CHAPTER ELEVEN
༄*•☆•*☽︎

i. act ii!

–AL DÍA SIGUIENTE, Edward recogió a Angela como de costumbre, bajó la ventanilla y saludó a Isaac y Josh - quienes subían al auto con la ayuda de Iris.

Los dos chicos le devolvieron el saludo felizmente, mientras Iris sonreía. Mientras tanto, John estaba saliendo de la casa. Cuando notó a Edward, le hizo un gesto de reconocimiento y comenzó a caminar hacia la camioneta en el camino de entrada.

"¡Buen día!" Ángela sonrió mientras subía al Volvo.

Edward le devolvió la sonrisa fácilmente. "Buenos días, Ángel. ¿Cómo dormiste?"

La chica Weber tarareó. "Dormí bien. Sin embargo, hubiera sido mejor si no tuviera tu tarjeta en mi billetera". ella bromeó.

Edward le lanzó una sonrisa mientras regresaba a la carretera. "Me temo que tendrás que acostumbrarte, entonces."

Ángela suspiró pero decidió seguir adelante. "Se supone que Isabella vendría a la escuela hoy, creo".

Edward frunció el ceño. "¿Cómo supiste?".

Ángela se rió torpemente. "Curiosamente, Jessica me envió un mensaje de texto anoche al respecto".

El chico de cabello bronce asintió. "Ya veo." Él la miró antes de que sus ojos volvieran a la carretera. "¿Están hablando de nuevo?".

Ángela inclinó la cabeza. "No estoy seguro, en realidad. Aparte de saludarnos al pasar, esta fue la primera vez que tuvimos una conversación completa desde toda la charla".

Edward asintió mientras giraba hacia el estacionamiento de la escuela. "¿Crees que tratará de hablar contigo más a menudo ahora?"

"Tu suposición es tan buena como la mía", respondió Angela, mientras tomaba su mochila y su cámara.

Tan pronto como salió del Volvo después de que Edward le abriera la puerta, Alice y Rosalie estaban inmediatamente frente a ella.

La chica con aspecto de duende saltó sobre sus pies, mientras sonreía. "Entonces... ¿Cuál es el veredicto?".

Ángela sonrió. "Mis padres dijeron que estaba bien".

Alice vitoreó, mientras que Rosalie sonrió triunfante. "¡Estoy tan emocionada! ¡No puedo esperar para abrir nuestra tienda!"

Ángela se rió y se giró para escanear el estacionamiento. Por primera vez desde que Angela había comenzado a salir con los Cullen, notó que nadie los miraba. En cambio, todos miraban a una chica parada junto a una camioneta roja de la vieja escuela.

"Esa debe ser Isabella". Ángela levantó la barbilla en dirección a la chica Swan, haciendo que todos los Cullen también la miraran.

Sin embargo, su atención no duró mucho, ya que Rosalie habló primero. "Se ve aburrida. Pero al menos ya nadie nos mira boquiabiertos como animales de circo".

Todos asintieron con la cabeza, mientras Edward envolvía un brazo alrededor del hombro de Angela y comenzaba a caminar hacia el edificio, el resto de su familia formando parejas con sus compañeros y siguiéndolos.

Ángela tenía ahora una extraña sensación en el pecho, pero la hizo a un lado. Poniéndose nerviosa para un próximo examen de inglés. Después de todo, todo era perfectamente normal.

—EL ALMUERZO LLEGÓ bastante rápido, por lo que Angela no podría estar más agradecida. Mientras entraba a la cafetería con el brazo de Edward alrededor de sus hombros, sintió varios ojos sobre ella.

Frunciendo el ceño, examinó el área para ver quién era. La atención de la mayoría de la gente había estado en Isabella hoy, por lo que la sensación familiar de los ojos en ella la puso curiosa y nerviosa al mismo tiempo.

Después de unos segundos, notó que Jessica, Lauren y la chica nueva las miraban fijamente. Angela asumió que sus antiguos amigos le estaban explicando quiénes eran los Cullen a Isabella, y su ceño se profundizó.

Por favor, no digas nada malo, Jess. Ella pensó para sí misma. Y cuando miró a Edward, vio una sonrisa en su rostro.

Ante su expresión, su ceño se transformó en una sonrisa. "¿Por qué está sonriendo, Sr. Cullen?".

Edward le devolvió la sonrisa. "Estoy sonriendo porque tengo a la chica más linda de la escuela en mi brazo".

Ángela se sonrojó por el cumplido, lo que provocó que Edward se riera. "Oh, Ángel, eres adorable. De verdad".

La chica alta golpeó suavemente su brazo. "Para." Susurró acaloradamente, mientras su sonrojo se profundizaba.

El chico de cabello bronce le dio un beso en la frente a modo de disculpa y la acompañó a la mesa con los Cullen; la pareja ignoró deliberadamente las sonrisas divertidas en los rostros del resto de la familia.

En este punto, sabían cuánto le gustaba a Edward bromear con la chica Weber, y ella se sonrojaba tan fácilmente que era obvio cada vez que lo hacía.

Era tan adorable como repugnante, de verdad.

—EL RESTO DEL DÍA transcurrió sin problemas, y viendo que su profesora de Arte los dejó salir unos minutos antes de lo necesario, Ángela decidió que esperaría a Edward fuera de su clase.

Su último período del día fue Biología.

Unos segundos después de que sonara la campana, Edward salió corriendo del salón de clases. Disminuyó la velocidad de inmediato, cuando notó que Angela lo esperaba.

"¿Estás bien?" La voz suave de la morena salió, la preocupación goteaba de cada palabra.

Edward sonrió suavemente, mientras daba un paso más cerca de ella. "Estoy bien, Ángel. Solo tengo que hacer una parada rápida en la oficina primero, ¿te parece bien?"

Ángela asintió rápidamente. "¡Por supuesto!"

Edward la besó en la frente y tomó su mano suavemente, mientras comenzaban a caminar hacia la oficina.

Había estado sujeto a un período de clase completo al lado de Isabella Swan, y fue insoportable. Su sangre olía más seductora que la de cualquier otro ser humano con el que se hubiera cruzado. Saldría de esa clase lo antes posible.

En lo que a él respectaba, esa chica no era más que un problema. Y no quería tener nada que ver con eso.

—ANGELA ESPERABA AFUERA de la oficina pacientemente, mientras Edward se ocupaba de sus asuntos con una de las damas de la oficina.

Oyó que alguien se acercaba a ella y miró hacia arriba, solo para mirar a los ojos a Isabella Swan. La chica le dirigió a Angela una sonrisa incómoda antes de entrar a la oficina, aunque se detuvo justo frente a las puertas. Antes de que cerraran por completo, Ángela captó el breve sonido de la voz de Edward.

"Debe haber algo, ¿Física?, ¿Bioquímica?".

Ángela inclinó la cabeza confundida pero alejó el sentimiento de distancia. Si Edward quería decirle lo que estaba pasando después de que terminó, entonces lo haría. Si no, entonces ella lo entendía

Un minuto después, el chico antes mencionado se apresuró fuera de la oficina.

Ángela se apartó de la pared en la que había comenzado a apoyarse y sonrió con cautela. Edward parecía molesto.

"Oye, ¿estás bien-" Antes de que pudiera terminar la oración, Edward de repente la atrajo hacia su cuerpo, metiendo la nariz en el hueco de su cuello mientras la sostenía por la cintura.

Confundida, Angela gentilmente le devolvió el abrazo. Ni siquiera el sonido de las puertas de la oficina al abrirse repentinamente captó la atención de Edward, sin embargo, captó la de ella.

Isabella los miraba con una mirada de ira en sus ojos, aunque no dijo nada. Con una burla, se fue, marchando por el pasillo hacia el estacionamiento.

Después de unos momentos más, Edward finalmente se alejó. "Lo siento por eso. Yo sólo... yo realmente necesitaba eso".

Ángela sonrió y negó con la cabeza. "Está bien, Edward".

El chico le devolvió la sonrisa y entrelazó sus manos. "¿Estás listo para ir a casa?".

Ángela asintió. "Definitivamente. Cuando nos subamos al auto, te mostraré lo que hice hoy en Arte. ¡Tomé una foto de la pieza final con mi cámara!".

Edward se rió entre dientes mientras comenzaban a caminar. "Estoy seguro de que se ve encantador, Ángel".

Angela no cuestionó la rareza de la situación y, en cambio, simplemente siguió el viaje a casa como de costumbre. A juzgar por el estado de ánimo de Edward, no creía que apreciaría las preguntas en este momento.

En todo caso, se enteraría mañana.