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♡❜ Capítulo treinta y cuatro.

- Ni-Ki movió su colita mientras seguía dormido encima del alfa, se habían quedado dormidos en el sofá debido a que la cama estaba rota.

Esperaban que no se hubieran escuchado los gritos del omega por toda la casa, agradecían que HyunJin tuviera el sueño pesado y no se haya despertado mientras follaban con fuerza.

Los empleados de la casa en cambio, si se habían despertado, pero no dijeron nada, sabían que eran esposos y podían hacerlo cuántas veces quisieran.

SungHoon se encontraba plenamente dormido pero el pelaje de su esposo lo hizo despertar un poco.

Abrió sus ojos lentamente viendo aquel lobo negro acostado en su abdomen, acaricio sus orejitas y se sentó con cuidado mientras lo cargaba.

El castaño fue despertando poco a poco debido a las caricias de su alfa, que habían ido desde las orejas hasta su trasero y después a su entrada.

— SungHoon no seas travieso tan temprano — susurro Nishimura adormilado.

— Es que me gustó dejarte así ayer — dijo Park.

— Si me dejas dormir prometo darte un privado...

— Acepto.

El menor bajo sus orejas y cerro sus ojos, SungHoon se levantó cargando al pequeño lobo como un peluche.

Lo llevo a la cocina y ambos se asustaron al ver a HyunJin sentado en el piso comiendo fruta.

El pequeño tenía la maña de salirse de su cuna y caminar hasta la cocina ya fuera de noche o de día, se subía a una silla en su forma de lobo y tiraba al piso lo que se le antojara para después comérselo.

— Mira, tu viva imagen — dijo SungHoon intentando no reír.

Riki lo miro mal y miro al pequeño.

— HyunJin... ¿Qué te hemos dicho?

El bebé volteo a verlos con su boquita llena de comida y sonrió.

— Hamble papá Ki — dijo el menor riendo, agarró una manzana y gateo hasta su padre omega — miya papá Ki, pala ti.

Ni-Ki sintió su corazón derretirse ante la ternura de su hijo, acepto aquel soborno dándole una mordida a la manzana con sus colmillos.

— HyunJin vamos a jugar ¿Sí? — pregunto el alfa.

— Ti papá Hoon — Respondió el pequeño dejando la manzana junto a las otras frutas y gateo de nuevo hasta SungHoon.

El cenizo bajo con cuidado a Riki y le dio un beso en las orejas.

— Vamos cariño — Park sonrió y tomo de la mano a su hijo, el castañito con cenizo lo tomo del dedo índice con su pequeña mano y miro a su padre.

Nishimura se levantó y trato de caminar, pero se sentía demasiado abierto y adolorido, SungHoon lo había follado fuerte, ademar de haber roto el vibrador y la cama.

Por suerte no lastimo al omega ya que este se rompió una vez que lo saco de su interior.

El castaño camino chueco y un tanto cerrado de sus patas, HyunJin al verlo pensó que estaba jugando al ver como caminaba su padre así que empezó a reír a pequeñas carcajadas.

— Papá Hoon miya papa Ki — dijo el pequeño riendo mostrando sus cuatro dientitos y sus mejillas regordetas.

SungHoon se contagió de la risa de su pequeño y empezó a reír de igual forma ganándose la mirada enojada del omega.

— Van a ver los dos, no les daré más galletas — dijo Nishimura.

Ambos alfas se quedaron en silencio, el pequeño si quería sus galletas al igual que el mayor, Park se quedó pensando en que ya estaba grande y podía comprar sus propias galletas así que solo le dio un beso a su bebé diciéndole que él le compraría todo lo que quisiera.

Los tres fueron al jardín, mientras el cenizo jugaba con su hijo con la pelota, Ni-Ki se quedó echado en el pasto, le dolía su entrada y se sentía cansado.

Recordó todo lo que había pasado cuando dejo a SungHoon, pidió que le llevaran la computadora, le dolía al sentarse así que se quedó en su forma de lobo y saco sus garras de aquella patita negra que tenía.

Entro a sus redes sociales como pudo y empezó a escribir una carta, quería dejar en claro a todas las personas como habían pasado las cosas.

Unas entenderán, pero otras no, eso ya no le importaba, lo que más le importaba era que dejarán a su alfa en paz.

Lo había lastimado y lo hizo perder su lobo, pero se había hecho cargo de todo lo malo que hizo, sufrió incluso más que él, quería terminar con eso de una vez y salir de nuevo sin que nadie les dijera nada, quería su privacidad y su felicidad.

Paso varios minutos escribiendo una gran carta donde explicaba claramente lo que había pasado en realidad.

Al subirlo a sus redes sociales, de inmediato recibió varias respuestas por parte de sus fans y personas que solo estaban ahí por interés.

Algunas personas no perdonaron, pero otras si, sabían el mal que hicieron y que no estaba bien, Ni-Ki se quedó mirando a su esposo junto a su pequeño y sonrió.

No pudo haberse entregado a mejor alfa que SungHoon, a pesar de todo estaba feliz de llevar su marca, tener un hijo de dos años y tal vez un futuro bebé en camino.

Todo estaba de maravilla, pero como siempre... Nada es color de rosa.

El Omega estaba dándole un baño al menor, quien al principio no quería bañarse pero ahora se encontraba riendo dentro de la tina jugando con su padre.

Buen momento para preparar una sorpresa, busco entre las cosas de la casa algo que le pudiera servir, pero no encontró nada.

Subió hasta la habitación del menor y entro al baño viendo cómo padre e hijo jugaban.

— ¡Hey! No salpiquen agua, sino van a limpiar después — regaño SungHoon.

— Si... — respondieron los dos bajando sus orejas, pero aun así siguieron jugando.

— Nini, voy a salir a comprar algo — el alfa se acercó a su esposo y lo abrazo por detrás sonriendo.

— ¿Seguro que quieres salir?

— Si.

— No te tardes.

— No, será rápido.

— Si alguien te hace algo, le pegas.

— Si te dicen de cosas me dices y voy a partirles la put-

— Ni-Ki esa boca — amenazo SungHoon levantando la ceja y señalando con el dedo índice.

— Si perdón...ya, ve con cuidado — el castaño se pegó más al mayor dándole un beso en los labios.

Park beso de nuevo a su esposo ignorando aquellos pequeños ojitos enojados que los veían.

— ¡Papá Ki e mío! — grito el pequeño haciendo un lindo puchero.

— Es mío — dijo el alfa mayor abrazando a su esposo posesivamente.

— No papá Hoon — se quejó HyunJin.

— Ya, no peleen, mejor deja que papá se vaya rápido a comprará sus cosas y nosotros seguimos jugando ¿Sí? — dijo Riki volviendo a lado de su hijo.

— Ti — respondió el pequeño sonriendo.

— Tu ganas hoy, pero no sé te olvide que yo fui quien hizo gritar a tu padre cuando te estábamos haciendo — dijo el alfa sonriendo.

— ¡Oye!, Eso no se dice — se quejó el omega un tanto sonrojado.

Menos mal el pequeño aún no entendía nada de eso, SungHoon salió del baño caminando hacia la puerta principal dejando a sus dos amores en la casa, salió y después cerró la puerta.

Sin saber que sería su última vez viendo a las personas que más amaba en el mundo.

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