« 014."
- El silencio que embargaba la enfermería era tan sepulcral que JungWon comenzaba a ponerse nervioso sobre su lugar. Frente de él se encontraban Ni-Ki y SungHoon recostados en una camilla cada quien, ambos tenían los rostros hinchados y muecas de dolor adornando sus expresiones causando estragos en el sensible corazón del omega azabache.
Ninguno de los tres hablaba, no es como que se necesitara en aquella situación de todas formas pues era claro que los alfas contrabajo podían respirar sin que les doliera las costillas.
Oh, pobres cachorros, no merecían aquello.
JungWon se limitó a esperar en silencio a que SuNoo llegara pues estaba tan nervioso que no sabía que hacer ante aquella situación. Más sin embargo, SuNoo no llegaba y ya había pasado más de quince minutos desde que le avisó de lo sucedido y si tenía que ser sincero estaba demasiado paranoico con todo lo que pasaba.
Estuvo a punto de levantarse de la silla para ir por él cuando el sonido de unos pasos aproximándose le alertaron de una presencia más. Miró hacia arriba y se encontró con el rostro de un chico desconocido que le hizo crisparse en su lugar. Hizo amago de decir algo, de correrlo por si se trataba de alguno de los golpeadores pero se relajó cuando recordó que aquel chico de hombros anchos era un amigo de SuNoo.
─ Hola chicos.─ saludó, su expresión seria poniendo nervioso a JungWon. ─ Ay SungHoonnie, mira nada más lo que esos salvajes te hicieron.─ jadeo el beta mientras se acercaba a la camilla del alfa más alto.
─ Tranquilo hyung, no es tan malo como parece.─ murmuro el castaño mientras formulaba una sonrisa floja. ─ Solo me duele un poco el abdomen pero nada que unos analgésicos y descanso no puedan arreglar.─ añadió sintiendo como el beta acariciaba sus cabellos con dulzura.
JungWon guardó silencio, demasiado tímido como para involucrarse en la plática de aquellos dos. En cambio mordió su uña del dedo pulgar mientras meneaba su pie en un gesto de nerviosismo, su mirada viajó hacia la entrada de la enfermería en busca de que también SuNoo apareciera por aquella puerta, más sin embargo no había ningún rastro de su omega por ningún lado.
¿Tenía que preocuparse por su ausencia o estaba siendo demasiado paranoico?
Trago saliva y en cambio regresó su vista a Ni-Ki, quién dormitaba sobre la camilla con su mejilla apachurrada contra la almohada y el cabello desordenado por todos lados. JungWon diría que se veía realmente adorable durmiendo si no fuese por los moretones que se extendían por la pálida dermis del alfa. Oh, su pequeño cachorrito de alfa, ¿quién había sido tan despiadado como para atacar al dulce Nishimura Riki?
Le destrozaba el corazón verle así.
─ Hey chicos.─ la voz de SuNoo llegó a sus oídos y no pudo evitar dar un salto en la silla para levantarse a toda velocidad.
Sin embargo, antes de que pudiese llegar a abrazar al azabache éste negó, evitando el contacto y yendo directamente hacia la camilla donde SungHoon descansaba.
JungWon trató de ignorar la manera en que su pecho se apretó y en cambio fingió una sonrisa a medias antes de girarse para ver como su omega abrazaba con fuerza y preocupación a SungHoon.
─ ¿Quieren explicarme que mierda sucedió? ─ exigió saber SuNoo mientras le echaba una mirada también a Ni-Ki, descubriendo que éste estaba dormido sobre la camilla contigua.
SungHoon suspiro audible y pesadamente llamando la atención de todos los presentes. Se reincorporó sobre la camilla, quedando sentado y con su espalda reposando contra la cabecera de metal, sus manos se apretaron sobre la sabana y su rostro se mantuvo agachado con vergüenza.
─ Nishi y yo estábamos en el jardín trasero, estábamos bromeando y de repente quedamos demasiado cerca del otro.─ comenzó a explicar con un tono bajo, casi triste. ─ Demasiado cerca para tratarse de dos alfas así que un grupo de chicos se acercaron a reclamarnos y burlarse de nuestra anormalidad.─ los nudillos de SungHoon se volvieron blancos por la presión que ejercía. ─ Ni-Ki se enojó y los retó, los tipos empezaron a atacarnos y aunque Ni-Ki es muy bueno peleando ellos eran cinco contra dos.─ suspiro decaído y la expresión de SuNoo se endureció.
─ Son unos jodidos bastardos salvajes.─ se quejó SeonWoo con los labios apretados y el rostro delatando claramente su molestia.
De nuevo la enfermería se quedó en total silencio, uno tan tenso que JungWon temía respirar demasiado fuerte y romperlo con el sonido de su exhalación. Sin embargo éste no duró mucho pues un pequeño quejido se hizo presente y todos prestaron atención al alfa rubio que se removía en la otra camilla. JungWon sin pensarlo mucho corrió a su lado y se encargó de apartar los cabellos que cubrían los ojitos de Ni-Ki para que pudiera enfocar bien su vista ahora que había despertado.
─ U-uh, me duele t-todo.─ se quejó Nishimura, su cara arrugandose en dolor al sentir sus costillas palpitar ante el simple movimiento de su tórax contrayéndose para respirar.
─ Con cuidado Kinnie, te puedes lastimar más.─ arrullo el azabache mientras acomodaba la almohada del alfa para que estuviese más cómodo.
─ Gracias hyung, siempre me cuidas.─ Riki sonrió con sinceridad y JungWon hizo un puchero, con sus ojitos brillando por las lágrimas.
─ Esta vez no te cuide como debía, mira lo que esos tontos te hicieron.─ murmuro con la voz temblorosa, Ni-Ki negó antes de levantar su mano para acariciar dulcemente el pómulo redondito del mayor.
─ No tienes la culpa de esto hyung, tranquilo.─ aseguró el rubio con voz serena, sus ojos oscuros regalándole una de las miradas más cálidas que JungWon había recibido en su vida.
─ Y bien, ¿qué piensan hacer chicos? Esto amerita una expulsión cuando menos.─ dijo Jay llamando la atención de los otros. ─ Deberíamos ir con la directora para que los sancionen.─ añadió con convicción.
─ No.
Todos miraron con asombro la expresión seria de SuNoo, quién apretaba la mandíbula tan fuerte que parecía que en cualquier momento sus dientes se romperían por la tensión.
─ ¿No? ¡Estas loco Kim! ¿Ya viste como los dejaron? ─ exclamó JongSeong escandalizado, SeonWoo chasqueo la lengua.
─ Si, pero la razón por la que les hicieron esto es porque se corrió el rumor de que están saliendo.─ dijo con obviedad, como si esa fuese explicación suficiente para su negativa.
─ ¿Y eso qué? ¡Al diablo con lo que los demás digan! Esos salvajes merecen un castigo.─ gruño Jay con frustración.
─ No, al diablo no. Si lo reportamos los rumores se intensificaran y más alfas vendrán contra ellos.─ replicó el más bajo con una mirada sombría.
─ ¿Me estas jodiendo SeonWoo? No me digas que esto tiene que ver con la estupidez que dijiste allá en la cafetería.─ dijo con indignación y todos miraron confundidos a los amigos que discutían.
─ ¿Qué fue lo que dijo? ─ preguntó JungWon intrigado, su mirada curiosa clavada en su omega.
SuNoo guardo silencio, su mirada furibunda clavada en la de Jay demostrando su malestar por abrir la boca, ambos sosteniendo una batalla de miradas que parecía no tener fin.
─ Cierra la boca Jay.─ gruño SuNoo con tono bajo, su voz saliendo más ronca de lo normal.
─ Anda, dile a tu novio la barbaridad que dijiste en la cafetería.─ retó el beta con molestia y SuNoo se tensó visiblemente.
─ ¿Hyung? Me esta poniendo nervioso.─ susurró JungWon, sus ojitos luciendo tan preocupados que incluso algunas lágrimas bordeaban las esquinas de éstos.
La enfermería entera se inundó de un aroma mentolado y ligeramente amargo que denotaba la rabia y nerviosismo que embargaba el cuerpo del omega azabache. JungWon se encogió en su lugar algo cohibido pues era la primera vez que veía de esa forma a SuNoo y si tenía que ser honesto no le gustaba para nada.
─ Si no lo dices tú lo haré yo.─ sentenció Jay con sus anchos hombros visiblemente tensos.
─ SuNoo hyung dígalo ya.─ interfirió SungHoon desde su camilla con preocupación.
El omega tragó saliva y cubrió su rostro para ocultar la vergüenza y arrepentimiento que embargó su cuerpo, ocultó su rostro entre sus manos para evitar ver la expresión de JungWon cuando por fin habló.
─ Les dije a todos que Ni-Ki era mi alfa.─ susurró apenas, sus manos y piernas temblando ligeramente por los nervios.
El corazón de JungWon se sintió dar un vuelco y luego hundirse hasta el fondo de su estómago mientras que en su garganta un nudo se formó impidiéndole emitir aunque sea un jadeo. Retrocedió alejándose de la camilla de Ni-Ki y del mismo SuNoo, su lobo interior gruñendo molesto ante la pequeña traición del omega por el que había sacrificado su naturaleza.
Oh, su lobo se sentía tan humillado, ¿Y cómo no? Si a pesar de que éste odiaba estar en contacto con otro omega por lo antinatural del asunto, al final se había esforzado por tomar un rol de dominancia para que el lobo de SuNoo estuviese a gusto, además de que su lobo había terminado por acostumbrarse a impregnarse de un aroma dulce y no de uno amargo como su naturaleza le exigía. Eso sin contar que JungWon jamás había considerado negar a SuNoo, ni siquiera ante su madre pues aunque le aterrara la reacción de su progenitora no estaba dispuesto a ocultar lo que sentía.
Pero SuNoo le había negado ante la primera oportunidad.
─ Les dijiste, tú les dijiste... ¿me negaste? ─ masculló JungWon con incredulidad, el aire llenándose de un aroma a chocolate con tonos agrios que expresaban su dolor y tristeza.
─ N-no, JungWon yo, ¡Lo hice para protegerlos! ─ exclamó apenado mientras levantaba el rostro para observar la expresión herida del azabache.
Oh no, su omega le miraba con tanto reproche que dolía.
─ Traten de tranquilizarse hyungs, van a llamar la atención.─ rogó Ni-Ki aunque él mismo se sentía shockeado por la acción de SeonWoo.
─ JungWon por favor, tenia que hacerlo ¿si? ─ SuNoo trató de acercarse al azabache pero éste retrocedió. ─ Ellos iban a lastimarte como lo hicieron con Ni-Ki y SungHoon e incluso iban a seguir acosándolos a ellos solo por estar juntos.─ susurró acongojado mientras trataba de reprimir las lágrimas que se agolpaban en el borde de sus ojitos felinos.
─ Esa no era la solución hyung.─ murmuro JungWon mirándole con tristeza. ─ ¿Se supone que tendrás que fingir que Ni-Ki es tu alfa durante todos los años de escuela? ¿Eso quieres?
─ No lo pensé Won, entré en pánico cuando ellos quisieron tomarme.─ jadeo tembloroso, la expresión de JungWon cambió a uno preocupado.
─ ¿Tomarte? ─ siseo por lo bajo.
─ Dijeron que me enseñarían a no ser defectuoso, no quería que eso también te lo dijeran a ti o alguno de los chicos.─ susurró y algunas lágrimas por fin se deslizaron por sus mejillas.
JungWon apretó sus labios en un rictus amargo, se sentía traicionado si, pero su omega no lo había hecho con malicia, solamente quería protegerlo a él y sus amigos del terrible destino que los salvajes esos querían hacerles vivir. Así que se acercó a SuNoo para abrazarlo, el mayor inmediatamente ocultó su rostro entre el pecho de JungWon y dejó fluir las lágrimas empapando la camiseta del pelirrojo.
JungWon lo entendió en ese momento, ninguno de los dos tenía la culpa, la culpa era de la sociedad por orillarlos a esconderse para evitar ser dañados.
Una completa y jodida mierda.
─ Perdón hyung, lo entiendo, no estoy molesto.─ susurró sobre los cabellos teñidos de rosa. ─ No puedo molestarme con la persona que me cuida y que yo quiero cuidar, ¿recuerda? Entre omegas nos protegemos.─ una sonrisa débil perfiló sus labios y cerró los ojos, llenándose del aroma triste de la menta y los jazmines.
Se olvidaron de todo durante esos segundos, se olvidaron que estaban en una enfermería, se olvidaron de que no estaban solos, se olvidaron de que lo suyo era una condena social. Simplemente se sostuvieron con cariño, buscando refugio en los brazos de la persona que tanto querían.
─ Chicos.─ la voz de Ni-Ki llamó la atención de ambos omegas, quiénes le miraron enseguida. ─ JungWon hyung siempre me ha cuidado así que es hora de que yo lo haga, si tenemos que fingir para mantenernos seguros entonces lo haré, no quiero que le hagan lo mismo que a
SungHoon y a mi.─ dijo con seguridad y el otro alfa castaño asintió de acuerdo.
─ A mi no me importa fingir, por SuNoo hyung y por ti haría lo que fuera.─ secundó SungHoon con la mirada fijada en Ni-Ki, éste sonrió conmovido.
─ Esto es una mala idea, una muy mala.─ susurró Jay pasando sus manos por su cabello rubio. ─ Joder, bien, solo asegúrense de que nada salga mal.─ suspiro el beta mientras miraba con preocupación a sus dos amigos.
SuNoo tragó saliva y aspiro el olor que desprendía JungWon, su nariz enterrada en el hombro del azabache para sentir con mayor precisión el aroma a chocolate y rosas que emanaba de aquella suave piel. Se sintió seguro allí así que terminó por asentir con convicción, no le agradaba la idea de tener que fingir algo que no era solo para complacer a los demás, pero si eso le aseguraba que ni Ni-Ki ni SungHoon serían lastimados entonces fingiría lo que fuera.
─ Entonces Nishimura Riki.─ murmuro SuNoo aún entre los brazos de JungWon. ─ Desde hoy eres mi alfa, sé bueno o te pateare.─ advirtió con tono divertido para aligerar el ambiente, las risas de los demás suavizaron la tensión.
─ Lo seré SuNoo hyung, voy a tratar bien al omega de mi amigo y ser el mejor novio falso del mundo.─ aseguró guiñándole un ojo a JungWon, quién rió algo ruborizado.
Si, SuNoo era su omega y él era el omega de SuNoo. Ningún cavernícola iba a joder eso.
─ Bien, tendrás que usar neutralizador.─ dijo SungHoon llamando la atención de los demás.
─ ¿Eh? ¿Por qué? ─ murmuro Ni-Ki confundido, tanto Jay como SungHoon se tensaron visiblemente.
─ Porque si hyung llega apestando a alfa le irá mal.
SuNoo de pronto cayó en cuenta de cierto detalle, si no tenía cuidado podría llegar oliendo a alfa a casa o mucho peor, el rumor de que tenía un supuesto alfa iba a llegar a oídos de su padre y seguramente le iría mal, mierda.
─ Mierda, ¿es qué acaso algo podría ir peor?
No quería ni saber la respuesta.
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