L. HeeSeung.

- Los niños al verme casi sufren un ataque de epilepsia, corrieron los tres hacía mi como esa navidad cuando llegué vestido de Santa Claus, no nos habíamos visto en un buen tiempo y en verdad sentí que me había perdido demasiado, aun cuando siguen igual de bajos y regordetes. Besé la cabeza de cada uno con mucha alegría, al menos hasta que la tensión regreso al lugar, pues Jakey azotó la puerta del departamento una vez que estuvo adentro con nosotros.

— creo que deberíamos de poner horarios ya sabes, para que tú y yo... — le dije.

— ¿tú y yo?

— me refiero a los niños.

— ah — frunció los labios — bueno, como sea, puedes venir a verlos cada 15 días, los fines de semana y tal vez en las festividades puedas venir un par de horas porque pasaremos la navidad con mis padres en su casa en Europa — como siempre los Shim ahorrando el dinero que ganan.

— ¿en Europa? no te puedes llevar a los niños a Europa sin mi permiso, ¿cuándo pensabas decirme?

— no tengo que explicarte nada — los niños nos miran asustados así que solo suspiré y les sonreí de nuevo.

— ¿qué tal si me esperan en su alcoba? iré con ustedes en un momento — de nuevo emocionados se fueron corriendo dejándome a mí y a Jake solos en la sala de estar — JaeYoon...

— no quiero hablar contigo, solo juega con los niños y luego vete en silencio — Yoonnie iba a caminar a la que una vez fue nuestra habitación en ese pequeño departamento cuando lo tome de la mano evitando que si quiera diera un paso más — HeeSeung, suéltame, no empecemos de nuevo con esto.

— nunca me has dejado explicarle que paso.

— es que tú no entiendes nada — sus ojos de repente estaban llenos de lágrimas y su voz era cada vez más cortante — te amaba mucho antes de que tú me amarás a mí, es lo único en lo que te supere y te lo recordaré cada vez que se presente la oportunidad — jadeo limpiando sus ojos con la manga de su suéter — eres horrible, ¿por qué soy el único que siempre pone todo su esfuerzo por este matrimonio? y tu solo, solo... — comenzó a llorar de esa forma horrible que le caracterizaba y que de mala suerte había heredado BeomGyu.

— Jake, se todo lo que has hecho por nosotros dos por eso es mi turno — lo tomé por los hombros para que me miraba a los ojos, pero solo seguía llorando y llorando.

— no, no es cierto, no vas a hacer nada porque seguramente estás muy feliz con esa mujer ¿no?, lo que en verdad lamento es que mis hijos vayan a crecer en dos casas completamente diferentes.

— ¿de qué hablas JaeYoon? estás siendo demasiado extremista — me empujo lejos suyo solo para dar dos pasos atrás.

— la cena siempre la manda mi madre, así que solo espera, espero puedas cuidarlos al menos hasta las ocho, saldré — tomó las llaves de su auto y se fue, sin siquiera mirar atrás.

Como prometió su madre llegó con la cena, cuando me vio no me dirigió la palabra y solo les dijo a los niños que me dijeran que ya me podía ir, aun cuando estábamos en la misma habitación. Me lo merecía.

Cuando me despedí de los niños, ellos estaban cenando con su abuela en el comedor de la cocina, ellos parecían estar muy bien sin mí, de hecho, creo que se habían acostumbrado a que yo ya no estuviera en casa. Eso solo me deprimió aún más y en algún punto de la noche, termine en un bar a altas horas de la noche con SungHoon como acompañante de tragos.

— los niños parecen estar tan bien sin mí, creo que, si Jake se casará de nuevo y el padrastro le regalara un camión de bomberos, ellos lo amarán de inmediato — hipé aferrado a mi botella de cerveza ya algo mareado y ya casi con la boca dormida porque ya no se me entendía mucho todo lo que decía.

— son niños pequeños, Lee — SungHoon tampoco estaba muy sobrio que digamos, hasta tenía su corbata amarrada en la cabeza y la camisa algo abierta — dales una galleta y te seguirán para siempre.

— enserio extraño a mi familia...

— aja, pues yo no, yo estoy muy bien ahora mismo — me golpeo en el hombro con poca fuerza — ¿ya te dije que voy a ser padre de nuevo?

— oh mierda, no, ¿enserio? felicidades.

— NO — gritó azotando su mano en la barra del bar — no me felicites, no es divertido eso de ser padre de tres — le mire de mala gana — ¿ves? por eso mismo, mira todo lo que te ha pasado. Ni-Ki está insoportable, está hinchado, está de mal humor siempre y yo estoy más caliente que nunca.

— dímelo a mí, hace meses que nada — acabé mi cerveza por completo y me levanté — pero no, no me voy a quedar aquí a esperar que mi mundo se acabe, voy a recuperar a Jake, vamos.

— ¿a dónde vamos? — SungHoon dejo su cerveza a medio beber en la barra y tambaleándose logramos llegar a mi viejo departamento donde vivían Jake y mis hijos entonces. no podíamos quedarnos bien de pie, pero ahí estábamos, luego intenté contar en que piso estaba Yoonnie porque mi vista era doble, cuando logré hacerlo tomo una piedra que estaba por ahí.

— ¿qué mierda haces? — tomé impulso y logré darle a una ventana, pero se rompió el cristal y las luces de varios departamentos se encendieron al escuchar el ruido — no le diste, voy a tratar yo — SungHoon tomo otra piedra y solo le dio al segundo piso también rompiendo otra ventana.

— oh que mala puntería — tome otra y la lancé, solo logre darle a la ventana de la recepción y muchos vecinos ya estaban saliendo por el alboroto.

— ¡¡¡JAKE!!!

— oigan están locos, pudieron herir a alguien — esa anciana mujer que vivía a un lado nuestro me gritaba estando en bata y también muchos de los demás vecinos de alrededor nos miraban mal a mí y a SungHoon.

Al menos hasta que Jake llegó al primer piso con esa horrible mascarilla hecha de aguacate, avena, aceites de frutas y no se ¿popo de colibrí? Y se ponía en la cara mil y un porquerías para tener una piel bonita.

— ¿¡están locos!? — nos gritó una voz estando enfrente de nosotros — me hacen quedar en ridículo — me señaló.

— tú, entra ahora mismo y tú... — señaló a SungHoon — llama a tu esposo antes de que lo haga yo y exagere en verdad los hechos — me tomó de la oreja con fuerza jalándome entre todos mientras susurraba "lo siento, disculpe las molestias, buenas noches, cubriré los gastos" con una sonrisa en los labios.

¿Eso fue un avance? es decir, me tocó la oreja, pero me tocó.

Sh. JaeYoon.

¿Saben los caros que son los vidrios? pues yo no lo sabía hasta que los vecinos llegaron con sus tickets a mi puerta y tuve que contar billetes de la cartera de HeeSeung.

Irse de borracho no me excitaba en nada, creo que tiene serios fetiches ese hombre, pero era un estúpido si creía que eso me emocionaba en algo.

— ¿Qué tratabas de hacer? ¿eh? romper todos los vidrios de los vecinos hasta que no quedará ninguno. igual pague con dinero de tu cartera y te robe unos cupones para rollos de canela — lo golpee con una bolsa de guisantes congelados en la cabeza mientras estaba sentado en el sofá con la terrible resaca que se merece.

— creo que iba a hacer una serenata.

— ¿serenata? ¿sin mariachis? que pobre eres.

— no sé... agh perdóname — los niños se levantaron en pijama aún y con una serie de gritos llegaron hasta su padre entonces tirándose encima suyo. me alegraba mucho que hicieran escándalo para que ese idiota sufriera.

— bueno, como sea, quédate un rato si quieres, pero seguramente tu nueva novia te espera ¿no? — sonreí sarcástico y los niños dejaron de sonreír alrededor suyo.

— ¿una novia? ¿qué? ¿no papá Yoonnie es tu novia, papá? — JeNo lo miró preocupado, pero no, no soy un mal padre y no quería que lo dejaran de querer solo por una zorra.

— yo claro que sigo siendo su novia — los hice a un lado para sentarme en las piernas de HeeSeung y hasta besarlo en la mejilla — ¿por qué no se van a cambiar y vamos a comer waffles fuera de aquí? — mis trillizos corrieron a su alcoba emocionados por mi propuesta y una vez desaparecieron le escupí en el ojo a mi ex esposo.

— agh que asco Yoon.

— ese es el mismo asco que tú me das — me le quité de encima de inmediato y una vez que me levanté HeeSeung no dejo de mirarme como si yo estuviera loco.

— bueno, ya prometí waffles, mínimo llévanos a desayunar.

los matrimonios son enserio una serie de sucesos bastante extraños.