LA FAMILIA CULLEN, EXCEPTO EDWARD, estaba en fila esperando a que el ejército de recién nacidos se hiciera presente. El sonido de pasos rápidos y el crujido de la nieve se oían a lo lejos y los Cullen se prepararon, poniéndose en posición de combate.

El ejército apareció de entre los árboles y comenzó a gritar, corriendo hacia el aquelarre, quienes corrieron hacia ellos simultáneamente, saltando sobre ellos. Arlina corrió hacia un hombre que parecía tener su misma edad, tenía el pelo corto como la paja y unos ojos rojos malvados que la hacían querer acabar con él aún más.

Él la miró y sonrió, dispuesto a arrancarle la cabeza, pero antes de que pudiera intentarlo, el fuego se hizo visible en su mano y él comenzó a dar pasos hacia atrás, visiblemente aterrorizado. Ella sonrió y arrojó la bola de fuego hacia él, lo que provocó que ardiera vivo, gritando de agonía.

La pelirroja corrió hacia él, le arrancó la cabeza, los brazos y las piernas, los arrojó sobre su torso y dejó que el cuerpo desmembrado se quemara hasta convertirse en cenizas. Miró otro cuerpo destrozado y le arrojó fuego, prendiéndole fuego.

Otra recién nacida, una mujer de cabello oscuro, suave y rizado, agarró a uno de los hombres lobo, por lo que corrió hacia ella, sacó a la mujer del cambiaformas y le sujetó los brazos detrás de la espalda, quemándola en el proceso. La mujer lobo, que se identificó como Leah Clearwater, se puso de pie sobre cuatro patas y arrancó la cabeza del cuerpo de la mujer, arrojándola al suelo antes de que Arlina le prendiera fuego.

Los dos se separaron, salieron corriendo a pelear con alguien más y antes de que se dieran cuenta, todos los recién nacidos, excepto uno, estaban muertos en el suelo ardiendo por las llamas creadas por Arlina.

"¿Cuánto tiempo?" preguntó Edward mientras caminaba hacia la familia que estaba parada alrededor de una pequeña fogata, Bella lo siguió, aparentemente petrificada.

"Unos minutos. ¿Diez, tal vez?" Alice no estaba segura, pero se mantuvo erguida, segura de que era lo correcto. Arlina se quedó sola, mirando el fuego. Su compañero podría estar llegando y podría haber sabido sobre el ejército sin decírselo.

"La manada debe irse. Los Volturi no respetarán una tregua con los hombres lobo" Les dijo Carlisle, y todos miraron a la manada antes de que un recién nacido saliera de detrás de una roca y saltara sobre Leah en su forma de lobo.

"¡Leah, no lo hagas! " Edward corrió hacia él, con Arlina pisándole los talones, y estaban a punto de ayudar cuando Jacob se adelantó a toda velocidad, quitándose al vampiro de encima de Leah y tirándolo al suelo.

El recién nacido rápidamente logró rodear a Jacob con sus brazos y tiró de sus costillas, crujiendo sus huesos, lo que hizo que el lobo gimiera de dolor. El vampiro apretó un poco más fuerte, oyendo más crujidos antes de arrojar al lobo al suelo. Jacob se retorció un segundo antes de sentir la cálida mano reconfortante de Arlina en su espalda, lo que hizo que el dolor solo disminuyera un poco.

Los otros hombres lobo acabaron con el recién nacido, destrozándolo brutalmente por haber lastimado a su familia.

"¡Jacob!" gritó Bella, corriendo hacia el lobo que había recuperado su forma humana, sujetándose el pecho con agonía. Arlina estaba intentando por todos los medios ayudarlo cuando Carlisle se acercó y se agachó al lado del chico para inspeccionar sus heridas.

"Jacob, espera. Carlisle te revisara", le dijo Arlina al cambiaformas, quien no pudo responder y la pelirroja le frotó el brazo para consolarlo esperando al menos poder hacer algo.

"Los huesos de la mitad derecha de su cuerpo están destrozados", le dijo Carlisle a su hija adoptiva, y Bella se dejó caer al suelo junto a ellos, mirando al chico que amaba.

"Bella" murmuró Jacob, mirándola y ella frunció el ceño, frotando sus hombros con cuidado.

"Jake, estoy aquí" Le aseguró, sonriendo levemente. El resto de los hombres lobo salieron de detrás de una enorme roca, todos vestidos con pantalones cortos de mezclilla, Leah con una camisa y todos corrieron hacia allí.

"Jacob, idiota, ¡lo tenía todo!" Exclamó Leah, con las manos apretadas en puños a los costados y Arlina la miró, enviándole una mirada de "cálmate" pero con un toque de amabilidad.

"¡Leah!" Regañó Sam, agachándose junto a Edward junto a las piernas de Jacob y observando los moretones que aparecieron rápidamente y que se extendían por todo el torso de Jacob.

"Necesito arreglar los huesos antes de que comience su curación acelerada. Ya está empezando". Carlisle levantó el brazo izquierdo de Jacob y examinó las heridas que había debajo.

"Tenemos que sacarlo de aquí" le dijo Edward a su padre, mirando a la manada que los rodeaba. "No vamos a querer pelear con los Volturi".

"Lo llevaremos de vuelta con Billy". Sam asintió hacia el vampiro más viejo.

"Estaré allí tan pronto como pueda." Carlisle lo miró y asintió también.

"Ánimo, Jake". Bella sintió que las lágrimas le picaban en los ojos y Arlina colocó su cálida mano sobre el brazo de la chica, dándole algún tipo de consuelo. Edward y Carlisle se pusieron de pie, alejándose del cambiaformas herido y Arlina levantó a Bella con suavidad, abrazándola mientras se alejaban de Jacob.

La manada rodeó a Jacob y lo levantaron cuidadosamente del suelo, el gruñó de dolor, con los ojos cerrados y los brazos cruzados sobre el pecho.

"Está bien. Te tenemos. Te tenemos", le dijo Paul Lahote al niño, asegurándose de ser gentil para no lastimarlo aún más.

"¡Ya vienen!" gritó Alice con preocupación escrita en todo su rostro. Los Cullen, incluidos Bella y un recién nacido que Esme y Carlisle habían cuidado, estaban todos de pie en un grupo, observando cómo los cuatro miembros de la Guardia de los Volturi se acercaban a ellos.

Tan pronto como los ojos de Alec se encontraron con los de Arlina, su ceño se suavizó y se convirtió en una sonrisa. Todos se detuvieron a unos metros de distancia y se bajaron las capuchas, dejando caer las manos a los costados. Felix y Demetri sonrieron y asintieron con la cabeza hacia la pelirroja, quien asintió con una pequeña sonrisa en respuesta, feliz de verlos nuevamente.

Sus sonrisas y muecas desaparecieron cuando Jane comenzó a hablar: "Impresionante. Nunca he visto a un aquelarre escapar intacto de un asalto de esta magnitud".

"Tuvimos suerte" Les dijo Carlisle, agarrando con fuerza la mano de Esme para consolarla.

"Lo dudo" Respondió Jane con cara seria.

"Parece que nos perdimos una pelea entretenida". Alec resopló sin mirar a Arlina y ella asintió sus ojos se iluminaron al oír su voz. Escuchar su voz así era completamente diferente a escucharla por teléfono, sonaba como música para sus oídos.

"Sí... No es frecuente que nos volvamos innecesarios" Dijo Jane, con los ojos clavados en Bella Swan, preguntándose por qué seguía siendo humana aunque la familia le había dicho a su aquelarre que la convertirían.

"Si hubieras llegado hace media hora, habrías cumplido tu propósito" comentó Edward, abrazando fuertemente la cintura de su novia, asegurándole que nadie le haría daño, ni siquiera los vampiros antiguos que eran considerados diez veces más fuertes que él.

"Qué lástima. Te olvidaste de una". Jane miró hacia donde Arlina estaba parada frente a una recién nacida, protegiéndola. La niña estaba parada, aterrorizada, con su largo cabello cubriéndole la cara. Jasper caminó hacia el otro lado de la niña, saludando con la cabeza a su hermana pelirroja, ambos hicieron un pacto para protegerla.

"Le ofrecimos asilo a cambio de que se rinda", le dijo Carlisle a los Volturi, esperando que no acabaran con ella.

"Eso no era lo que ustedes podían ofrecer" Les dijo Jane, con voz alta y clara. "¿Por qué viniste?" gritó y antes de que la niña pudiera responder, su cuerpo se inclinó hacia atrás y comenzó a gritar de agonía. La recién nacida yacía en el suelo, gritando de dolor y Arlina se inclinó a su lado, frotando su brazo para consolarla lo más que pudo. "¿Quién te creó?".

"No necesitas hacer eso, ella te dirá todo lo que quieras saber", le dijo Esme a la rubia, quien liberó la sensación de ardor del recién nacido con una sonrisa enfermiza. Los otros tres guardias observaron con horror a través de sus mentes mientras intentaban demostrar que no lo estaban, que estaban acostumbrados a las malas maneras de Jane y sabían que no debían protestar por ello.

"Lo sé", afirmó Jane.

"¡No lo sé!" Dijo la chica ahogada desde el suelo. "Riley no nos lo dijo. Dijo que nuestros pensamientos no estaban a salvo". Miró a la hermosa pelirroja Cullen, que la dejó sin aliento, y asintió con la cabeza, agradecida por el amable gesto.

"Su nombre era Victoria. Tal vez la conocías" Espetó Edward y miró con enojo a la vampira rubia milenial, sabiendo a ciencia cierta que lo conocían mentalmente.

"Como pelirroja, no la aceptamos" murmuró Arlina en voz baja y la chica de cabello oscuro la escuchó, sonriendo levemente a los Cullen.

"Edward, si los Volturi hubieran sabido de Victoria, la habrían detenido"!le dijo Carlisle a Edward antes de volver a mirar a la gemela bruja. "¿No es así, Jane?".

"Por supuesto". Su ojo se movió y miró al suelo hacia Félix. "Félix".

Él asintió y comenzó a caminar hacia adelante, pero Esme dio un paso hacia ellos y Jasper y Arlina se pusieron de pie, protegiendo a la recién nacida. "Ella no sabía lo que estaba haciendo". Esme protestó y Jane extendió el brazo, deteniendo a Félix, "Nos haremos responsables de ella".

"Dale una oportunidad", suplicó Carlisle y Jane levantó la cabeza.

"Los Volturi no dan segundas oportunidades" dijo Jane y Arlina frunció el ceño. "Tenlo en cuenta".

"Ni siquiera le diste una primera oportunidad, Jane" le dijo Arlina y Jane giró la cabeza en dirección a la pelirroja, mirándola con enojo. Alec observó a su compañera con atención, mirándola fijamente a los ojos suplicantes y luego miró a su hermana.

"Hermana, tal vez dejemos que la niña viva, no causará ningún daño si la familia Cullen la cuida". Alec habló con calma y Jane lo miró, entrecerró los ojos antes de asentir con brusquedad, ya que no quería otra discusión con su hermano. Esto hizo que Esme y Arlina suspiraran aliviadas, agradecidas de no quitarle la vida a la recién nacida que tenía mucho potencial.

"A Caius le interesará saber que sigue siendo humana" Comentó Jane después de un segundo de silencio, mirando a la chica Swan, que se reclinó ligeramente sobre el pecho de Edward.

"La fecha está fijada" dijo Bella, cruzando los brazos sobre el pecho.

"Está bien. Será mejor que nos vayamos, me gustaría irme a casa". Jane giró sobre sus talones, junto con el resto de ellos, excepto Alec, que se quedó quieto, manteniendo un intenso contacto visual con su pareja. El resto de los Cullen miraron a los dos y Jane miró hacia atrás, lo que hizo que pusiera los ojos en blanco e insistiera en que ella, Felix y Demetri lo dejaran atrás.

Después de un momento de silencio (el único sonido que se escuchaba era el crepitar de las hogueras que Arlina había creado), Alec avanzó tan rápido como pudo y sujetó con fuerza el rostro de la pelirroja, sonriéndole.

Ella asintió rápidamente, dándole su consentimiento antes de que él posara sus labios sobre los de ella con suavidad, permitiendo que su rostro se moviera hacia un lado para que pudieran conectarse cómodamente.

Todos sonrieron a los dos, contentos de que Arlina hubiera encontrado a su otra mitad, incluso si eran los Volturi. Edward estaba un poco preocupado, pero Bella lo tranquilizó diciéndole que estaba perfectamente bien.

Se besaron durante un minuto o dos antes de separarse, mirándose amorosamente a los ojos, sonriendo dulcemente y luego se abrazaron, abrazándose fuertemente. "Te extrañé", le dijo Alec, sonriendo hacia su cabello rojo fuego.

"Te extrañé más". Apoyó su fría mejilla en su pecho, intentando envolver sus brazos más fuerte alrededor de su torso y miró a su madre, que tenía las manos juntas y una cálida sonrisa en su rostro.