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•Capitulo: 15•

TaeHyung sentía que sus ojos pesaban, estaba tan cansado luego de un turno de quince horas en el hospital de los cielos la mayor parte de su tiempo la pasó en cirugía acompañando al médico. Una mujer dando a luz era un momento imposible de olvidar, especialmente porque estaba lleno de gritos, gemidos y sangre, eso le puso perspectiva ser madre, claro que los hombres no podían dar a luz, pero ciertamente envidió aquello porque por muy apabullante y cansado que fue el momento si quiso poder traer una vida al mundo.

Llegó al cuarto para internos para recoger su mochila y firmar su salida así podría finalmente regresar a su pequeño departamento, a su mullida cama; pero no contó con encontrarse con Sunoo ahí, mucho menos con JungKook.

—¿Qué hacen aquí?— preguntó con la mandíbula a punto de tocar el piso por la impresión.

—¡Taenie!— chilló el niño de sobre las piernas del jefe del Burdel para correr abrazar las piernas del médico.

—Hola, Sunnie.

—Hola, cariño— saludó JungKook algo jocoso acercándose al joven.

Se sonrojó al oírlo tan cariño, inusual, pero le sonrió de regreso mientras tomaba a Sunoo y lo cargaba. El niño le tomó del rostro con sus pequeñas manos, suaves caricias en sus mejillas y en sus mechones castaños, aquellos toques le encantaban.

—¿Ya te vas?

—Son las dos de la mañana, Sun, debo regresar a casa y tú debes ir a la cama.

—¿Puedo irme contigo?— le preguntó entusiasmado.

—¿Qué? No, pequeño, recuerda que estás bajo observación todavía por tu anemia.

El infante hizo un puchero realmente entristecido, bajó la mirada haciendo sentir culpable a TaeHyung, pero lo siguiente que dijo le tomó por sorpresa.

—Kookie, ¿te gustaría llevarme contigo?

A ambos adultos les pareció extraña la insistencia sobre el tema, el niño parecía casi desesperado porque uno de los dos lo llevase consigo y eso les preocupó, aunque TaeHyung demostró más físicamente que JungKook. Ambos se preguntaron qué era lo que atormentaba al niño como para querer dejar a su familia e ir con los vampiros.

—¿Qué pasa, Sun?

—Es que... en unos días me dejarán salir de aquí.

—Eso es genial, podrás regresar a casa— felicitó JungKook acariciando su cabeza.

—Yo... ya no tengo casa.

Por un segundo JungKook quiso abofetearse por soltar un comentario tan a la ligera sin conocer la realidad del pequeño con cara de zorro, pero tal parecía que ni TaeHyung sabía de ello.

—Me enviarán a un Huerfanato— murmuró equivocando las palabras, comprensible para un niño pequeño qué pasó más tiempo en el hospital que en su casa o asistiendo a la escuela.

—¿De qué hablas? No pueden enviarte a un orfanato, tú madre tiene tu custodia. Ella vendrá por ti.

La madre de Sunoo era una mujer un tanto extraña, cuando TaeHyung la conoció hacía casi un año cuando el menor llegó con una fractura en su brazo y una anemia grave, la vio unos días contados visitando al niño pero nunca demostró preocupación genuina o bien amor por el infante. Era algo molesto porque él mismo amaba a Sunoo desde que lo conoció.

—Mamá... ella nunca volvió por mi. Desde que dejaron aquí en el hospital ella no volvió.

El dueño del Burdel quiso saber el nombre de la mujer que se atrevió a abandonar a un niño Yam encantador como lo era Sunoo, aunque por otro lado quizás no debería hacer otra cosa si no agradecerle, de no ser así no hubiera conocido a Sunoo.

—No quiero ir allí.

—Tranquilo, Sunoo, no dejaré que te lleven ahí.

TaeHyung se preguntó qué podría hacer JungKook que impediría que Sunoo no sea llevado a un hogar para huérfanos, sin embargo, si le gustó la preocupación tan paternal del otro. El niño tuvo que regresar a su habitación, mientras tanto TaeHyung y JungKook subieron al auto del mayor dispuestos a regresar a sus respectivos hogares. El silencio era compresible dado que el bailarín hubo sucumbido al sueño.

JungKook cambió el rumbo y se dirigió a su propio departamento. Al legar cargó en sus brazos al pequeño vampiro, subió por el ascensor hasta el octavo piso del edificio y entró en su departamento. Le gustaba como TaeHyung se acurrucaba contra su persona de forma inconsciente. Dejó al muchacho en la cama y comenzó a desvestirle, con lo cansado que estaba TaeHyung apenas lo sintió. Lo dejó vistiendo la camisa de un pijama y bóxers, no se atrevió a cubrir más su cuerpo, eso sería una herejía. El mismo se desvistió y acostó junto a su amante, lo cubrió con las frazadas y se dispuso a dormir.

"Me gusta dormir con el"

"Y quiero hacerlo muchas veces más"

—Buenos días— saludó TaeHyung algo apenado de que JungKook lo viese usurpando su cocina vistiendo prendas casi transparente.

—Hola— le saludó tomando una tasa de café del mostrador.

—Espero no te moleste que haya ultrajado tu cocina.

—No me disgusta— le dijo acercándose por detrás y dejando un beso en su cabeza.

JungKook no era romántico usualmente, pero ver a TaeHyung tan dulce le provocaba unas inmensas ganas de abrazarlo y mimarlo. Cuando quiso besar en los labios la puerta de su departamento se abrió y por ella entraron su hermano y su esposo.

—Sorprendidos en el acto— se mofó SeokJin al verlos vestidos como si la noche anterior hubieran intimidado.

—¿Qué hacen aquí?

—Vinimos a desayunar contigo— informó NamJoon tomando asiento en el comedor.

—Hasta donde yo sé ustedes tienen cada y pueden prepararse su desayuno.

—Descuida, JungKook, si ellos quieren puedo preparar más café.

SeokJin y NamJoon sonrieron enternecidos por lo dulce de TaeHyung, y el vampiro le dijo a su hermano.

—Acabas de sucumbir, JungKook, ante el yugo de tu pareja— se mofó recibiendo un codazo de parte de su esposo al ver el deformado rostro de JungKook, lucia casi abochornado por ello.

—Yo... lo siento, JungKook— se disculpó TaeHyung viendo a su pareja de soslayo.

JungKook sonrió algo incómodo, luego le dijo que no había problema si deseaba prepara más café, él por su parte regreso a la recámara para vestirse, le sugirió a TaeHyung que hiciese lo mismo pues para nada le gustaba que su pequeño vampiro estuviese medio vestido frente a la pareja. Cuando el estuvo vestido de traje salió a la cocina y en el transcurso se encontró con su pareja quien iba a la recámara a vestirse, según él con la misma ropa de ayer, pero se encontró con ropa nueva sobre la cama, totalmente de su talla y estilo. JungKook había comprado ropa para el chico como si realmente esperara tenerlo aquí.

—En realidad me alegra que estén aquí— le dijo a sus familiares—, quería hablar con ustedes sobre algo importante.

—¿Y sobre qué es?

—Necesito asesoría legal con un tema en particular.

—¿Te metiste en problemas, Kook?

—No, Jin, pero pronto tendré uno tamaño miniatura, eso espero— murmuró en parte para sí mismo mientras una sonrisa afloró en su rostro.

—JungKook— llamó TaeHyung saliendo de la habitación mientras terminaba de calzarse los zapatos a prisa—, ¿podrías llevarme a la universidad?

—Yo te llevaré— le dijo SeokJin poniéndose en pie tomando las llaves del auto de NamJoon—, hay cosas que quiero hablar contigo.

—Iré a verte en la tarde, TaeHyung— indicó sonriendo con suavidad.

El muchacho asintió un tanto sonrojado, entonces se despidió de los hermanos y se marchó junto con SeokJin, bajaron hasta el aparcamiento y se montaron en el Audi de NamJoon y emprendieron marcha al hospital central.

Mientras tanto, JungKook tomó un sorbo de café luego de tomar asiento en el sofá. NamJoon lo miró expectante, ansioso por lo que quería pedirle su hermano pues lucia especialmente ansioso y quizás entusiasmado.

—¿Qué es lo que te tiene tan preocupado? ¿Pasó algo con TaeHyung?

—No. En realidad tiene que ver más conmigo.

—Bueno, dime, ¿en qué lío te metiste hermanito?

—NamJoon, ¿qué debo hacer para poder adoptar a un niño?

No sé lo esperaban, ¿verdad? Jsjsj
Bueno, espero les haya gustado el capituló.

¡besos! <3

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