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Bitácora de Yoru.
Fecha: Trigésimo día.
He pasado contando cada segundo, contando las horas; para saber cuánto tiempo he estado en este nuevo mundo de humanos.
¿Cambiará algo si dejo de contar? No lo creo, eso no me hará volver, así que probablemente lo deje de hacer.
Hace poco encontré una cueva por las estructuras rocosas, me pareció un buen lugar para quedarme.
Pero ya estaba siendo habitado por otro humano, Alberch. He convivido con este humano por unos días, si es que se puede decir así.
Parece dócil y manipulable, obviamente desconfía de mí pensando que le puedo robar todo lo que tiene.
Lo haría, pero para su suerte; él me será útil.
Hasta el momento en el que he vivido con el humano por estos… ¿Siete días? No ha habido nada interesante, estuve en guardia por unas noches por si se atrevía a robarme, pero no lo hizo, eso le da puntos.
Por supuesto que ví todas sus pertenencias a pesar de su graciosa mirada de incomodidad, no tiene mucho más que ropa claramente sucia y dañada, poca comida para que subsista sólo para él mismo.
Pronto conseguiré más junto con él, quiero analizarlo y ver sus capacidades.
Actualmente lo que yo tengo es comida, más de la que este humano tiene, pero no la suficiente. Encontrar agua es difícil aquí, pronto me encargaré de averiguar dónde puede haber agua en este horroroso lugar. Y si no hay, me parece impresionante que los humanos de aquí vivan a pesar de estas condiciones.
En fin, he planeado algo especial. Para que mi poder pueda crecer, tengo que causar miedo a la guerra.
¿Y qué mejor que planear una revolución de los de la ciudad subterránea contra los que están por la superficie? Podría poner nerviosos a esos peces gordos, como también los rumores se pueden esparcir como la pólvora entre los humanos, generando angustia y miedo.
Ha pasado mucho tiempo desde que sentí el miedo de los humanos hacia mí, eran mis momentos de gloria y poder.
Dudo si vaya a funcionar, de hecho, me preocupa si no funciona… Después de todo este lugar no es el mismo en el que estuve.
Pero para volver a llegar a eso; también tengo que saber sobre la superficie, analizarlos y atacar los puntos exactos para que se debiliten.
Aunque quiera matar a esos humanos que resguardan las puertas a la superficie, debo considerar que allá arriba seguro hay humanos con armas y en cuanto me vean, pueden causar un daño considerable hacia mí.
Y aún me falta ver más lugares por este sitio.
Pronto escribiré más datos.
Fin de la bitácora.
Yoru pudo sentir la presencia de Alberch que se acercaba.
─ ¿Sabes escribir?─Pregunta Alberch con sorpresa y se inclina para ver mejor el pequeño cuadernillo de Yoru, el cuál Yoru lo cerró y lo guardó.
─ Pues por supuesto, y también sé leer, eso significa que yo soy más inteligente que tú.─Su burla sigue con risas, mientras lleva una mano a su pecho que estaba inflado de orgullo.─ Por cierto, alístate y prepara tus herramientas, saldremos a por provisiones.─Se levanta mientras guarda el cuadernillo en su bolsillo de tela.
─ Pero tenemos provisiones…─Él apunta el lugar de provisiones, gracias a Yoru.
Yoru después de ver todo lo que tiene Alberch, lo juntó con lo que tenía ella y lo puso en una esquina donde se vería a simple vista.
─ ¿Y te conformas solo con eso? Eso se va a acabar de aquí en unas semanas…
─ ¿”Semanas”? ¿Qué es eso?
Yoru suelta un suspiro fastidiada, ella pasa una mano por su cabello..─ *Tranquila… Tranquila Yoru, él te será útil, él te será útil, él te será útil…*
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Alberch y Yoru se asomaban detrás de una casa en ruinas, viendo como había una especie de comedor en una zona de la ciudad subterránea
─ Aquí es donde se reúnen para comer, yo una vez que quise comer aquí; pidieron monedas de plata que no tenía, y al no tener me echaron de aquí.─Explica Alberch en voz baja.
─ *Tres… Cinco… Siete hombres junto con el que entrega la comida.*─Ella sonríe de manera confiada.─ *Y lo máximo que pueden tener son armas blancas para defenderse.*
Yoru saca un pedazo de tela mediano, lo coloca para cubrir la mitad de su rostro, usándolo como mascarilla. Para luego entregar otro pedazo de tela como el de ella a Alberch.
─ ¿Y esto para qué?─Dice mientras imitaba los movimientos de Yoru para ponerse la tela como mascarilla.
─ No seas tonto, si ellos ven tu rostro después de lo que haremos aquí; te pueden buscar o incluso si pasas por las calles y uno te reconoce, te pueden capturar para torturarte o matarte.─Ella roda los ojos y suelta una risa al ver a su acompañante estremecerse por pensar en lo que dijo.─ Como sea, este es el plan…
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Yoru exhaló lentamente, ajustando la tela sobre su rostro mientras los hombres en el comedor subterráneo seguían con su comida y conversación. Le dio una última mirada a Alberch, quien asiente antes de deslizarse entre las sombras para comenzar la distracción.
Se acercó con pasos ligeros, llena de confianza. Aclaró su garganta para que su voz resonara en el lugar.
—Vaya, vaya… Qué felices se ven con sus platos llenos. ¿No tienen para compartir,,,?
Las miradas se alzaron de inmediato. El que servía la comida frunció el ceño, mientras algunos hombres alzaban la ceja.
─ Lárgate.─Gruñó uno de ellos, empuñando un cuchillo con desgano.
─ Pero si ni siquiera me han entregado mi pedido.─Ella sonríe.
Yoru seguía hablando.
En ese instante, Alberch se deslizó detrás de los hombres, recogiendo toda la comida que podía llevar en una bolsa claramente improvisada. Hasta que un cazo cayó al suelo con un fuerte estruendo metálico.
Las cabezas se giraron de golpe.
Los hombres se pusieron de pie de inmediato cuando Alberch dejó caer el cazo al suelo. Sus miradas pasaron de la sorpresa al enojo en cuestión de segundos.
─ ¡Ladrones!─Uno de ellos da un paso al frente.
Yoru suspira con fastidio rodando los ojos.─ Ugh… No lo puedo creer.─Ella se pasa la mano por la cabeza, para luego tomar desprevenido a un hombre con una patada en el estómago que le quitó el aire, hizo que cayera al suelo agarrando su estómago tratando de recuperar el aire perdido.
Otro se lanzó hacia ella con los puños listos para golpearla. Lanzó un derechazo directo a su rostro, por consiguiente; Yoru inclinó la cabeza con rapidez, sintiendo el aire del golpe pasar junto a su mejilla. Antes de que pudiera recuperar la postura, ella se deslizó hacia su costado y le asestó un rodillazo en las costillas.
El hombre soltó un gruñido y trató de atraparla con ambos brazos, pero Yoru ya se había apartado con ligereza, girando para quedar fuera de su alcance.
─ ¿Eso es todo?─Provoca ella esbozando una sonrisa confiada.
Dos más se lanzaron contra ella. —Oh, vamos…—Murmura Yoru con burla justo antes de que un segundo oponente intentara sujetarla por detrás.
Ella reacciona de inmediato. Se agachó, jalándolo con su propio impulso y haciéndolo caer de espaldas contra el suelo con fuerza. Sin darle tiempo de recuperarse, giró y le dio un rodillazo en la mandíbula, el tipo cayó de espaldas con un golpe seco y un quejido ahogado.
El segundo aprovechó la oportunidad para lanzarle un puñetazo al costado. Yoru sintió el impacto, pero usó la inercia para girar y darle un codazo en la mandíbula. El hombre tambaleó, aturdido, dándole la oportunidad perfecta para darle una patada en el estómago y enviarlo al suelo.
Los demás no se quedaron quietos. Tres hombres la rodearon, buscando una oportunidad para atraparla.
─ Vamos, acérquense.─Su sonrisa burlona solo hizo enojar a los restantes.
Uno intentó tomarla por la cintura, pero Yoru se inclinó hacia un lado y le clavó el codo en la nuca con fuerza. El tipo cayó de rodillas, mareado.
Otro aprovechó el momento para lanzarle un golpe al rostro. Yoru apenas alcanzó a esquivar, sintiendo los nudillos rozarle la mejilla. Contraatacó de inmediato, atrapando su muñeca y girándola en un ángulo doloroso. El hombre soltó un alarido y, antes de que pudiera reaccionar, Yoru lo derribó con una patada en la parte interna de su pierna.
El último de ellos intentó embestirla como un toro. Yoru lo dejó acercarse lo suficiente para girar sobre su eje y golpearlo con la rodilla en el estómago. Mientras se doblaba por el dolor, ella entrelazó sus dedos y los dejó caer sobre su espalda con un golpe seco, dejándolo fuera de combate.
Por otro lado, Alberch apenas tuvo tiempo de reaccionar cuando uno de los hombres, con el rostro torcido de furia, se lanzó hacia él con los puños en alto.
─ ¡Tú, mugroso pordiosero! ¡Devuélvelo todo!─Este aún no era consciente de la derrota de sus otros compañeros.
Alberch dio un paso atrás, frunce el ceño. Pero antes de que el atacante pudiera alcanzarlo, un sonido cortante atravesó el aire.
¡Chas!
Un látigo se enroscó velozmente alrededor del cuello del hombre. Su ataque quedó en seco cuando la cuerda se tensó con brutalidad, jalándolo hacia atrás. Sus pies se despegaron del suelo y cayó de espaldas con un golpe sordo.
Yoru sonríe con diversión mientras mantenía firme su agarre en el látigo, su cabello era más corto.
El hombre tosió y forcejeó con el látigo, intentando liberarse, pero Yoru no le dio oportunidad. Con un rápido movimiento de muñeca, volvió a tirar de él, asegurándose de que no se levantara. Luego miró a Alberch y alzó una ceja.
─ Bueno, ¿qué esperas? Termina el trabajo.
Alberch la miró con los ojos muy abiertos.
─ ¿Qué? ¡Pero yo no—!
─ Te va a atacar en cuanto lo suelte. Más vale que hagas algo, porque lo voy a soltar.
El hombre en el suelo forcejeó de nuevo, su mirada llena de furia. Alberch apretó los dientes, tragó saliva. Sin pensarlo mucho, alzó la pierna, y reuniendo fuerzas dejó inconsciente al hombre del suelo.
Yoru sonríe triunfante, voltea a ver al que dejó sin aire y que se había recuperado.
─ ¿De verdad quieres seguir?─Pregunta Yoru con una ceja arqueada y una sonrisa que claramente el hombre no podía ver por la tela que cubría la mitad de su rostro, pero claro que el tono burlón se oye.
El hombre gruñó… pero retrocedió, escupiendo al suelo antes de darse la vuelta y largarse.
Claramente Yoru no lo iba a dejar ir.─ ¡¿A dónde vas?!─Grita Yoru, usando de nuevo el látigo, la cuerda alcanza el cuello del hombre y hacerlo caer hacia atrás, y comienza a arrastrarlo hacia ella por el suelo, jalando la cuerda.
─ ¿Qué haces?─Alberch frunce el ceño.─ Él ya no se iba a meter.
─ ¿Dejarlo ir para que llame a sus otros compañeros? Si los llama, podrían alcanzarnos.─Aunque lo que decía era verdad, Yoru simplemente quería hacer sufrir al humano.
Mientras Yoru jalaba la cuerda para acercarlo a rastras, asfixiaba al hombre, este soltaba quejidos, cuando estuvo lo suficientemente cerca; este con un clavo oxidado que estaba por el suelo se lo incrustó en la pierna de Yoru para que lo suelte.
─ ¡Ouch!─Exclama ella, ella soltó el látigo, por lo que el hombre puede respirar, tratando de recuperar el aire.─ ¡Hijo de perra!
Ella con furia camina hasta estar frente de él y patea hacia la entrepierna del hombre, él grita en silencio.
─ ¡Cómo…!─Otra patada.─ ¡te…!─Otra patada.─ ¡atreves!─Otra patada.
Alberch se encoge en su lugar, con solo ver lo que pasaba, podía sentir el dolor del hombre a pesar de que él no era el golpeado.
Yoru se detiene y por último le da una fuerte patada en la cara, se escucha un crujido, ella le rompió la nariz.
Ella tiene la respiración agitada, se quita la máscara de tela para respirar mejor, y se agacha para retirar el clavo oxidado de su pierna. Recoge su látigo, lo enrolla con fastidio, luego mira a Alberch.─ Más te vale que sepas un lugar donde tengan equipo médico y tengan agua.
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─ No estoy seguro… Pero oí que en este lugar tienen agua limpia, son un grupo que roban pero también lo robado es entregado a otros, ayudan a los demás.
Yoru alza las cejas ligeramente, pudo notar que esta zona aún no lo explora, como también parecía más limpio que los otros lugares que vio.
Dos hombres se acercan a ellos de manera seria.
─ ¿A qué vienen? ¿Acaso tienen un asunto con el jefe?─Pregunta uno mientras se cruza de brazos.
─ No tengo asuntos, vengo a por un servicio.─Responde despectivamente.
─ No buscamos problemas.─Aclara Alberch.
─ Espera… Tú…─El segundo hombre entrecierra los ojos viendo a Yoru.
─ ¿Te conozco?─Ella alza la ceja algo fastidiada por lo que pasó antes.
El segundo hombre le susurra algo al primero y este asiente.
El hombre sube las escaleras hasta entrar al edificio.
─ ¿Les hiciste algo malo?─Alberch susurra mientras se inclina hacia Yoru solo para que ella lo escuche.
─ Es la primera vez que vengo aquí y no sé quién carajos era ese otro.─Ella le devuelve el susurro con el ceño fruncido.
Luego de unos minutos, el hombre baja junto a un joven de estatura media, de cabello rubio oscuro y ojos de un gris claro.
─ Bienvenidos, es gratificante ver a la persona que ayudó a mis compañeros.─Con una sonrisa extiende la mano para un apretón de manos.─ Soy Furlan Church.
En los adentros de Yoru, estaba confundida, pero no iba a desaprovechar la oportunidad.─ Yoru.─Ella corresponde el apretón de manos.
Furlan dirige su mano hacia el acompañante.
─ Alberch.─También corresponde el apretón de manos.
─ Gracias por una buena bienvenida, no hemos tenido un buen momento hace poco, cómo verás.─Ella apunta su pierna, dónde había una herida, como un hueco y salía sangre.
─ Vaya, ¿un accidente? ¿o un enfrentamiento? Veo que están algo desastrosos.
─ Enfrentamiento.─Responden ambos al unísono.
─ Veo que salieron victoriosos, eso es bueno… ¿Y a qué vienen?─Demuestra cierta curiosidad con una sonrisa calmada, aunque también sabe que pedirá algo por la ayuda que ella dió.
─ Iré al grano… Él me comentó que tienen agua limpia y equipo médico.─Alberch asiente en respuesta.─ También pienso cobrar la ayuda que hice a tus compañeros.
─ Por supuesto que tenemos agua limpia, puedo ofrecerte a que lo uses como agradecimiento… Pero si tú amigo también va a querer usarlo, tendrá que pagar, no lo digo con malas intenciones, solo soy justo.
Alberch mira a Yoru.─ Yo me quedaré, tú en-
Yoru alza la mano, interrumpiéndolo.─ Yo pagaré.─Alberch la mira sorprendido.
─ ¡Perfecto! Serán 20 monedas de plata y si quieres el equipo médico, es otro precio.─Responde con una sonrisa divertida.─ Síganme.
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─ *Hum… El lugar de las duchas parecen ser los de tipo públicos como en la edad media.*─Piensa Yoru mientras se limpia con una esponja mojada de agua fría.─ *Después de tanto tiempo en este sucio lugar, admito que es relajante limpiarse.*─Ella sonríe con cierta relajación mientras moja su cabello, aunque sea agua fría, no le importa mucho.
Mientras que por otro lado, en el mismo lugar, estaba Alberch que también se estaba limpiando, con una expresión tensa y avergonzada.
Ambos estaban “desnudos” en el mismo lugar, claro que les dieron algo para cubrirse, pero también estaba el dato que él nunca estuvo en esa situación con una chica.
A pesar del mal genio que vio en Yoru, lo rara que era, lo loca e impredecible. Admitía que ella tenía rasgos que en toda su vida que vivió debajo de la ciudad subterránea, nunca vió eso en una chica, y la verdad le parecía atractiva…
Él estaba dándole la espalda a Yoru, aunque no pudo evitar voltear un poco para verla…
Ella también le daba la espalda, se lavaba tranquilamente, no compartía la vergüenza que Alberch sentía al estar en un lugar así, con solo una tela de tamaño considerable que cubría los lugares que no debían de ver del otro.
Le parecía atractiva…
Yoru se dió cuenta de la mirada de Alberch, su sonrisa se ensancha de manera divertida y burlona. Y voltea a verlo, Alberch se da cuenta que fue descubierto y rápidamente le da la espalda muy avergonzado.
─ Si quieres mirarme, hazlo de frente, cobarde.
Alberch casi se atraganta con su propia saliva.
─ ¡¿Q-qué?! ¡No, yo—!
─ Oh, vamos, lo hiciste hace un momento. Qué ridículo eres.─Yoru se ríe, frotando su cabello con calma.— Si fueras un tipo más audaz, me hubieras dicho lo que piensas en lugar de mirar como un idiota.
Alberch sintió que su cara ardía como si lo hubieran arrojado al fuego, no quería voltearse, sabía que ella se burlaría más de él, solo pudo mojarse con el agua fría el rostro para tratar de calmarse.
—¡No es eso! ¡Fue un accidente!
Yoru giró sobre sus talones y, sin previo aviso, caminó hasta quedar justo a su lado. Alberch sintió cada músculo de su cuerpo tensarse cuando la sintió a su lado. Aunque estaba cubierta por la tela, la cercanía lo ponía aún más nervioso.
─ Entonces, ¿no me consideras atractiva?─Pregunta ella, con un tono juguetón, se acerca más a propósito, haciendo que su pecho le roce el brazo.
Alberch sintió un cortocircuito en su cerebro y se aleja.
—¡N-no dije eso!
─ Ah… Entonces sí lo piensas.─Canturrea Yoru, inclinando la cabeza con diversión.
─ ¡No es eso! ¡O sea, sí, pero…!─Se tapó la cara con ambas manos, sintiendo que su dignidad estaba siendo destruida sin piedad.
Yoru se echó a reír, disfrutando por completo de su incomodidad.
—Eres demasiado fácil de provocar, Alberch… Solo por eso te perdono por el error de antes.
Le dio un pequeño golpe en la espalda y volvió a su sitio, continuando con su baño como si nada hubiera pasado. Alberch, por su parte, solo deseaba que la tierra lo tragara…
Ah cierto, ya estaba dentro de la tierra.
Ella era atractiva...
Pero muy desvergonzada.
Yoru fue la que terminó primero en lavarse y sale del lugar, su ánimo mejoró después del baño y de provocar a Alberch.
Ya tiene unos planes en mente…
La puerta de la habitación se abre, mostrando a una chica de pequeñas coletas de un castaño rojizo.
─ ¡Hola! Traje las vend-…─Al principio tenía una sonrisa animada pero luego de ver a Yoru, baja su tono.
Yoru la ve con una ceja alzada.─ *Ugh, no conozco a nadie en este lugar y parece que me conocen.*─Ella roda los ojos.
─ Tú…─Dice ella con la cabeza baja, deja las vendas de su mano en una mesa.─ ¡TÚ ME DELATASTE!─La apunta con el dedo índice, mirándola molesta.
─ ¿Qué?─Yoru frunce el ceño.─ Ni siquiera sé quién eres.─Ella de la misma manera la apunta con el dedo índice, pero de manera despectiva.─ *Aunque esta vez siento que la ví por alguna parte…*
─ ¡No actúes como si no supieras!─Exclama ella con enojo, se acerca a Yoru con pasos pesados.
─ Ugh, no te conozco niña.
Isabel tiene una expresión ofendida, sus dientes se aprietan por el enojo.
Yoru es sorprendida por la bofetada que vino de la chica pelirroja, su cabeza giró hacia un lado, con el cabello sacudido por el impacto, su cabello al estar húmedo salpicaron gotas de agua.
Pasaron segundos de silencio.
Yoru levanta la mirada, la mira con severidad, no tiene el ceño fruncido.
Es una mirada…
Mortal.
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Espero les guste el capítulo.
Me disculpo por la gran tardanza.
Y yo simplemente estoy cansada.
Trataré de traer los demás, en especial el OHA de Reze.
Por cierto, también hay nueva portada, la segunda portada de Yoru.
Antiguo:
Nuevo:
¿A qué está cool?
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