"Regla #12: Hay una teoría que dice que por cada decisión que tomamos, un nuevo mundo es creado."

- Bien, esta es la situación. Estoy parado en la puerta de mi aula, hoy llegué tarde por lo cual aún no había hablado con nadie. De un lado estaba el pasillo que llevaba a la cafetería donde estaba SuNoo, debía hablarle sobre lo que había escrito en mi diario y hacer que me diga dónde están las demás páginas. No quisiera tener otro ataque como ayer a la noche y mucho menos tener un ataque de ansiedad por el estrés que me causa no saber cuándo o que me voy a encontrar en ¡mi propio Diario! Detrás de esa hermosa sonrisa, se esconde un ser cruel que juega con mi mente. Del otro lado, estaba el aula de SungHoon. Los había escuchado hace tiempo atrás, cuando un compañero de él le había devuelto unos libros. No es como si hubiera estudiado sus horarios, por supuesto que no. Pero un par de mensajes a TaeHyun y me dió toda la información que necesitaba.

"Yo no digo nada, si tú no dices nada"

Ese había sido nuestro acuerdo, nadie más debía saber cómo, cuando y donde conseguía ciertas cosas. Me sentí un espía por un momento, o un doble agente.

En fin, no sabía si ir hasta el chico lindo y pasar una bella tarde, nos besamos y tuvimos una cita. Si no me pide ser novios para cuando se termine el mes, regalaré mi álbum BE de BTS. Así de decidido estoy.

Bien ¿Donde debo ir? Ambas cosas son importantes y no tengo tiempo de hacer una lista con los pros y contras de cada situación. Debía tomar una rápida decisión, antes de que la profesora de inglés sé de cuenta de que no entre a su clase y estoy fuera del aula.

Piensa rápido Ni-Ki.

—¿Qué haces Ni-Ki?—

—Decidiendo para que lado salir corriendo cuando toque el timbre—

Obviamente tarde unos segundos en procesar la situación, cuando me di la vuelta, estaba YeonJun parado justo detrás de mí. Él fue quien me había preguntado, YeonJun... YEONJUN ¿QUE HACE AQUÍ?

—¿Terminaste de procesar la información?— Asentí un poco asustado, me había encontrado en una situación un tanto desfavorable.

—¿Qué haces aquí?— Pregunté antes de que empieze con sus cosas de responsabilidad o lo que sea.

— HeeSeung me llamo. Al parecer la dirección está buscando voluntarios para una actividad— Me puse a pensar que era eso de lo que estaría hablando. Fue cuando recordé el premio del festival, si mal no recordaba, el director les había dicho que debían buscar voluntarios para cuidar a los alumnos durante el viaje.

—¿Irás con nosotros?— El me miró con una sonrisa algo dudosa —Estubimos en el comité, nos dejarán viajar con el salón ganador— me aplaudí a mi mismo, lo había recordado a la perfección. ¡Ja! No soy tan distraído al final ¿Eh?

—Entonces, nos estarás ayudando— Lo mire con la boca abierta. ¡Por Dios santo! Era una broma ¿Verdad? HeeSeung, esto no estaba en el contrato del comité del festival o tal vez si soy distraído y lo dijeron cuando mi mente volaba algún lugar bonito donde el NamJin se confirmaba.

Antes de que pudiera decir otra estupides, el timbre sonó salvando mi pellejo. Salude a mi primo, no sin antes decirle como el buen y adorable niño que soy, donde quedaba la oficina del director. Le deseé suerte y corrí para el lado contrario que el de él, suficiente metida de pata. Cuando llegue a las escaleras me di cuenta que no había ido hacia ninguna de mis dos opciones, el aula de SungHoon estaba al doblar un pasillo unos pasos atrás y obviamente, donde me esperaría SuNoo estaba del otro lado.

Me senté en uno de los escalones, observando cómo los alumnos salían de sus aulas y se dirigían a otros lugares, quien sabe dónde. Tampoco tenía ganas de ir a buscar ni a Flame On, ni a Flicker. Me sentía inútil, no podía hacer nada bien. Ni siquiera podía tomar una tonta decisión como cual camino tomar. Suspiré con una mueca en mis labios, esto no podía estar peor.

Primero, me levanté tarde. Había cambiado el tono de la alarma por la canción 'Euphoria' de JungKook y en lugar de despertar, me quedé escuchándola hasta que se apagó. Luego, olvidé que mi madre no podría traerme a la escuela porque trabajaba más tarde y yo olvidé en los casilleros mi tarjeta del transporte. Jake tomaba el autobús más temprano así que no hubo forma de ir hasta su casa y que me prestara por hoy.

Después me había perdido en las calles por estar mandando mensajes a SungHoon hablándole sobre BTS y lo hermoso que era mi bias, el solo se reía y decía que era tierno. Claramente iba a perderme si me hacía tantos cumplidos. Es su culpa.

Y para terminar, me había lastimado mi mano cuando llegue a la escuela. Alguien debería verificar ese metal que sobresale en la entrada, mi mano aún ardía y tenía una marca roja. Pero claro, seguramente eso es nuevo y fui el primero, tampoco sería la primera vez que me pasa.

—¿Ni-Ki?— Levanté la mirada para encontrarme con un chico, era castaño y me sonaba de algún lado.

—¿Si?—

—Oh, eres tú. Tenía haberme equivocado— Soltó una pequeña risa, su sonrisa parecía brillante como si en el se ocultara una parte del sol.

—¿Me conoces?— Le Pregunto al supuesto desconocido. Él se acomodó justo al lado mío, sobre el escalón.

Con él ahí, seguramente nadie podría subir o bajar. De todas formas no tengo ni idea de lo hay arriba, nunca tome esta escalera.

—Solo a tu primo. Jake — Me explica y yo asiento, tal vez era un compañero de él o un amigo. Volví a mirarlo, el aún sonreía.

—¿Eres su amigo?— Rompí el silencio que se estaba prolongando. Me pone incómodo que alguien sepa quién soy y yo no, ni que fuera una celebridad. ¿Así se sentiría YoonGi cuando le proponga casamiento en algún fansing?

—No. Mi novio lo es— Solté una especie de afirmación. Aún no entendía nada y eso pareció notarlo el chico —El punto es que el otro día estábamos en una cita con mi chico y nos pareció verte— Me sonroje ¿Toda la escuela ya sabrá sobre lo mío con SungHoon? No quisiera armar un alboroto.

—Tal vez— Dije tímido. Con una sonrisa tonta.

—¡Entonces es verdad! Se veían tan tiernos. SungHoon comparte conmigo un par de clases— Al decir el nombre en voz alta lo hizo más real y presente. Me había visto en una cita con Park SungHoon, esa vez si me puse aún más rojo de vergüenza.

—¡HueningKai! Te dije que no acosaras a Ni-Ki — Otro chico grito desde el otro lado. HueningKai, que al parecer era su nombre, solo rió y se burló del chico.

Yo conocía a ese chico, no había duda de que conocía a Jake. Estoy seguro de que me había hablado de él y un par de veces fue a su casa. Lo saludé con una sonrisa, el me la devolvió y pude ver como un diente se asomaba, diferente a los demás.

—Me tengo que ir con el idiota de mi novio. Nos vemos Ni-Ki — Me acarició el cabello y se fue de ahí. Por alguna razón, su compartimiento era cálido y dejaba un rastro de luz por dónde caminaba con su novio por los pasillos.

—Son una pareja muy bonita ¿No?— Una voz se escuchó desde mi oreja izquierda. Ya la conocía, así que deje que siguiera hablando por unos momentos —Si no fuera por nosotros dos, serían la más linda de la escuela ¿No crees?— Me reí. Estaba por decirle que eso sería imposible si aún existía una posibilidad entre HeeSeung y Jay, pero mis palabras se perdieron en el pequeño beso que dejó en mis labios cuando gire mi rostro hacia el.

Un simple roce de nuestros labios. Coloquialmente conocido como "besito". Me sonroje a ver cómo SungHoon se reía de mi.

—¿De dónde vienes?— Fue lo único que mi mente pudo elaborar. No venía de lo que se suponía era su clase, si no que desde arriba de la escalera.

—De arriba— Alce una ceja. Aún no comprendía —Me has atrapado— Levantó sus manos como si hubiera cometido un delito, fue cuando note que llevaba algo con él —No entre a clases, estaba en la terraza— Señaló atrás suyo. Hacia las escaleras.

Con que ahí estaba la famosa terraza. No muchos iban ahí, pero SungHoon siempre hablaba de ella. Aún recuerdo las innumerables veces que me invitó a ir.

—¿Qué hacías?—

—Haces muchas preguntas nene— Revolvió mi cabello sin perder la sonrisa. Un día voy a morir de un ataque al corazón si sigue sonriendo de esa forma. —Estaba pensando. Me gusta ir ahí y ver si la magia surge— Me mostró su cuadernito.

Seguramente ahí tenía sus letras para las canciones de Flame On.

—¿Y? ¿Has escrito algo?— Me reí como idiota al ver su cara. Otra vez estaba haciendo preguntas, el negó con un pequeño puchero en sus labios.

—No mucho. Mi mente sigue pensando en ti— Ahora si estaba al punto máximo en el que mi rostro ardía.

—Yo también pensé en ti— Le confesé. Bajando mi mirada hacia otro lugar que no sea sus ojos. —Anoche no pude dormir— Esa era una verdadera razón, por eso no había funcionado tampoco la alarma.

—Ven. Vamos a la terraza—

¿Cómo explicar la terraza? Era un sueño, tiene la vista de la calle. La ciudad frente a tus ojos, como si fueras un ente que observa todo desde arriba. Las personas caminar sin saber que tu estás ahí arriba, da una sensación surrealista, provocando que olvides que aún sigues en la escuela. Tu mente se pone en blanco y el tiempo parece correr sin que tu te des cuenta, como si pudieras frenar todo y darte el tiempo que necesites.

—Es mi lugar favorito— Lo escucho decir desde atrás. —Este lugar tiene tantas historias que contar— Sentí como sus brazos me rodeaban y sus manos se apoyaban sobre el borde de la construcción. Lo miré, su vista pérdida al frente en algún punto.

—Es hermoso— El asintió de acuerdo a mis palabras —Tambien es tierno y su sonrisa es dulce— El rió.

—¿Estás coqueteando conmigo nene?— Se giró para verme, demasiado cerca para mi pobre corazón.

—¿Lo estoy haciendo bien?— Pregunté girando mi cuerpo aún en sus brazos. Mi espalda pegada al borde, y su sonrisa en primera plana, solo para mí.

—Exelente—

No sé si el timbre sonó, si el receso termino. Sólo podía sentir sus labios sobre los míos, la calidez de sus manos en mi cintura y su cuerpo bajo mis brazos que rodeaban su cuello. Nos besamos lento y pausado, un poco más rápido y menos inocente. Perdidos en la sensación que nos brinda el aire fresco del invierno, suspirando entre cada beso. Separando nuestros labios solo para respirar y volver a unirlos.

En algún momento terminamos sentados contra la pared, su brazo rodeando mis hombros, mi cabeza apoyada en los suyos. Hablando de nada en particular, solo disfrutando del momento íntimo entre ambos. Olvidando por completo que no había entrado a la primera clase, y que tampoco lo haría con la segunda y tal vez la tercera o las que siguen. Su mano tomo la mía y me miró desde arriba.

—¿No crees que esto es muy rápido?— Lo miré sin comprender —Lo siento. Mi última relación no resultó y tengo un poco de miedo, tu eres...—

— SungHoon — Lo llame. Interrumpiendo sus palabras —Aun no me has pedido ser novios— Le aclaré.

—¿Tu no quieres?— me levanté de su hombro y lo miré con el ceño fruncido.

—Obvio que si, pero debes hacerlo mejor que esto— El me miró bastante confundido y yo solo reí por su reacción, era muy adorable cuando hacía esa expresión —Piensalo, Nene— Imite la forma en la que el siempre me llama, haciendo que el se quejara de manera exagerada.

Solo queda decir que unas horas después, HeeSeung nos encontró y nos regaño

Esta vez su cabeza en mi hombro, la mía sobre la suya mientras cerraba los ojos unos momentos. Disfrutando de no haber tomado ninguna decisión.

Regla #12: Solo por hoy, me voy adaptar a las circunstancias y no dejaré que las circunstancias se adapten a mi.