" Regla #9: Descubre los misterios que esconde la persona al lado tuyo."

Mierda, ¡Mierda!, ¡MIERDA!.

Es lo único que mi cabeza puede decir, aún no terminaba de caer que se había escuchado mi nombre. Yo, Nishimura Riki, tenía un chico que tenía sentimientos sobre mí y no cualquiera, nada más ni nada menos que Park SungHoon. ¿Cómo debo actuar a su lado? Y pensar que creía que solo estaba siendo amable conmigo. ¿Besarme? Intento besarme y yo recién me enteraba. Tal vez debería releer mi diario y ver dónde puedo haber sido.

Cálmate Ni-Ki, tienes el fin de semana para pensar en lo que debes hacer. Ahora lo único que debería hacer es abrir mi portátil y poner las dos temporadas de Sotus en ella, si, una buena historia BL me ayudaría a dispersar mi mente. No importa si ya me se de memoria los diálogos, estoy seguro que esta vez Arthit no será tan malo con Konghop.

En fin, sonaba como un buen plan para un sábado en la noche.

Al menos que mi madre me gritara que mi primo me estaba buscando ¿Que diablos quería Jake ahora? Si llega a decir otra vez algo sobre TaeHyun y que no quiere nada con él, le cierro la puerta en la cara. No sin antes decirle que le dé una oportunidad al chico ¿Quién no querría a semejante lindura como pareja?

Bajé por las escaleras y lo ví sentado en el sofá frente al televisor, lo observé bien, se había arreglado ¿Lo había hecho? Estaba vestido como nunca, con camisa y sus mejores pantalones. Oh no.

—¿Irás así vestido?— ¡Oh no!

—¿A dónde?— Por San NamJoon, que no diga lo que pienso

—Eres un distraído. HeeSeung y Jay pelearon dos horas por esto— ¡Oh, Oh, no, por favor! Lo miré sorprendido —Los chicos querían celebrar el fin de todas las reuniones del comité y HeeSeung quería esperar a que el festival terminara. Por supuesto, ganó Jay — ¡OH NO!

—Verga—

—¡Ni-Ki!— Bien. Había olvidado que mi madre seguía ahí.

—Ponte algo decente y vamos a la casa de SungHoon. Nos están esperando—

Genial, lo que me faltaba. Claro, mi suerte no puede ser más hija de su madre. Por supuesto, tenía que ser en la casa del chico que me tenía nervioso. ¿Acaso estoy en un fanfic? Pues díganle a la escritora que no sea tan mala conmigo.

Con mi mente peleando dentro mío, tratando de buscar cualquier excusa para no ir, o simplemente ir y tener mi primer beso. ¡Mi primer beso! ¿Que se sentiría besar? ¿¡Que se sentiría besar a SungHoon!? Con esos labios estoy seguro que se sintiera como probar algodones de azúcar. El chico era una dulzura de persona, estoy seguro que si lamo su cuello sabe a caramelo ¿Sabrá a helado su... OK, me acabo de ir a la Vernon.

No dije nada en el camino, mi primo se veía nervioso, si le hablaba era capaz de morderme y no quiero tener marcas de dientes en mi persona. No hasta el matrimonio. Llegamos después de caminar algunas cuadras, no vivía muy lejos tampoco, genial. Al tocar la puerta SuNoo nos atendió y nos dijo que sólo faltaba llegar Jay, pero que no nos preocupemos.

—Seguro no encontraba algún pantalón que combine con sus ojos— Se burló del mayor, todos nos reímos. ¡Hasta HeeSeung!

No pasó mucho hasta que apareció el último del grupo.

Me sentí muy a gusto las primeras horas ¿Minutos? Como sea, hablábamos entre todos, nos reíamos y comimos algunas pizzas. Ninguna persona pensaría que la mitad no se soportaba entre sí. SungHoon puso algo de música y empezamos a bailar, no voy a decir que me dió vergüenza, porque no está en mi diccionario, pero mis pasos eran de un bebé comparados a los de Flicker. Se movían mejor que cualquier persona, menos que J-Hope, porque es mi rey del baile. Ahora que lo pienso, creo que entiendo el nombre de su grupo.

Cuando el ambiente se calmó un poco, ya estaban divididos por toda la casa, hablando en grupos, terminando algunos detalles para el festival y demás. Fue mi turno de ser el narrador de esta historia.

Busque con la vista a cada uno, permítame contarles lo que ví y lo que hacía cada uno de ellos.

Primero Jake se reía de algo que TaeHyun le acababa de decir, despacio me acerque a escucharlos.

—Tienes una risa tan dulce— Wow, JaeYoon le estaba haciendo un cumplido al otro.

—Gracias— TaeHyun respondió tímido, con sus mejillas rojas.

—¿Que pasó con el chico con confianza?— Bromeó.

—Me sorprendiste— La sonrisa en su rostro no se podía ocultar. Nota mental; reclamarle a Jake el hecho de que no me habló sobre sus planes con TaeHyun, o tal vez no lo escuché.  En ese caso; prestar más atención a mi primo.

—Tal vez, solo este pensando en darte una oportunidad— agachó la cabeza, el alto a su lado abrió la boca sorprendido. Cómo buen espía que soy, cubrí mi boca para no gritar.

Soy un histérico por naturaleza.

—¿D-de verdad?— Tartamudeo.

—¿Quieres que te bese?—

No hace falta decir lo que ocurrió después. Literalmente TaeHyun consumió los labios de Jake toda la noche, soltandolo solo para respirar, decirle que no se va a arrepentir y volver a besarlo. Compartieron risas tontas, el sofá tenía espacio para otra persona de tan pegados que estaban.

Caminé por la casa, buscando a los demás. Me encontré con un pasillo y las risas de JungWon llegaron a mis oídos. Caminé buscando dicho sonido, encontrando la habitación de lo que crei era de SungHoon. Ambos chicos se reían del dueño del lugar, el cual me vio y me llamo para que entrara a donde estaban. SuNoo me saludo feliz, moviendo sus labios yo no entendía lo que trataba de decir.

— Ni-Ki, debes ver esta foto— Me extendió una donde un SungHoon de tres años sonreía a la cámara con una sonrisa cuadrada. Estaba cubierto de barro y el niño se veía contento.

—Eras tan tierno— Dije, soltando un sonido de ternura. Ese que haces cuando ves a un perrito perdido en la calle.

—¿Era?— Dijo indignado. Abriendo sus ojos, yo sonreí. Me causaba tanta ternura cuando hacía eso.

—Aun lo eres— Lo sujete de sus mejillas y se las apreté. Los demás rieron.

—Nene. No juegues con fuego— Solo pude reír, no veía nada quemándose. Tal vez mis mejillas cuando él me miraba así. Separamos nuestras miradas cuando JungWon se aclaró la garganta, pobre, le debe doler.

— SungHoon, Ni-Ki ya sabe lo nuestro— Los miré, sin entender ¿Que sabía yo? Oh claro, lo de su relación en secreto.

—Si, los encontré mientras JungWon le hacía una revisión bucal a SuNoo — El sonido de su carcajada me hizo reír también, no sabía que era tan gracioso.

—Como sea, SuNoo cuida bien de nuestro bebé JungWon — El nombrado solo lo miró advirtiendo su próxima muerte si volvía a decir algo asi.

─ Park, cierra tu boca—

—No te hagas el rudo. Si eres una cosita dulce— SuNoo lo sujeto por la espalda en un abrazo, mientras le daba besitos en su cuello. El chico en su brazo sólo podía sonrojarse. —Deberian verlo cuando no le presto atención y empieza a hablar con esa voz finita. Parece un gatito buscando afecto—

JungWon se dió la vuelta para tal vez regañarlo. Pero como hacerlo cuando SuNoo lo miraba con esos ojos enamorados, la sonrisa dibujada en su rostro. No tardaron en unirse en un beso, lento y torpe, ambos reían. Creo que se susurraban cosas o se hablaban entre dientes. SuNoo con sus brazos en el cuello del más grande y este con sus manos cubriendo la cintura de su novio. Quería seguir viendo la escena, pero unas manos me tiraron hacia atrás.

—Es mejor dejarlos solos— Me explicó inclinándose sobre mi oído derecho. Mis piernas fallaron, si seguía haciendo eso iba a caerme —Vamos, que usen la habitación para lo que quieran— No voy a preguntar qué cosas, tan inocente no soy.

Caminamos en silencio hasta la cocina, yo me preguntaba donde estarían los dos líderes, podían estar en dos situaciones. O se estaban peleando o se estaban besando en algún rincón. SungHoon pareció notar mis dudas, pues me miró y rió por lo bajo.

—A HeeSeung le gusta la vista del patio trasero— Lo miré con una pregunta en mi cabeza —¿Quieres ir a ver si está Jay con él?— Asentí rápido. Por supuesto, ni siquiera tenía que decirlo —Vamos—

Hacíamos la mejor pareja de ninjas, caminando sin hacer ruido, esquivando los peligros, avanzando hasta la línea enemiga. Con sigilo llegamos donde la puerta del patio trasero se abría paso, a penas unos milímetros abierta. Lo suficiente para dejarnos ver la espalda de ambos chicos, los dos observando el cielo nocturno.

—Te extraño Hee, no sabes cuánto— Acomode mejor mi visión y pude notar que Jay tenía la chaqueta de HeeSeung. No lo había notado hasta que habló.

—Ya hablamos de esto— Suspiró.

—Sigo sin entender el problema—

—Peleamos todo el tiempo, cuando estamos solos podemos hablar normal— Jay lo observó de perfil. Quitando su mirada de las estrellas.

—¿Que pareja no pelea?—

— JongSeong. No somos pareja—

—Porque tu no quieres—

—No es que no quiera— Lo interrumpió. Encontrando con su mirada y el rostro ajeno a centímetros de distancia.

—No puedes—

—Eres una distracción y quiero enfocarme en mi carrera— Jay agachó su cabeza, conteniendo las lágrimas. HeeSeung sujeto su barbilla y levantó el rostro del chico, bajando el volumen de su voz —Me gustas, pero ya lo intentamos y solo te lastime—

—Pero ahora crecí. Ahora entiendo porque actuabas así— HeeSeung negó y acercó sus labios, a solo una fracción de segundos de unirlos. —Te amo Hee, aunque tú no sientas lo mismo—

HeeSeung cortó la distancia y lo besó, diferente al beso que había visto antes. Succionaba su boca y lo atraía hacia él, Jay se dejó llevar cambiando de posición. Solo pudimos ver la espalda del líder de Flicker, las manos del líder de Flame On sobre su cuerpo que viajaban por toda su espalda, bajando poco a poco hasta llegar a la parte baja de la espalda y seguir bajando para... Para que unos ojos me tapen la visión y me hiciera retroceder.

—La escena se convirtió en algo para mayores— Lo mire e hice un puchero. Era injusto, yo quería ver.

— SungHoon ¿Que sucedió entre HeeSeung y Jay?— Lo ví sentarse frente mío. Al tirarme para atrás había caído al suelo y ahí me había quedado.

—Es una historia larga y complicada. Para resumir, HeeSeung es un idiota que lo único que sabe hacer es trabajar—

—Quisiera conocerla— El asintió.

—Tengo una idea, yo te cuento la historia si tú aceptas salir conmigo— Me sonrió, le devolví la sonrisa y acepté.

—Salgo ganando dos veces— le mostré mis dientes blancos y dos de mis dedos arriba.

—¿De qué hablas?—

—Conozco la historia del HeeJay y salgo con un chico lindo— El se veía confundido y yo me sentí poderoso. ¡Ja! Lo deje mudo.

Y con esa ola de valentía en mi, me acerque a él gateando. Una vez que su rostro estuvo lo suficientemente cerca, pegué mis labios a los suyos por unos segundos. Apenas un roce, pude confirmar que sin duda sus labios eran esponjosos y un poco dulces. Quería probar más, pero era suficiente por el momento.

Regla #9: Detrás de cada persona, existe una historia. Descubrirlas nos hace parte de la misma.