•20: Berrinche•
—¡Estoy aquí!— gritó BamBam, pasando el umbral de la puerta con los brazos abiertos, seguido de YuGyeom, pero antes de seguir hablando, se calló.
Aquella escena fue... simplemente impresionante, dejándole una mueca de horror en su cara.
No, inesperada, o quien sabe, hasta un poco turbia.
La manera en como JaeBeom y YoungJae estaban acurrucados en la cama del de mechas y le resultó inquietante y a su vez sorpresiva.
Y es que YoungJae se veía tan comido en el pecho de JaeBeom, mientras éste lo atraía hacía él con una mano en su cintura, parecía simplemente mentira.
Se veía calmado, respiraba tan tranquilo, incluso parecía no querer soltarlo, y JaeBeom... él se veía disfrutando del momento.
Esa misma mañana el mismo YoungJae estaba regado por haber quedado al cuido de JaeBeom, y ahora estaban dormidos, y acurrucados cual pareja.
Incluso YuGyeom que sabía de la situación gracias a BamBam, estaba horrorizado de ver a su mejor amigo en esa escena.
Por poco y pide un poco de insulina para él y BamBam.
¿De que se habían perdido?
Como no quisieron despertar a Jae, YuGyeom se encargó de despertar a JaeBeom, para que se levantara y se fueran a su dormitorio.
Con sumo cuidado, BamBam sostuvo a YoungJae, mientras JaeBeom se levantaba, una vez que se quitó, BamBam lo dejó abrazando una almohada para que volviera a acomodarse.
JaeBeom le dió una última mirada a YoungJae, mientras escuchaba los chasquidos de un beso de despedida entre YuGyeom y BamBam, ni siquiera le dieron ganas de voltear.
Se veía tan plácido durmiendo, que por un momento casi se devuelve a dormir junto a él.
Una sonrisa y un suspiro de enamorados salieron de JaeBeom, era inevitable no enamorarse de aquel chico.
Todo le fue pausado por la mano de YuGyeom en el hombro, indicándole que tenían que irse.
Cuando estuvo en la puerta, se despidió de BamBam mientras éste le decía "Gracias por cuidar de Jae", y él le respondía "No es nada, cuando quieras".
Y obviamente lo haría sin negarse.
Caminó junto a YuGyeom con una sonrisa en sus labios.
Había tenido una mañana muy linda con YoungJae, simplemente se sentía en las nubes.
¡Incluso le preparó un Sándwich con juguete de fresa!
Podía casarse ya mismo si YoungJae se lo pedía.
—¿Y bueno?— la voz de YuGyeom lo saco de sus pensamientos—. ¿Ya me vas a decir cómo estuvo?
—¿Quieres el resumen o a detalle?
—Si es muy meloso, haz el resumen— dijo con una mueca de asco.
—Se lo dices al que casi le da diabetes por culpa tuya y de BamBam, idiota— quejó JaeBeom.
YuGyeom le miró mal—. Habla antes de que me arrepienta de haber preguntado cómo estuvo tu día con el niño.
Im rodó los ojos—. En la mañana estuvo de rebelde, según Tuan eso iba a ser normal durante unos días, hasta que comenzó a buscar su celular. Tuvimos algo así como un acercamiento, le bajó todo el berrinche de una vez.
—¡Te lo cogiste Im JaeBe-
El mencionado le tapó la boca a YuGyeom con su mano, callándole las quejas por lo que estaba haciendo.
Lo había gritado en medio pasillo, y unas cuántas personas voltearon a ellos.
JaeBeom apartó su mano cuando sintió la saliva de YuGyeom en su palma, limpiándose en su pantalón m con una mueca de asco.
—¡Por qué me callaste así, imbécil!— espetó mientras volvían a caminar.
JaeBeom río—. ¿Y qué querías que hiciera? ¿Besarte?
El otro le quiso seguir el juego—. No hubiera sido malo.
JaeBeom hizo una mueca, y YuGyeom soltó una carcajada.
—Asco, mejor sigo hablando.
El otro río, pero más bajo.
JaeBeom suspiró—. No me lo cogí, descerebrado, fue un acercamiento, estuvimos cerca, nada más. Después le pregunté si tenían para comer, y terminó haciéndonos un Sándwich. Todo normal.
—. ¿Y cómo fue que terminaron durmiendo así?
—Me hablo porque le dolía un poco la cabeza, le di la pastillas que me dijo, y al rato se quedó dormido, no sé, seguro daba sueño, entonces yo me recosté a su lado y de pronto me abrazó.
—Y claramente tú no ibas a quitarte y te dormiste también— continuó YugYeom en un tono obvio, JaeBeom asintió—. Bueno, algo es algo.
—Ojalá me dejen cuidarlo más seguido— dijo con una sonrisa.
—Mañana tienes que verlo otra vez, Romeo— le detuvo—. Mañana vuelves a clase, y él también.
JaeBeom rodó sus ojos y siguió caminado seguido de YuGyeom.
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