CHAPTER FIVE
༄*•☆•*☽︎

i. act i!

—ANGELA HIZO todo lo posible para evitar a Tyler, realmente lo hizo. Pero el chico era persistente.

"¡Ángela! Por favor, déjame disculparme, ¿de acuerdo?". El rogó.

Miró alrededor del pasillo en busca de una salida, pero no pudo encontrar ninguna. Llegaba tarde para el almuerzo, ya que se había quedado atrapada en una conversación con su profesor de biología, una clase que casualmente tenía con Tyler.

Ni siquiera se dio cuenta de que él la había estado esperando hasta que salió del salón de clases y lo vio apoyado contra los casilleros frente a ella.

Había intentado hablar con ella entonces, pero Angela se encontró incapaz de hacer contacto visual sin querer volver a derrumbarse, así que simplemente decidió no hacerlo

Lógicamente, Ángela sabía que no le debía nada. Y honestamente, ella realmente no quería perdonarlo de todos modos. Lo que dijo fue una mierda, y se le permitió sentir ese dolor y procesarlo a su debido tiempo. Pero sin escapatoria cerca, parecía que tendría que enfrentarse a él mucho antes de lo que le gustaría.

Finalmente se detuvo, causando que Tyler casi chocara contra ella en su prisa por alcanzarla.

"Realmente no quiero hablar ahora, Tyler". Lo intentó, esperando que el chico lo aceptara y la dejara en paz.

Pero desafortunadamente, Tyler era Tyler, y no podía entender la indirecta, incluso si lo abofeteaba en la cara.

"Entonces no hables. Sólo escucha. Yo-"

"Dijo que no quiere hablar, Tyler". La voz de Edward de repente vino de unos pocos pies por delante de ellos. Estaba enojado, Angela se dio cuenta.

Su voz sonaba amenazadora, tan diferente de la forma en que le había hablado en la biblioteca, y sus puños estaban apretados como si tuviera que contenerse físicamente para no lastimar a Tyler en ese mismo momento.

Angela no debería haberlo encontrado atractivo, lo sabía, pero al final del día, era una adolescente de sangre caliente. ¿Quién podría realmente culparla?.

A medida que el chico de cabello bronce se acercaba a ellos dos, literalmente podía sentir a Tyler retroceder unos pasos.

"Oye, aléjate, hombre. Solo estoy tratando de hablar con mi amiga". Tyler trató de defenderse.

"Sí, y ella dijo que no, Crowley. Toma una pista". Edward ahora estaba parado frente a Angela de manera protectora, trazando agujeros en la cara de Tyler.

Si las miradas mataran...

Tyler se burló, mirando entre Angela y Edward. "¿En serio, Ang? ¿Tienes que conseguir que tu novio te proteja?".

"Retrocede, hermano". Emmett apareció de repente detrás de Tyler. "No quiero lastimarte, pero sigue molestando a Angie lo haré". Él sonrió sombríamente.

Tyler se burló de nuevo, sacudiendo la cabeza. "Hombre, lo que sea".

Ángela lo observó mientras se alejaba y sintió que Edward le tocaba la parte baja de la espalda. "¿Estás bien, Ángel?".

Ella asintió pero permaneció en silencio.

Edward suspiró suavemente, antes de usar su mano todavía en su espalda para empujarla suavemente para que caminara.

"Vamos a traerte algo de almorzar, amor".

—TODO el alumnado de la Preparatoria de Forks pareció detenerse y mirar cuando notaron que Edward Cullen entraba con Angela Weber del brazo. Emmett flanqueando al otro lado de Angela no parecía ayudar, pero la morena estaba más preocupada por cómo reaccionarían sus amigos a su entrada que cualquier otra persona.

"No te preocupes por lo que piensen los demás", le susurró Edward al oído, antes de mirar a Emmett.

Se frotaron el uno al otro antes de que Emmett regresara a la mesa del almuerzo con el resto de los Cullen. Mientras tanto, Edward lleva a Angela a la estación de comida.

"No tengo mucha hambre". Angela
susurró tan suavemente que no pensó que Edward la escucharía. Pero Edward solo tomó una manzana. "Al menos come esto entonces, amor. Tu salud es importante".

Antes de que pudiera responder, el sonido de alguien aclarándose la garganta llamó su atención. Cuando la pareja miró, vieron a Lauren y Jess de pie con los brazos cruzados. La primera tenía una sonrisa enfermizamente dulce y obviamente falsa pegada en sus labios, mientras que Jessica solo miraba al suelo.

"Escuchamos lo que pasó con Tyler, Ang". Empezó la rubia.

Ángela sonrió torpemente. "Está bien, chicos. Estoy fi-"

"¿Cómo pudiste hacerle eso al pobre Tyler? Todo lo que quería hacer era hablar, ¿y luego enviaste a los pequeños fanáticos del incesto a por él para qué?" Lauren la interrumpió, una mueca ahora se abría paso en su rostro.

Los ojos de Ángela se agrandaron. "Eso no es-".

"¿Qué clase de amiga eres?" Ella continuó.

Edward miró a las dos chicas, mientras jalaba a Angela aún más entre sus brazos. "Deberías hacerte esa pregunta, Lauren. Tu idea de la amistad es superficial y vana... Me compadezco de cualquiera a quien llamas 'amigo'".

Los ojos de Lauren se enojaron por eso, mientras daba un paso más cerca de Edward. "¿Sí? Bueno, resulta que tu pequeña novia es una de mis amigas, ¿entonces eso es todo esto? ¿Estás siendo amable con ella porque te compadeces de ella?".

"Lauren, tal vez deberíamos-" Jessica trató de evitar que su amiga continuara, pero Lauren solo llevó una mano a la cara de la morena.

"Tengo esto, Jess". La chica Stanley se quedó callada y Lauren continuó.

"Bueno, continúa. Admítelo. Solo estás siendo amable con ella por lástima porque es mi amiga".

"Ya no." Angela intervino, captando la atención de los tres adolescentes.

"¿Llegar de nuevo?" preguntó Lauren en un tono condescendiente.

"Dijiste que me tiene lástima porque tú y yo somos amigos. Pero no lo somos. Ya no".

Lauren se quedó boquiabierta mientras miraba a Angela con incredulidad. "¡Perra! ¿Crees que incluso quería ser tu amiga? Si Jessica no se sintiera mal porque no tendrías amigos sin ella, todos te habríamos dejado atrás hace mucho tiempo". La rubia escupió.

Ángela jadeó levemente, retrocediendo aún más hacia Edward. Miró a Jessica con una mezcla de sorpresa y dolor.

"Eso-eso no es lo que quise decir-" comenzó Jessica, mirando entre Lauren y Angela presa del pánico. "Salió mal-".

"Supongo que sé cómo te sientes ahora, Jess". Angela la interrumpió, su tono tambaleante mientras luchaba duro para contener las lágrimas. No esperó una respuesta, salió corriendo de la cafetería y se dirigió a su auto.

Podía escuchar a Edward siguiéndola detrás, y él se estaba acercando a ella rápidamente. "No tienes que seguirme, Edward, estoy bien".

"No, no lo harás, amor. ¿A dónde vas?".

Ella suspiró. "Me iré a casa. Tomaré un día o un período de salud mental, o lo que sea. De todos modos, solo me perderé una clase". Ella divagó un poco.

Edward suspiró cuando finalmente la alcanzó, justo cuando estaba a punto de abrir la puerta de su auto.

"Al menos déjame llevarte, Ángel. No estás en condiciones de conducir por ti mismo".

Ella estaba llorando ahora, y su vista estaba volviéndose borrosa por las lágrimas.

"Estoy bien." Se rindió. Realmente no quería que Edward la viera así, pero la necesidad de consuelo que solo él podía brindarle era mucho mayor.

"¿Bien?" reiteró.

"Sí." Ella susurró y sintió que él se alejaba un paso de ella, antes de agarrar suavemente su mano.

"Vamos entonces, amor. Tomaremos mi auto".