En el hospital de Seúl, TaeHyung recorría los pasillos como si de un alma en pena se tratara, cualquiera estaría en semejante estado de haber hecho un turno de doce horas. Con una taza de café en su mano derecha y un paquete de galletas de frutos rojos en la otra, se encontraba dispuesto a regresar al pequeño cuarto que el hospital ofrecía a los médicos internos para descansar luego de los turnos.

—¿Una plasmaféresis?— la voz de una enfermera en recepción le llamó la atención a TaeHyung—. ¿A esta hora?

—Sé que es tarde pero la necesito con urgencia.

Y esa segunda voz lo hizo despertarse casi de golpe. Era JungKook.

¿Una plasmaféresis dijo? ¿Desde cuándo un vampiro necesitaba una plasmaféresis? En realidad, esos casos eran tanto raros como escasos.

—Oh, Doctor Kim— saludó la enfermera al verlo en la estancia. JungKook se giró al verlo casi con demasiada sorpresa luciendo en un rostro.

—¿Pasa algo, enfermera?

—Este caballero necesita una plasmaféresis, según dice su prescripción médica es un tratamiento que se viene haciendo desde hace poco más de dos meses.

Al joven vampiro siempre le dio gracia que todos en el hospital lo trataran como médico cuando en realidad aún no lo era, no completamente al menos, más la sensación era siempre cálida y reconfortante. TaeHyung le pidió a la enferma la prescripción, ahi detallaba la información referente a la plasmaféresis así como el nombre del médico tratante de JungKook.

—El doctor Choi se fue hace dos horas— le informó—, tuvo una cirugía a las cinco de la tarde y luego se marchó.

—Es urgente— pidió JungKook con esa típica voz grave que enloquecía a TaeHyung.

—¿Podría ayudarlo, doctor Kim?

Por supuesto, no quedaría mal ante la enfermera ni ante JungKook por muy cansado que estuviera. Con un asentimiento de la cabeza accedió a la petición para luego indicarle al otro vampiro que lo siguiera hasta una habitación donde se realizaban ciertos procedimientos médicos muy poco complicados. El silencio fue trémulo, algo incómodo pero bien disimulado.

—Recuéstate en la camilla una vez te hayas retirado la manga de la camisa— le pidió sin verlo a la cara, como si por vergüenza le rehuyera.

—¿Preferirías que me quite la camisa?— preguntó tratando de hacer más llevadera la situación. Eso no funcionó. TaeHyung al escucharlo se tensó y accidentalmente dejó caer la bolsa de sangre que sacó de uno de los estantes.

—S-solo la manga.

El alto hizo lo pedido, se retiró el saco y remangó la camisa hasta el antebrazo y se sentó en la camilla. El médico se acercó con la pinta de sangre en su mano y un aparato algo raro para JungKook. Los ojos de TaeHyung recorrieron el cuerpo de JungKook con cierto descaro, pero en realidad analizaba la situación. Al estar su jefe bien dotado, con brazos fuertes, la camisa al remangarse quedaba apretada y eso no era positivo para el tratamiento. Largando un suspiro le dijo.

—Creo que será mejor que retires la camisa.

Min se carcajeó suavecito como si de un "te lo dije" se tratara. A la vista quedó su piel, más oscura que el tono usual de un vampiro, casi como si estuviera bronceada por el sol aunque eso era poco probable ya que los vampiros no se bronceaban, aquello debía ser herencia genética porque sus hermano NamJoon poseían el mismo color de piel, excepto YoonGi que era blanco como un papel. Los ojos avellanas de TaeHyung no pudieron obviar los músculos fuertemente marcados en el abdomen de su paciente.

—¿Puedo saber por qué necesitas una plasmaféresis?— inquirió cuando comenzó con el procedimiento.

—Hace tiempo tuve una pelea con otro vampiro— comenzó diciendo mientras dejaba a un lado las diferencias entre jefe y empleado—, no jugó limpio y lamentablemente yo llevé las de perder.

—¿Qué te hizo?

—¿Uno de sus hombros me drogó, cuando desperté estaba con mis hermanos en el hospital en situación crítica.

—¿Por qué?

—Me inyectó media pinta de sangre de muerto.

TaeHyung soltó un jadeo casi demasiado preocupado. Media pinta de sangre de muerto, un poco más, y de no ser por la fuerza de un vampiro tan viejo como JungKook, ya estaría muerto. La sangre de muerto es la primera lección que le enseñan a un vampiro. "Bebé de cualquier fuente menos de un muerto", porque si sangre ya está contaminada y próxima a coagularse. Este tipo de sangre era una de las armas mortales contra los vampiros, aunque muy pocas veces se veían casos parecidos.

—El doctor Choi me hizo las primeras curaciones, pero aparentemente mi sangre aún no está purificada.

—Según vi en tu prescripción te hacen falta alrededor de tres curaciones más.

—Suelen hacerme curaciones una o dos veces al mes, según el comportamiento de mi cuerpo.

Aunque sonase raro decirlo, a TaeHyung y a JungKook le gustó poder compartir más palabras, poder conversar con tranquilidad como si de viejos amigos se tratara. Para el más viejo era una sensación demasiado cálida el contarle a TaeHyung sobre su situación, usualmente no hablaba de su intimidad pero ya que el joven era su médico en dicha ocasión las explicaciones eran meritorias.

—Listo, ahora sólo debemos esperar a que la sangre limpia entre en tu cuerpo— le dijo para tomar asiento en una silla junto a la camilla cuando acabó de insertar dos agujas en el brazo del vampiro mayor, una en la cena cerca de su muñeca y la otra parte frontal del codo.

—¿Puedo saber qué haces aquí tan tarde?

—Tenía turno, acabé hace poco.

—¿Cuántas horas has pasado aquí?— preguntó más preocupado que curioso.

—Con la hora que pasaré contigo hasta que la pinta se acabe serían trece horas.

A pesar de que un vampiro posee muchas cualidades sobrehumanas como fuerza, resistencia, velocidad, y ciertos dones que vampiros puros obtienen desde su nacimiento, a JungKook le preocupó saber que el pequeño vampiro no tenía descanso y que seguramente no hubo comido nada hasta ese momento. A la memoria le vino el recuerdo de que cuando lo encontró en la recepción, llevaba café y galletas, los mismo que ahora descansaban en la mesa de junto.

—Come, debes de estar cansado.

El otro asintió, procediendo a tomar las galletas y comer un poco. En medio del silencio y el ligero ruido que producía la sangre entrando al sistema de JungKook, a TaeHyung se le vinieron a la mente muchas preguntas y no pudo hacer otra cosa sino soltarlas.

—Si tú sangre ha estado infectada desde hace dos meses, ¿cómo es que no me pasó nada cuando bebí de ella?— cuestiono con cierto rubor en las mejillas al traer a colación tan orgásmico día.

—No lo sé. Siendo franco, ese día ni siquiera recordé que podría hacerte daño al beber de mi sangre.

—Tal vez si causó estragos en mi y no me di cuenta, después de todo bien pudo confundirlo con los efectos de la inanición— se dijo así mismo en voz alta.

—Deberías pediré al doctor Choi que te revise, podría pasarte algo si te contaminé.

Con un movimiento afirmativo de la cabeza TaeHyung zanjó el asunto sin miramientos, y cuando el silencio parecía abrazarlos nuevamente alguien entró por la puerta de forma abrupta. Un niño pequeño corrió al ver a TaeHyung dentro e inmediatamente saltó a sus brazos.

—¡Tae!

—Sunoo— jadeó sorprendido—. ¿Qué haces aquí a estas horas? Siendo ya más de las diez, deberías estar en la cama.

—Me dijeron las enfermeras que seguías aquí y quise verte.

—No deberías trasnocharte ni mucho menos ser maleducado, estoy con un paciente ahora.

—Oh, lo lamento.

El pequeño niño de cabellera gris se bajó del regazo del médico y fue hasta la cama donde un curioso JungKook se encontraba admirando la situación.

—Hola, soy Sunoo.

—Soy JungKook.

—¿Por qué estás aquí?— le preguntó dulcemente subiéndose a la cama para sentarse de rodillas al lado de JungKook.

—Estoy un poco enfermito— le dijo con una sonrisa carismática en el rostro que TaeHyung no hubo visto nunca.

—Yo también, pero Taenie me curará y estoy seguro que también a ti.

—No tengo duda de ello.

—¿Eres un vampiro igual que TaeHyung?

—Lo soy. Tú eres un humano, ¿no le temes a los vampiros?

—Taenie nunca ha querido comerme.

TaeHyung miró impactado como una amenaza charla se desarrollaba entre ambos enfermos, con tanta facilidad que hasta le dio envidia de no poder ser así de abierto o agraciado al conversar. JungKook parecía no incomodarse ante las preguntas o comentarios del niño, aún cuando algunos comentarios fueron más del ámbito personal, e incluso parecía que veía al niño con cariño.

"Definitivamente le gustan los niños"

—¿Te parece lindo Taenie, JungKook?

"Oh, pequeño Sunoo, eres un boca floja"

—No incomodes a JungKook— le pidió apresurando no queriendo oír la respuesta.

—Me parece que TaeHyung es muy guapo, especialmente con el atuendo adecuado— mientras hablaba no dejó de ver a su empleado, y cuando acabó le guiñó el ojo con coquetería.

—Le he dicho que debería tener un novio.

—Ustedes deberían dejar de hablar de mi poca vida amorosa— pidió TaeHyung sintiéndose muy incómodo de ser el foco de atención.

—Pero eres demasiado lindo para estar solito— puchereo el niño.

—Y tú demasiado pequeño para estar despierto a estas horas— le dijo tomándolo del brazo para bajarlo de la cama—. Es hora de ir a dormir.

—¡Adiós JungKook!— se despidió con gran efusión mientras salía de la habitación.

La pinta de sangre iba por más de la mitad, pronto JungKook se marcharía y TaeHyung podría ir a casa a comer antes de ir al burdel. El alto dio un suspiro cansado aunque la sonrisa que el niño le dejó nunca abandonó sus labios.

—¿Puedo llegar media hora tarde al trabajo? Sucede que iré a casa a cambiarme y a comer, pero de ahí-

—No irás hoy al burdel— le cortó con tranquilidad.

—¿Me... me estás despidiendo?

—No seas tonto. Sólo sucede que no te dejaré trabajar cuando ya lo estás haciendo ahora. Al terminar aquí te dejaré en tu casa y espero que descanses hasta mañana.

—No tienes porqué irme a dejar a mi casa, traje mi bicicleta.

Una bicicleta. Aquello fue como el mejor chiste que le pudieron contar a JungKook pues las carcajadas que le produjo salieron de inmediato. TaeHyung se avergonzó un poco pero luego se molestó al ser objeto de burla de JungKook.

—En el estado en el que estás ahora no podrás pedalear ni hasta la siguiente cuadra.

—Yo puedo hacerlo, no sería la primera vez.

—Quizás, pero si será la última vez.

—¿De qué hablas?

—Qué bien, puedes irte olvidando de tu bicicleta.

—¿Y pretendes que camine hasta mi casa?

—En absoluto. Lo que pretendo es que cada vez que salgas de turno o acabes clases me llames y te vendré a ver.

"¿Como si fuéramos una pareja?"

"Un amor así de idílico no tiene cabida en mi vida"

—... ¿Por qué harías eso?

—Porqué puedo— respondió con simpleza.

—Pues yo también puedo valerme por mi mismo y regresar a casa solo.

—¿Quieres ser un vampiro desempleado?— Jugó.

—¿Es una amenaza?

—Completamente.

Dando cumplimiento a su propuesta cuando acabó de realizarse la curación, la oreja se dirigió al parqueo frontal del hospital donde esperaba el lujoso auto de JungKook. TaeHyung venía siguiéndolo con su bicicleta sujetada por los manubrios, al llegar el alto la ubicó en la cajuela del auto y le abrió la puerta del copiloto. Su recorrido a la casa del joven comenzó.

—Siento que desde que te conocí he sido una molestia para ti, y que ahora sólo represento una carga innecesaria.

—No lo eres, ni nunca lo has sido. Aunque voy a admitir que en un inicio fuiste como la pierda de mi zapato.

—¿Y ahora?

—Ahora eres una piedra que me disgusta menos cada día.

Holis, volví jsjs
¿Qué les pareció el capituló?

¡Apareció Sunoo! Si, por si se preguntan soy Engene, lo soy desde I-land, vengo desde el tiempo de playero JAJAJS.

Well, espero les guste el capituló, ¡besos! <3