- Koga se encontraba comprando ropa para su hermano, había varias cosas para personas embarazada que se le verían bien a Ni-Ki.

Iría a ver a su hermano pronto para dejarle más ropa y los dulces que tanto le gustaban.

— ¿Te ayudo? — pregunto Jay sonriendo.

El beta lo miro y rodó los ojos, no otra vez.

— No quiero nada de ti JongSeong así que lárgate — respondió de mala gana.

— ¿Por qué no?, Ya no me rechaces más...

— No quiero tener nada que ver con los amigos de SungHoon ¿Crees que no me doy cuenta de cuanto sufre mi hermano?, Sus ojos no mienten, SungHoon le está haciendo cosas malas, pero yo no puedo hacer nada ya... No sabes cuánto me frustra eso.

— Lo sé, pero... Ellos son aparte de nosotros K, solo dame una oportunidad.

— No puedo, quiero asegurarme de que mi hermano este bien antes de ser feliz yo mismo.

— ¿Por qué pones primero a tu hermano?

— Son cosas que no te importan, ya lo he visto sufrir antes y no quiero que siga sufriendo ahora por culpa de tu amigo — el beta lo evito y fue a la caja a pagar.

Jay suspiro, era imposible, no iba poder enamorar al hermano de Riki así, lo quería y entendía el por qué no quería nada con él, tal vez pensaba que era igual que SungHoon, pero no era así.

Salió de ahí antes de que Koga lo golpeara como la última vez y fue a su departamento, no iría a celebrar con los demás, no tenía ganas y peor si se trataba de SungHoon.

El beta salió de la tienda y subió a su auto manejando a su casa, mañana en la mañana iría a visitar a su hermano.

No sabía que más hacer, estaba preocupado, pero si un omega y alfa ya están casados nadie puede meterse en la relación.

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SungHoon estaba demasiado tomando en ese momento, no supo en qué momento se había puesto tan mal, pero eso no le importaba ahora.

— SungHoon deja de tomar ¿Que le vas a decir a Riki después? — regaño SeonWoo.

— ¿Crees que me importa ese omega?, Te lo regalo si quieres — dijo el alfa quien seguía tomando.

Una omega se acercó a SungHoon y lo invito a bailar, Park no se negó y ahora se encontraba bailando a lado de la omega muy juntos y sonriendo, ambos estaban borrachos.

— Creo que es mejor llevarlo a casa ya, no vaya a hacer una estupidez — dijo HeeSeung.

— Vamos entonces — dijo SuNoo levantándose para jalar a SungHoon hacia ellos.

— ¿Que les pasa?, Déjenme seguir — se quejo el alfa.

— Nos vamos — el alfa mayor los jalo y subieron al cenizo al auto a la fuerza.

Manejaron hasta la casa y ayudaron a SungHoon para llevarlo adentro.

— Está pesado — dijo HeeSeung.

— Lo sé... — el beta lo soltó dejándolo en la silla cerca de la mesa.

— Bien ya estás aquí...

Ni-Ki se había despertado al escuchar ruidos en la cocina, eran ya las once y media de la noche, bajo sigilosamente hasta la cocina y se quedó escondido al ver a los dos chicos junto a Park.

— SungHoon ¿Qué le vamos a decir a tu esposo? — pregunto el pelinegro.

— Dile que lo odio demasiado y de no ser porque YunHo está casado yo estaría con él y no con Ni-Ki.

Nishimura bajo sus orejas, incluso borracho SungHoon seguía siendo malo con él.

— ¿Por qué no lo aceptas de una vez?

— Nunca lo haré, es un dolor de cabeza, se emociona de todo es... Solo un estorbo en mi vida.

¿Estorbo? El omega no había escuchado esa palabra desde hace tres meses y aún dolía.

— Riki para mí es solo un estúpido accidente, nunca lo voy a amar.

— Pero él te ama — dijo HeeSeung.

— Eso no me importa, no quiero siquiera verlo o tocarlo, su presencia me recuerda que estoy casado por una estupidez, lo odio demasiado hasta el punto de no querer verlo jamás, quiero que desaparezca de mi vida, pero no puedo porque si no moriría, ese bebé que espera es lo único que mantiene seguir a su lado, el bebé no tiene la culpa así que le daré todo el amor y cariño que pueda — dijo SungHoon.

— ¿Y Ni-Ki?

— Él no me importa, me importa más el bebé, Riki me da igual, es un cero a la izquierda, solo lucho por mi bebé no por el estúpido de mi esposo.

El omega no sabía en qué momento había empezado a llorar, ¿Eso sentía SungHoon por él?, Después de tanto esforzarse no había logrado nada.

— No fue su culpa SungHoon, fue tuya también.

— No es cierto... Yo no le dije que me abriera las piernas, él solito las abrió y se ofreció a mi sin siquiera conocerme, si lo dejara salir solo quien sabe con cuántos más se acostaría.

El castaño mordió su labio con fuerza y subió de nuevo a la habitación dejando que sus sentimientos salieran, ¿Qué estaba haciendo mal?, ¿Por qué no podía hacer nada bien?

Se acostó en la cama tratando de calmarse, se estaba odiando a él mismo por culpa de una persona que nunca lo amaría.

Abrió el primer cajón de la mesa de noche y saco una pequeña libreta empezando a hacer una pequeña lista de cosas que podría hacer para no seguir siendo un estorbo.

Escucho la puerta abrirse lentamente y se escondió entre las cobijas fingiendo estar dormido.

SungHoon entro a la habitación y se acostó en la cama a lado del omega, se pegó a él y lo abrazo mientras acariciaba el vientre de su esposo.

Nishimura se mantuvo en silencio y limpió sus lágrimas, dejo aquella libreta en el cajón y cerro sus ojos intentando dormir.

Mañana será un mejor día Nini...

Dijo su lobo tratando de convencerlo, cosa que lo hizo sonreír un poco manteniendo su esperanza.

Haría lo posible por enamorar a su esposo y hacerlo darse cuenta de lo que hace, se levantó de la cama con cuidado y quito la ropa del alfa dejándolo en bóxer.

Sabía que así dormía más cómodo así que lo acomodo entre las cobijas y lo tapo bien, uso un perfume especial para eliminar el olor a alcohol y se volvió a acostar junto a SungHoon.

El lobo del alfa se hizo presente al sentir a Ni-Ki triste, tomo al menor entre sus brazos acercándolo a su pecho dejando un tierno beso en si cabeza.

Nishimura sonrió al sentir el calor del lobo del mayor y lo abrazo.

— Por favor no me lastimes más... Por favor... — susurro el menor casi en una súplica.

Cerro sus ojos intentando dormir de nuevo, se quedó quieto entre los brazos del alfa y cerro sus ojos cayendo completamente en un sueño profundo.

Un sueño en el cual él era feliz junto a SungHoon, eran una pareja con mucho amor para darse mutuamente, entre sueños sonrió deseando que algún día Park lo aceptará como su omega.

Se valía soñar también... Soñar con aquello que más anhelas para olvidarte de tu triste realidad.

Una realidad que lastimaba cada vez más a Riki.

Nadie de los dos se esperaba lo que estaba a punto de suceder, la llegada del amor no destinado de SungHoon cambiaría muchas cosas, cosas que lastimarían aún más aquel matrimonio arreglado.