"Hay muchas cosas que me gustaría decirte y no sé como, porque tal vas a ser quién me salve. Y después de todo, tú eres mi apoyo."

-Oasis.

- JungWon observaba al chico de tez pálida que se encontraba plácidamente dormido sobre su mesa de trabajo, en verdad que era hermoso ante sus ojos, podía ver sus cabellos oscuros que cubrían parte de sus ojos gatunos, le encantaba admirar a su SuNoo.

Pero ya era tiempo de que despertará, después de todo ni siquiera él sabía como había logrado que ni la profesora ni ninguno de sus compañeros más que él, se dieran cuenta de que su querido hyung se encontraba durmiendo como un angelito.

─ Zorrito ─ susurro JungWon cerca del oído del contrario ─, es hora de despertar, ya terminaron las clases.

Escucho un murmullo para después ver a SuNoo que solamente cruzo sus piernas para volver a quedarse dormido, sonrió.

─ Sunnie ─ JungWon daba leves caricias a la cabeza de su futuro omega ─. Tienes que despertar ─ no recibió respuesta ─, ¿no quieres que vaya a dejarte a tú casa?

De nueva cuenta se movió pero solo para apartar la mano de Yang JungWon.

─ Déjame dormir... solo... un poco... más ─ alargo la ultima palabra para volverse a acomodar.

Al parecer ese lugar era mucho más cómodo que la cama de su habitación.

─ ¿Qué tengo que hacer para que despiertes? ─ JungWon dijo para sí mismo.

No sabe porque, pero de alguna forma recordó todas aquellas historias fantasiosas, y una que le gustaba era la de "la bella durmiente". Miro a SuNoo quien ahora había dejado su rostro al descubierto, y aún mantenía sus ojos cerrados con una respiración tranquila.

Sin hacer mucho ruido se acerco y se puso en cuclillas frente a su hyung, lo miro por unos momentos para comprobar que seguía durmiendo y se acerco poco a poco, su vista estaba fija en un solo objetivo, los labios de Kim SeonWoo.

Pero cuando le faltaba apenas un centímetro para cumplir su cometido, el cual era besar a su precioso omega, este hablo.

─ Ni se te ocurra Yang JungWon ─ dijo sin abrir los ojos.

─ ¿Cómo supiste?

─ Eres el único en el salón, además sentí tu respiración, no eres tan cauteloso como piensas ─ SuNoo abrió los ojos para después bostezar ─. No soy princesa para que me despiertes de esa manera.

─ No serás princesa pero eres mí príncipe.

SuNoo soltó una risa y miro a JungWon.

─ ¡Que va! Eso de príncipe no me queda en lo absoluto ─ miro al alfa ─, creo tú encajarías mejor en ese papel, Yang.

JungWon sintió como su lobo movía la cola, estaba feliz en ese momento y por supuesto también Yang JungWon estaba feliz.

─ ¿Enserio? ─ JungWon sonrio ─. Entonces soy tú príncipe, mi querido omega.

─ No soy omega.

─ No rompas más mis ilusiones ─ SeonWoo lo miro.

─ Es mí trabajo, nací para romper tus ilusiones alfa tonto.

─ Pues no todas ─ dijo JungWon mirando a SuNoo.

─ ¿Por qué lo dices?

─ Por esto ─ sin previo aviso JungWon le robo un casto beso en los labios a SuNoo ─, ahora sí vamonos Sunnie.

─ ¿Hasta cuando planeas dejar de besarme?

─ Hasta que dejes de quejarte de cada beso que te doy.