─ ¿Jakey?

─ Estoy durmiendo.

─ Entonces ¿eres sonámbulo?

─ Soy un zombie.

─ Vamos, despierta.

─ No quiero, HeeSeung. Tu cama es cómoda.

─ La tuya lo es más.

─ Solo 5 minutos más.

─ O te despiertas o te cuento un chiste. Elige Shim.

JaeYoon, literalmente, saltó de la cama y se estiró alegando estar despierto y fue corriendo a preparar el desayuno.

─ ¡Igual te contaré un chiste! ─ Gritó HeeSeung riendo.

─ ¡Hazlo y pasaré mi próximo celo, sólo!

─ ¡No aguantarías!

─ ¿¡Quieres apostar!?

─ Mejor no... ─susurró.

─ ¿¡Dijiste algo!?

─¡No, nada!

─ ¿¡Me contarás un chiste!?

─ ¡Te libras por hoy, amor!

─ ¡Yes!

HeeSeung rió mientras se levantaba para ir a la cocina y cuando entró comenzó a babear. Ahí estaba su JaeYoon, en bóxer y cocinando quien sabe qué. Pero meneando sus caderas mientras tarareaba algo.

Sus pies se movieron por si solos y se acercó a él para abrazarlo por atrás, besó repetidas veces su cuello mientras el castaño solo sonreía e inconscientemente se acercaba más al rizado, haciéndolo gruñir pues el joven no llevaba bóxer y estaba "al natural".

─ A mí no me gruñas, Lee.

─ Pues entonces no nos alegres.

─ ¿Cómo los alegraría? ¿Haciendo esto? ─movió sus caderas notando la erección que comenzaba a crecer en el pelinegro.

─ Cada día te pones más hermoso.

─ Cada día te amo más.

─ Cada día te molesto más.

─ Cada día te amenazo con mi celo.

─ Cada día te dejo ganar.

─ Cada día te haré el desayuno.

─ Cada día te amaré más y más. ─ susurró el menor.

─ Cada día te dejo ganar este juego.

─ Cada día te haré amarme más.

─ No podrás hacerme amarte más de que lo hago.

─ Si podré.

Elevó su mano e hizo girar a JaeYoon su cabeza para poder besarlo mientras le hacía girar todo su cuerpo. Primero fue un beso lento, pero poco a poco la cosa fue subiendo de tono, sin embargo, debieron separarse para recuperar el aire o al menos, Jake lo hizo porque HeeSeung había comenzado a besar su cuello y mover sus manos por toda su espalda hasta llegar al comienzo de su bóxer.

─ HeeS-seung e-el desayuno. ─ Susurró antes soltar un gemido.

─ Puede esperar.

─ S-se enfriará.

─ Existe el microondas. ─ Estiró su mano y apagó la cocina.

─ Ha-Habitación.

Tras recibir esa petición del castaño, HeeSeung sonrió y negó con la cabeza, JaeYoon lo miro confundido, pero eso quedó atrás cuando sintió las manos del mayor sostenerlo por su cintura para ponerlo sobre el mesón de la cocina y pararse entre sus piernas.

─ Pensándolo mejor, si quiero mi desayuno.

─ ¿Q-qué?

─ Déjamelo todo a mí.

Antes de que Jake pudiera hablar lo besó con intensidad y una guerra de lenguas se desató. Las manos del rizado comenzaron a quitar el bóxer que traía JaeYoon mientras este jugaba con el cabello del otro.

─ Te amo. ─ Susurró HeeSeung cuando volvió a besar el cuello de JaeYoon.

─ Yo también. ─ Rodeó la cintura del mayor con sus piernas para tenerlo más cerca y un gemido salió de la boca de ambos. ─ HeeS-seung.

─ Pequeño travieso. No seas impaciente, déjame disfrutar.

Comenzó a mover sus caderas...

─ ¿JaeYoon?

Abrió los ojos poco a poco, pero volvió a cerrarlos por la luz.

─ ¿Dónde estoy?

─ ¡Gracias al cielo! Ni-Ki estuvo llorando por dos horas porque no despertabas.

─ ¿Qué paso, SuNoo?

─ Pues te desmayaste. Riki nos llamó llorando.

─ ¿Cómo los llamó? El no sabe marcar el teléfono.

─ Pues yo y SungHoon...

─ SungHoon y yo. ─ Lo corrigió.

─ Si, bueno eso. Le enseñamos la marcación rápida y ahora SungHoon agradece eso porque no nos hubiéramos enterado y en este momento Riki estaría sólo.

─ Perdón. ─ susurró.

─ JaeYoon... ¿Estás comiendo?

─ Yo... Si, lo estoy haciendo.

─ No me mientas, Shim.

Cuando SuNoo llamaba a cualquiera por su apellido era mejor decir la verdad o de lo contrario se enfrentarían a un SeonWoo muy enojado y la verdad... Eso no era nada bueno.

─ Si lo hice... Pero no muy seguido...

─ ¿Por qué?

─ SeonWoo...

─ ¿Por qué? ─ repitió.

─ No siempre tengo hambre y aunque me obligo a mí mismo a comer. Mi estómago acaba devolviendo todo... Debo ser fuerte por mi hijo y lo sé, pero aunque trato una y otra vez no puedo. SeonWoo, necesito a mi alfa, pero él no me quiere y nunca lo hizo. ¿Cómo te sentirías si un día SungHoon te dijera "Eres un estorbo y sólo te quería en mi cama"?

─ Me moriría.

─ Exacto. Sin embargo, y-yo... ─ Había comenzado a llorar. ─ Traté de superarlo por mi hijo, porque él no estaría bien si su madre muriera. Yo sé cómo se siente eso, SeonWoo y y... ─ Sollozó. ─ Imagínate que, si para mí fue difícil, siendo un adulto, para un niño es peor.

─ Mi alfa me odió, siempre lo hizo, lo sé. Él solo jugó conmigo, pero antes de irse me dejó algo hermoso en mi vida y ese es Riki. Pero no puedo superarlo... Aún no. Y me siento de la mierda por eso, si-siento que no valgo la pena, siento que solo doy lástima, ni siquiera puedo cuidarme por Ki y por eso me siento peor...

─ JaeYoon...

─ ¿Por qué las personas a las que amo me dejaron, SeonWoo?

Esa pregunta tomó por sorpresa a SeonWoo ¿cómo respondería a eso? ¿Qué le diría? Podría decirle "SungHoon y yo no lo hicimos, Yoonnie." pero el castaño no se refería a eso y él lo sabía.

Sin más se lanzó sobre Jake para abrazarlo, dejándolo llorar y desahogarse.

Jake había sufrido bastante y, al igual que SungHoon, SuNoo le tenía un gran cariño. Pero sobre todo ambos sentían la necesidad de cuidar de él. Porque, después de todo, ellos dos y Riki son lo único que tiene.

Abrazó a JaeYoon hasta sentir las respiraciones lentas del castaño y cuando se dio cuenta, el castaño se había dormido. Lo acomodó sobre su cama, lo tapó para después salir de su habitación y bajó a la sala, donde estaban SungHoon y Ni-Ki.

─ ¿Riki se durmió? ─ susurró el alfa mientras se sentaba junto al rubio.

─ Si... ¿JaeYoon, despertó?

─ Si...

─ ¿Sucede algo, amor? ─ se acercó a SeonWoo y apoyó su cabeza en su hombro.

─ JaeYoon me preguntó porque todos lo que ama lo dejaron...

─ ¿Q-qué?

─ Yo igual me pregunté eso y quise decirle algo, pero no sabía que. Solo lo abracé y se quedó dormido. El estúpido de Lee lo lastimó y créeme que, si lo vuelvo a ver, será hombre muerto.

─ SeonWoo, cálmate.

─ Ese imbécil no se merece nada ¿cómo pudo lastimar a alguien como Jake? ¿¡cómo!?

─ SeonWoo ─ susurró SungHoon y SuNoo, al verlo asustado, inmediatamente se calmó.

─ Lo siento, lo siento.

─ Está bien, pero debemos cuidar más a JaeYoon. Me preocupa demasiado, imagínate si Riki no nos hubiera llamado.

─ Lo haremos, no te preocupes.

─ Jake no se merecía nada de esto...

─ No, no lo merecía.

SuNoo abrazó a SungHoon y este sin darse cuenta, también lloró. Porque para él, JaeYoon era la persona más valiosa del mundo, sin embargo, también había sufrido demasiado y de no ser por Ni-Ki, en verdad, Jake no sonreiría o incluso él ya... Ni siquiera podía pensarlo. Pero cada vez sentía que algo se avecinaba, también se preocupaba porque no era un buen presentimiento, era uno malo. Muy malo.