Tal como JaeBeom dijo, los dos estaban cómodamente hablando en el salón de clase, esperando por la profesora.

Tema varios, por supuesto.

YoungJae se veía increíblemente atraído a conocer más sobre la vida de JaeBeom, y viceversa.

—Entonces... ¿tienes hermanos?— pregunto el mayor.

YoungJae lo pensó un momento, y respondió—. Sí, soy el de el medio. ¿Tú tienes hermanos?

La respuesta de JaeBeom fue detenida por la entrada del profesor Park, poniendo orden y silencio con sólo entrar en el lugar.

El lápiz de JaeBeom tocó el piso, haciendo un ligero sonido, y llamándole la atención a YoungJae, quién quiso recogerlo.

Al hacerlo, su mano y la de YoungJae, torpemente chocaron, y fue cuando lo escuchó hablar, mientras él trataba de evitar su sonrojo.

—Tengo una hermana menor— susurró, siendo audible apenas para YoungJae.

Los dos levantaron la cabeza casi al mismo tiempo, chocando sus miradas, sonrojándose y sin saber qué decir.

Qué difícil era tener a JaeBeom como compañero de asiento.

No podía tener tanta concentración en la clase debido a que JaeBeom retenía partes importantes de su atención.

Incluso, en ocasiones, no podía sacarle la mirada de encima a JaeBeom, y eso que trataba de observarlo únicamente por el rabillo de su ojo.

—YoungJae— Jimin, su profesor, le llamó su atención—. ¿Podría decirme quién es el escritor de la Odisea?

Estaba en blanco, su mente le jugó mal, y estaba sin respuesta alguna.

Podía jurar que si decía cosa incorrecta, su profesora le dejaría incluso la tarea de leer aquel libro, y él no estaba en esa disposición.

—Eeh, y-

—Homero— respondió JaeBeom por él—. Homero escribió el libro, profesor Park.

Su ángel, le había salvado en ese momento, JaeBeom estaba ahí, rescatándolo.

—Así es, JaeBeom— sonrió Jimin—. YoungJae, pon más atención, por favor.

Él menor asintió sonrojado, y JaeBeom sonrió por verlo de aquella manera.

El pelinegro rasgó un poco de papel de su cuaderno, escribiendo en ella.

"Es sencillo, ¿cómo no lo recuerdas?"

Será porque tenía amnesia, sólo que JaeBeom no lo sabía.

YoungJae leyó unas cuantas veces más el comunicado de JaeBeom, hasta que otro papelito llegó.

"No tienes que responder, estoy bromeando"

YoungJae río, haciendo reír a JaeBeom también. Él menor comenzó a escribir en ese mismo papelito, devolviéndoselo a JaeBeom.

"Gracias, hyung. ¿Qué puedo hacer para pagarle?"

Im rió y no respondió nada más, dejando la pregunta preferiblemente para cuando saliera de la clase, ahorrándoles un posible regalo por no prestar atención en la clase.

YoungJae nuevamente rodó los ojos.

—¡Ya! Sólo respondió por mí, tampoco es que me propuso matrimonio— YoungJae regañaba a JinYoung, que estaba totalmente emocionado por lo que él menor le acaba de contar.

BamBam estaba despistado, en otro mundo, Mark disfrutaba de su jugo de manzana y su bolsita de papitas, el azabache estaba encima de YoungJae mientras él le contaba su historia.

—¿Y a este que le pasa?— dijo Mark, hablando de BamBam.

—Tienes que ver con YuGyeom—resaltó el azabache—. No tengo pruebas pero tampoco dudas.

—Ya veo— Mark pasó de BamBam hasta YoungJae, quién estaba por abrir su soda—. ¿Y a ti-

—Pregúntenme por JaeBeom una vez más y les dejó caer a toda Coca-Cola en la cabeza.

—Pero por qué tan agresivo— la voz de Jackson se escuchó atrás de ellos—. ¿Es así normalmente?

Lo que faltaba era que uno de los mejores amigos de él, se le hicieran presencia justo cuando estaban hablando de él.

Gracias destino, por siempre estar en mi contra.

—La mayoría del tiempo, es sólo de acostumbrarse— JinYoung hizo gesto y sonrió con la presencia del mayor—. ¿Cómo estás?

—Oh, bien— sonrió también de ver a JinYoung sonreír—. Estoy bien, ¿ustedes están bien?

Jackson sacó su teléfono, tecleando rápidamente y luego volvió a guardarlo.

Todos asintieron a la misma vez. Incluso YoungJae, quién no había dicho ni una sola palabra hasta el momento.

—¿Por qué BamBam tiene el mismo comportamiento que YuGyeom? Los dos andan como en la luna— frunció el ceño.

—¡Se los dije!— exclamó el azabache.

Las conversaciones con Jackson, básicamente cambiaron un poco, obviamente no iban a hablar tanto de JaeBeom y YoungJae, aunque mencionaba, no se hablaba.

El tiempo pasaba tan lento, que no era aburrido. Generalmente la hora del almuerzo no era aburrida, pero sí que tomaba su largo tiempo.

Lo bueno era, que pudieron conocer un poco más sobre Jackson, descubriendo su amor hacia la música en general.

Les mostró un pedazo de una canción que estaba produciendo.

La melodía era un poco movida, y tenía su beat. Increíblemente, BamBam despertó de aquel sueño del que se encontraba cuando escuchó lo que Jackson estaba poniéndoles.

El joven tenía talento, y aunque BamBam no le dijera, improvisar mentalmente unas cuentas letras para la producción de Jackson.

—¡Hyung!

Y fue lo suficientemente rápido para caer en cuenta de donde y de quién venía esa hermosa voz.

Por instinto, YoungJae observó a Jackson, y observó cómo esté sonrió y le guiñó el ojo a JaeBeom—. Yo me robaré a JinYoung un rato, nos vemos.

Y bueno, dos menos.

—Hola Bamie— la voz de YuGyeom le asustó a su lado, bueno, al lado de BamBam, pero este estaba a su lado—. ¿Vamos?

Y sin decir mucho, sólo quedaban tres.

Claro, uno sólo hacía de mal tercio—. Uh, sí, yo... quedé de verme con Binnie en... —hizo que veía su reloj—. ¡Mierda! Se me hizo tarde Jaenie.

Los labios de YoungJae susurraban: "No me dejes Markie, te lo pido".

Pero los ojos de Mark decían: "Luego me lo agradeces".

Y sin importar dejarlos solos, apenas llegó a despedirse—. ¡Nos vemos!

Sintió como JaeBeom se sentó a su lado.

YoungJae temblaba, sudaba, parecía que su corazón terminaba de hacer una maratón, y sabía que llegaría a trabarse. Todo, sólo con la presencia de Im JaeBeom.

El alto tomo asiento junto a él castaño, soltando un suspiro. También estaba nervioso, y no podía negarlo.

Ninguno de los dos tenía las palabras exactas para poder hablar en ese momento, por lo que el silencio fue el compañero fiel de ambos.

Observó, por el rabillo de su ojo, como JaeBeom sacó de su mochila, un cuaderno, y dos lápices.

Abrió el cuaderno en la última página.

No sabía, de qué cuando a cuando, la conversación que tuvieron durante la clase anterior había sido tan normal, y ahora ninguno de los dos tenía las palabras en la boca para poderse hablar.

Era extraño, y a su vez, tierno.

Porque JaeBeom tenía ya su plan en mente, pero con sólo ver a YoungJae, se le fue todo de las manos, pues el nerviosismo y las cosquillas en su estómago, se le hicieron presente, impidiéndole poder hablar con él.

JaeBeom le acercó un pedazo de papel a YoungJae, junto con uno de los dos lápices.

"¿Todavía quieres pagarme el haber respondido por ti?"

Nervioso, YoungJae respondió que sí. JaeBeom volvió a escribir en el papelito.

"¿Sería mucho pedirte que salgamos este domingo?"

Cinco, o seis veces no fueron suficientes para darse cuenta de que Im, su ángel, el chico nuevo, el chico lindo de los lunares sobre su ojo izquierdo, JaeBeom, lo estaba invitando a salir.

"¿Sería mucho decir que sí?" respondió Jae.

La sonrisa de JaeBeom creció, junto con el sonrojo de YoungJae.

"Claro que no". Agregó Im.

Iban a salir, ¡iban a salir! Y quería gritarlo.

De no haber sido porque había gente en el mismo lugar, juraría haberse subido a bailar a la mesa.

Nota de autora: ¿Alguna pregunta? Espero que les guste, ¡Besos! <3