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› O5.

Handsjob.━━
JayNoo/SunJay.
Jay. Top! SuNoo. Bottom!

—por favor, Kim SeonWoo; quédate después de la junta —tan pronto como el maldito de su jefe entró a la sala ya lo había señalado.

No sabía si debía alegrarse o enfadarse, porque sabría lo que vendría después, pero JongSeong era tan impredecible que de verdad quería que se quedara a discutir varios temas para nada importantes para él, cuando en ese maldito momento lo único que quería era chuparle la polla.

Qué valiente se veía pensando en hacerlo ahora mismo, viéndolo dar su discurso patético al cual no le interesaba nada, pero le sirvió de ayuda para pasar el tiempo más rápido, porque cuando se dio cuenta ya habían pasado sus veinte minutos de exposición.

Sentándose a su lado, Jay le dio un leve apretón a su muslo.

Cierto, se sentaban juntos porque SuNoo era su secretario personal. ¡Qué conveniente y tan divertido!

No lo era.

A veces Park era tan insoportable que quería lanzarle todas las resmas de reportes en la cara y renunciar, pero a veces eran tan calenturiento que hacía creer a SuNoo que era todo lo que había estado buscando en su vida.

Pero él no quería incertidumbre en su vida, no quería a un Jay que estuviera una hora hablándole sobre finanzas de una empresa que le importaba un comino y a la otra hora a un christopher excitado encima de él jodiéndolo... oh.

—señor park —carraspeó SuNoo y luego susurró, la sala estaba a oscuras por la presentación de la señorita ahn, ellos estaban en la cabeza de la mesa, alejados de todos y "protegidos"—. creo que su mano se confundió de respaldar.

—no me he equivocado, señorito Kim —contraatacó, mostrándose cada vez más interesado en la presentación.

—pero, señor Park —el agarre en su muslo le hizo un poco doloroso—. nada.

Jay asintió y volvió a sus caricias naturales por encima.

No es que Jay lo esté obligando a algo que no quiera, es que... no era momento.

Aunque su mente perversa le decía que era el momento perfecto.

Comprender a SuNoo era difícil, una alma completamente bipolar, dividida en dos personas completamente diferentes pero compartiendo una sola cosa; su gusto hacia su jefe Park JongSeong.

Sus sentidos se alertaron cuando los dedos largos de Park empezaron a subir sin temor hasta la cremallera de su pantalón de vestir. SuNoo se tuvo que acercar más a la mesa por precaución y centrar su vista en la tableta que tenía enfrente suyo, simulando arreglar algunos horarios.

—déjame libre al menos dos horas después de esta junta —susurró contra su lóbulo derecho, SuNoo asintió completamente sumiso sin rechistar.

Los tres dedos principales de Park se colaron por su ropa interior y tocaron directamente su miembro frío por el aire acondicionado, pero ya semierecto y listo para el toque lascivo de su jefe.

SuNoo abrió sus piernas de forma simulada sin que Jay se lo tuviera que recordar, sabría que tendría una recompensa más tarde.

Apretó el lápiz especial para electrónicos cuando su mayor pellizcó su glande y luego carraspeó para tomar aliento, retuvo aire y al final lo dejó ir. miró a JongSeong de reojo y esa maldita sonrisa llena de sorna lo podría poner la sangre hirviendo, pero en ese momento era diferente.

—recuéstate, puedes relajarte —habló quedito Park, SuNoo obedeciendo al instante—. joder, si así de rápido hicieras caso cuando te pido el trabajo...

Ahogó una risa, pero se convirtió rápidamente en un gemido, el cual tuvo que retener a medio camino en su garganta. ¿en qué momento Park había sacado su miembro?

—hey, vuélvelo... a meter —susurró de vuelta, empezando a llenarse de pánico por ser descubiertos, ya no le pareció divertido—. por favor.

Tragó en seco cuando Jay hizo un movimiento de embestida contra su polla y la apretó conteniéndola caliente, maldito experto.

Volvió a tomarse del filo del escritorio y contó del uno al cuarenta para no poder gemir, pero al número trece, de nuevo, el malnacido hizo lo mismo, con más fuerza y apretando para poder estimular lo suficiente el glande—. mierda... te prometo que cuando te esté montando... voy a partirte la verga de un sentón.

Se supone que debía asustarlo, ¿por qué ahora sonreía más ampliamente? ¡era un raro! ¿con quién se vino a enredar?

—deja de pensar tanto, señorito Kim —volvió a susurrarle cerca, pensó que tal vez para hacer que le hablaba del trabajo, oh claro—. ¿te gusta así?

Y entonces JongSeong hizo el movimiento más obsceno que SuNoo pudo experimentar.

Incluyendo su otra mano, la posó en la punta y la apretó, mientras que su mano principal que venía haciendo el trabajo lo masturbó desde la cabeza hasta los testículos, apretando estos.

—si incluyes tu otra mano, la señora ahn podrá verlo muy obvio —advirtió SeonWoo, poniendo sus nudillos en blanco por la fuerza aplicada en apretar la mesa, le impresionaba cómo es que seguía consciente con tantos gemidos ahogándolo.

—oh, bien; dime que no te gusta y paro, vamos dime que no estás disfrutando y paro —habló con ese tono demandante Park y SeonWoo casi se derretía, no era justo que su jefe lo conociera tan bien—. te espero SeonWoo, dime que no.

Ese era todo el maldito problema SuNoo no podía decir que no.

—carajo, hazme venirme —terminó suplicando, abriendo más sus piernas y dejando más expuesta su entrepierna para Jay, se recargó en el respaldo de la silla giratoria y decidió que los interesantes números de la señora Park eran mejores que la masturbada que estaba recibiendo.

Pero esos dedos expertos de JongSeong lo tenían en el cielo y en la sala de juntas al mismo tiempo. Si tan solo bajara un poco más y pudiera tantear su ano, que corroborara lo mojado que podría ponerse con tan solo ese toque ahí, solo su pulgar.

Y achicando sus ojos nublosos por pequeñas lágrimas, se vino en las manos de Park; su orgasmo se regó por todo sus pantalones y mangas de su jefe.

Jesucristo.

Notando que Park le pasó unas servilletas para que limpiara sus lágrimas, jay se encargó de su parte baja, en donde disimuladamente limpió todo el desastre con su saco.

SuNoo se sentía abatido, ¿había llegado al éxtasis pensando en solo sentir un dedo de Jay dentro de él? pasó la palma de su mano por su rostro para despejarse.

A lo lejos escuchó la voz gruesa de Park y luego una excusa barata, al final acompañada de un "SuNoo lo resolverá". lo que le faltaba.

Observándolo acusatoriamente, negó.

—si eso es todo — JongSeong se levantó de su lugar, luciendo pulcro, no obstante, tapaba la mancha aun húmeda de su semen—. los espero en la siguiente reunión, SuNoo y yo nos quedaremos a discutir los precios, y como dije antes, SuNoo se los hará llegar cuando estén listos. por favor, el último en salir que cierre la puerta.

Y en segundos se vació la gran sala. SeonWoo se alegraba de que no fuera como de esas salas de vidrio donde tenías que bajar mil persianas para tener privacidad, sino que ahora, a puerta cerrada, eran exclusivos.

—¿listo para tenerme dentro de ti? noté lo fácil que te viniste cuando apenas rocé tu entrada, descarado —intentando reír, pero saliendo en realidad un gemido, SuNoo asintió.

—me dejaste necesitado, siempre lo haces, ¿qué más puedo decirte?

Entonces Jay lo tomó de su mentón para apretar sus mejillas y besar sus labios rojizos por tantas mordidas a forma de contener gemidos.

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