Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

♡♡♡♡♡.

—¿Que haces aquí?

Okey, esa no era la pregunta y menos la actitud que Niki se esperaba. Mínimo creía que el mayor sería más amable pero también tenía un plan b si es que se encontraba con esa situación.

Había planeado cada palabra y sabía como podría llegar a convencerlo. Nada podría salir mal y cuando obtuvo toda la atención de SungHoon, decidió comenzar su pequeño discurso.

—V-veras...yo que-quería, bueno ya sabes jaja—. Sus nervios se hicieron presentes y SungHoon se recargó en el marco para hacerle una seña con la mano, esperando a que continúe.

Había olvidado por completo todo lo que iba a decir cuando esos ojos brillosos lo observaron con curiosidad.

Niki estaba jodido por completo, de nuevo.

—¿Si?—. El pelinegro parecía de peor humor por la pérdida de tiempo, o eso pensaba Niki que estaba imaginando los peores escenarios.

Las manos de Nishimura comenzaron a sudar y su cuerpo empezaba levemente a temblar. De sus labios solamente salían incoherencias y SungHoon dejó de lado su enojo para tomarlo entre sus brazos y ayudarlo a ingresar. La puerta fue cerrada con fuerza y el peli rubio tembló por el ruido.

—Perdón, olvidé que eras sensible a los ruidos fuertes—. SungHoon se acercó con temor al ver a su menor teniendo un pequeño ataque de nervios. No sabía si podría golpearlo o abrazarlo ya que Niki no pensaba en situaciones como esas.

Un silencio se hizo presente en la habitación mientras Niki calmaba su respiración e intentaba juntar las palabras que tenía en la mente para articularlas con su lengua. SungHoon notó que se estaba forzando a si mismo y fue en ese momento donde logró calmarlo con unas pocas palabras.

—¿Estás bien? Tranquilo, no estoy enojado contigo y ahora me preocupa más tu bienestar—. El pelinegro tomó con suavidad el rostro del menor y le dedicó una mirada brillosa mientras intentaba calmarlo con suaves caricias.

—¿P-por que?—. Los ojos de Niki se llenaron de lágrimas y SungHoon rió levemente.

¿Por qué SungHoon era tan lindo y dulce hasta cuando Niki lo había arruinado por completo?

¿Por qué el menor podía jurar que su corazón se escuchaba por toda la habitación?

—Sabes que con todos tus caprichos, rabietas, tus cambios de humor de pasar a abrazarme a patearme y hasta aquellas veces en las que no entiendo nada de lo que dices, yo siempre te aceptaré y estaré ahí para ti. Admito que a veces me agoto pero no puedo estar sin tu presencia. Tu felicidad siempre será lo más importante para mí y si puedo estar a tu lado en cada momento, sea de felicidad, enojo, tristeza, cualquier emoción, me sentiré agradecido por poder estar a tu lado—. SungHoon limpió con su pulgar las rebeldes lágrimas que escapaban de aquellos lindos ojitos que amaba y le dedicó la sonrisa más brillante que podía existir.

Los labios de Niki se entreabieron por la dulce e inocente confesión y un sollozo escapó de estos. SungHoon solamente se encargó de mirarlo con ternura y dejar que se desahogue en su pecho todo lo que fuera necesario. Eran solo ellos dos en ese momento y nadie más, aunque siempre había sido así.

—S-soy un completo desastre—. Habló el peli rubio mientras se observaba a si mismo teniendo la nariz roja en la cámara frontal de su celular.

Un beso en su mejilla fue dejado mientras el cerraba los ojos ante ese suave y delicado tacto que duró solo unos segundos. La dulce risita hizo a Niki abrir los ojos a la par que sus mejillas y orejas quemaban por completo.

—No eres un desastre. Eres completamente bonito hasta en este estado pero como eres un renegado que siempre me lleva la contraria, no me harás caso alguno—. SungHoon le pasaba un pañuelo por el rostro y otro se lo colocó en la nariz, esperando a que el otro suene.

Niki estaba realmente sorprendido por lo atento y dulce que era SungHoon. En su lugar hubiera sentido asco pero ahí estaba el pelinegro dándole una mirada llena de amor y cariño puro.

Una mirada que hizo que Niki se perdiera y su corazón latiera con tanta fuerza que juraba que se podía escuchar en todo el lugar.

SungHoon le encantaba.

—¿Quieres que te aplique la crema de menta así se destapa tu naricita?—. Preguntó el mayor confundido al no ver reacción alguna del menor, excepto de un lindo color carmesí en sus mejillas.

— SungHoon hyung, eres todo lo que siempre he deseado.

Las mejillas de ambos ahora estaban del mismo color por aquella inocente confesión. SungHoon negó con una sonrisa y le presionó la nariz para que el menor se sonara. Terminado esto y verificando que podía respirar bien, le dejó un besito y después otro en la frente.

Niki suspiró. Los besos en la frente eran de cariño puro y sincero. Tan puro como el chico frente a sus ojos.

La mano de SungHoon se entrelazó con la de Niki y el peli rubio lo miró con los ojos brillosos. Ni siquiera se negó y rió nervioso por ese mar nuevo de emociones que sentía en su estómago. Él ya lo había experimentado.

Lo había experimentado por primera vez con SungHoon pero creyó que era un malestar. Se sentía tan tonto pero feliz al mismo tiempo por ese sentimiento descubierto.

De repente y sin aviso alguno SungHoon se detuvo. Niki lo miró confundido y sonrió al verlo besar sus manos entrelazadas. Parecía estar pensando mucho en lo que iba a decir pero el peli rubio estaba seguro que cualquier cosa que Park SungHoon dijera lo iba a conquistar por completo.

—No dejaré que un tonto como él te arruine el día. Has planeado mucho y haremos todo lo de tu lista. Prometo intentar ser como él—. Habló decidido y logrando que el menor se sorprendiera, en especial por esa sonrisa radiante que demostraba que no estaba mintiendo.

Y mientras el pelinegro llevaba de la mano al peli rubio, este lo observaba con un brillo especial en los ojos porque él era todo lo que había soñado.

—¿Entonces a dónde quieres ir por último lugar?—. SungHoon miraba con una sonrisa la pequeña lista pero significativa que Niki había hecho a mano y con dibujitos.

No recibió respuesta alguna y miró curioso al menor que se había perdido mirando el cielo que estaba adornado de las estrellas y la bella luna. SungHoon sonrió y decidió guardar la lista para apreciar ese momento junto a él.

—La luna está hermosa hoy...—. Niki habló con suavidad y el pelinegro giró el rostro para mirarlo sorprendido.

Niki estaba mirando fijamente a SungHoon con un brillo único.

Y SungHoon le sonrió mientras afirmaba el agarre de ambas manos entrelazadas.

—Si, estoy en paz—. Le dió un beso a su mano para guiñarle el ojo y rió al ver el completo sonrojo del menor.

SungHoon respiró aliviado mientras Niki intentaba calmar su fuerte latido de su corazón. Observó al pelinegro que brillaba bajo la luna y le dió un leve apretón de manos.

Los ojos de Niki brillaban más que cualquier constelación que SungHoon admiraba constantemente o que había aprendido en astronomía. Y se perdió completamente cuando cerró sus ojos y juró escuchar fuegos artificiales en el momento que sus labios se juntaron en un toque delicado y tímido por parte de ambos.

No eran los fuegos artificiales que habían lanzado por San Valentín, a ninguno de los dos les importaba eso. Aquellos fuegos artificiales era los que escuchaban cada vez que sus miradas se encontraban o se regalaban una sonrisa.

SungHoon parpadeó varias veces estupefacto y sin poder creerlo cuando Niki se separó. No pasó mucho para que el más alto le tomara el rostro entre sus manos para llenarlo de besitos y sonreír al escuchar la risa del contrario que aunque se quejaba se dejaba mimar y los regresaba.

—Vamos estrellita, ya hace frío y mañana podemos tener más salidas como estas—. SungHoon le dió un pequeño beso en sus labios y Niki recargó su cabeza en su hombro mientras caminaban tarareando una melodía.

Después de todo las citas que no son planeadas y que son improvisadas a último momento, llegan a ser las más sinceras. Porque cuando llegaron, los dos se dieron cuenta que no habían hecho realmente nada de lo de la lista que Niki había planeado.

Habían sido SungHoon y Riki. Ellos dos creando sus propios momentos sin seguir algo clásico y siendo completamente honestos el uno con el otro. Y eso era lo que más iban a atesorar de aquel día.

Fue una declaración fallida y a la persona equivocada lo que llevó a Niki a darse cuenta de quien era la persona correcta para él. Y al ver sus manos entrelazadas y esa dulce sonrisa que siempre había sido dedicada en cada momento solo para él, supo que esa era su cita ideal.

5/5.

¡Terminamos! Wuuuuu😭❤️
Muchas gracias por todo
el apoyo que le dieron
a la adaptación, yeees.

Muchas gracias a esas personitas
que se encargaron de votar
cómo de comentar en cada capítulo,
así como las que leyeron en
silencio<3♡

Y nuevamente gracias a ti,
hoonplace  por dejarme adaptar
tu arte a este bonito ship
Ksjeudjdus te amo♡

Muchas gracias a todos,
nos vemos luego<3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro