

Un hogar.

—¡Te propuso matrimonio!— chilló JiMin sin poder contenerse cuando vió a su amigo enseñarle su sortija de compromiso.

Lamentablemente, dado que daban exámenes finales en la universidad, hace ya varios días que no lograron hablar ni mucho menos compartir lo que sucedía en su vida con los hermanos Min.

—Basta, desertarás a los enfermos— retó TaeHyung tratando de desviar la atención.

—Es increíble, ¡TE CASARÁS!

—Eso si es que mi prometido no se arrepiente de hacerlo— bromeó mientras pasaba a una de las habitaciones que más conocía, la habitación de Sunoo.

—Él nunca se arrepentirá. En verdad creo que ahora que se ha decidido a casarse no te soltará nunca.

Esperaba que se cumpliera a cabalidad esas palabras porque no quería alejarse de ese hombre.

Entró a la habitación donde aún estaba Sunoo, según había escuchado por las enfermeras, una trabajadora social que trabajaba en el caso del niño le estaba dando el adopción, algo que destrozó el corazón a TaeHyung pues ya nunca más lo volverá a ver.

—Hola, Sun.

—¡Tae, Minnie!

—Hola, Pequeño.

—¿Cómo estás?— le preguntó al pequeño humano.

—Bien, hoy iré con mi nueva familia— dijo El Niño muy entusiasmado, eso le puso a pensar a TaeHyung en ello celoso que se sentía de aquellos que iban a disfrutar de ese niño.

Era egoísta desear que ese pequeño se quedara en el hospital sólo para que pudiera verlo, sin embargo no podía imaginar que Sunoo se marchara con otros, lo extrañaría demasiado.

—Aún podemos vernos— comentó Sunoo al ver el triste rostro del médico.

Más TaeHyung lo dudaba.

Cuando la hora de rendir su examen llegó, JiMin y TaeHyung se despidieron del pequeño y se retiraron a su salón.

El claxon del auto de JungKook llamó su atención al salir del hospital, tras despedirse de JiMin corrió a subirse al auto. Con el folleto de casas en la mano, le indicó a JungKook la dirección del lugar a visitar.

—Sabía que te gustaría esa— comentó JungKook luego de oír la elección de TaeHyung.

—¿De verdad? ¿Cómo lo supiste?

—Porque también me gusta a mi. Creí que era un buen lugar para nosotros, para nuestro hogar.

Las mejillas se le calentaron a TaeHyung ante la idea de que ahora en adelante serían una familia, lo único que faltaba era un hijo. El jefe del Burdel condujo por las lujosas calles de Seúl, por un vecindario que lucia muy tranquilo y probablemente de ricos, algo que preocupó a TaeHyung.

—Kook— llamó algo temeroso.

—¿Sucede algo?

"Sí, soy pobre" pensó recordando su miserable estado bancario.

—Tal vez deberíamos buscar una opción menos... costosa.

—¿Te preocupa el precio de la casa?

—Es que...— suspiró algo apenado de soltar la verdad—, no tenemos dinero para una casa así.

—Disculpa lo que diré, Tae. Tal vez no tengas dinero, pero yo sí y lo sabes.

—Pero se supone que si es nuestra casa deberíamos de comprarla juntos, con dinero de los dos.

—Puedo enseñarte mi cuenta bancaria para que te quedes tranquilo, pero no aseguro que no te desmayarás— bromeó JungKook en un intento por animar a su preocupado prometido.

—Kook— se quejó el joven.

—¿Quieres que te haga un préstamo?

—Deja de bromear, esto es serio.

—TaeHyung, quiero que esta casa la aceptes como un regalo de compromiso, ¿de acuerdo?— cuestionó usando un tono que no admitía réplica.

—¿Y cuál será el regalo de bodas?

—La noche de bodas.

TaeHyung se sonrojó furiosamente. Era increíble como JungKook se salía con la suya siempre, aunque en esta ocasión se lo agradecía pues en verdad le gustaba la casa. Tal vez no sería mala idea lo del préstamo si podía pagarle lo que les quedaba de vida, y que mejor siendo esposos.

Al llegar frente a la casa la respiración de TaeHyung se cortó, la casa era más impresionante de frente que en el catálogo. Un estilo moderno, con paredes de vidrio y pilares de madera, poseéis una bella fachada junto a las plantas alrededor.

—Además, te tengo una sorpresa.

—¿Qué cosa?

JungKook no dijo nada, sólo se bajó del auto e invitó al pequeño a acompañarlo dentro de la casa. Al entrar admiraron el salón que los recibía, con luces amarillas y decorados en madera, pero la curiosidad era quien estaba sentado en uno de los sofás, estaba un pequeño niño, Sunoo.

—¿Qué está haciendo Sunoo aquí?

—¿De qué hablas? Está con su familia.

"Sunoo..."

TaeHyung casi se desmaya.

¿Era cierto?

¿JungKook había adoptado al infante?

—¿Ya puedo llamarlos mamá y papá?

Oh, Dios mío— jadeó TaeHyung abrazando a JungKook al borde de las lágrimas.

—Nuestra familia se ve realmente bien en esta casa, no puedes quejarte.

Esa noche le serviría a TaeHyung para despedirse del Burdel, dió su ultimo show con cierta melancolía albergada en su corazón. Ahí fue donde conoció al amor de su vida, ahí disfrutó de sacar cierta faceta descarada que nunca antes logró, y ahora debía decir adiós. De regreso en su camerino encontró una nota de JungKook.

"Tienes un privado esperándote, el último. Te veré cuando termines".
Min JungKook.

Cambió su atuendo por algo más cómodo para un privado, una falda rosa y un top negro, se arregló el maquillaje y subió por las escaleras al piso de las recámaras privadas. Su mente recordó la nota de JungKook y la duda le asaltó. TaeHyung conocía la letra de JungKook, quizás demasiado bien, y casi juraría que aquella nota no lo era. Alguien más debió escribirla, y curiosamente tampoco había ningún usual guardia cerca como era costumbre en esa zona. Lastimosamente su descubrimiento llegó demasiado tarde. Estaba ya frente a la habitación que mantéela la puerta abierta.

—¡Ah!— chilló cuando alguien lo empujó de reo de la habitación para luego cerrarla con seguro.

—Hola, TaeHyung. Es encantador verte de nuevo.

—MinGyu— jadeó asustado al ver a su antiguo amo frente a la cama.

Esto se puso bueno.
:D
Secuestraron a TaeHyung. :(

Estamos a ley de cinco capítulos para el final.

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