CHAPTER TWELVE
༄*•☆•*☽︎

i. act ii!

—EDWARD FUE EL que inició la conversación en el auto a la mañana siguiente. "Me gustaría disculparme de nuevo, por mi comportamiento extraño ayer".

Ángela hizo un gesto con la mano para descartar todo el asunto. "Tonterías. Todo el mundo tiene sus días".

Las manos de Edward se apretaron en el volante mientras asentía. "Cierto, sí".

Ángela lo miró. Parecía tenso. "¿Quieres hablar de eso?" Ella preguntó suavemente.

El chico suspiró bruscamente. "Es esa chica Swan. Ella... me hace sentir algo. Y no me gusta".

Ángela juró que sintió que se le caía el corazón. "...¿Sentir algo?".

Edward la miró significativamente. "Nada romántico ni nada, lo juro. Ella me hace... sentir incómodo. Es por eso que traté de cambiarme de Biología ayer, es la única clase que tengo con ella. Pero, por supuesto, todos los demás cursos están llenos".

La chica Weber sintió que su pecho se aligeraba ante la tranquilidad, aunque su preocupación por su bienestar solo parecía crecer. "¿Incómodo cómo? Ella no ha tratado de hacerte algo, ¿verdad?".

Edward negó con la cabeza. "No, nada de eso. Yo no-" Suspiró de nuevo, antes de quedarse en silencio por un largo rato. De hecho, no dijo nada hasta que estuvieron estacionados en su puesto habitual en Forks High.

El resto de los Cullen no estaban allí todavía, lo que era sorprendente, pero quizás lo mejor. No estaban teniendo exactamente una charla matutina normal.

Edward giró su cuerpo para mirarla. "Necesito decirte algo. Pero no ahora. ¿Quédate conmigo después de la escuela un rato?".

Ángela frunció el ceño pero asintió. "Por supuesto. Llamaré a mi mamá y les diré que volveré a casa un poco tarde".

Edward asintió, aunque todavía parecía muy serio. "Gracias, Ángel. Ahora vamos a llevarte adentro. Hace más frío que de costumbre esta mañana".

—ANGELA PASÓ EL resto del día escolar un poco aturdida. Ella no pudo evitar preocuparse.

¿Qué pasa si Edward terminar con ella? Pensó para sí misma, pero luego se burló internamente.

De hecho, tendríamos que estar saliendo para que él rompiera contigo, Angela.

Cada vez que veía a Isabella en la escuela, la sensación de inquietud en el estómago de Angela solo aumentaba. Ángela lo odiaba.

Le gustaba darles a todos el beneficio de la duda, pensando solo en lo mejor del carácter de cada uno hasta que se demostrara lo contrario, pero algo en la chica Swan lo hacía diferente. Tal vez fue porque Edward confesó sentirse incómodo con ella, o tal vez fue por lo enojada que se veía Isabella cuando salió de la oficina ayer, pero por alguna razón, algo se sentía mal.

Cuando terminó la escuela, Angela no sabía si debería sentirse más preocupada o aliviada.

Salió del salón de clases y encontró a Edward esperándola.

Él sonrió suavemente y tomó su mano. "Vamos, Ángel".

Ángela respiró hondo y agarró su mano.
"Bueno."

—EDWARD NO HABÍA DICHO otra palabra durante todo el camino hacia el bosque. Angela siguió su ejemplo y también permaneció en silencio.

Después de un tiempo, Edward finalmente se detuvo. Él no se giró para mirarla todavía, ya que se mantuvo a unos metros entre ellos, y ella se tomó ese tiempo para observar su entorno.

Los árboles se elevaban a su alrededor desde todos los lados, y justo más adelante, a la derecha de una gran roca, había un poco de sol que se asomaba entre las habituales nubes oscuras y amenazantes de Forks.

Cuando Edward finalmente se giró para mirarla, su expresión era completamente seria.

"Estoy seguro de que has notado algunas... cosas raras sobremi familia y yo." Comenzó.

Ángela simplemente negó con la cabeza. "Nunca pensaría mal de ti y tus hermanos, Edward. Todos ustedes son muy queridos para mí".

Edward sonrió suavemente. "Lo sé, Ángel. Eres perfecta en todos los sentidos. Pero no me refiero a lo que el resto de este pueblo piensa de nosotros... Piénsalo muy bien. Sabes de lo que estoy hablando".

Ángela hizo una pausa por un largo momento para pensar realmente en ello. Pensó en todas sus interacciones con los Cullen, que en ese momento eran muchas.

Ella respiró hondo. "Me di cuenta de que ustedes nunca comen realmente. Al principio, no me había llamado la atención, pero después de un tiempo... comencé a sentirme rara cada vez que almorzaba y me di cuenta de que era porque nunca los veía comer, los chicos también comían. Pero pensé que todos comían en casa. Tenían una dieta especial o algo así".

Edward asintió. "Sigue".

"También eres muy frío. Dado el clima típico de Forks, no pensé mucho en eso. Pero incluso en el auto, cuando enciendes la calefacción y nos tocamos las manos, o me acaricias la mejilla, tus manos siguen estando absolutamente frías, están todos muy pálidos, lo cual, está bien, justo. Todos estamos muy pálidos debido a la falta de luz solar. Pero ustedes están aún más pálidos de lo normal... Todos ustedes, aunque no estén, relacionados en sangre. Sin embargo, me quite el pensamiento porque pensé que estaba viendo más de lo que realmente era".

"Sigue adelante."

Ángela suspiró. "El color de tus ojos cambia a veces. Un día, es este hermoso ámbar dorado y al siguiente, es un marrón oscuro, casi negro. Tanto tú como tus hermanos tienen diferentes días para hacer eso, y me pareció extraño que todos ustedes tengan el mismo mismo color de ojos y cambio de color, pero lo atribuí a que ustedes usaban lentes de contacto o algo así".

Ella frunció el ceño mientras él solo permanecía en silencio. Ella notó la forma en que él no parecía sorprendido en absoluto. "¿Cómo es posible que sepas todo eso?".

"Juro que solo he pensado en eso por un momento cuando noté cada... rareza. Pero siempre lo dejé de lado, pensando que tal vez solo estaba pensando demasiado en todo eso. Nunca pensé en ello de manera maliciosa, y nunca lo mencioné porque no pensé que hubiera nada que mencionar". Su guardia estaba arriba ahora.

¿Qué está pasando? Ella pensó para sí misma.

Edward negó con la cabeza. "Sé que nunca quisiste maliciosamente, Angela. Ni siquiera tienes que decirme a mí. Tu mente habla por sí misma". El ceño fruncido de Angela se profundizó. "¿Qué significa eso?".

Edward suspiró. "Significa que sé que pensaste todas esas cosas en el momento exacto en que se filtraron a través de tu mente. Significa que sé que no lo dijiste de ninguna manera maliciosa porque conozco la pureza de tus pensamientos. Significa , que sé todo esto... porque puedo escuchar tus pensamientos".

Ángela negó con la cabeza. "N-no estoy entendiendo".

Edward sonrió suavemente antes de que de repente estuviera justo en frente de ella.

Ella jadeó, dando un paso atrás. "¿¡Cómo-cómo hiciste eso!?".

El pelibronce no respondió, corrió hacia la roca y la levantó con facilidad arrojándola hacia el claro donde el sol se asomaba, haciendo que el suelo temblara un poco.

"Edward. ¿¡Qué está pasando!?" La chica Weber preguntó un poco frenética.

Edward la miró por un momento, antes de desabotonarse lentamente la camisa y correr hacia el espacio abierto donde un rayo de sol se asomaba entre los árboles. En todas partes la luz que tocaba su cuerpo brillaba. Una hermosa colección de piel brillante, tan brillante que casi le dolía mirarla.

Finalmente, Edward habló.

"Esta es la piel de una persona muerta. Alguien que murió hace mucho tiempo. Su corazón ya no late. Esta es la piel de un vampiro, Ángela. Y estás viendo uno ahora mismo".
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Maratón?.....🤍