
Regla #13.❜
" Regla #13: Cualquier cosa puede ocurrir en un segundo."
- Era la hora del recreo y ese día estaba sentado al lado de SungHoon y frente a JungWon. Ellos dos hablando de música o algo así y mientras tanto, yo me disponía de escuchar por un auricular una de mis listas de reproducción que se llama "Música tranquila, para momentos tranquilos" Se lo que piensan y si, tengo lista de reproducción para absolutamente todas las situaciones. Exepto para una situación, pero no creo que suceda hasta mucho más en el futuro. En fin, es una tarde normal y tranquila donde cada uno estaba metido en sus asuntos.
Lo único diferente era que HeeSeung estaba anda saber dónde y que mi mano estaba sujeta a la SungHoon por debajo de la mesa, aún el líder de Park no sabía nada sobre nuestra relación que nacía, además de que aún no me lo pedía de manera adecuada y por lo tanto, aún no es digno de ser llamado "Mi novio". Sentía como mi mano era movida de un lugar al otro, SungHoon tiene la costumbre de moverlas cuando habla, así que parezco un títere cuando arrastra la mía en sus expresiones. En un momento oportuno, HeeSeung se acercó hasta donde estábamos los tres en la mesa y se acomodó en su lugar de siempre, en la punta. Cómo todo un rey, que espera a su otro rey.
Primero nos miró y sonrió, luego nos repartió unas hojas a cada uno diciendo
—Estos son los horarios de la salida y lo que cada uno tendrá a cargo— Observe mi hoja sin mucho entusiasmo, no tenía muchas responsabilidades, ya que la mayoría era como revisar o cuidar de chicos que en su mayoría eran mayor a mi.
—¿Cómo hiciste todo esto tan rápido?— Le Preguntó JungWon, quien miraba su hoja sobre la mesa.
—Me reuní con Jay y nos repartimos trabajo— Los demás soltaron exclamaciones de todo tipo.
—¿Cuánto duro la reunión?— El chico frente a mí se le acercó mientras movía una ceja.
—Veinte minutos trabajando y una hora haciendo otras cosas— Estallaron en risas, yo no entendí mucho pero hasta HeeSeung reía y los miraba como si quisiera matarlos. Pasaron tal vez diez o treinta segundos antes de que mi mente reaccionara al supuesto chiste. A "otras cosas" se refería a... Si, ya entendí.
Me reí por lo bajo y mis mejillas se pintaron de rojo, lo que provocó más risas al rededor. Eran unos idiotas, profanar la mente sana de un pobre chico ¿A quien engaño?
—No se rían, entendí tarde— Les reproche. Riéndose frente a mi de esa manera, me sentía traicionado, el único que hacía eso era mi primo.
—Eres tierno nene— Mentiría si dijera que no quise besarlo por la forma en la que sus ojos me miraron.
Yo hice un puchero, no quería escuchar algún reproche por parte del líder. No por el momento.
— Hee — Dejamos de hacer lo nuestro para mirar a Jay que se apoyaba sobre la mesa, cerca de donde estaba sentado HeeSeung.
—¿Si?— Ambos se miraron, con una sonrisa. Yo ahogue un grito fangirl, necesitaba buscar a SuNoo y gritar con él por nuestra OTP. Los mire expectantes.
—No encuentro mi lapicera, creo que me la olvide en tu casa— Observe a los otros dos, ambos conteniendo todo tipo de comentarios al respecto. HeeSeung se dió cuenta y sus orejas se volvían cada vez más coloradas por la vergüenza y el hecho de ser atrapado.
—Luego reviso mi mochila a ver si no está ahí—
—Gracias— Y así como llego, se fue, no sin antes guiñar un ojo.
Cuando Jay alcanzó una distancia donde no sería capaz de escucharnos, soltamos a la vez carcajadas y comentarios. HeeSeung había Cabado su propia tumba con esa información. ¿Reunión? Si, claro y SungHoon es feo.
—Asi que la "reunión"— Puso comillas en el aire —Fue en tu casa— El mayor de todos observó a JungWon con un semblante de advertencia.
—Tranquila mamá pato, no hay nada de malo en eso— Golpee a SungHoon por llamar a HeeSeung así, se suponía que era un secreto entre los dos. El mayor no sabía que lo llamaba así y que se lo había contado hace unos días en la terraza.
—¿Mamá que?—
— Pato— Los demás me miraron con una mezcla de confusión y diversión. Mayormente la segunda.—
—Es más común que me digan perro — Ahí estaba otra vez, si yo quería llamarlo como un pato adorable, lo llamaría de esa forma. Nadie me entiende.
—No se mucho de química ¿Si?— Todos rieron otra vez ¿Ahora que hice? A veces no los entiendo.
—Es biología— Ahora si entendí.
—Eso—
Pasaron el resto del receso hablando sobre mi equivocación, riendo porque a HeeSeung le extrañaba más el hecho de llamarlo "pato" a que lo llame "Mamá". Siguieron haciendo bromas sobre la supuesta reunión con Jay y molestando todo el momento diciéndole pato. Una parte de mi quería salir corriendo y por la otra, agradecía a esa parte ocurrente que me había dado la idea de ponerle el sobrenombre el cual de a poco se iba acostumbrando.
Resulta que intentar que HeeSeung no sospeche de lo mío con SungHoon era más difícil de lo que parecía. Debo aplaudir a JungWon y SuNoo, tanto tiempo y nadie se dió cuenta de su relación. El mayor nos miraba cuando estábamos juntos, sonreía cuando nuestras miradas se encontraban y asentía con la cabeza.
SungHoon me envolvía con un brazo y HeeSeung sonreía, me revolvía el cabello como a un niño y el otro asentía. Parecía una especie de padre que descubre que su hijo tiene pareja y aún no se lo dice, así me sentía, con la obligación de contarle sobre lo nuestro.
Por eso, cuando volvíamos a mi casa tomados de la mano, frene mi andar y lo miré a los ojos. Le expliqué lo que mi mente estaba divagando y sobre lo ocurrido durante el día, era extraño y todo esto para mí es nuevo. Así que SungHoon me arrastro hasta mi casa y me preguntó si podía entrar, sin vacilar le dije que sí y nos fuimos directos a mi habitación.
Mi madre dentro de poco tendrá un ataque, pase de llevar amigas (las cuales siempre me preguntaba cual era mi novia) a llevar a diferentes chicos. Cuando se supone que es el momento de hacer esa pregunta, no la hace. Fantástico madre. Una vez en mi habitación, hablamos sobre lo nuestro.
—Entonces— comencé.
—¿Quieres decirle a HeeSeung?— Suspiré. En el poco momento en que estuvimos hablando de esto, me hizo esa pregunta como diez veces y no exagero. Sé que siempre lo hago, pero esta vez no.
—Ya te dije, para decirle algo a HeeSeung. Primero debe existir algo— ¿Ven? Ni-Ki no siempre es un distraído. Puedo ser serio y lanzar frases al estilo Dumbledore.
—Entonces ¿Quieres ser mi novio?— Largue un fuerte suspiro. Este chico me estresa, tiene suerte de ser lindo.
—Debes hacerlo mejor—
—¿Qué?— Lo mire otra vez. No iba a permitir que mi primera relación empezará con un simple "oye ¿Quieres ser mi novio?” debía ser especial. Lo miré con impaciencia, quisiera leer la mente o que el pudiera hacerlo y no decirlo en voz alta.
—Quiero tener una bonita historia que contarle a nuestros hijos— El sonrió, todavía con esa mirada en sus ojos. No importa como me comporte, sus ojos siempre brillan y me observa de la misma forma en la que miro al último pedazo de pizza o tal vez un poco más intenso. Dulce y atento, una forma difícil de explicar.
—Aun no somos novios y ya piensas en tener hijos— Sonrió sin despejar sus ojos de los míos.
Me sentí atrapado, en una cápsula, hechizado y desconcertado, tan solo sus ojos que sostienen los míos. No tengo mi idea de cuánto tiempo pasó en los que nuestros ojos se observaron, como si pudiera leer dentro de mí y entender lo que habita en mi interior. En un momento mis labios estaban sobre los suyos, sintiendo como el dulce sabor de sus labios me embriagaban, lento y permisivo. Cerré los ojos y me deje ser, perdido en la sensación.
Al separarse, sus manos estaban en mi rostro, acunando mis mejillas mientras me miraba desde arriba.
—¿Ahora quieres ser mi novio?— Parpadeo un par de veces más, aún sin terminar de entender.
Por un segundo estuve a punto de asentir.
—Buen intento—
—Me rindo— No pude evitar hacer un puchero con mis labios ¿Lo había arruinado tan fácil? —Por ahora, no me mires así— Se acercó juguetón hasta mi rostro —O te besaré hasta el cansancio—
—Hazlo ¿O me tienes miedo?—
Fue la primera vez en la que sentía que mis labios se caerían de ser besado por tanto tiempo. Besos lentos, rápidos, algunas veces siguiendo un ritmo y otras donde cambiaba, mi pierna sobre las suyas o sus manos en mi cintura, las mías en su rostro o las suyas en mi cuello. Cuando fui capaz de reaccionar y volver al mundo real, afuera estaba oscuro y era tarde. Lo miré un poco apenado, sintiendo como podrían caerse mis labios por ser tratados de esa manera.
Mi madre le ofreció quedarse, pero yo me negué. Una cosa era tener una pijamada con mi primo y SuNoo y otra diferente era SungHoon, mi corazón no podría soportar tanto y todavía nos espera una salida, donde si o si debíamos compartir habitación todos juntos.
—Nos vemos nene— Cuando mi madre se dió la vuelta, me lanzo un beso volando y yo reí como idiota.
Al subir a mi habitación de regreso, busque rápidamente mi celular y marque el número de Jake, necesitaba hablar rápidamente con alguien.
Un tono, dos y la voz de TaeHyun por fin me atendió... ¿TaeHyun?
—¿TaeHyun?— Pregunté y aleje el aparato. Tal vez había marcado el número equivocado, no sería la primera vez.
—Si. ¿Estás buscando a Jake?—
—Este es su número— Me respondió con un sonido afirmativo —Entonces, si—
—Esta en el baño en este momento— Iba a dejarle un mensaje como si fuera una suerte de buzón de voz, pero la curiosidad es más grande que yo.
—¿Qué haces con su celular?—
—Estamos en mi casa— Abrí mi boca lo más grande que pude. Me repetía una y otra vez "Piensa en la biblia, piensa en cosas bonitas, por San NamJoon"
—¿Y que están haciendo?— Idiota. TaeHyun rió del otro lado y deseé no haber hecho la pregunta.
—Cosas—
—¿Las cosas que hace Jay en la casa de HeeSeung?— Mala referencia. Ahora el chico del otro lado de la línea no paraba de reír.
—No. Otra clase de cosas— Contesto una vez que su risa se calmó.
En ese momento la voz de mi primo lo interrumpió y tomo la llamada en su lugar. Hable lo más rápido que pude, contando la situación y los pensamientos en mi mente. No estoy seguro si me escucho, si dejo el celular hablando solo en un rincón mientras le comía la boca a TaeHyun o realmente me estaba escuchando. De todas forma no paré hasta que termine de decir todo lo que sentía que era necesario, espere unos segundos dudoso de que me escuchará. Pero su voz me cortó cualquier tipo de nervios y hablo.
—Si tanto te gusta, solo dile que si—
—Como si fuera fácil— Me cruce de brazos. Mirando al techo de mi habitación.
—¿Te das cuenta que le estás pidiendo consejos a una persona que tardo en aceptar que le gustaba un chico y luego tardó en aceptar salir con él?— Tenía razón, no conocía mucho su historia, pero estaba seguro que Jake no era el vaso indicado.
Pero si conozco a alguien que le hizo frente y que a pesar de todos los obstáculos que podrían existir, lucho por su amor y aún lo sabe. Conozco la forma de averiguarlo.
Solo debo correr un par de páginas y encontrar la historia de JungWon y SuNoo.
Regla #13: No importa lo que suceda, al final la decisión es tuya.
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